Viaje de pesca con mi primo I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Tinchoxxx.
Fuimos de pesca a otra provincia en el motorhome que mi padre y mi tío habían construido, así que querían estrenarlo y aprovechar sus vacaciones de invierno y las nuestras. El mismo había sido fabricado sobre un colectivo viejo, el cual habían reformado por completo y tenía 6 camas rebatibles, una cocina, un baño químico y un pequeño estar comedor que era donde íbamos sentados nosotros, separado de la cabina por una puerta corrediza tipo acordeón.
Los días previos a ese viaje, mi primo y yo hablamos bastante por mensajes y por chat, acerca del mismo y de las cosas que podríamos hacer allí si teníamos ganas y se daba la oportunidad. Nuestras mentes aunque de niños aún, tenían bastante claro que nos gustaba y con quien, así que como éramos muy compinches, nos decíamos todo y nos preguntábamos todo. De los gustos sexuales de cada uno lo sabíamos todo, dado que desde hacía bastante tiempo existían secretos que ambos nos contábamos y que nadie mas sabía sobre nosotros, nunca me plantee el porque o como habíamos comenzado a contarnos todo de manera tan natural y seria, no recuerdo alguna vez que hayamos peleado, discutido o nos hayamos reído burlonamente del otro al hablar de sexo, jamás paso eso, era como que habíamos nacido el uno para el otro.
Hicimos planes para lo que íbamos a hacer durante el viaje en si, ya que duraría mas de 12 horas, planeamos varias cosas para poder disimular delante de nuestros padres y mi hermanito.
Los tres niños debíamos viajar en la parte posterior obviamente, así que Sergio me propuso varias cosas, entre ellas algo muy simple pero a la vez muy útil e ingenioso, y era que ambos lleváramos puestos pantalones de gimnasia y debajo boxers que fueran lo mas ajustado posible para que no se noten demasiado nuestras erecciones y para facilitar el contacto entre nosotros. Básico no?? Pero muy efectivo.
Llegó el día tan ansiado y mi padre había planeado partir durante la tarde de ese día, para según decía, viajar durante la noche ya que en ese horario habría menos tráfico en la ruta y eso lo hacía mas seguro, eso nos agudizó aún mas nuestros pensamientos, ya que eso nos daría mas horas en la soledad de la parte trasera del motorhome, el único pequeño inconveniente era mi hermanito.
Mientras cargábamos los bolsos y demás cosas, mi tío le dijo a su hijo que pusiera una frazada sobre el asiento donde iríamos nosotros, porque según decía, durante la noche nos iba a dar frío. La verdad que con todos los planes que habíamos hecho con mi primo, nunca ninguno de los dos había tenido esa genial idea, porque con esa frazada, tapándonos, podíamos tener muchísima mas privacidad, genial idea (sin saberlo obviamente) la de mi tío jajaja.
Partimos y nos acomodamos de acuerdo a lo planeado, nosotros en la parte de atrás y mi padre y mi tío en los asientos de la cabina. Nosotros nos entreteníamos observando por las ventanillas y jugando cartas durante las primeras 2 horas del viaje, hasta que comenzó a caer la noche en la ruta. Sergio y yo viajábamos sentados en el mismo asiento y Alejandro, mi hermanito en el de enfrente, separado de nosotros por la mesa que era parte del estar comedor.
Comenzó a hacer frío y mi tío nos preparo leche chocolatada con facturas y nos dijo que si sentíamos frío nos cubriéramos con la frazada que estaba en el asiento, dicho esto volvió a acomodarse en el asiento del acompañante de la cabina no sin antes cerrar la pequeña puerta que nos separaba de ellos. Si bien se oía lo que se hablaba de ambos lados, no se podía ver a través de ella, así que estábamos a nuestras anchas ahora.
Terminada nuestra merienda, continuamos jugando cartas los tres, pero ya Sergio me había hecho una seña, la que consistía en que se agachaba para rascarse su tobillo derecho o hacer como si acomodara sus medias, y eso significaba que cualquiera de los dos que lo hiciera, le estaba diciendo al otro ¡¡¡TENGO GANAS!!!!
Entonces así no nos tomábamos por sorpresa y los dos estábamos atentos para vigilar nuestro entorno, el que en este caso solo estaba compuesto por Alejandro, mi hermanito que era el único pequeño obstáculo pero no insalvable, ya que otras veces nos habíamos manoseado en su presencia y nunca se daba cuenta.
Fui hasta uno de los cajones que hacían de guardarropa y traje una pequeña manta para mi hermanito y volví a mi lugar al lado de mi amorcito, tomé la frazada y me cubrí y lo cubrí a él también sobre sus piernas hasta poco mas arriba de la cintura, aprovechando al hacerlo para rozarle su verguita por sobre la ropa, la que para mi sorpresa estaba bien pero bien parada, pero no se notaba a la vista porque la tenía apretada con el elástico superior del bóxer. El apenas había terminado pasarle la mano por ahí se estiró como si estuviera desperezándose y la frazada se bajo un poco y parte de su vientre quedó al aire y pude ver como asomaba la cabecita de esa hermosa pijita que tenía, bien hinchada y rosadita cuando estaba parada, yo con esa visión pasé mi lengua por mis labios para que el lo notara y así fue. Apenas hecho esto que no era mas que una seña que no tenía otro significado que preguntarle sin palabras ¿querés que te la chupe? A lo que el, si quería que lo hiciera, debía responder con otra seña que consistía en meter su dedo índice en su boca como si estuviera comiéndose una uña y eso hizo al instante.
Debo aclarar que, hoy a la distancia, me doy cuenta que éramos súper ingeniosos con el tema de las señas “sexuales”, porque para todo teníamos una, las que iré tratando de contarles.
Continuando con mi relato, dejamos pasar unos 15 minutos mas o menos y comencé a hacer gestos de tener algo de sueño y cansancio entonces Sergio me dijo que si tenía sueño me recostara sobre su falda para que así estuviera mas cómodo, durmiera y así no lo destapaba a el, obviamente esto era todo una actuación para que mi hermanito no sospechara nada.
Acomodé mi cabeza sobre su falda, estiré mis piernas cómodamente, nos cubrí perfectamente con la frazada y acomodé mi boca a escasos 10 cm. de su verguita. Como los asientos eran bajos, mi cabeza quedaba oculta de la vista de mi hermano que estaba en el lado opuesto y aunque hubiera un adulto sentado enfrente, no podía ver absolutamente nada.
Di mi última ojeada al entorno, metí mi mano en su pantalón y luego en su bóxer, para atrapar dulcemente mi presa, Sergio estiró un poco sus piernas y las abrió para permitirme meter mis manos a gusto, mío y de el claro.
La tenía súper durita y la cabecita cuando estaba parada, quedaba bien descubierta, creo yo por haber comenzado a tan temprana edad con la masturbación, al ver semejante espectáculo, mi verga estaba a full, mas aún porque Sergio tenía una de sus manos tocándomela por encima del pantalón y debajo de la frazada.
Lo mas morboso era que tanto Sergio como Alejandro, seguían jugando cartas como si yo no estuviera ahí y eso me encantaba, la tranquilidad que tenía mi amorcito, eso me hizo dar cuenta con los años que los dos ya a temprana edad sabíamos sin saberlo, lo que deseábamos y lo cuidábamos.
Pues bien, yo estaba extasiado con ese olorcito a verga, la pajeaba despacito, sin prisas y suavemente, 12 cms. de carnecita virgen, con apenas una pelusita rubia que recién comenzaba a aparecer, toda para mi, solo me moví unos centímetros, abrí mi boca y con la punta de mi lengua lamí su cabecita, noté enseguida como se le erizaba la piel a Sergio, yo seguí lamiendo despacio muy despacio hasta que poco a poco fui entrándola en mi boca, saboreándola con placer y el a estas alturas ya tenía apoyados sus brazos en la mesa y había alzado apenas su cola del asiento y me la metía y sacaba despacito también en la boca.
De solo recordar esa situación, tengo una erección hermosa, por el morbo como les decía, no puedo creer aún que Sergio me haya estado cogiendo la boca mientras el jugaba y hablaba con mi hermano a tan poca distancia, que locos pero que hermosura recordarlo.
Así me cogió por la boca unos 20 minutos creo yo, hasta que escuchamos que mi padre le pedía a mi tío que condujera el porque necesitaba ir al baño y estaba algo cansado, entonces intenté sacarme la verga de Sergio de la boca para evitar ser descubiertos, pero el me sostuvo la cabeza y no me lo permitó, yo lo miraba desde abajo como suplicando y el me guiño un ojo y llenado su mano a su frente se la rascó por un segundo y eso significaba en nuestro código, ¡¡TRANQUILO, NO HAY PELIGRO!! o ¡¡DALE QUE YO TE AVISO!!, que lo usábamos cuando nos pajeábamos en los baños del colegio.
Demás está decir que la confianza que nos teníamos era inmensa porque de no ser así las señas hubieran sido inútiles.
Como les decía, yo deje esa verguita en mi boca cuando mi padre pasó hacia el baño y la seguí chupando dulcemente con ganas, para complacer a mi machito.
Sergio y Alejandro seguían con su juego y hablaban en voz baja, supuestamente para no despertarme y cuando mi padre volvió del baño preguntó si me había dormido a lo que Sergio respondió
– Si tío estaba re cansado y se quedó dormido así.
Entonces mi padre le dijo que porque no armaba la cama y me acostaba, respondiendo Sergio que me dejara y que el no tenía problemas.
Dicho esto mi padre volvió a la cabina y yo seguí chupándole la verga a Sergio con ganas, el levantó otra vez un poco su cola del asiento y tiró apenas su pantalón para que yo se los bajara, lo que hice dejándoselo junto a sus bóxer mas abajo de sus rodillas, lo que me permitía chupar sus huevitos a gusto y como el abría sus piernas mas y mas, fui metiendo mi cabeza entre sus piernas cada vez mas abajo hasta poder llegar con mi lengua a su culito. ¡¡¡que placer sentía al hacerlo!!! Y sin dudas el también lo estaba disfrutando porque en un momento y siempre cubiertos por la frazada y seguros que no había forma de que nadie viera lo que ocurría ahí abajo, subió su pié al asiento permitiéndome meter mi lengua dentro de ese culito virgen, así estuvimos otra media hora, yo chupando todo lo que me ofrecía y el pajeándome y metiéndome un dedo en mi cola.
Literalmente nos cogimos, Sergio con sus dedos y yo con mi lengua, era lo máximo para nuestra corta experiencia. Al parecer el estaba por explotar de la calentura y bajó su pié y guió mi boca a su verga otra vez, comenzando otra vez a cogerme por la boca pero esta vez mas a fondo, sus 12 cms. tocaban mi garganta y eso me encantaba, bombeaba y bombeaba hasta que siento en mi dedo que tenía metido en su culito, como me apretaba y se relajaba varias veces y entonces sentí algo rico, saladito, en mi boca y era que se estaba acabando, su leche que no era casi nada por la edad, se sentía hermosa, lo chupé durante uno 5 minutos mas hasta que presionando suavemente mi nariz me estaba haciendo saber que ya estaba, entonces la saqué de mi boca, le di varios besitos de “despedida” en la cabecita y metí de a uno a la vez sus huevos en mi boca, se la acomodé perfectamente dentro de su bóxer, subí su pantalón y volví a quedarme quieto como si durmiera.
Este jueguito duro unas dos horas mas o menos, hay muchos detalles que no relato aquí porque no quería hacerlo tan largo, pero mientras hicimos esto , mi padre pasó dos veces mas hacia el fondo, Alejandro se levantó y fue a la cabina también un par de veces, fue al baño, etc. Pero mi machito jamás quiso que me saque la verga de mi boca hasta que hubo acabado en dentro mío. Porque, en un instante en que Alejandro fue al baño, se acercó a mi oído y me susurró,
– Hoy vos sos mi novia y te quiero hacer todo lo que yo quiera, después yo voy a ser la tuya, ok?
Entonces respondí con una sonrisa tímida en la boca
– Querés que seamos novios de veras??
Lo dije como pensando que quizás era una broma o algo así
– Mas vale – dijo con el seño algo fruncido, señal que hablaba muy en serio
– Si vos querés, hacemos eso – agregó
– Los dos tenemos que hacer de varón y mujer entonces??
– Aja, ahora vos fuiste mujer y yo varón.
– Entonces después vos haces de mujer? –pregunté
– Claro, hoy vos sos mi “novia” y yo te hago de todo y mañana al reves, entendés??
– Buenísimo, pero vamos a coger también??
– Si vos queres, yo hace rato que quiero coger
– Claro que quiero, pero tenemos que tener cuidado con Ale, porque si se da cuenta sonamos
– Esa chupada de verga fue mortal jajaja
– Me encantó.
– A mi también, pero guarda que viene tu hermano.
–
Me dio un beso cortito en la boca y me volví a meter bajo la frazada para seguir haciéndome el dormido.
Al volver Alejandro, le dijo a mi padre que tenía sueño así que me despertó para armar las camas y nos acomodamos para “dormir”, a Sergio y a mi nos asignó las dos del fondo las que contaban con una cortina y que estaban apenas separadas al armarse, por 20 cms. ya que estaban pensadas para ser usadas como cama matrimonial, así que fue perfecto.
Nosotros la teníamos bastante clara en cuanto a como comportarnos delante de los demás para no ser descubiertos así que nada de manoseos raros o andar mariconeando delante de los demás y apenas notábamos que alguien podría estar sospechando algo, llegaba una seña y nos tratábamos como si no nos quisiéramos. Súper discretos y re buenos actores éramos jajaja.
Asi que una vez armadas las camas, me quité mi ropa y me acomodé en mi cama quedando solo con el bóxer y una camiseta mangas corta para dormir, me arropé bien con frazadas y me quedé así esperando a mi “novio”. Sergio se fue un rato a charlar con su padre y mi padre a la cabina para no despertar sospechas, lo que duró mas o menos quince minutos, cuando ya era cerca de media noche.
Al venir a la cama, cerró las cortinas y se comenzó a sacar la ropa lentamente jugando como si fuera una nena, eso me encantaba, entonces quedó solo con sus bóxer puestos y la remera, se metió bajo las frazadas y muy suavemente giró hacia mi pasando primero su brazo sobre mi pecho y luego su pierna, quedando su cara rozando la mía.
Allí comenzó a lamerme el lóbulo de la oreja y a chuparlo suavecito mientras con su mano me tomaba por la cara y así hacer mas cercano el contacto, lamía y chupaba y poco a poco iba girando mi cara hacia él hasta que puso mi boca cerca de la suya y me comenzó a besar.
La idea era que yo tenía que dejarme hacer lo que el quisiera y el me guiaba, así que solo respondía a lo que el me hacía. El lamía mis labios tratando de abrirme la boca y yo los abría poco a poco hasta que nuestras lenguas se encontraron y él me recorrió con la suya profundamente, como saboreando mi boca y con cada metida de lengua suya yo apretaba mis labios suavemente y se la chupaba, eso me encantó siempre.
Mientras sus manos me recorría todo el cuerpo poco a poco fue subiéndose encima mío hasta que quedamos uno sobre el otro, ahí podíamos sentir nuestros labios súper pegados, los latidos acelerados de nuestros corazones, nuestra respiración entrecortada, nuestros pequeños penes rozándose por encima de la tela de los bóxer y así estuvimos por unos minutos hasta que el giró poniéndose de espaldas contra el colchón y poniéndome a mi sobre él.
Puso su boca junto a mi oído y me preguntó:
– Te gusta mi vida??
– Si mi amor me encanta. Contesté
– Chupame todo entonces
Yo me despedí de su cara suavemente con un beso de lengua y comencé a besar y lamer su cuello, lento muy lento, fui bajando por su pecho y me detuve en sus tetillas chupándolas y besándolas con dulzura mientras el se retorcía un poco porque le producía cosquillas pero me pedía que siga y así lo tuve unos minutos y seguí bajando, lamiendo y lamiendo hasta llegar al elástico de su boxer.
Allí pasé de largo a su piernas y mis manos se posaron sobre su pene para acariciarlo y pajearlo suavecito mientras seguía lamiendo sus piernas hasta la rodillas. Mientras él iba encogiendo sus piernas y abriéndolas quedando yo entre ambas con mi boca. Entonces levantó un poco su cola, lo que era señal de que debía desnudarlo y así lo hice, dejando en libertad sus 12 cmts. para que yo se la chupara.
Al llegar a su verga, que estaba dura como piedra, la seguí pajeando como a el le gustaba, despacito, y me metí sus huevitos en mi boca y los chupé unos minutos, luego me metí su verga en la boca y se la chupé corriéndole el cuerito para dejar la cabecita al descubierto y él me bombeaba despacio como si me estuviera cogiendo. Yo sin experiencia le estaba dando un buen tratamiento de una hembrita a su machito y eso le encantaba tanto como a mi.
Así estuvimos un buen rato, entonces él me volvió a gira para quedar encima mío y comenzó besándome en la boca, bajó luego por mi cuello, mis tetillas, mi panza y su mano fue metiéndose en mis boxer, rozó apenas mi verguita que estaba re dura y siguió de largo a mi culito mientras me hablaba al oido
– Mmm cosita, que linda conchita que tenés.
– Te gusta mi amor?
– Si mi vida me encanta, queres que coja??
– Si cogeme, cogeme.
Entonces me quito el boxer y me abrió bien las piernas, yo instintivamente las encogí y las levanté dejando mi culito al alcance de él para que hiciera lo que quisiera y así fue, comenzó lamiendo los alrededores y fue encontrando mi agujerito, primero pasó su lengua y enseguida fue metiéndola dentro y haciendo como si me coger con ella, que ricura como se sentía, entraba y salía y yo me puse mas caliente aún y le pedí que me meta la verga yaaaa.
El sacó su lengua, se echó sobre mí y con su mano arrimó su verga a mi culito, cuando puso la cabecita en la entrada le pedí que fuera despacio.
Metió la puntita y me ardió un poquito pero no fue un dolor fuerte, entonces el siguió empujando y la metió toda, yo podía sentir entrar como si la estuviera viendo, tan suave y dulce fue que recuerdo que se me erizó la piel.
– Te duele?
– No mi amor, no me duele seguí
Dicho esto comenzó a entrar y salir despacio pero continuo, entraba y salía y me decía cosas como
– Me encanta cogerte mi amor me encanta.
Yo solo podía sentir su veguita entrando y saliendo y el ruidito que se produce por la lubricación de su saliva y eso me fascinaba. Lo abrazaba y apretaba contra mi como queriendo que la meta mas adentro cada vez.
Me estuvo cogiendo asó como 10 minutos, bajando un poco el ritmo de a ratos hasta que al final sentí su respiración súper agitada y deben haber sido unos 20 bombazos fuertes y el se tensó sobre mí 2 o 3 veces hasta que se quedó quieto y yo lo abrasé con las piernas y mis brazos como no queriendo que se salga de dentro mío, hasta que él se fue separando de mi despacito y quedó acostado al lado mío, entonces yo giré mi cuerpo, lo abrasé y nos comimos la boca, en silencio pero con toda la pasión.
A esa edad aún no nos salía semen, solo un poco de precum, pero la sensación al finalizar ya era la misma que cuando adultos acabamos. Intensa, al borde del calambre, asfixiante, con las pulsaciones a mil.
Bueno esa fue esa primera noche de nuestro “viaje de pesca”, espero ver sus comentarios y animarme a continuar, solo espero no haberlo hecho muy largo o aburrido.
Continuará…..
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