Vacas Lecheras….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquella tarde se perfilaba como un viernes cualquiera, con muchas cervezas frente a una licorería ya que mis amigos estaban haciendo planes para encontrarnos en un expendido de licor ubicado en el centro de Puerto Ordaz (Venezuela), yo no estaba muy animado con la idea pero para no quedarme encerrado en casa era mejor que estar acostado en cama viendo películas por lo tanto asumí el compromiso. Para los que no me conocen, no me gustan mucho las presentaciones por lo tanto les diré lo que siempre digo con respecto a mí en mis relatos.
Actualmente tengo 36 años si dios me lo permite hasta el venidero 15 de junio cuando ruede mi almanaque, me considero una persona seria y simpática, casi heterosexual de no ser por esos encuentros sexuales que a veces suelo tener con algún hombre.
Estaba vistiéndome cuando mi teléfono empezó a vibrar, desconocí al momento el número pero conteste y sorpresa era la reputa de mi amiga Miriam que me llamaba, tenía tiempo que no sabía de ella pero fue breve en sus palabras:
-Te estoy esperando en casa, tengo una fiesta, no quiero excusa así que vente.
Intente decir algo pero ya había colgado, me senté en el sofá y medite un poco:
“Miriam es mi amiga pero no me gusta ir a su casa porque me da lástima el trato que ella le da a su esposo, le monta los cuernos casi delante de él y el bobo ni se da cuenta”.
Eran casi las 8 de la noche cuando decidí retirarme de la licorería, mis amigos insistieron que me quedara un rato pero no quería embriagarme mucho porque al día siguiente tenía un curso en la tarde y no quería perderlo. Encendí mi carro y Salí rumbo a mi casa, en el trayecto vuelve a sonar el celular y me di cuenta que tenía varias llamadas perdidas, desconocía el número pero respondí, total me daba igual:
-Aló.- Mi interlocutor respondió.
-Aló, como le va amigo.
-Quien Habla.- Esa respuesta es automática por todos.
-Rubén, el esposo de Miriam.
-Epale Rubén, como esta todo, como está la fiesta.
-Aburrida, te estoy esperando desde temprano, le dije a Miriam que te llamara y te invitara.
-Lo que paso fue había quedado con algunos amigos, pero ya que estoy cerca pasare por allí un ratico porque mañana tengo un compromiso.
Cuadramos y efectivamente dirigí mi carro a la urbanización donde viven y ciertamente cuando me abrieron la puerta me conseguí con la fiesta más aburrida a la cual allá asistido en estos últimos meses, cuando Miriam me vio dio un traspiés y casi cayó al suelo pero sus instintos de buena bebedora la ayudaron y evitaron la caída, me tomo del brazo y luego de darme varios besos en la cara me llevo ante una pareja y me presento a sus amigos, la chica que acompañaba al señor estaba peor que Miriam apenas alzo su mano para dármela, él si me estrecho con fuerzas mi mano y no debo negar que me gusto, es un hombre como de uno setenta no gordo pero si un poco relleno pero parejo, de rostro bastante simpático y varonil, se le notaban tremendas piernas pero no pude mirar en ese momento su entrepierna y cerciórame de su paquete pero algo prometía según mis cálculos, aunque más interesado estaba en verlo de pie para admirar sus nalgas que esas si se le notaban voluminosas, de todas formas no estaba en esa onda menos en casa de Miriam que aparte de puta es una chismosa en potencia porque habla de todo el mundo, incluso hasta de su esposo. Y hablando de él, en ese momento entro Rubén a la sala y se dirigió a mí con mucho cariño, Miriam se aparto, note que estaban molesto, el me paso su brazo por el cuello y me dirigió al bar de la casa.
Esa noche no tenía planes sexuales pero el contacto de sus musculosos brazos hizo que corrientes del mas allá entraran en mi cuerpo, me dio como un escalofrió, me senté en una butaca del bar mientras él me ofrecía un trago, en verdad aun no entiendo como Miriam puede pegarle cacho a su esposo si es casi un hombre completo, esa noche cargaba un pantalón de vestir que al andar le bamboleaba la verga de un lugar a otro, se le notaba frágil en ese andar y una camisa abierta en sus primeros botones que dejaban ver un delicado pecho trabajado en sus maquinas deportivas cubierto con un leve pelo pegado a su piel, que hombre tan varonil, buen rostro, bastante masculino, buena dentadura, el tío anterior me llamo la atención pero Rubén siempre me ha gustado, hizo una seña y llamo a su compañero quien abandono a su esposa y se sentó a mi lado.
-Conociste a mi amigo el gato.- Dirigió sus palabras a él.
-Bueno no sabía que era un gato.- Bromeo, yo intervine.
-Es un apodo que algunos amigos me tienen.-
-Y como debo llamarte yo.-Me turbe porque su mirada y sus palabras fueron penetrante, sentí que algo venia tras esta rara invitación, pero senté cabeza y me dije:
“No creo que estos tipos sepan que me va la marcha de vez en cuando porque mi experiencia es casi nula, además yo no lo demuestro, soy un carajo normal”.
-Entonces llámalo gato y punto.-Le indico Rubén, sacándome de mis pensamientos.
Yo sonreí y tome un sorbo del whiskies, Rubén preparo dos copitas más y se la entrego al vecino para que se las llevara a sus respectivas esposas quienes apenas hablaban sentadas en el mueble por la pea que cargaba cada una de ellas.
-Es tu vecino.- Le dije.
-Es mi vecino, se llama miguel pero es muy amable. Lo único malo que tiene es que se enamora rápido.- Me dijo Rubén. Sonreí y bromeé.
-Pero aquí no hay mujeres si no sus esposas.
-El no se enamora por el sexo si no por la persona.- Volví a sonreír pero más nervioso contuve la turbación y logre mantener el hilo de la conversación.
-Imagino que está enamorado de ti.
-Tal vez pero yo no lo quiero a él, a mi me gusta otra persona.- Y me clavo sus ojos profundamente en los míos, me sentí nervioso, me levante de la silla y le pedí un cigarro, corrí la puerta trasera de la casa y empecé a fumar, realmente fumo cuando estoy nervioso o tengo frio extremo pero esa noche sentía las dos cosas y mas, como era posible que Rubén se me estaba insinuando, el carajo me gustaba en fantasías pero no podía hacerlo con él, no porque no me atreviera ya que en una oportunidad lo hice con el esposo de mi tía pero si Miriam me descubría de seguro saldría en el Nueva prensa que así se llama nuestro periódico y en primera plana.
-Que paso, dije algo que te molesto.-Ruben salió al patio hacerme compañía.
-No vale….ya nos vemos voy al baño.-Intente entrar a la casa pero él me detuvo y me señalo un baño al final del patio. Sin pensarlo dos veces entre, me baje el cierre y empecé a descargar, cuando de pronto lo sentí entrar, gire mi cabeza y me di cuenta que miraba mi verga, volví mi mirada al frente y suspire hondo en que rollo me había metido, el camino hasta mi y pego su cuerpo a mi espalda su aliento en mi cuello, sus brazos rodearon mi pecho, y empecé a sentir la suavidad de sus besos en mi cuello.
Así estuvimos un instante pero reaccione:
-Que pasa Rubén, vamos a respetarnos mi pana, además esta Miriam.
-Ella no me respeta a mí, se lo monta con quien quiere porque yo no lo puedo hacer contigo que me gustas desde hace mucho tiempo.
-Dejémoslo hasta allí, Miriam puede venir, será mejor que me vaya.
-No te preocupes el vecino esta durmiéndola.-Me extrañe al escuchar sus palabras y atine a decir:
-Acaso son amante y tú lo sabes.-
-No son amantes, tu también le gustas y esta noche queremos saber con quién te quedaras de los dos, no tengas miedos que ya deben estar dormidas porque yo me encargue de eso.- tuve miedo por lo de yo me encargue de eso pero para salir de la casa rápido había que ceder ya que Rubén no estaba dispuesto a que me fuera y entablar con él una pelea se veía de lejos que yo la perdería porque es más alto y musculoso que yo, mas si estaba en complicidad con su vecino, suspire y decidí entrar en acción:
Me acerqué a sus tiernos labios y pegué los míos. Su lengua, como por un hierro busco la mía y nos fundimos en un lengüeteo varonil que casi me ahoga. Noté sus gruesas manos en mi cintura y sentí como su pantalón se levantaba dejando pegado al mío una prometedora verga excitada.
Sin darme cuenta, estaba presionado contra la pared con todo su peso, haciendo movimientos como si quisiera penetrarme por encima del pantalón y comiéndome la lengua con ganas empecé a dejarme llevar por lo varonil del momento.
Me excite enseguida y cuando al fin pude salir de aquel turbulento beso, una mano giro mi cara y quede frente a los labios del vecino pero ya era tarde para evitar que su lengua entrara en mi hasta lo más profundo, este hombre era rudo al besar pero me gustaba, mientras tanto Rubén me abrió la bragueta del pantalón y saco mi verga endurecida como la roca comenzó a acariciármela con un morbo tremendo sentía su respiración entrecortada resoplando en mis oídos y con movimientos experto saco su tremenda tranca de su pantalón y la empezó a restregar contra la mía, masturbándola con la suya, la sensación casi me hace acabar, sentía ese trozo de carne duro, grueso y sobre todo grande pegando contra mi barriga y mi propia estaca, El vecino abandono mi boca y se dirigió directamente a mi culo, al sentir las manos del invasor intente quitársela pero él con palabras obscenas me ordeno:
-Quédate quieto puto y goza de la mamada.-La lengua del vecino empezó a recorrer mis nalgas lampiñas internándose en la línea media, me voltio de espalda, Rubén dijo algo pero él no le hizo caso, ordeno a Rubén que bajara hasta mis nalgas y le presento en primer plano mi rosado esfínter instintivamente lo cerré tratando de frenar aquella invasión pero fue en vano, la lengua de Rubén bordeo mi culito y sentí olas de calor cuando me atravesó con ella como si de un pene se tratara, así estuvo un rato limpiándomelo hasta que el vecino lo detuvo y fue más allá insertando un dedo en mi culo lo cual me hizo retorcer de placer, revolvió un rato tratando de ensancharlo cuando sentí dos y luego otro más, el leve dolor que sentía me estaba llevando a la gloria.
En un último intento por salvarme de lo que venía, les dije que estaba bien que lo dejáramos hasta allí pero el desgraciado del vecino estaba concentrado en mi culo y no respondía, Rubén le paso algo y sentí lo frio encharcar mi cueva, era lubricante para ese momento yo estaba perdido por todos lados y los deje hacer con mi culo lo que ellos quisieran siempre y cuando me dieran placer. Solté varios gemidos al notar que me introducían cada uno dos dedos a la vez pero me quede en shock cuando el vecino saco sus dedos y los dirigió a la boca de Rubén y este saco su lengua para chuparlos sin ningún pudor.
Hasta ese momento no había visto la polla del vecino pero no tardo mucho en sacarla de su prisión, bajándose el Jean a toda velocidad aparto a Rubén de mi culo y sin pedir permiso se pego a mi espalda y con un golpe de caderas certero clavo su estaca en mi hambriento agujero, la meneo con todas sus fuerzas, y empezó a follarme con desesperación, sentía cuando sacaba la punta del falo hasta la entrada de mi ardiente cueva y lo dejaba resbalar profundamente hasta la base de su gran verga, no sé de qué tamaño era porque no la vi pero note que era muy grande por el dolor que me ocasionó a la entrada pero el lubricante y la preparación me ayudo aguantar las estocadas. No podía creerlo, me estaba follando sin ningún pudor y yo estaba gozando con ese vergon dentro del culo.
Como pudo me inclino la cabeza y me la dirigió a la verga de Rubén y preso de la excitación no repare en llevarme a la boca la enorme pinga que botaba como loca liquido seminal, Rubén estaba bien dotado, era preciosa esa verga, venosa, gruesa, larga y con un glande rosado y provocativo, se la empecé a mamar. Comencé dándole lengüetazos en el agujerito uretral y al comprobar que tenía buen sabor me metí todo el glande dentro de mi boca y comencé a chupar hasta que me la tragué toda haciéndola endurecer hasta lo máximo con mi boca.
Para facilitar la felación se la llene de abundante saliva, así podría meterme más de la mitad en la boca y lengüetear todo su tronco, la verga de Rubén luego supe alcanzo una longitud de 19 cm. Tenía un diámetro bastante grueso, me provocaba arcadas pero sabia como controlarla a pesar de haber bebido la mamada estaba deliciosa. El vecino empezó a calentarse con el caliente espectáculo que le estaba brindando la pinga de Rubén mientras él me devoraba por completo el culo con su grueso machete de acero. Sentía sus bolas como pegaban de mis nalgas pero ya no me dolía me gustaba a morir.
Le hice entender que estaba por venirme y el vecino ordeno a Rubén sentarse en el piso y pegado a mí odio me empezó a decir:
"Así cabrón, cómetela toda con ese culo gozón" "Te gusta cómo te lo hago, siente lo grueso de mi verga"… "Te la voy a meter en el culo cada vez que te vea porque eres mi puta", "me la vas a chupar hasta sacarme la leche y te la vas a tragar putica….te gusta mi verga porque se te nota en la cara”.
Era obvio que el cabrón del vecino quería que yo me corriera como campeón en la boca de Rubén sin control le conteste:
"Qué rico me coges" "Un macho como tú me hacía falta", "Me lo vas hacer cuando tú quieras""Lléname el culo con tu leche…. Quiero que seas mi macho"…
Dispare sin control un par de chorros sobre la cara de Rubén y otros en su boca. Mi leche salía a borbotones y muy abundante, casi me desmaye cuando sentí que el trabuco del vecino estaba hinchándose dentro de mí, su respiración estaba casi entrecortada , el hombre disparó con tremendo aullidos densos chorros de semen en lo más profundo de mi ser, lo cuales no llegaron a su fin por ser atrapados con el condón, sentía como su cuerpo temblaba sobre mi espalada, una vez terminado Rubén lo aparto de mi y lo hizo arrodillar para vaciarle en su cara el contenido completo de sus bolas, chorrones de leches cayeron en el rostro del hombre que se me antojaron por lo abundante y viscoso. Parecía que mi amigo Rubén no se había corrido en meses. Tome un poco de la cara del Vecino y lo probé pudiendo sentir la consistencia de la corrida. Sin duda Rubén estaba súper excitado para acabar así. Aquel hombre era un toro del sexo, un auténtico bárbaro.
Tomando leche de su cara se embarro su verga que permanecía dura y amenazante y sin miramiento alguno le clavo su ardiente pinga en el culo de su vecino miguel sin preparación alguna, esos barbaros estaban hechos para soportar dolor porque el vecino apenas se quejo pero si se le noto la incomodidad al recibir aquella pinga en el culo, Rubén arremetió con todas sus fuerzas, golpeándole la próstata desde su recto con una velocidad increíble, sus jadeos se escuchaban fuerte sobre la espalda del vecino quien solo gemía de placer y como loco masturbaba su vergon, allí supe que la tenia aun mas grande que Rubén pero menos gruesa y venosa, me sentí sorprendido de lo que me había metido por el culo pero a cada movimiento de Rubén la verga del vecino se meneaba y eso me volvió a excitar, aunque él demoró poco en eyacular y llenarle el culo de leche a miguel, aproveche sus gemidos para darle un poco de dolor a Rubén.
Me hice espacio entre sus nalgas y lo clave con ganas, intento apartarse mientras gemía de placer pero el vecino lo presiono con fuerza contra mi cuerpo, saque mi pinga un momento y con su propia leche esparce un poco por su anillo lubricándolo al máximo quien se negaba al intruso cerrándose con fuerza, sin ningún miramiento volví a darle otro empujón para encajársela hasta que la base me recordó que no podría meterle los huevos, una mezcla de dolor y placer me sacudió entero, toda la masculinidad de Rubén estaba siendo destruida por mí en ese momento, se retorcía del dolor porque gritaba pidiéndome que lo sacara pero yo no estaba dispuesto ni el vecino tampoco a que mi pinga dejara de invadir esa cueva ardiente que bien su mente se negaba a recibirla en ese momento su culo estaba gozándolo porque se le volvió a poner dura la pinga. Rodé con mis manos su cintura y empecé a cabalgarlo frenéticamente, sentía sus huevos chocando contra los míos, estaba dándole duro por culo, cuando sentí que el vecino buscaba acomodo otra vez en mi, no lo deje se lo saque a Rubén y deje que el vecino lo penetrara, ávido busque la pinga de Rubén, se la chupe un poco y deje el camino ensalivado, movido por mis instintos me deje clavar aquel sable de carne divino, quería irme bien cogido así que me deje llevar por el delirio y aquel fierro de carne escudriño nuevamente mis entrañas.
El vecino abandono el culo de Rubén y me empezó a besar, si no estaba en la gloria en ese momento, entonces estaba en el infierno porque notaba como aquel cilindro de carne caliente bombeaba mi culo quien se lo tragaba una y otra vez. Nuevamente hice un esfuerzo para no acabar y me zafé de Rubén, dirigiéndome al vecino le abrí las nalgas presione un poco y conseguí introducírselo fácilmente por lo dilatado que estaba, se lo bombee un ratico nada más porque la leche estaba que se me salía pero no puedo negar lo sólido y lo divino del culo del vecino, no aguante más y se lo saque vacié mis bolas nuevamente pero esta vez en la cara de él, pasándole mi verga por la boca y sus labios. Perdido en la lujuria vi como el vecino disgustaba el manjar de mi leche que espesa corría por su cara, fue mucho espectáculo para Rubén quien me abrazo por la cintura y se vació también en la cara del hombre, sentí chorros de leche por mis piernas y era el vecino que se corría nuevamente y parte de sus metrallazos fueron a parar en mis piernas….empezó a descender el jadeo poco a poco hasta quedar el salón del baño en silencio.
Me limpie las piernas y subí mis pantalones arrugados, me arregle la camisa, me lave la cara, mis manos y empecé a fumar otro cigarro en el patio. El vecino se acerco a mí y me pregunto:
-Te gusto.- Yo guarde silencio pero asentí con la cabeza. Aun estaba anonadado por el gusto que había recibido en ese cuarto del baño, de repente Rubén salió y se unió a la conversación:
-Entonces amigo estuviste fenomenal para ser improvisado, cuando estamos Miguel y yo tirando solo tomamos los que se nos antoja sin pedir permiso.- lo mire guarde silencio y salí de la casa, al cruzar la sala mire a Miriam y a la esposa del vecino dormidas de la pea, nunca imaginarían lo que sucedió en sus ausencias.
Rubén me fue a detener en la puerta de salida pero con señas le hice saber que no quería hablar con él, mientras encendía el carro el vecino se reunió con él y atino a despedirse de mí con un leve movimiento de mano, la verdad es que me hicieron caer en su juego ya que esa noche cualquiera podría haber sido su presa, pero eso ya no importaba, mientras manejaba a casa maquinaba la forma de cómo desquitarme aquella cogida donde habían abusado de mis deseos pero el plan ya vendría y sería mucho mejor que el de ellos. Sonreí, subí el volumen del estéreo y me dirigí a casa no borracho pero satisfecho de ver correr tanta leche en una noche.
Este relato va dedicado a mi amigo N…. de upata quien me insto a escribir este mi último relato con su comentario, porque mis compromisos profesionales casi no me dejan tiempo libre. 100 % real como los anteriores y si hubo una venganza entre comillas contra ellos, digna de relatar pero creo que mi última experiencia vivida con un camionero es y será hasta el día de hoy la más placentera de todas. Saludos.
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