Valerie II
Ayudo a Valerie a conseguir trabajo.
Pasaron un par de días, y solo le escribía a Valerie por whatsapp, por temas laborales no pude verla durante esa semana, pero como dije, entregue su CV en la administración del edificio donde trabajo para ver si la consideraban en el puesto de recepcionista.
El lunes de la siguiente semana, ya un poco más libre, quedé para almorzar con ella, en un restaurante cerca a mi centro de labores.
– ¡No sabes que paso!!!.- Me dijo Valerie con una sonrisa en el rostro mientras se sentaba a mi lado en la mesa.
– ¿Buenas noticias? .- Le pregunté levantando una ceja.
– Me llamaron para una entrevista más tarde en el edificio. Muchas gracias Luis.
– No tienes por qué agradecer, lo hice con gusto, además aún no tienes la entrevista.
– Claro que te tengo que agradecer, eres el único que está pendiente de ayudarme, de verdad muchas gracias.- Me dijo mientras tomaba cariñosamente mi mano.- Y la verdad no le tengo miedo a la entrevista.
– Me alegro, ya verás que te irá super bien.
El resto del almuerzo transcurrió con normalidad, hablamos de distintas cosas, un poco de mi pasado, del suyo, de películas, etc, etc. Yo estaba contento simplemente de compartir la mesa con una belleza como ella. Valerie, llevaba puesto una blusa blanca media transparente que dejaba ver su brasier del mismo color con sus pequeños senos dentro, y un pantalón de mezclilla que se ajustaba a sus delgadas piernas y resaltaba su redondeado culo, tenia su cabello rubio amarrado con una cola de caballo y un maquillaje sobrio que resaltaba su belleza natural, Valerie era hermosa por donde la mires.
Nos despedimos, tenía que volver al trabajo y ella a prepararse para su entrevista, nos despedimos con un beso en la mejilla y un abrazo fuerte para darle ánimos para más tarde.
Regrese a mis laboras y todo transcurría con normalidad, no les voy mentir, estaba un poco impaciente por lo que le dirian a Valerie en su entrevista, de verdad quería que se quede con el trabajo, un poco para verla más seguido y un poco por que de verdad me preocupaba por ella. Seguía pasando la tarde y me impacientaba cada vez más, hasta que por fin me llego un mensaje de whatsapp que decia «Quede y empiezo ahora mismo, muchas gracias Luis, de verdad no se como agradecerte, o tal vez si» seguido a esto me envio un emoji guiñando un ojo y lanzando un beso «Me dijeron que tenía totalmente prohibido usar mi celular por un tema de seguridad así que lo estoy dejando apagado, cuando pueda te comento como me fue, y de nuevo muchas gracias , Besos».
Terminé de leer su mensaje y me llené de tranquilidad, sabía que había ayudado a alguien que de verdad lo necesitaba, ahora sí sin responderle ni con preocupación alguna regrese a mi trabajo.
Me quede hasta más tarde como ya se me estaba haciendo habitual, la carga laboral estaba muy pesada y apenas si había respondido mensajes personales esa tarde, ya eran las 10:00 pm y no había nadie de mi oficina, es más no vi a nadie en el resto de piso y hasta las luces del pasillo estaba apagadas. Tomé mi mochila con mis cosas, tomé un último pedazo de pizza y salí de la oficina cerrando todo con llave y verificando que dejaba todo apagado.
Subí al ascensor mientras renegaba de mi trabajo monótono y de que en pocas horas debería de volver a ese lugar, llegue al primer piso donde pase un personal de seguridad que ya me conocía por que no era raro que saliera tarde, me comentó que comenzará su vuelta por los pisos y me deseó buenas noches.
Caminé por el pasillo hasta la recepción y al despedirme del otro personal me quedé helado.
– Por eso no respondes el teléfono.
– Valerie, ¿qué haces aquí? .- Le pregunté con una mirada incrédula al ver a Valerie con un uniforme de seguridad, más ceñido del que estaba acostumbrado a verlos usar.- Se supone que ibas a ser recepcionista.
– Si, pero no calificaba para el puesto, pregunte que otro trabajo había disponible, y me ofrecieron este, la verdad pagan muy bien, sobre todo por tener turnos nocturnos.- Me dijo despreocupada y animada con una sonrisa.
– Pero es peligroso no crees?.- La cuestione
– No te preocupes. El Sr. Juan me enseñó a dejar todo siempre cerrado y luego se fue a dar su vuelta, no tengo que abrirle a nadie a no ser que esa persona quiera salir.
– Ya veo, pero igual deberias de conseguir otro trabajo.- Yo aun estaba preocupado.
– Tranquilo, soy una niña grande y me se cuidar sola.- Me dijo poniendo sus brazos atrás de su espalda con un movimiento de lado a otro como imitando a una niña pequeña.
– Tienes suerte que hayan cámaras, o tendría que regañar a la niña grande. – Le dije señalando con un dedo.
– No te preocupes que se como apagarlas.- Me respondió mordiéndose el labio inferior.- Y aquí detrás hay un área de descanso donde no hay cámaras.- Continuó haciendo una seña con su cabeza.
– Jajaja estas Loca Valerie, quieres arriesgar el trabajo que acabas de conseguir?.
– No es arriesgar si tengo todo bajo control. – Me dijo mientras presionaba unos botones en el teclado y salía de detrás de su escritorio. – Yo aprendo muy rápido y se por ejemplo que el Sr. Juan se demora más de 1 hora en dar su vuelta, el mismo me lo dijo, le gusta recorrer piso a piso a pie. – mientras me decía esto se acercaba lentamente a mi hasta quedar justo delante mío y poniéndose en puntas pude ver directamente a sus ojos y sin aguantar un segundo más la empecé a besar.
La tomé por la cintura y la jale hacia mí dejándola sentir mi ya creciente erección en su ombligo, nuestras lenguas se retorcía juntas recorriendo todo el espacio dentro de nuestras bocas, poco a poco Valerie me fue llevando detrás del escritorio hacia una puerta casi oculta donde estaba el cuarto de descanso, entramos tropezando sobre algunas cajas y su mochila a un lado de la puerta, la cerramos, no había mucho espacio pero si un futón donde podría dormir una persona si así lo deseara, sin dejar de besarla deje mi mochila a un lado de la suya y sin mucho cuidado empecé a quitarle su uniformar, olía a nuevo como si recién lo hubieran sacado del empaque pero este olor se mezclaba con el perfume de Valerie, le quite la corbata y la blusa tratando de no romper ningún botón tire su blanco brasier hacia arriba y sin pensarlo mucho empecé a devorar sus pequeños pezones.
– Mmm si así mi amor. – Empezó a susurrar Valera.
Yo me quite rápidamente la camisa y la dejé para que se desabrochara su correa y pantalones, Valerie estaba muy caliente por que esta vez se quitó absolutamente toda su ropa, dejándome ver su hermosa verga totalmente erecta. Termine de sacarme la ropa de igual menta y nuestros cuerpos se buscaron abrazándonos y besándonos con una pasión desmedida.
Bese su cuello mejillas mientras que mis manos ya jugaban con sus nalgas, las estruja a y abría demostrando mi deseo por penetrarla, ella entre juegos empezó a besar mi pecho y hombros acariciando mi cabeza, entendí lo que quería, me arrodillé frente a ella y empecé a lamer su blanca verga desde la base hasta su rosada cabeza.
– Ahhh si mi amor, sigue. – Susurro valerie nuevamente mientras empezaba a acariciar mi cabeza.
Pared mi felación por un momento sentando en el futón y jalando la de la cintura para que quede sentada sobre mi. Valerie al ver mi accionar sonrió escupiendo en su mano y ensalivando su hermoso anito, tomó mi verga que ya brillaba por el líquido preseminal y lentamente se enterró mi verga hasta el fondo.
– Ahhhh mmmm. – gimió al sentirse totalmente ensayada por mi verga.
Nos miramos a los ojos y nos envolvimos en otro beso, tierno pero a su vez lascivo, no pasó mucho tiempo para que Valerie empezará a cabalgarme sin ningún miramiento, y menos mal que el futon era resistente por que si no se hubiera roto con uno de sus sentó es.
– Que rico es que me cojas mi amor. – Me dijo.
– Que rico sería que tu me cojas a mi. – le dije mientras empezaba a masturbar su verga que se movía de un lado para otro.
– Ahhh lo dices en serio?. – me pregunto con mucha incredulidad en su rostro.
– Por supuesto mi amor, te dije la última vez que tenías suerte que fuera tan abierto de mente.
– No sólo de mente al parecer. – Me dijo Valera al dar un último senton sobre mí verga haciendo que llegue lo más profundo posible.
– Jajaja, si no es lo tuyo lo entiendo.
– Tranquilo, tienes un culo hermoso, sería una lástima no divertirnos con él. – Me dijo valerie poniéndose de pie y haciendo que me levante del futon.
Nos besamos nuevamente abrazándonos haciendo que la punta de su verga tocará mis huevos y la base de la mía por nuestra diferencia de estatura.
– Bueno, qué esperas date la vuelta. – Me dijo Valerie mordiéndose sus rosados labios mientras sonreía emocionada.
Me di la vuelta arrodillándome sobre el futon apoyando mis manos contra la pared y abriendo mis piernas lo más que pude.
-Que rico culo tienes mi amor. – Me dijo Valeri antes de abrir con sus manos mis nalgas y hundir su rostro en ellas devorando mi ano a su total voluntad.
-ufff. – Exclame por lo delicioso de su accionar.
– Si eso te gusta, esto te va a encantar.
Al terminar de decir esto empecé a sentir una leve presión en mi culo, que poco a poco abría paso a la verga de Valerie, la tenía totalmente dura y sentía como me penetraba lentamente afianzando sus manos en mi cintura jalandome hacia ella cada vez más y más hasta que mis huevos chocaron con los suyos.
– Que apretado que estas mi amor. – me dijo mientras con su mano izquierda buscó jalar mi verga de arriba hacia abajo haciéndome alucinar con esto último.
Empezó un mete y saca divino que me hizo empezar a jadear casi al instante.
– Que rico Valerie. – le susurre mirando hacia atrás viendo cómo esa pequeña trans me estaba dando la cogida de mi vida.
Valerie me sonrió y me mando un beso al aire al tiempo que aceleraba sus movimientos.
– Ven mi amor, dale échate. – me dijo sacando su verga de dentro mío y sin dejar de acariciarla con sus manos ni por un segundo.
Me eche sobre mi espalda dejando mis piernas colgando al borde del futon, Valerie se puso entre ellas y trató de levantarlas sin éxito, la ayudé con su propósito poniéndolas suavemente sobre sus hombros mientras Ella me penetraba nuevamente sin aviso alguno.
– ¿Te gusta mí a amor?. – me pregunto mientras aceleraba sus movimientos nuevamente.
– Si mi amor, me encanta que me cojas. – le respondí con la respiración entre cortada.
– Si verdad, que rico que una chica trans te penetre, te haga suyo. – Me susurraba Valerie acelerando más y más.
Me di cuenta que estaba apunto de estallar y haciendo un rápido movimiento la abrace con mis fuertes piernas haciendo que caiga sobre mi pecho sintiendo aún más profundas sus embestidas.
Empezó a moverse frenéticamente mientras me decía.
– Si mi amor apretame más, que me vengo, me vengo.
Al tiempo que sentía como mi culo se inundaba por su corrida Valerie ahogó sus gemidos mordiendo mi hombro.
– Ufff que rico. – me dijo mientras se echaba un poco más sobre mi quedando nuestras vergas una sobre la otra mientras me daba un largo beso.
– Estuvo delicioso mi amor. – le respondí correspondiendo sus besos, Valeri empezó a jugar con mi barba y bigote mientras yo aun con la verga a mil no terminaba de decidir cómo cogerla.
– tranquilo sé que aún no terminas, dejame a mi. – Me dijo al ver mi cara de indecisión.
Se bajó de encima mío y empezó a mamarme la verga de forma soberbia, no la pude disfrutar mucho por que al verla brillante y apuntó de venirme se dio la vuelta dándome la espalda y se sentó desapareciendo mi verga en su culo, y claro volviéndome loco con esto, tomé su cintura para acompañar sus movimientos, pero estos eran tan rápidos que no podía seguirle el ritmo, no dure muchos segundos más hasta que llegue al punto de no retorno.
– Valerie me voy a correr. – Le susurré mientras la jalaba por la cintura haciendo que se recueste sobre mí pecho y con una mano levantaba una de sus piernas haciendo mis penetraciones lo más profundas posibles.
– Ahhh si mi amor dame.- me respondió Valerie entre jadeos.
No aguante más y con una embestida más empecé a llenar sus intestinos con mi semilla, mientras miré sobre su hombro y vi como Valerie se hacía una paja más terminando sobre su barbilla y pecho desnudo.
-Ufff Luis que rica cogida Dios!. – Me dijo Valerie levantándose y tomando asiento sobre mis piernas mientras recogía los restos de su propia corría de su barbilla con sus dedos y los devoraba como si de un dulce manjar se tratará.
Nos miramos a los ojos y nos unimos en un beso apasionado intercambiando nuestros fluidos mientras el olor de nuestros cuerpos se mezclaba entre el aire de ese pequeño cuarto.
– Creo que hay que vestirnos. – Le dije entrando un poco en razón.
– Si tienes razón no sé cuanto más se demora el Sr. Juan.- Ella también había perdido la noción del tiempo.
Nos limpiamos con un poco de papel toalla y papel higiénico que había en ese cuarto, sobre todo el sudor y nuestros Fluidos, nos vestimos casi tan rápido como nos habíamos quitado la ropa y Valerie se arreglaba el cabello y el maquillaje que se le había corrido un poco.
Cerró un compacto que estaba usando como espejo y volteando a sonreír me dijo. – Listo como nueva.
Limpio cualquier rastro de nuestro encuentro como pudo y tomando mi mochila salimos de ese cuarto, claro dejando la puerta abierta para que se ventile y el Sr Juan no sospeche nada de lo que pasó esa noche.
– Bueno ya me tengo que ir, pero por favor dime cuando acabe tu turno si?.
– Si claro, termino a las 6 am te escribo esa hora.- Me respondio dandome un último beso en los labios y sonriéndome con sus rosadas mejillas
– Buenas noches.
Me despedí de ella y salí a buscar un taxi a la av mas cernada. Definitivamente me iba a quedar hasta tarde más seguido.
Muchas gracias por leer hasta el final, un saludo muy especial a Rodrigo de Chile que me estuvo preguntando muy seguido por la continuación de mi relato, como siempre estoy atento de sus comentarios en mi correo [email protected], los leo a todos.
Saludos.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!