Vendiendo zapatillas
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Yo accedí, y el me dio un lugar central ya que me dijo en providencia, yo justo estudio cerca y esa semana debía ir a hacer algo a mi universidad.
Le comenté que podía pasar a su domicilio para que las viera y el accedió.
Esa semana, como acordamos, fuí.
Llegué a un edificio muy lindo y a su departamento, me invitó a pasar, el era alto y moreno.
Entré, y ya camino a su sala de estar sentí unas miradas.
Le entregué las zapatillas y mientras se las probaba hablamos, solo un poco.
No le quedaron bien y me dijo que lamentaba el hacerme ir y me ofreció un jugo y algo de comer.
Yo estaba muerto de hambre y dije bueno, hablamos unos minutos hasta que llegó un momento que me dice eres bastante guapo, yo quede mudo y me puse un poco rojo, le dije gracias y le devolví la palabra, en ese entonces algo ya era mas que una simple venta, empecé a mirarlo con otros ojos, le dije que dejaria la caja de zapatillas en mi mochila y me agaché para que viera mis nalgas obviamente buscando algo más.
Nos sentamos en el sillón a terminar el jugo, mientras mas entrabamos conversando mas me imaginaba haciéndole otras cosas, hasta que el se me acercó y me acarició el estómago, se me acercó lento y me dio un beso, un beso rico al que yo sucumbí, lo abracé y me puse encima, me movía adelante y atrás mientras nos besamos, sintiendo su pene con el mio rozándose, estaba exitado, el metía sus manos bajo mi pantalón y sentía como me abría las nalgas y pasaba su dedo en mi ano.
Llegó el momento, me paré y bajé, desabroché su pantalón y saqué su pene exquisito, me lo metí en la boca y empecé a lamer y a succionar rápido y fuerte, iba alternando mi velocidad pero el me decía dale mas rápido por favor.
Seguí chupándole su pene, mojado entero.
Me tomó y me desnudó rápido, me sentó en cuatro y me lamió el ano, sentía su lengua entrar y salir, era tan rico, no podía creerlo.
Empezó a pasarme su pene entre mis nalgas, me mojaba hasta que no aguanté, lo agarré fuerte con mi mano y me la introduje.
Fue exquisito, me hice hasta atrás para que entrara toda, y me moví rápido y fuerte, el solo gemía y yo gritaba como una mujer totalmente excitada, seguimos mucho tiempo dándole.
Llegó el momento en que nuevamente tomé el control, me subí encima y se lo hice salvajemente, tan fuerte que derrepente me apretó mis nalgas bien apretadas y sentí su semen entrar, me salí rápido y aún le chorreaba un poco, y me la metí a la boca y me tragué el último resto de aquel exquisito semen.
fue maravilloso e increíble.
Conversamos un rato acostados en el sillón.
Y después sin mas me vestí.
Me fui feliz , con un poco de dolor pero con un placer como el que siento al escribir esto.
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