Vi como desvirgaban a mi hijo
Todo el morbo que hay en una situación fortuita….
Después de enterrarse hasta el fondo, comenzó a apretar las nalgas y a jadear de placer; estaba terminando dentro de él…
Soy madre soltera de un adolescente de 16 años. Desde muy joven, me gustaba tener sexo; perdí la cuenta de las parejas íntimas que he tenido y aún sigo teniendo. Disfruto de una buena película para adultos y un buen relato también; me gusta masturbarme y ver a mi pareja masturbarse; se podría decir que el placer carnal es mi hobby. Hace un par de años, me di cuenta que mi hijo es gay; realmente no le di importancia y lo apoyé. El tiene sus amigos gays y su novio; quizás lo único que no puedo tener es que tenga un par de amigos guapos hetero que me pueda yo cojer.
Nuestra vida transcurría de manera normal, hasta ese día.
Todo estaba normal, mi hijo se había ido a la escuela y regresaría en la tarde para hacer su tarea; yo iría a mi trabajo y regresaría hasta la noche y, si tenía suerte, encontraría algún compañero que me quitara las ganas de cojer. Hubo un temblor y evacuaron el edificio para una revisión estructural; tenía que regresarme a casa porque la revisión se llevaría varias horas.
Al llegar al departamento, todo estaba en silencio; supuse que mi hijo aún no había llegado. Fui a la cocina a prepararme algo de comer, cuando oí suspiros en su cuarto; me dirigí hacia allá haciendo el menor ruido posible. La puerta estaba entreabierta y se podía ver el interior. Mi hijo estaba siendo desnudado por un muchacho más grande que él; lo tenía abrazado por la espalda y mientras le besaba el cuello, le quitaba la playera y le desabrochaba el pantalón; mi hijo jadeaba de placer, sintiendo la caricia de esas manos en su cuerpo. Al caer el pantalón al suelo, su erección era evidente, el muchacho sacó el falo sin bajarle los bóxers y lo empezó a masturbar lentamente, su boca no se apartaba del cuello de mi hijo y su otra mano acariciaba y pellizcaba sus pezones; me estaba yo excitando, sentía como mis labios vaginales comenzaban a palpitar y se humedecían rápidamente. La masturbación seguía lenta, mi hijo movía sus caderas, atrás y adelante, en señal de placer; una gota de líquido brotó de la punta de la verga, el muchacho la esparció sobre la cabeza, quedó un poco en su dedo y se lo dio a mi hijo en su boca, él lo lamió disfrutando su propio sabor. Me lleve mi mano a mis labios vaginales que escurrían líquido, toqué mi clítoris, estaba duro y erecto, lo empecé a acariciar, los gemidos de mi hijo me excitaban más. Mientras mi hijo lamia su dedo, el muchacho se desabrochó el pantalón y lo dejó caer, un falo largo y grueso apareció, líquido goteaba de la punta; sin esperar, volteó a mi hijo y lo arrodilló, su verga quedó a la altura de su boca.
-chúpalo!
-no se como…
-abre la boca y lo envuelves con tus labios
Mi hijo lo hizo, el muchacho comenzó un movimiento hacia atrás y adelante; le estaba cojiendo la boca. El muchacho gemía de placer, le tomó de la cabeza y acompasó el ritmo de la cojida.
-acaricialo con tu lengua
El jadeo del muchacho se incrementó.
-abre bien. Me estoy viniendo, recíbelos
Puso los ojos en blanco, jadeo y comenzó a descargar. Era tanta la leche que mi hijo no podía tragarla; el muchacho sacó un poco su falo para ayudarle, pude ver su verga seguir bombeando. No resistí más y un gran orgasmo me llegó mientras lo veía descargar; me tape la boca para no gritar; la piernas me temblaban.
Al terminar de descargar, levantó a mi hijo y le dio un apasionado beso, saboreando su propia leche. Acostó a mi hijo sobre la cama sin dejar de besarlo, acariciando cada parte de su cuerpo; el falo de mi hijo no había perdido erección, estaba duro y seguía emanado líquido. El muchacho tomó un poco de lubricante y empezó a masturbar a mi hijo; la otra mano acariciaba la entrada de su culo y chupaba y mordía sus pezones; mi hijo temblaba de excitación y ansiedad; el dedo del muchacho trabajaba para relajar el culo de mi hijo y este se retorcía de placer con las caricias; el muchacho tomó un poco de lubricante y comenzó a meter un dedo dentro del culo; mi hijo hizo una mueca de dolor, el muchacho siguió chupando sus pezones y lo tranquilizó; el mete y saca del dedo se intensificó; los jadeos de placer de mi hijo se acentuaron; él aprovechó para sacar el dedo e introducir 2; el culo se adaptó rápidamente a los 2 dedos; el muchacho se relamió los labios complacido.
-estás muy apretado. ahora viene la mejor parte…
El muchacho cubría su verga con lubricante.
-yo nunca…
-por eso es la mejor parte… vas a sentir hombre por primera vez…
El muchacho puso las piernas de mi hijo en sus hombros y la cabeza de su falo en la entrada de mi hijo. Yo iba a presenciar la defloración de mi hijo. Nunca me había sentido tan excitada. Mis dedos entraban y salían de mi vagina, dándome placer mientras imaginaba que era a mi a la que desvirgaba.
El muchacho continuaba besando a mi hijo mientras comenzaba a empujar intentando entrar en él.
-estás listo?
-despacio, por favor; me va a doler
El muchacho agarró sus nalgas para que no se moviera; le comenzó chupando un pezón y luego, mordiéndolo para provocar un ligero dolor.
-no me muerdas; me duele
Al decirlo mi hijo, el muchacho empujó con fuerza; la dureza del ariete y el lubricante hicieron su trabajo; podía yo ver como ese tubo de carne caliente se perdía dentro de las entrañas de mi hijo. El muchacho seguía empujando despacio, si cara mostraba la satisfacción de un rico manjar. Cuando estuvo completamente dentro, quedó quieto disfrutando el abrazo de un culo recién estrenado. Un segundo orgasmo me llegó al oír a mi hijo gemir de dolor, jadear de placer y pujar para sacar el falo. Mi vagina seguía chorreando, empapando mis muslos y mi ropa.
-te la voy a sacar
-no! No la saques. No la saques!
Se salió de un golpe; mierda, lubricante y un poco de sangre cubrían esa dura verga cuyas venas palpitaban por el esfuerzo para entrar. Con la ropa de mi hijo, limpio su verga, la cubrió con más lubricante y la introdujo de un golpe. Un largo ahhhh! de placer salió de la boca de mi hijo mientras un borbotón de líquido salía de mi al escucharlo. El muchacho inició el bombeo, las uñas de mi hijo se enterraban en su espalda. El muchacho no tardó en acelerar el bombeo.
-te voy a terminar dentro; siente tu primera leche dentro
Después de enterrarse hasta el fondo, comenzó a apretar las nalgas y a jadear de placer; estaba terminando dentro de él…
Mi hijo bufo y puso los ojos en blanco; estaba terminando también. Al separarse, la leche del muchacho salía del culo y la leche de mi hijo estaba sobre su abdomen; el muchacho se agachó y comenzó a lamer toda la leche de mi hijo. Otro orgasmo me llegó al ver esa escena tan porno.
Me retiré en silencio.
Abrí y cerré la puerta del departamento para avisar que estaba ahí.
Me metí al baño a limpiarme un poco.
Al salir, vi a mi hijo despidiendo a su amigo en la puerta. Me dijo que estaban haciendo tarea y ya habían terminado.
Ahora, cuando me siento caliente, recuerdo como desvirgaron a mi hijo y siempre tengo un profundo orgasmo…
Que rico, me has hecho disfrutar de una buena paja 🔥🫦
Excelente relato. Como sigue?
Como sigue?