Usado por chacales en Baño Público
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Alejandro, tengo 29 años, soy alto, delgado, blanco, tatuado.
No tengo cuerpo musculoso pero me defiendo pues llevo algún tiempo haciendo ejercicio.
Mis amigos me dicen que soy guapo y atractivo.
Soy pasivo.
Siempre lo he sido, disfruto mucho mamar vergas y adoro completamente comer semen, sobre todo de desconocidos.
La cosa es que tuve que ir a Toluca a hacer algunas diligencias, y me enteré en internet que en los baños de la terminal, por las noches, había jale gay.
Así que decidí quedarme hasta entrada la noche para probar suerte.
Compré mi boleto de regreso para la media noche y me quedé en la terminal calentándome, viendo porno en mi celular hasta que dieran las 11 para probar suerte.
La gente empezó a irse y solo quedábamos en su mayoría hombres, todos esperando algo, con la mirada impaciente y las vergas calientes, al parecer la mayoría estábamos ahí para lo mismo.
Era un día entre semana, así que el movimiento era relativamente poco, y a esas horas de la noche, la central de camiones estaba más bien vacía.
En punto de las 11 de la noche, mi impaciencia era demasiada, así que decidí que era hora de entrar a los baños a probar suerte.
Los baños están localizados atrás de una fuente de sodas, en la entrada a un andén, y hay que subir unas escaleras y pasar un torniquete de 5 pesos que hace muchísimo ruido.
Cuando me levanté para ir al baño, vi que un chavo como de 25 años, delgado, tatuado, moreno, con cara de delincuente se sentaba derecho y me seguía con la mirada hasta que me perdí de su vista en las escaleras.
Entré al baño y estaba completamente vacío.
Fue una decepción, pero decidí que al menos me la jalaría en un lugar público.
ME dirigí al mingitorio, que era una regadera de metal corrida, y me imaginé que cuando se llenaba el baño, qué rico sería ver muchas vergas a derecha e izquierda orinando.
Con esta imagen en la mente, se me empezó a poner dura la verga, y decidí que al menos jugaría un poco en el baño estando solo.
Me fijé que en el fondo del mingitorio, había una capa de al menos 5 cm de meados amarillos espumosos.
Yo soy fan de la lluvia dorada, y me encanta que un cabrón orine directo en mi boca, sentir ese sabor y ese calor en la garganta mientras los veo a los ojos y los asombro cuando ven que me trago sus meados como si fuera el mejor manjar del mundo.
Metí el dedo en precioso líquido amarillo, y noté al tacto que estaba frío.
Es una lástima, pero decidí que quería probarlos.
Me metí a un cubículo, me quité la playera que llevaba y la metí a mi mochila, y lo mismo hice con mis pantalones, mis llaves y mi celular, y escondí la mochila detrás del WC.
me quedé únicamente con mis bóxers apretados, mis tenis puestos y mis poppers en la mano.
Cuando salí del cubículo, el baño seguía solo, pero saberme semi desnudo en un lugar tan publico me puso muy caliente.
Me hinqué al lado del mingitorio, y sobé mi verga la cual estaba completamente dura dentro de mi ropa interior.
Aspiré poppers tres veces y rápidamente sentí el rush llegar a mi cabeza, a mi verga y a mi hoyo caliente, y me incliné sobre los meados de desconocidos.
Hundí la cabeza y sacando la lengua la metí en ese caldo amarillo.
Empecé a lamer esos orines como perro y a tragármelos Me sentí en la gloria y me saqué la verga para masturbarme, tomé más poppers y volví a beberme esos orines de desconocidos.
Estaba tan concentrado en mi placer, que no escuché la puerta y no me di cuenta que el chavo que había visto en la sala de espera, ahora estaba viéndome con cara de sorprendido y con morbo.
Debió haber sido impactante ver a un puto semidesnudo, bebiendo meados, hincado en un baño público.
Me di cuenta cuando estaba parado junto a mi, y vi de reojo sus botas negras a 20 cm de mis rodillas.
Levanté la cara avergonzado listo para inventar una excusa, pensando que era un policía, pero lo vi directo a los ojos con su cara de morboso y solo sentí como me agarró del pelo y me hundió la cara en el charco de meados que había en el mingitorio.
Cuando me soltó el cabello me dio una bofetada y me dijo "cuando te vi allá abajo supe que eras putito, pero no imaginé que lo fueras tanto"
Yo estaba un poco asustado y la verga se me puso flácida, pero seguía mareado por tantos poppers que había inhalado y no supe cómo reaccionar.
El chavo me dijo que si era tan puto por los meados fríos, que quería ver como me ponía por meados calientes, al tiempo que se sacaba la verga, ligeramente parada y la apuntaba directo a mi boca.
No era necesario que me jalara del pelo porque yo quería beberme esos meados calientes, pero igual lo hizo y me dijo que abriera la boca.
Esperé un poco en lo que se concentraba y pronto sacó un potente chorro de meados directo a mi boca, Antes de que pudiera decírmelo empecé a tragármelos y a verlo directo a los ojos con mi cara maliciosa, orgulloso de que viera lo puto que soy bebiéndome sus meados.
Cuando terminó su potente chorro, aún sujetándome del pelo, empujó su verga ya mas dura por mi boca hasta el fondo de la garganta y me dejo "chupa puta, sácame la leche".
Lo que más disfruto es mamar una buena verga, y este cabrón tenía un pito muy sabroso.
La tenía larga, no muy gruesa pero de buen tamaño.
La verga morena pero con el glande rosa, brilloso, no circuncidado, lo que hacía que supiera más fuerte.
Dos enormes huevos rasurados le colgaban bastante debajo de su verga dura con las venas marcadas, y una corona de pelos negros rizados remataba el conjunto.
En verdad una verga para disfrutar.
Me la metí completa en la boca, disfrutando el sabor a meados y a sudor que tenía su verga, y sentí como le iba creciendo en mi boca.
El cabrón gemía y suspiraba al tiempo que me decía que que rico se la estaba mamando.
En eso escuchamos la puerta y nos dimos cuenta que alguien iba entrando, yo me alarmé e intenté pararme pero él me sujetó de los hombros y me dijo que siguiera mamando.
Entró un señor panzón, con pantalón de vestir azul y camisa blanca desabrochada hasta el pecho, dejando ver sus pelos en el pecho.
Nos vio con cara de asombro pero solo nos rodeó y empezó a orinar a mi lado mientras nos veía fijamente.
Al acabar de orinar se sacudió la verga, que pronto se convirtió en una paja.
La verga se le empezó a poner dura.
Tenía la verga más corta que mi chacal, pero con el glande bien cabezón, moreno y dos testículos enormes, bien apretados en su escroto lleno de pelos.
El chacal me empujó la cabeza para que se la mamara al don, al tiempo que me levantaba de la cadera me ponía de pie.
Entendí sus intenciones así que me incliné hacia delante mientras me metía esa rica verga morena a la boca y me bajaba el bóxer con la otra mano.
creí que se había ido pues no lo sentí cerca, así que me saqué la otra verga de la boca y volteé, y noté que se estaba desnudando, dejando únicamente las botas.
Me dijo que inhalara poppers porque me la iba a meter, sentí como puso su glande en la entrada de mi culo al tiempo que inhalaba poppers 3, 4, hasta 5 veces y entonces me metí la verga del don al fondo de la garganta.
Sentí el calentón de los poppers recorrer mi cuerpo, y empujé hacia atrás mi trasero, insertando yo mismo ese pedazo de verga tan rico hasta el fondo de mi ano caliente.
El cabrón soltó un gemido profundo y me dio una nalgada super dura al tiempo que me decía que era una puta golosa, que si disfrutaba sentir una verga a pelo de un perfecto desconocido.
Yo solo podía gemir pues la otra verga la tenía bombeándome la garganta.
De pronto sentí que el don empezaba a gemir más profundamente y empujó su verga hasta el fondo de mi garganta, soltando un alarido al tiempo que me llenaba la garganta de semen caliente.
Empecé a tragar y cuando me la saqué para poder respirar, aun seguía soltando chorros de semen, que recibí con la lengua y pude deleitarme con su sabor amargo.
Le seguí chupando la verga mientras se le iba poniendo flácida, y la sacó de mi boca.
En ese momento me di cuenta que ni siquiera había escuchado su voz, y me metí más poppers disfrutando los restos de semen que este desconocido había arrojado a mi boca.
Mientras tanto, el cabrón seguía cogiendome, me dijo que tenía erección para rato, que antes de entrar al baño había inhalado coca y que estaba super caliente.
Entonces me preguntó si me gustaba el exhibicionismo, Le dije que me encantaba que me vieran de puto, así que sacó su verga de mi culo, y me dijo que tomara 5 pesos y mis poppers, y así, desnudo como ambos estábamos, nos salimos del baño.
Yo tuve que meterme mucho más poppers para poder animarme, pero él estaba en su punto, completamente erecto se sentó en las escaleras del baño y me dijo que me montara.
Me senté en su verga caliente y húmeda por los jugos de mi culo y su precum, dandole la espalda; y empecé a cabalgar su verga mientras me seguía metiendo poppers.
Desde nuestra posición podía ver a la gente pasar caminando por el andén, y estoy seguro que más de uno nos vio.
Esto debió calentar a mi cabrón en exceso, porque soltando un alarido grave y profundo, empezó a eyacular en mi culo.
Sentí como me inundaba con su leche caliente y cuando me levanté, me puse de rodillas frente a él y le mamé la verga, saboreando los restos de leche que aún tenía y dejándosela limpia y reluciente.
Nos volvimos a meter al baño y mientras nos vestíamos me agarró de los cachetes haciéndome abrir la boca y me aventó un gargajo espeso, que tragué con total gusto.
Me dijo que cuando quisiera repetir, que él tenía un puesto de fayuca fuera de la terminal y que lo esperara alrededor de las 11 en los baños.
Perdí mi camión de regreso a la Ciudad de México, y tuve que tomar un Uber hasta mi casa, pero valió la pena.
De camino, en el Uber, me saqué la verga y llené el respaldo del chofer con mi leche caliente.
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