UNIVERSITARIO 5

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por trujillano_hot.
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Pase el fin de semana pensando en todo lo que me había pasado.
Poco a poco me hacia a la idea de aquello en lo que me había convertido.
O mas bien, aquello que había despertado en mi, puesto que latía dentro de mi desde siempre.
A todo ello ayudaba el vídeo de Pablo: me envió el enlace por whatsapp para que pudiese verlo yo también, y ver con mis propios ojos en que me había convertido.
La humillación que sentía era total: era consciente del numero de visitas que recibía, y crecía cada vez mas.
Verme a mi mismo recibir la polla de Pablo y la corrida en la cara una y otra vez no hacia mas que reafirmar la idea de quien era.
A ello ayudaba también los comentarios del vídeo: "Rompe a esa puta y conviertela en tu esclava" "La cerda esta te vendrá suplicando polla dia si día también" "Mucha cara de sufrimiento pero bien empalmado que esta el muy puto".
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Me sentía una puta de todos.

Al llegar el lunes los huevos me dolían de lo cachondo que se ponía mi cuerpo de pensar en lo que estaba por llegar.
Me dirigí raudo al baño, pero me lleve una sorpresa al entrar.
Todo estaba igual, excepto por una cosa: Pablo no era quien estaba ahí.
Mire a los lados, disimulando rápidamente, y esperando a que el intruso se fuese.
Sin embargo, no necesite mas de tres segundos para darme cuenta de que no se iria por donde había llegado: era el tío de las zapatillas de fútbol verdes.

Me asuste, me quise ir inmediatamente, pero me miro y dijo "Pablo me ha avisado de que como salgas por esa puerta sin mi permiso o el suyo, empezara a hacer llegar el vídeo a gente que te conoce".
Estaba atado, y no sabia que hacer.
Una cosa era Pablo, el que yo había aceptado como dueño y amo, y otra cosa era este tipo.
"No nos han presentado" se acercó hacia mi "Me llamo Victor".
Mire hacia abajo, no quería mirarle.

"Yo soy.
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" intente responderle.
"No me importa.
Tu nombre no me importa.
Eres la puta de Pablo, eso si me importa.
Es eso cierto?".
No sabia que hacer, Pablo no me había dicho nada al respecto, pero sin duda tenía toda la pinta de que tenia su aprobación.
Asentí con la cabeza.

"Joder, sera cierto! Que cabrón el tío! Siempre tiene buen ojo para mangonear a los maricas el capullo".
Víctor no era tan alto como Pablo, me sacaba unos dedos, pero era mas delgado que el.
Tenia el pelo castaño, con flequillito, y vestía un poco pijillo, bien arreglado, como era lo tipico en esa facultad, y con esas cantosas zapas verdes de fútbol.

"El capullo me decía que había encontrado la mejor puta de la universidad, que solo había tardado un par de días en romper del todo, pero no pensaba que fuese verdad.
Y menos uno de la misma clase!" No sabia donde meterme.
"Oye mira, mi novia hace días que se enfadó la muy idiota, y no quiere follar.
Pablo me dijo que mientras tanto porque no me descargaba contigo.
La cosa es que me da un poco de cosa pero ya se que los tíos desesperados como tu no tienen reparo en mamar y mamar".

Estaba hartandome, no tenia porque aguantar esto.
"Mira, dejalo, no tengo porque aguantar.
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" Sin que me diese cuenta y sin previo aviso, estampó las dos manos en la puerta de entrada en la que me apoyaba, a ambos lados de mi cara, quedándose a centímetros de mi cara.
Olía a colonia cara, pero tenerlo tan cerca solo me infundía un miedo insuperable.
"O me la chupas, o te pego patadas en los huevos con la puntera, entendido?" Asentí rápidamente.

"Pues venga, metete en un baño, que no tengo todo el día".
Me dirigí a un cubículo, pero no al que siempre iba con Pablo.
Ese era para mi amo, y no estaba dispuesto a que otro tío disfrutase de el.
Entramos, cerro la puerta con pestillo y me arrodille

Se desabrocho el cinturón y abrió la bragueta.
Llevaba boxers caros, de marca y muy coloridos.
Me miraba con unos ojos azules intensos que me penetraban hasta dentro mientras se sacaba la polla.
La tenia ahí delante, a escasos metros.
No podía compararse a la polla de mi amo.
Mientras que la de mi amo era digna de escultura, con una gorda cabeza que se alzaba recta, esta era desagradablemente gorda.
Comparada con el tamaño de Víctor era desproporcionada.
No era excesivamente larga, pero si era gorda, muy gorda, y caía entre sus piernas.
Olía muy fuerte, con un aroma exageradamente intenso.
"Venga va, deja de mirarla, que solo poniéndole ojitos no me corro"

Me la lleve a la boca, o lo intente.
La primera sensación fue de tener que abrir aun mas la boca, puesto que no me cabía bien.
Poco a poco la fui metiendo para dentro, cada vez mas, hasta que choco con el fondo "Sii.
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Las tías tienen mas reparo y les basta con lamer la puntita, pero esto es mucho mejor.
Hasta el fondo".
No podía seguir metiendo mas, me empezaban a dar arcadas.
Era demasiado, se me desencajaba la mandíbula, era grotesco.
"Va, que te ayudo".
Lo que empezó a hacer no fue ningún tipo de ayuda, solo se dedicó a cogerme la cabeza para usarla como quien se hace una paja.
"Que suerte tiene el cabrón de Pablo.
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A ver si me consigo una cerda como tu para mi solo"

De repente se saco la polla de mi boca.
Necesité coger rápidamente aire, pues no podía acostumbrarme a esa invasión en la boca.
La saliva formaba un puente desde mis labios hasta su capullo que no pensaba volver a cruzar de momento.
"Bajate los pantalones y girate".
Ah no, eso si que no.
Si su polla me había destrozado la boca no quería ni pensar lo que podía hacer con mi culo.

Sin embargo no era yo quien para imponer ahí resistencia.
Me levantó, me giro y de un golpe seco cayeron mis pantalones.
"Jajajaja ja sera verdad que no llevas calzoncillos! Tu es que no sabes decir que no? Bueno, que tonterías digo, si estas aquí con el culo en pompa delante mía".
Me abrió bruscamente las nalgas y empezó a mirar.
" No soy gay, pero Pablo me dijo que uno de estos coños es mejor que los de muchas tías.
Y follar coños no es de gays, así que mientras tu tengas un coñito y no otra cosa, no hay problema".
Me empezó a meter un dedo, después otro.
No tenia ni idea de lo que tenia que hacer, solo se dedicaba a meterme dedos, cuantos mas mejor, y moverlos de la manera que podía.

A pesar de ello mi polla seguía dura.
No se aún si era por la idea de que lo hacia por Pablo, por pensar que me podía estar observando, o por el morbo de que un desconocido me estuviese metiendo los dedos ahí mismo.
Quizá una mezcla de todo.

De repente, sin embargo, se abrió la puerta y entro alguien.
Por el ruidito de las ruedas, debía ser la mujer de la limpieza.
Rápidamente me hizo subir encima de la taza del váter, con los pies abiertos a los lados, y el enmedio.
Sin previo aviso, me empezó a masturbar.
La señora de la limpieza se acerco, y toco a la puerta.
"Ocupado!" contestó Víctor, de parte de ambos.
La señora se disculpó y empezó a limpiar otra cosa.
Instantes después me corrí.
Me corrí por todo, manchando mi camiseta y la suya.
El también se masturbaba la gorda polla y se corrió aun mas que yo, llenándome la cara entera.
Cuando acabó, se me acerco al oído: "la siguiente vez, nadie te va a salvar de que te folle el culo".

Se vistió rápidamente, abrió el pestillo, saludo a la de la limpieza y fue tan tranquilo.
Suerte que había sido silencioso.
Por mi parte, cogí papel para limpiarme, y no pude evitar el impulso de probar su semen.
Me repugnaba, pero lo probaría otra vez mas.
Rápidamente me cole al baño de al lado para evitar miradas raras, y sali del baño, saludando a la de la limpieza.
Me preocupaba saber cuando volvería a ver a Victor