Unas vacaciones increibles
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por robertojrz.
(AL MODERADOR: Por favor, no modifiques la estructura del relato.
Favor de no agregar saltos de línea en cada punto y mucho menos en donde hay diálogos.
Agradezco tu antención)
Las últimas vacaciones que he tenido han sido las mejores de mi vida.
Tenía años planeándolas ya que no era cosa fácil.
Tendría q salir del país, por lo q era necesario poner al corriente toda mi papelería, además el pasaje de ida y vuelta no seria nada barato, seria necesario hacer algunos trasbordos ya que no había vuelos directos a aquel lugar y sobre todo necesitaría una cantidad considerable para mi objetivo final.
No entraré en detalles sobre el traslado.
Que si bien tuvo momentos de interés y muchos lugares bellos que atrajeron mi atención, no siento mayor interés en describirlos.
Tal vez sea la creciente excitación que me impele a llegar enseguida a aquel maravilloso momento y así revivirlo nuevamente.
Cuando finalmente llegué al poblado, después de un largo trayecto en un desvencijado autobús.
En compañía de una babel de hombres que por la discreción que es requerida no intercambiábamos ninguna palabra, pero era más que obvio que todos íbamos en busca de lo mismo.
El lugar es humilde pero sin llegar a ser un feo.
Y si su imagen es así, será solo por mantener una imagen discreta, por que seguro que la cantidad de ingresos que tiene esa comunidad seria suficiente para levantar un Nueva York en aquel el centro selvático olvidado por dios.
A nuestro encuentro había un grupo de hombres y mujeres, con una extraña vestimenta que no logré identificar del todo, ya que era una mezcla de lo árabe, lo occidental y lo hindú.
Supongo q esto se debe a que esa comunidad no es en realidad una localidad bien fundada sino un lugar que se formó con el tiempo y la creatividad de hombres y mujeres emprendedores.
Es un lugar relativamente secreto.
La ubicación esta tan bien lograda que es prácticamente imposible aplicar ninguna ley, esta totalmente fuera de cualquier jurisdicción.
Y por fortuna los pocos q han intentado hacer algo al respecto se ven bloqueados por la bendita burocracia y la diplomacia política.
Ahí puede uno encontrar cualquier cosa imaginable, cualquier perversión conocida o inventar ahí mimo alguna nueva.
Como es lógico mi objetivo era el pabellón de los “pequeños celestes” que era la manera clave en la que un buen amigo me dijo q tenia q solicitar.
Es como un tipo de contraseña, que solo se pasa de persona en persona cuando se alcanza la suficiente confianza.
Así si alguien llega al lugar intentando emprender alguna acción legar sencillamente no sabrá la contraseña y tendrá q regresar por donde vino.
“Los pequeños celestes” no son otra cosa q niños, y vaya que hay variedad.
Cuando el hombre encargado de esa zona me condujo al lugar quede francamente sorprendido.
La estructura era simple, un enorme, y cuando digo enorme es en serio, cuarto de paredes altas y completamente techado.
Al cruzar la puerta entramos en una estancia pequeña y poco iluminada.
Aquí se detuvo mi guía y en un ingles bastante incorrecto, me dijo que tomara un antifaz de la cesta q estaba a un lado.
Según me explico esto era para proteger la intimidad de los clientes q se encontraban dentro y la mía.
Lo hice sin rechistar y en un momento me había convertido en una copia barata de El Zorro.
Antes de entrar el guía me informó lo referente a tarifas, las cuales a decir verdad son excesivas, pero bien vale la pena, y no tenia ninguna duda en invertir la mayor parte de mis ahorros en aquella experiencia, así q elegí uno de los paquetes más caros.
Al cruzar la puerta la vista era maravillosa.
Todo un paraíso.
Aquí y allá, en cada rincón, a lo largo y ancho de una amplia habitación bien iluminada había por lo menos 50 pequeños, de todas las edades, desde pequeñitos de apenas un año, que aun eran cuidados en brazos por unas mujeres, hasta unos preadolescentes bien desarrollados con un poco de pelusilla sobre sus genitales en desarrollo.
Todos ellos completamente desnudos.
Paseando de un lugar a otro, exhibiendo su desnudes.
Entre ellos caminaban tres hombres con antifaz, clientes q habían llegado antes que yo.
Ellos caminaban de un lado a otro observando y tocando a los niños, eligiendo al o los que formarían parte de su fantasía.
Mi guía me permitió maravillarme con el paisaje un momento y luego se dirigió a mi para recordarme lo q incluía mi paquete y pidiéndome mi pago por adelantado.
Tan pronto como tuvo el dinero en sus manos y se cercioró de ser la cantidad estipulada me invitó a elegir a los pequeños que querría para ello.
Sin esperar más comencé a caminar entre los pequeñines.
Todos eran morenos y con rasgos orientales, al fin de cuentas niños tailandeses.
He de admitir q no eran de los niños mas lindos que había visto, pero muy bien servirían a mis propósitos.
Mi paquete incluía nada mas y nada menos que cinco pequeños para mi solo, de las edades que yo los quisiera elegir.
Además estaba incluida una habitación privada en la que podría disfrutar de ellos durante 4 horas.
Y por si fuera poco, y que en realidad era una de las cosas mas caras del paquete, la habitación estaba equipada con un equipo de grabación, así que podría guardar esa experiencia para la posteridad.
Mi excitación era mucha, mi pene estaba tan erecto que me causaba dolor con la presión del pantalón.
Dando un vistazo rápido a mi alrededor me percaté de que los otros tres hombres q deambulaban por el lugar llevaban sus penes erectos fuera del pantalón, y para mi sorpresa vi como en varias ocasiones se acercaban para q los niños les chuparan la verga.
Extrañado busqué con la mirada a mi guía quien al ver mi sorpresa se inclinó a modo de disculpa y me dijo, con el mismo inglés mal aprendido:
—Puede probar un poco mientras elige, para q este seguro de q estará satisfecho.
Pero le aseguro q todos ellos están muy bien entrenados y todos sabrán satisfacerlo…
Ni siquiera lo dejé continuar, rápido abrí el cierre de mi pantalón y liberé mi verga, dejando expuestos mis 20 cm de carne dura.
Comencé a caminar mientras de tras de mi continuaba mi guía.
Llegué a la parte en la q estaban los niños de 1 a 4 años.
Sin pedir explicación el guía me dijo:
—Los niños de esta edad solo están disponibles para sexo oral y masturbación.
Personalmente le recomiendo por lo menos uno de tres años.
Son de los q mejor chupan la verga, por q muchos de ellos siguen mamando pecho, nosotros los llamamos resucitadores, son perfectos para parar la verga después de haberse corrido.
Puede comprobarlo, claro.
Rápido me acerqué a un pequeñito que me pareció muy lindo.
Estaba de pie sin hacer nada, al parecer todo aquello ya le era de lo más normal.
Fue necesario flexionar un poco mis rodillas para que mi verga quedara a la altura de su boquita.
Me sorprendió la rapidez con que el pequeño se hizo cargo de mi pene.
Expendió sus manitas y tomo mi pene con ellas.
Necesitaba ambas manos para poder rodear mi verga con sus pequeños deditos.
Enseguida comenzó a mamar.
La cabeza de mi verga apenas le cabía entera en la boca, pero eso no era impedimento.
Con lo poco que logro introducir hacia maravillas, ciertamente chupaba como si de una teta se tratara.
Me sentí tan bien q apunto estuve de correrme ahí mismo, y lo había hecho si el guía no hubiese apartado al niño justo a tiempo.
El tiempo de probar era suficiente.
—¡Este!—exclamé entusiasmado y enseguida agregué— y este también.
No era necesario probar, estaba seguro de q todos serian tan buenos como el primero.
Así comencé mi grupo con un niño de 3 y uno de 4.
Enseguida fuimos al grupo de 5 a 10 y pronto mi guía me explicó:
—Estos están disponibles casi para cualquier cosa, solo debe ser cuidadoso de no causarles mucho daño de lo contrario…
No terminó la frase ni fue necesario, el mensaje era claro.
No sería nada difícil desaparecer a un extranjero q viajó solo a un lugar perdió en la nada sin q nadie supiera a donde se dirigía.
—Tu y tu—Señale a un pequeño de 5 y uno de 10.
Los niños avanzaron y enseguida comenzaron a darme la prueba de sus habilidades.
El de ocho comenzó a tragar mi verga casi por completo.
Esto me dejo muy sorprendido, en muy pocas ocasiones había visto q alguien pudiera hacerme eso.
Mientras el pequeño de 5 sacó mis huevos del pantalón y comenzó a chupar.
Eran deliciosos.
A una seña de guía se detuvieron y yo solo asentí para trasmitir mi conformidad.
Solo me quedaba uno por elegir.
Nos dirigimos al grupo de 11 a 15.
Tras dar un vistazo rápido le hice señas a un chico de 13 años, delgado y de cuerpo fibroso.
Un hermoso preadolecente.
En cuanto estuvo frente a mi tomó mi verga con sus manos y comenzó a acariciarme, pero enseguida lo aparté.
Volteé a ver a mi guía y con una seña le pedí autorización.
—Adelante—me dijo.
Me hinqué, sopesé los huevos del chico y en seguida comencé a mamar su verga.
Era deliciosa, no tenía vello alguno.
Tan pronto como su verga estuvo bien parada el guía me detuvo y entonces evalué el resaltado.
Era una linda verga, aun q no era ciertamente lo q buscaba.
—Quiero algo más grande—le solicité al guía.
—Entiendo—dijo el y con una seña apartó al chico q yo había desdeñado—.
Ese, ese tiene un buen rabo.
Me señaló a uno también de 13 años, un poco más fornido, completamente negro.
De gruesos labios q enseguida imaginé alrededor de mi verga.
El chico se acercó y yo raudo me hinqué y comencé a mamarlo, el guía no mintió.
Para tener 13 años esa verga era muy grande, tal vez 15 o 16 cm.
—Si, quiero este—dije poniéndome en pie mientras me limpiaba la saliva q había escurrido por mi boca.
Tan pronto como lo autoricé el pequeño negro despareció.
El guía me recordó las reglas con respecto a los niños de 3, 4, 5 y 8, y me dijo que el de 13 seria mas resistente, pero q procurara no golpearlo haciendo énfasis con su amenazante mirada.
Me explicó lo referente al equipo de grabación, que era de muy alta tecnología.
La grabación seria digital, almacenada en una pequeña tarjeta, de esta manera me sería más fácil ocultarla en las aduanas a mi regreso.
También me informó que en todo momento el estaría fuera de la puerta y q regularmente echaría un vistazo para cerciorarse de q cumpliera con las reglas.
Yo asentía en silencio muy excitado, con mi verga aun fuera de mi pantalón.
Llegamos frente a una puerta que el guía abrió.
—Adelante, Señor, disfrute de nuestra hospitalidad.
Tan pronto entré él cerró la puerta a mi espalda.
La imagen parecía sacada de un cuento árabe, o tal vez mejor dicho de una película porno.
En la decoración predominaban los tonos rojos.
Había una amplia cama circular muy baja, que básicamente era solo un colchón sobre el suelo, pero eso si, a leguas se notaba lo mullido q era.
En una esquina de la habitación estaba la video cámara con un luz roja encendida, ya había comenzado a grabar.
En las paredes había una serie de espejos, que como comprobé después al ver el video, estaban estratégicamente colocados, de tal forma que la cámara captaba todos los ángulos de la habitación.
Todo era perfecto salvo por un gran detalle: ¿donde diablos estaban mis niños?
Como si hubiese externado mi consternación en voz alta, una cortina se comenzó a mover y detrás de esta se abrió una puerta, y en seguida en orden de estatura comenzaron a aparecer mis pequeños.
El de 3 años encabezando el contingente, luego el de 4, el de 5, el de 8 y finalmente mi pequeño semental de 13.
Los 5 se colocaron en torno a la cama.
Yo caminé hacia ellos, desvistiéndome apresuradamente.
Presto el negro hermoso de 13 años se acercó y me ayudo a desvestirme: mientras yo me quitaba la camisa, tropezando torpemente con cada botón, el chico hacia lo propio con mis zapatos que yo me saqué con una patada.
Enseguida quitó mis calcetines, y siguió con mi pantalón, mientras mi verga apuntaba directamente a su cara.
Tan pronto como me vi libre de toda mi ropa, los otros 4 niños se reunieron con nosotros.
Me rodearon comenzaron a acariciarme hasta donde la estatura de cada uno se los permitía.
Los más pequeños acariciaban mis nalgas, mis huevos, mi verga.
Mientras los más grandes besaban mis tetillas, mi espalda y el negro me propinaban un cachondisimo beso con sus gruesos labios en mis labios.
Poco a poco los niños me fueron encaminando a la cama, en donde me tendí y me deje atender.
Estaba boca arriba, mi verga más dura q nunca apuntaba hacia mi cara.
Los pequeños de 3 y 4 comenzaron a chupar mi verga y mis huevos.
Mmmmm, q delicia.
Mientras el de 5 y 8 me besaban el torso y el negrito de 13 me besaba con pasión.
Debo ser sincero en esta parte.
Mi excitación era desbordante, había crecido de manera exponencial, así q sin poder contenerlo mas me corrí sorpresivamente incluso para mí.
Fue una descarga q había estado reprimiendo tanto q casi me resultó dolorosa.
La cantidad que semen q expulsé me dejó sorprendido, literalmente había bañado a los pequeñines q me estaban mamando, sus caritas estaban surcadas por gruesas líneas de mi espesa leche, y otra mas salía de sus boquitas.
Se veían tan lindos.
Yo me sentía mareado, todo mi cuerpo temblaba.
Los niños mayores se detuvieron, solo los mas pequeños siguieron chupándome hasta dejarme limpia la verga, luego comenzaron a lamerse uno al otro, hasta quedar también limpios.
Luego siguieron con la leche q había caído en mi vientre, pecho y cara.
Era maravilloso, esos pequeños glotones habían tragado toda mi leche.
Eran unos pititos maravillosos.
Cuando terminaron de beber su lechita se apartaron y se sentaron a un lado.
Como me fue posible me di a entender e hice q el de 8 fuera a donde estaban los más pequeños y comenzara a chuparles sus diminutos penes.
Mientras tanto yo me puse en 4 patas y comencé a mamar la verga de mi negrito, mientras tanto el chiquitín de 5 me comía e culo.
Era una delicia, la manera en q el niños lamía mi culo no tiene comparación.
Sacaba toda su pequeñita lengua y la deslizaba desde mis huevos hasta el final de la línea de mis nalgas, luego empujaba con ella en mi culo.
La verga del negro había crecido hasta estar completamente erecta, alcanzando tal vez unos 17 cm, era gruesa, muy morena con una cabeza muy rozada.
Yo la engullía entera y el pequeño carbón gemía cada vez q sentía como mi garganta se cerraba en torno a su glande rosado.
Tome sus manos y las puse en mi cabeza y el entendió bien, comenzó a cogerme la boca como loco.
Yo sentía como su verga golpeaba con brusquedad mi garganta hasta q sus huevos golpeaban en mi barbilla.
En cuestión de minutos me encontraba con la verga nuevamente a punto.
Había llegado la hora de cogérmelos.
Me di la vuelta y pe pedí al negrito q le chupara el culito al de 5 para q me lo preparara, yo fui a donde el de 8 y así como estaba, en cuatro, empinado mamando las verguitas de sus compañeritos, yo me puse detrás de el y comencé a chuparle el culo.
Abrí sus redonditas nalgas, y contemple sus culito arrugado y palpitante, seguro q apretaría de maravilla.
Comencé a lamerlo y el cabroncito movía sus nalgas de atrás para adelante gimiendo mientras seguía lamiendo los huevitos de los pequeñitos.
En pocos minutos había ensalivado todo su hermoso culo, dejándolo escurriendo de saliva, pensé en comenzar a introducir un dedo, pero descarte la idea, esos cabrones deberían estar acostumbrados ya a que se los cogieran, así q no perdería tiempo en preparar sus culitos, además el guía había dicho “no le haga TANTO daño”, así q no se lo haría TANTO, solo un poquitin.
Me levanté, escupí en mi mano y unté mi saliva en la cabeza de mi verga y apunte mi verga dura a su culo.
Apoye suavemente mi hinchada cabeza y después ejercí presión, pero el culito no cedía, el muy carbón estaba apretando para q no le entrara.
Empujé más fuerte y le di una nalgada fuerte, el putito lanzó un grito, aflojó el culo y como si fuera de mantequilla mi verga entró hasta el fondo.
El cabroncito se quedó en shock, con la boca abierta como si estuviera gritando sin poder proferir ningún sonido, por un momento pensé q se desmayaría, pero los pequeños de 3 y 4 se levantaron y comenzaron a besarlo con ternura, haciéndolo volver en si poco a poco.
Lo tenia todo ensartado sin moverme, pude ver reflejado en un espejo su rostro, el pobre putito estaba llorando, parece q fui muy rudo, pero eso me excito aun mas.
Comencé a bombear lentamente.
Voltee a ver al negrito para ver como iba en su trabajo.
Seguía lamiendo el culito del pequeño de 5 años, se veían tan ricos, el pequeñito de 5 estaba en cuatro con su culito levantado y el negrito a su vez estaba en 4 con su cara entre las nalguitas de pequeño, tenía su verga bien parada y se me antojo mucho.
Le hable al negrito que rápido se acercó, mientras enviaba a los pequeños de 3 y 4 junto al de 5 y rápido se pusieron a jugar entre ellos, chupándose entre todos.
Le indique al chico de trece q me chupara el culo y así lo hizo mientras yo seguía bombeando el culo del de 8, que había parado de llorar y comenzó a gemir.
Esto era la gloria.
Cuando sentí mi culo escurriendo de saliva le pedí al negrito q me ensartara, lo q hizo con gusto.
El muy carbón si ni siquiera me avisó, supongo q fue algún tipo de venganza por lo q le hice a su compañero de 8, por q me la dejo ir de un solo golpe, y mentiría si digo q no me dolió, pero ese dolor me gusto mucho, me gusta q me cojan duro y este negrito lo hacia de maravilla.
Ahí estaba yo ensartando un culito de 8 y ensartado por una verga de 13, mientras frente a mis ojos tres pequeñitos de 3,4 y 5 se lamían sus cuerpecitos desnudos.
Enseguida llame al pequeñito de 5 y lo senté sobre la espalda del de 8, y así quedo a la altura de mi cara y comencé a chuparle sus huevitos y su pequeño pitito y claro q también su culito, q aun estaba muy mojado por la saliva del negrito.
El de 8 volvió a su tarea de chupar a los más pequeños.
Todos eran unos expertos, en ningún momento estuvo alguno sin hacer nada.
Cuando sentí q el culito del de 5 estaba dilatado me aparte, saque la verga de mi culo y saque la mía del culo del de 8.
Le cedí mi lugar al negrito, q rápido ensarto al pequeño de 8 mientras yo me acostaba boca arriba y llamaba al de 5.
Lo monte sobre mi, viendo su pitito paradito apuntando hacia mi y sus huevitos muy contraídos y pegados a su cuerpo, sin tener q decir nada el pequeño tomo mi verga con sus manitas y la encamino a su culito.
Pude ver como la rojiza cabeza de mi verga comenzaba a abrir su culito y el seguía bajando sin detenerse aun cuando pude ver en su rostro q le estaba doliendo mucho.
En cuestión de minutos para mi gran sorpresa el pitito se había zapado mis 20 cm de verga, que en ese momento puede q midiera incluso mas y mucho mas gruesa de lo q nunca la había visto.
Era delicioso, su culito estaba tan apretado q hasta a mi me dolió al principio, pero después fue increíble, el niño se movía con maestría Poco a poco comencé a perder el control y comencé a bombear haciendo q el niño saltara sobre mi y cayera de golpe ensartándose todito.
Me sentí desfallecer mientras gemía como poseso y derramaba mi leche en ese estrecho culito, continué bombeando un rato mas, luego levante al pequeño y lo senté en mi cara.
Los de 3 y 4 corrieron a mí y comenzaron a limpiar mi verga de los rastros de semen y sangre mientras yo chupaba el culito del de 5 y bebía mi propio semen q salía de su muy dilatada colita.
Debo mencionar q el apodo de “resucitadores” lo tenían muy bien ganados los putitos de 3 y 4.
Después de limpiar mi verga comenzaron a chuparme todo, mi culo, mis huevos y mi verga.
En cuestión de minutos estaba con la verga a mil.
Hasta yo mismo me sorprendía, esta era la tercer erección consecutiva y sentía q podría seguir así por mucho tiempo mas.
Mientras me comía al culito del de 5 y los más pequeños me mamaban, el negrito cogía como loco al pobre sito niño de 8, q parecía al borde del desmayo.
Eso me excitó mucho así q casi aventando a los pequeños me levanté hice a un lado al negrito y de golpe le volví a meter la verga aquel indefenso niño.
Eso fue mas de lo q podía aguantar, apenas mis huevos copearon contra su cuerpo y mi verga estuvo toda adentro, pude sentir como el niño se desvanecía y caía desmayado con mi verga dentro de su culo.
Seguí bombeando un rato, riéndome de aquel pendejito, eso le enseñaría lo q era una verdadera cogida.
Decidí apiadarme de el sacando mi verga y dejándolo ahí tendido, dormidito.
Le eché un vistazo a su culito y estaba muy rojo, muy dilatado y podía ver unos hijillos de sangre saliendo de el.
Me sentía muy excitado.
Tomé al negrito de sus cabellos y lo hice hincarse y luego le metí mi verga en la boca, haciéndolo sentir nauseas.
Tocio copiosamente tratando de recuperar el aire y yo volví a reír.
Luego empujándolo aun con mi mano en sus cabellos los tumbé sobre su espalda, y yo me puse a un lado de el en posición de 69, comenzamos a mamarnos uno a otro.
Nunca olvidare esa verga, tan negra y toda surcada de gruesas venas, con una cabeza rosada, era la verga de un hombre en el cuero de un niño, todo un sueño hecho realidad.
Empecé a sentir como el negrito se estremecía cada vez con mas regularidad, y lo supe, seguí mamando mas fuerte hasta q el cabroncito gimió fuerte se estremeció y sentí su rica leche en mi boca, que no fue mucha pero tan deliciosa que con solo beberla me corrí llenado su cara de leche.
Se veía súper rico mi blanca leche en su carita tan morena, en sus labios gruesos.
Estaba exhausto pero no dispuesto a perder ni un momento de mis preciadas 4 horas, así q me acosté sobre mi espalda y llamé a los pequeños de 3 y 4.
Puse al de 3 a chupar mi verga mientras sentaba al de 4 en mi cara para sabrosear su culito y sus huevitos y verguita.
El niño de 8 años despertó.
Y con carita triste se sentó a un lado del de 5 años y al negrito de 13.
Aparte a los pequeños y me levante y les llamé a todos q se acercaron enseguida, y los acosté sobre mi, tratando de abarcarlos a todos con mis brazos y así pasamos la ultima media hora de mi tiempo.
Los únicos q parecían no poder detenerse, supongo q por su duro entrenamiento y por q fueron los menos atormentados, eran los pequeños de 3 y 4, seguían mamándome la verga que ya estaba muy dura y al borde de la eyaculación.
Y así fue a los pocos minutos.
Me corrí por última vez, puse a todos a limpiarme y en escasos minutos sonó un timbre, los 5 niños se levantaron sin decir nada y desaparecieron por la puerta q habían entrado.
Yo respiraba agitadamente, la puerta se abrió y apareció mi guía.
Me vio sonriendo y yo le devolví la sonrisa son satisfacción.
El guía se acercó preparó mi ropa e incluso me ayudó a vestirme.
Cuando estuve listo, me acompañó a la puerta y desocupamos la habitación.
Estando fuera el guía me preguntó si había disfrutado del servicio, a lo q respondí con total sinceridad que así había sido.
Me llevó a una puerta trasera, pero no por eso descuidada o fea, era solo otra medida para q los clientes q entraban no se toparan con los q salían.
El guía me entregó una tarjeta, me dijo q la mostrara a algún hombre con casaca roja, q él me llevaría a un hotel en el q podría pasar la noche, luego giro la tarjeta y me mostró un numero clave q podría dar al encargado de la hostería para q contactara con ellos y si yo quería me mandaran a un pequeño para pasar la noche conmigo.
Esta idea me gustó pero de momento lo q quería era descansar un poco.
Estaba por irme cuando el guía me detuvo.
—Olvida esto—me dijo extendiendo su mano.
Lo había olvidado por completo, la grabación.
Guarde la diminuta tarjeta en mi cartera, y lleno de satisfacción me dirigía en busca del hospedaje.
Lo q pasó dentro de las paredes de la posada ya se los contaré después, por ahora necesito masturbarme cuanto antes, por q el recordar esta experiencia me ha puesto cachondisimo.
Además tengo ganas de ver nuevamente ese delicioso video, q no me canso de observar hasta 3 o mas veces cada día.
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