VENDEDOR DE LENCERIA
El hombre tosco se convirtió en el primer hombre en romper su culo.
Soy Ángel tengo 19 años, de regular estatura delgado y con unas caderas pronunciadas, que llaman la atención cuando salgo a la calle. Estuve buscando trabajo para ayudarme económicamente, y un tío me recomendó ir en búsqueda de un amigo suyo del pueblo donde nacieron Don Braulio. Este señor tenía una cadena de tiendas donde vendía artículos de lencería, y que seguro me gustaría. Lo estuve pensando toda la noche, ya que me gustaba sentirme mujer, aunque nunca me han metido la verga en mi culito que sigue virgen, ni mis dedos han entrado, a pesar que muchos intentaron en la escuela cacharme, pero no los dejaba. Inclusive algunos docentes me tocaban mis nalgas, yo los amenazaba con denunciarlos; de vez en cuando me ponía los calzones de mis hermanas y de mama, se sentía rico, todo encaje.
Según mi tío; Don Braulio era un hortelano que se dedicaba a sembrar verduras y cosecharlas, todo lo hacía con sus propias manos, lo cual hizo de el un hombre tosco en su trato, sus expresiones y hasta el tipo de su piel era áspero y desagradable. Todo eso me hacía pensar en ese señor, como había logrado desarrollar esas actividades en prendas tan delicadas y femeninas. Al día siguiente me levante muy temprano me arregle lo más que pude, mis hermanos se sorprendieron que iba a una entrevista de empleo, ya que ellos estudian en la universidad y yo seguí una carrera corta técnica de enfermería. Llegue muy temprano a la dirección indicada; Yo: Buenos días busco al señor Bruno. Secretaria: Un momento por favor, todavía no llega Yo: Esta bien. Espere en la sala respectiva, mi cuerpo temblaba y mi culo más. De repente llega un señor alto y muy corpulento de caminar torpe y brusco. Secretaria: Señor Braulio lo busca un jovencito. Braulio: Dentro de 10 minutos lo atiendo. Esper´3 y era lenta esta espera. Secretaria: Pase joven Yo: Buenos días señor vengo de… Braulio: Ya se dé parte de quien vienes, veamos qué sabes hacer? Yo: Soy especialista en enfermería. Braulio: Ja, ja, ja. Eso no me sirve Yo: Bueno no sé qué actividades se realizan aquí. Braulio: Párate y date un vuelta. Me pare y vi que el señor se quedaba mirando con atención y lujuria mis nalgas. Braulio: Te voy a mandar a la tienda de lencería de señoritas, al de señoras todavía y al de niñas tampoco. Yo: Esta bien Braulio: si allí vas a ir porque tienes buen culo, ni grande ni chico…pero muy rico. Llamo a la secretaria y le dio las órdenes para que emita los documentos e ir a la tienda. Me aproxime a la tienda, ese mismo día, allí la administradora me recibió muy amable, Sra.: Hola vas a ser el nuevo compañero de esta tienda, hay dos chic@s y tres señoritas. Tú eres también gay o solo te gustan los hombres? Yo: Este… Sra.: Dilo, yo no diré nada y todo es por el bien del negocio. Yo: Soy mujer en el fondo. Sra.: te la han metido alguna vez? Yo: No, nunca. Sra.: Bien eso está bien, tienes buen culo seguro que Braulio te la quiere meter a ti también. Buen gusto de ese indígena…
La señora me coloco en el almacén para que vaya conociendo los artículos durante tres semanas, y todos los días llamaba el señor Braulio como iba. La señora siempre le decía bien. Un día a la salida llego don Braulio y me llamo: Braulio: Ángel ven un rato. Me acerqué y le salude, Braulio: Mañana sales a tienda, si lo haces bien te recomiendo a la otra dueña del negocio conmigo. Así lo hice muy temprano Salí a esperar al Sr. Braulio para que me lleve a la tienda. En el carro me dice: Braulio: Allí solo trabajan chicas, vas a tener que vestirte de mujer. Yo: Pero señor. Braulio: Quieres el trabajo o no carajo. Yo: Pero… Braulio: Si así de hombre pareces mujer ya. Yo: Bueno… Tuve que aceptar, no había alternativa, pero en el fondo me gustaba la idea de que me traten como una chica. Cuando llegamos, Braulio me presento como chica y la socia lo aceptó, me dieron uniforme y una falda chica que se notaban las piernas casi en su totalidad, me mandaron a maquillarme, después me mire en el espejo y parecía puta…pero me agradó mucho. Braulio se quedó con la boca abierta… Braulio: estas bien rica. Todo está en su lugar, tus tetas chicas, tus piernotas, que polvo serán los que des. Me dijo en voz baja a los oídos. Allí me quede él se fue a sus otros negocios, las chicas eran buenas conmigo; mis piernotas les llamaban la atención, mi cara les parecía de una chica ingenua. La señora me llamo en un instante. Sra.: Dime Ángela, tu eres su nueva hembra del Braulio Yo: No señora Sra._ Tienes novio o cualquier forma de macho en tu vida? YO no señora Sra.: Pero te han roto ya el culo? Yo: No señora. Sra.: Bien, entonces no hay peligro que robes o te vayas de repente. Tienes buen culo, paradito y carnocito, hasta a mi medan ganas e morderlo. Allí me quede trabajando. Solo que al salir tenía que buscar donde vestirme de hombre para llegar a casa
Pasaron algunas semanas y Braulio me esperaba todos los días para llevarme a casa, se había hecho una costumbre en su comportamiento, lo cual me sirvió para entrar en cp0nfianza con él, y en la tienda daban como que él era mi marido y me tenían respeto, incluso la dueña socia. Un día no hubo9 luz eléctrica el lugar por lo que no se abrió la tienda, lo cual fue aprovechado por Braulio. Braulio; Vamos a mi casa Ángela, allí almorzamos y pasas el día conmigo. No me desagradó la idea, y sería una oportunidad para ver cómo vive y todo eso. Note que cuando hablaba de eso sus pantalones comenzaban a hincharse, su cara se ponía roja, yo estaba vestida de mujer y mis piernas blancas y atractivas llamaban su atención en el auto suyo. Braulio: ven más acá, acércate. Me acerqué y muy junto a él. Este comenzó a tocarme las piernas mientras manejaba, sus manazas a pesar de ásperas me dejaban mucho placer exquisito en mi cuerpo, me preguntaba como sería su pinga. Si me estaba dando ganas que me cache, tanto tiempo vestida de mujer que ya quería ser mujer de alguien. Oh. De pronto Braulio se bajó el cierre de su bragueta y salto su verga, de regular tamaño pero gruesa y con muchas venas… Braulio: Disculpa pero me estaba apretando mucho. Yo: No se preocupe señor. Braulio: Quieres tocarla? Yo: No se Braulio: No te asustes tócala. Yo como un autómata puse mis manos en esa arma, se sentía muy caliente, parecía un carbón de parrilla. Braulio: Que tal? Yo: Si está bien. Braulio: Chúpala M agache en el carro y el aprovecho a tocar mi ojete mientras estaba agachado mamándole la verga… Pero si estaba rico, esos dedos gruesotes y largos, toscos y callosos me estaban raspando los pliegues de mi ano.
Cuando llegamos a su casa, entro a su cochera, y me levanto en peso y no paro hasta su cama, sí que era fuerte Braulio: Pude sentir la fortaleza de sus brazotes, me quito la ropa apurado, me dejo totalmente desnudo, creo que yo ya quería debutar con él, me había acostumbrado a sus cuidados y atenciones que quería darle las gracias con el culo y ese día era el momento. Esas manos que araban la tierra ahora araban mi piel, apretaban mis nalgas duritas y mis pechos incipientes, su lengua empezó a circular por toda mi piel…estaba rico Braulio: Quieres quedarte para siempre en esta casa? Yo: que me está proponiendo Braulio: Que seas solo para mí, así ya no trabajas en ningún sitio, solo me tienes que dar tu culo cuando estoy en casa. Me puso su vergota gruesa y tosca en la boca y empecé a chupar… Slurp… Que rica verga, ese olor a semen era rico, su cabezota si era suavecita y me gusto pasarle la lengua, notaba como su rostro se llenaba de lujuria al verme chupándosela, y tocaba mis nalgas con sus toscos y torpes dedos, intentando meter uno de ellos ehn mi culo… Braulio: Ahora ponte boca abajo Me eche como él quería dejándole mi culo a su disposición, lo levante y yo ya quería es verga dentro de mi….le abrí las nalgas…acerco su boca va mi ano, lo lamio y lo enjugo con saliva, Cuando se excito más puso su cabeza en la puerta… Yo: Despacio Braulio y me quedo a vivir contigo Así fue, sentí que cada centímetro entraba despacito, la sangre de su verga seguía hinchando más su verga, yo la sentí crecer dentro de mi…así papito así así Yo: Cuando estés en la mitad me avisas para que te muevas…. pero creo que me había metido toda, me sentía lleno de verga…Cometa Ángela…empezó a moverse como un caballo, sentí su cuerpo muy caliente, su verga palpitaba a miles por hora…su agitación la sentía en mi nuca, sus jadeos me arrechaban más,. Eso era rico, mi culo se había ensanchando no se cuánto… Lo tenía todo adentro. Yo movió las caderas en círculo para gozar de esa pinga casposa que raspe el ojete al máximo…Ahhh que rico me cachas Braulio…siempre seré tuya… Se puso como un toro befaba y botaba aire a borbotones, sus manos era tenazas que apretaban mi cuerpo delgado y Ayyyy te estas corriendo Braulio… Braulio: Si, ajusta más el culo… Así lo hice y me lleno de leche abundante leche… Braulio: Que rico culo tienes. Sentía fluir se leche en grandes bocados dentro de mi caliente y espesa. Desde ese día me quede en su casa, mi familia creía que estaba trabajo en el extranjero, me convertí en la mujer de Braulio, jamás volví a usar ropa de hombre… me gusto su pinga rasposa y gruesa.
Felicidades, deliciosa y hermosa anécdota