VACACIONES EN EL CAMPO
Ya a los 14 había tenido sexo con un bodeguero al cual visite un par de veces buscando placer, a los 15 mi hermanastro me penetro y también un cargador de camiones, ésta vez a los 15 también un campesino supo de mis debilidades.
Había salido del colegio en Diciembre, a mis 15 años aún bastante lampiño y delgado, pero con un trasero bien formado, blanquito y creo yo bastante deseable. Me fui de vacaciones a una ciudad del sur de mi país en donde vivía un hermano de mi madre, un tío que vivía en el campo y trabajaba como bodeguero en una viña, tenía ahí 3 primos menores que yo y una primita pequeña, todos trabajaban en distintas cosas a pesar de su corta edad, me aburría durante el día sin mis primos en casa, así es que salía a caminar por el campo, cruzando canales de regadío y diferentes plantaciones, para mí toda una novedad, en la ciudad donde vivía el paisaje era muy distinto a este que visitaba.
Un día caminando me pasé a otro fundo, no ubicaba bien la zona y llegué a una plantación de sandías, algo perdido y desorientado vi una casucha pequeña, ahí entré, me encontré con un hombre mayor el que al verme se asustó un poco, nadie andaba por esos sectores y menos un niño o adolescente, blanco, no tostado por el sol como los otros muchachos del sector, así es que lo primero que pensó es que yo era pariente de alguno de sus patrones, me preguntó quién era y que hacía por ahí, le señale que estaba de visita en casa de un tío pero que me había perdido y buscaba la forma de volver, me dijo que no me preocupara que él me diría como regresar.
Conversamos amablemente, partió una sandía y me dio de comer, estaba dulce y con lo cansado y sediento la disfrute mucho, me preguntó si tenía novia, le dije que no, entonces te masturbas me dijo, me sonroje un poco y atiné solo a sonreir, me dijo que no tuviera vergüenza, que era normal, es más me dijo, yo lo hago acá a menudo, no puedo dejar de vigilar la plantación y por acá no anda nadie y menos una mujer. De pronto comenzó a acariciarse sobre la ropa diciéndome que tenía muchas ganas de sexo, me dijo, tócame, mira como estoy, le toque tímidamente sobre el pantalón, me dijo, toma con mas fuerza, aquí no hay nadie, nadie mirará, así lo hice y mi excitación fue inmediata, aflojó su pantalón y dejo ver su miembro, aún no del todo erecto, se veía normal, algo sucio pero normal, me hizo tocarlo de nuevo, así lo hice, lo masturbé un poco, a ver tú, me dijo, bajé mis pantalones y apareció mi miembro también normal pero ya muy excitado, me masturbo también, me excite mucho, me pidió que se lo chupara, que él me lo haría a mi después, lo hice con mucho deseo, ya estaba muy caliente, el olor a suciedad me excitaba, comenzó a acariciar mi trasero, me decía que tenía un culo muy lindo, que parecía hembrita, me introdujo un dedo en el ano mientras yo lo mamaba, sacó un suspiro de mi, me dijo que si me gustaba, le dije que sí, me preguntó si había tenido sexo con amigos, le señalé que no pero que había tenido sexo con un hombre mayor, eso le dio confianza y comenzó a refregar su verga en mi trasero, me besó en la boca, me mordía el cuello, estaba muy excitado, nos recostamos en el suelo, dio un vistazo hacia afuera para asegurarse que nadie venía, me acosté de lado, él detrás de mí, yo me masturbaba, él comenzó a intentar penetrarme, de a poco comencé a sentir su pene en mi ano, me acomodaba, quería que me culeara luego también estaba muy caliente yo, me acomodé de la mejor forma posible para facilitarle la tarea, de pronto sentí su pene entrando, el dolor ya me era familiar, sabía como soportarlo, de a poco entraba su pene en mí, comenzó a moverse, el mete y saca en forma lenta, lo disfrutábamos ambos, gemíamos ambos, nos movíamos al ritmo de su penetración, se subió sobre mí, ya mas excitado aún, sentía como sus huevos tocaban mis nalgas, me besaba la espalda, me decía lo rico que sentía, todo eso me excitaba mas, me levantó, me puso en cuatro, a lo perrito, penetraba ya sin piedad, lo hacía fuerte, desesperado, yo me sentía una puta, me gustaba todo lo que sentía, comenzó a agitarse mas, sentía su pene en todo momento, cuando entraba y cuando salía, de pronto comenzó a gritar y a darme muy duro hasta que tuvo un orgasmo desesperado, sentía como llenaba mi ano, se dejo caer sobre mi jadeando, su respiración muy agitada, su corazón lo sentía como si fuera mío, me lo sacó, aún con semen, giré mi cuerpo, lo miré, aún medio erecto, lo mamé por instinto, quería sentir el sabor del semen, fue caliente, me masturbé, tuve mi orgasmo, nos levantamos, nos limpiamos, me dijo que había sido como una bendición, me indicó el camino de regreso y me pidió que ojala volviera a verlo de nuevo. Fue un verano excitante, lo fui a ver dos veces mas, en la semana que estuve ahí, lo disfrute mucho y ese hombre también.
buen relato me usto mucho… 🙂 😉 🙂
Excelente relato me la jale de la exitacion, sigue contando los días que lo viste a ver.
Agradezco la lectura, la verdad no soy muy bueno en redacción, solo relato lo que me acuerdo, mis relatos son reales, el recordarlos y escribirlos me hace revivirlos
Magnífico relato; a mi también me encanta darle las nalgas a quien me las pide. Vivo en Aguascalientes, México.
Que rico me pusiste bien caliente con ganas de que me lo metiera asi como lo cuentas..saludos
Me calentaron los comentarios de tu excitante relato. Sobre y do de los que nos gusta darle las nalgas al que lo pida.