Una vacaciones inolvidables
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos los lectores, me llamo Carlos, soy de Colombia, ahora vivo solo, tengo 21 años, estudio y trabajo en Madrid, cuando me paso esto, yo tenía entre 10 u 11 años, no recuerdo exactamente. En ese entonces vivía con mis padres, en un chalet en las afueras de Madrid. Mi padre es ingeniero en robótica y mi madre abogada, ambos colombianos. Mi padre por su trabajo viaja mucho, y en unas vacaciones de verano, tuvo que irse a Estados Unidos, así que mi madre decidió que nos vayamos nosotros dos solos de vacaciones a la playa. Mi madre en ese entonces tendría unos 35 años mas o menos, no recuerdo bien ya que para las edades soy un desastre, estaba muy bien de cuerpo, o esta, ya que se cuida mucho. Llegamos al piso que habíamos alquilado, nos instalamos y bajamos a la playa, que desde los ventanales de la casa se veía muy concurrida y hermosa.
Cuando estuvimos en la playa, yo enseguida me metí en el agua, mientras ella se pasaba bronceador, su maya de baño apenas le cubría sus partes íntimas, era el centro de las miradas de todos los hombres, ya que tiene y mas en ese entonces un buen para de tetas y un culo de nalgas bien paradas, horas de gimnasio y morirse de hambre haciendo dietas. Ese día disfrutamos mucho, recuerdo que jugamos mucho en el agua, ella cada vez que saltaba por las olas, perecía que se le iban a salir las tetas del sujetador. Así como al tercer día, había un hombre, enorme, musculoso, de barba hasta su pecho, tatuajes, parecía uno de esos malos de película, y como mi madre llamaba la atención a los hombres, este hombre, con aspecto de duro, llamaba la atención a las mujeres, y no lo voy a negar, a mi también, tendría unos cuarenta años, se notaba que hacía mucho deporte, mi madre y él cruzaron varias miradas y alguna sonrisa, yo estaba en el agua y notaba como mi madre demoraba en meterse conmigo, hasta que los veo venir juntos, hablando y mi madre riendo como tonta, a carcajadas, me lo presenta, recuerdo que me dijo Diego, y estuvimos jugando un buen rato, Diego me subía en sus hombros y me tiraba lejos, a mi madre la agarraba de su cintura y también la tiraba, haciendo que en un par de ocasiones la parte de abajo de su maya se baje y la deje con su culo al aire, cosa que a ella parecía que no le importaba, ya que no dejaba de reír y seguir jugando con Diego.
Esa noche Diego nos invita a cenar y fuimos, estábamos sentados los tres a la mesa, notaba como mi madre se lo comía con los ojos, cuando terminamos de cenar, nos estábamos yendo, mi madre lo invita a una copa de vino en casa, subimos los tres, y mi madre me manda a dormir enseguida, yo a regañadientes me fui a la cama, pero no me dormía, hasta que en un momento dado me levanto y por el pasillo que lleva a la sala, escucho gemidos, muy despacio me acerco y veo a mi madre de rodillas mamando la verga de Diego, como Diego la tenía de la cabeza y hacía entrar y salir su verga de la boca de mi madre, eso me dejo como paralizado, ya que jamás imagine ver a mi madre así, seguí mirando, hasta que veo como Diego, dando un suspiro muy fuerte se empieza a escurrir en su boca, como mi madre seguía moviendo su cabeza para adelante y para atrás, como saca la verga de Diego y así arrodillada, abre su boca, sonriendo, yo veía la verga de Diego, mojada por la saliva de mi madre, que hermosa verga, no era demasiado larga, pero la veía gruesa, nervuda, pude ver como su cabeza brillaba, era de color rosado, enseguida me fui a mi habitación y escucho como mi madre cierra la puerta de calle. Yo no podía dejar de pensar en esa hermosa verga, que se sentiría tenerla en la boca, como la había tenido mi madre. Así Diego se hizo compañero de nosotros de playa, yo veía a mi madre estar siempre casi pegada a él, yo cuando jugaba en el agua con Diego, siempre trataba de rozar su verga.
Otra noche volvió Diego, y yo dije de irme a dormir, pero mentira, volvía a espiar y la veía a mi madre, desnuda, sentada en la falda de Diego, subiendo y bajando de su verga y como saltaban sus tetas a medida que se movía, yo solo tenía ojos para esa verga hermosa. Una mañana nos levantamos y cuando estábamos desayunando, mi madre me dice que piensa dejar a mi padre, que siente que esta enamorada de Diego, yo la quedé mirando y no dije nada. En la playa estaba Diego, nos vimos, mi madre corrió a sus brazos, lo abrazo y sin mas le beso la boca, "ya le dije a Carlos que voy a dejar a su padre, que estoy enamorada de ti", le dijo, pasando su brazo por la cintura de Diego, volvimos al agua, mi madre no dejaba de besárlo, y yo como que estaba jugando, no dejaba de rozar su verga, se que se dio cuenta, ya que en un momento dado en que me iba a tirar como hacemos siempre, pasa su mano por mi culo y lo aprieta, yo lo miré y me sonreí, así jugábamos, siempre su mano me apretaba el culo, y yo sonreía, mi madre le dice que se va a poner bronceador, dejando que quedemos los dos en el agua, y ahí Diego, metió su mano dentro de mi bañador, acariciando mis nalgas, no me tiró, simplemente me estuvo acariciando el culo, hasta que vio que mi madre regresaba. Nos fuimos y mi madre le dijo que se quede a cenar con nosotros.
Cenamos y cuando me iba a acostar, le dije a Diego si me podía explicar, no se que tontería del ordenador, fuimos a mi habitación, y cierro la puerta, pasando mi mano por su verga, "yo también quiero", le dije, viendo como Diego sonriendo sacaba su verga y la mete en mi boca, "ya va a ser para ti también", me dijo, dejando que la mame un poco y metiendo su mano dentro de mi pantalón, acariciando mis nalgas, se acomoda la ropa y sale, dejando la puerta abierta, yo apago la luz y veo que apagan la luz grande del salón, espero un rato y salgo en silencio, escuchaba que mi madre se quejaba, me asomo y la veo en cuatro patas en el sillón, abriendo sus nalgas, "despacio papasote, métela despacio, recuerda que me lo estas rompiendo, hayyy papasote, sigue así, despacio que ya me entra", escuchaba que decía mi madre sin dejar de abrir sus nalgas. Me fui a mi habitación, dejando que Diego le siga rompiendo el culo a mi madre.
Al otro día estábamos los tres en la playa, mi madre abrazada a Diego, hasta que se encuentra con una amiga y se ponen a hablar, supongo que mi madre le estaba diciendo que iba a dejar a mi padre y esas cosas, vi que mi madre estaba distraída y le dije a Diego de irnos a casa, Diego le dijo que me iba a llevar a casa porque quería ir al baño, mi madre le dio las llaves del piso y nos fuimos. Como el piso es frente a la playa, fuimos de mayas de baño, cuando entramos a casa, Diego me baja la maya, acariciando mi culo, apretando mis nalgas, mientras yo buscaba con mi mano su verga, sentía sus manos acariciar mis nalgas, apretarlas, abrirlas, pasar su dedo por mi ano, yo temblaba entre sus brazos, Diego se baja su maya y deja que siga acariciando su verga, me hace poner frente a él y que me arrodille, metiendo su verga en mi boca, diciendo como mamarla, yo la mamaba como él me decía, Diego movía su cuerpo, haciendo que su verga entre y salga de mi boca, como había visto como lo hacía con mi madre, yo estaba emocionado mamando esa hermosa verga, ahora era mía, hacía que pase mi lengua por todo lo largo, que mame solo su cabeza, me hace poner de pie y me termina de quitar mi bañador, así desnudo me hizo ir al salón, donde anoche le estaba rompiendo el culo a mi madre y yo sabía que ahora me lo iba a romper a mi, detrás de unos libros estaba el pote de crema que habían usado, lo agarra y me empieza a untar crema en mi ano, metiendo su dedo, despacio, lo movía dentro de mi culo, mientras yo acariciaba su verga y la besaba, la metía dentro de mi boca, dejaba que apronte mi ano para romperlo, quería ser cogido por ese hombre.
Él se sienta bien en el sillón, me hace poner de espaldas, diciendo que me abra las nalgas y acomoda su verga contra mi ojete, haciendo que me vaya sentando despacio, yo sentía la presión que hacía su verga contra mi ano para entrar, hasta que dí un grito sordo y siento como su verga entraba despacio en mi culo, como me ayudaba a sentarme sobre su verga que se deslizaba toda dentro de mi culo, rompiendo mi ano, yo me quejaba, ya que me dolía un poco, pero sentía como hacía que entre despacio, hasta quedar sentado sobre su falda y su verga toda dentro de mi culo, nos quedamos quietos un rato, a mi al principio me molestaba, pero Diego me empezó a mover en círculos, despacio, muy despacio, sentía su verga toda dentro de mi culo, me gustaba, ya me movía yo solo en círculos, cada vez mas rápido, me recosté contra su pecho, sin dejar de mover mi cintura, gemía, ambos suspirábamos, Diego paso sus manos por debajo de mis nalgas y empezó a hacer que suba y baje de su verga, sentía como entraba y salía de mi culo, me sentaba fuerte, haciendo que su verga entre fuerte y bien adentro, yo gemía, disfrutaba, no decíamos nada, solo cogíamos, Diego se fue poniendo en pie, conmigo sentado en su verga, sin sacarla, me hace poner en cuatro patas como vi que estaba mi madre la noche anterior y yo sin dejar de abrir mis nalgas, siento como me agarra de la cintura y empieza a hacer entrar y salir su verga de mi culo, cada vez mas fuerte, la sacaba casi toda y la volvía a meter, o bien de una sola vez, o la metía despacio, pegando mis nalgas contra su cuerpo, yo notaba como Diego disfrutaba dándome verga por el culo y yo feliz me estaba dejando coger con ese papasote.
Sus embestidas eran cada vez mas fuertes y rápidas, "Carlos, te voy a llenar el culo de leche, me voy a escurrir en tu culo", me decía agitado, moviendo rápido y fuerte su verga en mi culo, "si papasote, escurre tu leche en mi culo", le decía, disfrutando, gozando como me estaban cogiendo, hasta que Diego me aprieta muy fuerte contra su cuerpo, aplastando mis nalgas contra él y metiendo su verga lo mas adentro que pudo, y dando un gemido muy fuerte siento como empieza a temblar, escurriendo su leche dentro de mi culo, sentía su verga palpitar bien adentro de mi intestinos, yo movía mi culo en círculos, gemía también de placer, hasta que siento como su verga deja de palpitar, sus gemidos ya no eran tan fuertes, como se iba calmando, hasta quedarse quieto, sin sacar su verga de mi culo, "vamos a lavarnos que tu madre se puede preocupar", me dijo, sacando su verga de mi culo, y fuimos a lavarnos, para volver a la playa. A mi me palpitaba el ano, me dolía un poco, pero no me importaba, sabía que iba a seguir, por lo menos por el resto del verano.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!