Vacaciones en el pueblo: Mis inicios
Yo tenía 6 años y estaba jugando en la plaza cuando mis dos primos de 18 años me dijeron de ir a jugar videojuegos en casa. .
Mis inicios
Todo comenzó cuando yo tenía 6 años, era un niño normal, jugaba con mis amigos, iba a la escuela, hacía mis deberes… yo tenía la piel blanca, y el pelo de color negro y rizado, era un niño bastante guapo. Se podía decir que no había nada raro en mi vida en ese momento y era verdad, dado que un niño de 6 años no podría esconder nada raro.
Desde que nací, mis padres habían estado separados. Yo vivía con mi madre y su familia, pero cuando llegaban los veranos me iba con mi padre de vacaciones a su pueblo. El pueblo se encontraba en Soria, y allí la pasaba muy bien.
En la familia de mi padre, él era el mayor de los hermanos, y en total eran siete los tíos que yo tenía, tres tíos y dos tías. A parte, tenía cuatro primos, tres de ellos hijos de una de mis tías, y la otra de mi otra tía. Casi todos mis familiares me trataban bien, porque yo era el más pequeño de mi familia.
La casa familiar era grande, pero no lo suficiente para que cada uno tuviese su propia habitación por lo que yo dormía en la misma cama de mi padre. Mis tres tíos vivían en esa casa todo el año, y mi padre y mis dos tías solo se aparecían en vacaciones.
Un día que estaba en la plaza jugando con otros niños, vi aparecerse en la bicicleta a mis dos primos mayores, ellos se llamaban Juan y Jesús, ambos mellizos. Por ese entonces tenían los dos 18 años.
Jesús: Vamos a jugar con la consola en casa, te quieres venir?
Juan: Sí, vamos vente, súbete a los barrotes de la bici.
Yo: Ok
Me subí en los barrotes de la bici de Juan, y llegamos rápidamente a casa. Allí pude ver que las ventanas estaban completamente cerradas, lo que significaba que no había nadie en ella así que los tres entramos por la parte de atrás y subimos las escaleras hacia su cuarto, que estaba en el desván de la casa.
Jesús puso el videojuego y comenzamos a jugar, los tres estábamos sentados en el suelo. Como solo había un mando nos íbamos turnando los tres, y cuando llegó mi turno, como no sabía jugar Juan me dijo que me sentase sobre sus piernas, que el me enseñaria. Yo sin saber lo que pasaría accedí, y estuve jugando sin problemas hasta que note una comezón en mi culo, algo me estaba pinchando. Trate de acomodarme moviendome de un lado a otro, en ese momento escuche un pequeño gemido de Juan. Yo lo miré primero a el, que cambió la cara rápidamente, y luego a Jesús, que se estaba riendo y como no entendía nada segui jugando. Pasó como media hora cuando Jesús dijo de ver dibujos, pero cuando quito la consola y puso la televisión, lo que apareció fue un video porno. En él podía ver a una chica blanca y flaca ser penetrada por dos negros. Yo no entendía nada, pero cuando miré a mi primo Jesús, él se estaba masturbando, yo le pregunte que qué hacía.
Yo: Primo que haces?
Jesús: Pajearme, se siente muy bien. Quieres ayudarme?
Yo: Como así?
Jesús: Ven y te enseño, te daremos dulces si me ayudas a mi y a Juan
Yo: Ok
Juan me quito de encima suya y se empezó a desnuda por completo, al igual que Jesús. Vi a ambos mirándose muy contentos, y cuando por fin estuvieron ambos desnudos y completamente erectos, me asombre por lo que vi. Juan tenía la polla muy gruesa y larga, mientras que Jesús no la tenía tan gruesa, pero era más larga que la de Juan. A Juan le media la polla unos 16 centímetros, y a Jesús unos 18. Jesús me dijo que pusiese cada una de mis manos en su polla y en la de Juan, y que la moviese como si yo estuviese meneando algo, y así lo hice. En ese momento no sabía que pensar, no me gustaba, pero tampoco era algo que me disgustase. Recuerdo que el olor era muy fuerte.
Jesús: Sigue así primito, te daremos la recompensa cuando termines.
Yo: Y cuando terminaré?
Juan: Cuando nos salga lechita a los dos
Yo: No entiendo
Juan: Tranquilo, pronto sabrás
Yo seguí haciéndoles la paja a los dos, no pasó mucho rato hasta que se empezaron a correr. Me quedé absorto viendo como el semen salía a chorros, me cayo parte de el en la cara y en el pelo. Juan y Jesús se acercaron a mi y me abrazaron los dos, dándome las gracias.
Jesús: Tienes unas manos de santo primito.
Juan: Sí, ha sido la mejor paja de mi vida.
Jesús: Oye primito, ¿has probado la leche especial?
Yo: No
Jesús: ¿Y quieres probarla?
Yo: Hmm no se
Jesús: Solo tienes que poner tu boquita aquí y chupar, nada más.
Yo: Buah no
En ese momento, se escucho un ruido duro detrás de la puerta, que estaba cerrada con pestillo. Juan y Jesús se miraron el uno al otro, se veían nerviosos. Ellos no hicieron ningún ruido, y me pusieron una mano en la boca por si decía algo. Juan quito el pestillo de la puerta y miro a ver quien era, pero cuando la abrió, no había nadie allí. Juan vio unas cajas en el suelo.
Juan: Debió haber sido algun ratón que movió las cosas, nada más.
Jesus: Joder que susto. Oye primito, tú no puedes contar nada de lo que pasó aquí hoy, ok? Si lo cuentas ya no querremos jugar contigo.
Yo: Vale, no contaré nada.
Juan y Jesús me ayudaron a limpiarme y me sacaron de la habitación. Yo baje las escaleras tranquilamente mientras pensaba en que había pasado, note como mi pene se me paraba, pero no le di mucha importancia. Me fui al cuarto de mi padre y allí me eche una siesta, el resto del día transcurrió con normalidad, pero lo que yo no sabía en ese momento era que ese ruido no había provenido de un ratón, sino de una persona que nos había escuchado y que sabía lo que había pasado entre mis dos primos y yo.
no manches solo una paja me hize pero buen relato jejeje sigue contando 🙂 😉 🙂 😉
Asi paso con mi sobrino d 8 cuando lo inicie ahora sigo agregen gesnte seria sin tabu +527411329248
Estuvo muy bueno espero que escribas más seguido