Viaje de pesca con mi primo IV
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Tinchoxxx.
Bueno, aquella noche culminó con la primera cogida de Sergio a mi hermanito Alejandro, de la cual participé, en completa complicidad con Sergio y sin que mi hermano sospechara que nosotros ya antes nos cogíamos.
Dormí placidamente esa noche, agotado, Feliz y…..enamorado de Sergio, creo.
Me desperté cuando salía el sol y pude ver a Sergio y Alejandro, los dos metidos en la bolsa de Sergio, solo veía la cabeza de él ya que estaba encima de mi hermano dándole una cogida increíble, se sacudía como si su verga midiera 1 metro y lo estaba ensartando como enloquecido, pero lo que mas me llamó la atención, fue que Alejandro solo emitía un Humm…Humm….Hummm, muy suavecito, cada vez que Sergio bajaba, señal que lo tenia bien ensartado y que le gustaba !!!!.
Se dieron cuenta que los miraba y no se detuvieron para nada, solo sonrieron y siguieron por lo menos 10 minutos mas hasta que Sergio dio algunos empujones secos, y se quedó sujetándolo a Ale por los hombros, “Acabó” – pensé yo. Entonces se quedaron quietos pero encimados en la bolsa un ratito. Después de eso, se “despegaron” y se vistieron conmigo entre risas.
De ahí nos fuimos al otro campamento, no sin antes hablar bien con Alejandro y explicarle bien como debíamos actuar delante de los demás, que ni se le ocurriera hablar de esto con nadie y que solo lo volveríamos a hacer si estábamos Sergio y yo, ambos presentes y que ni se le ocurriera andar haciendo mariconadas delante de nuestros padres.
Una vez aclarado todo esto, en idioma de niños que éramos, fuimos a desayunar y comenzar nuestro día con toda normalidad y como si nada hubiera ocurrido.
Durante el día anduvimos pescando, recorriendo la zona de monte, buscando pájaros para fotografiar, todo era una aventura para nosotros. Alejandro ahora no se nos despegaba nunca, lo que no nos gustaba demasiado ya que no teníamos tiempo para “noviar” con Sergio. Solo un rato nos pudimos escapar de el para querernos a solas.
Perdidos en el monte, nos besamos y nos toqueteamos un buen rato, sin llegar a cogernos. Solo toqueteos y pajitas y besos.
Yo me daba cuenta que esto se volvía cada vez mas serio, a ambos nos gustaba, nos respetábamos a pesar de ser dos pendejitos, al toquetearnos, no había risas burlonas ni otras tonterías que uno solía hacer cuando aún no teníamos seguridad de nada. Pero aquella noche anterior, visto a la distancia, algo había cambiado en nosotros. Había amor, incipiente, in entendible, pero real entre nosotros.
– Che, Sergio, vos me querés??? – Pregunté.
– Te amo.- Respondió, con un beso y mirándome a los ojos.
Allí, sin querer queriendo, habíamos sellado nuestro amor.
Eso fue todo, con esas pocas palabras habíamos dicho todo lo que necesitábamos.
Locos de felicidad volvimos al campamento, hablando de lo que había pasado con mi hermano y ahí Sergio me dijo que si yo no quería no lo hacía mas, que estaba todo bien.
A lo que pregunté:
– No pasa nada, pero y si después lo querés a él y a mi no???
– Nada que ver loco, ya te dije, me gusta porque es lindo, pero a vos te quiero, ok ??
– Está bien.
Ya en el campamento, todo normal el resto del día, jugamos al truco, mi tió se cantó todo y se contó montones de chistes, nos hacía cagar de la risa. Pasamos el día muy felices, hasta que llegó
O la hora de darnos un baño en el arroyo, para después comer algo e irnos a dormir, los tres “machitos” juntos.
Ya en la carpa, las charlas de lo que habíamos hecho durante el día y las historias que nuestras mentes inventaban sobre la pesca y demás cosas que habíamos visto, fueron el tema por mas o menos una hora, hasta que fuimos comenzando a hablar mas despacio, dándonos cuenta que Alejandro se había dormido en su bolsa.
Entonces Sergio sin decir nada, se salió de la suya y se metió en mi bolsa, apagando la luz. Entonces me abrazó y acercando su carita a la mía, me besó y me dijo con mucha ternura:
– Te amo.
– Yo también te amo.- contesté.
Nos besamos y nos acariciamos así abrazados, ambos en bóxer y remera.
Le quité la suya y el la mía y seguimos.
Yo le toqué su pijita y estaba bien parada igual que la mía. El me acariciaba y yo a él, el me pajeaba despacito hasta que metió su mano dentro de mi bóxer y yo le bajé el suyo. Luego nos los sacamos el uno al otro y se acostó sobre mi, sexo con sexo, boca con boca. Subió un poco para ponerme su verga en mi boca y se la comencé a chupar, corriéndole el cuerito y descubriendo su cabecita, el solo gemía suavecito, le chupé la verguita, bajé a los huevitos, lo recorría con mi lengua y mientras el se iba moviendo hasta quedar sentado sobre mi boca para que le metiera mi lengua en su culito.
Así lo chupé un rato, hasta que me dijo que cambiáramos. Ahí me puse arriba de él y repitió lo mismo que yo le había hecho, hundiéndome su lengua dentro como nunca, causándome un placer que aún hoy recuerdo.
Cambiando una y otra vez por una hora mas o menos estuvimos, hasta que me pidió que se la ponga.
Se giró y se colocó boca abajo, yo me acomodé sobre el, mojé con saliva la cabecita de mi verga y se la arrime al culo, hice un poquito de fuerza mientras el se abría con sus manos, cuando al fin se la metí hasta el fondo,. Cuando ya estaba dentro, le dije al oído:
– Che Sergio, anoche me parece que me salió la leche cuando te estaba cogiendo.
– En serio decís??
– Creo que si.
– Pero como sabés??
– No se, que se yo, es que era como cuando te estas meando, viste??
– No me habrás meado boludo???
– No bobi, como te voy a mear.
Como se quedó callado, lo empecé a bombear, despacio, mientras el gemía.
– Te gusta mi amor??? Pregunté.
– Si, me encanta, dale cogeme.
– Querés que te heche la leche adentro??
No dijo nada por un momento.
– Y si me dejás embarazado???
– Jajajajaja no boludo, los varones no se embarazan.
– Pero viste que en la escuela la profe de Biología explicó como se embarazan las mujeres y eso del semen.
– Ya se, pero eso es con las mujeres, con los varones no.
Tanta charla, a mi verga no le hacía bien, jajaja, se me durmió y solita se fue saliendo y a el le pasó lo mismo, hasta que quedamos frente a frente hablando nada mas del tema.
– Haceme salir la leche con la mano.- le dije
– Queres que te haga la paja??
– Si, dale.
– Ok.
Para calentarme mas me la chupaba despacito, asi me tuvo un rato hasta que sentí lo de la noche anterior, esas cosquillas y esa electricidad, asi que como pude le avisé unos segundos antes de terminar y puso su cara muy cerca para ver y ahí acabé. Fue algo esplendoroso para ambos ya que jamás nos habíamos visto acabar, habrán sido unas 4 gotas de semen que fueron a caer en mi vientre, Sergio encendió la linterna y nos quedamos mirando esa “proeza”.
– Lamelo.- le dije
– Naaaa. – contestó el, frunciendo el seño y con cara de asco.
– Dale, probala, cuando a vos te salga yo también la pruebo.
– Ok.
Entonces, sacó tímidamente su lengua, levantó con ella una de las gotitas, primero hizo carita de que no le gustó, después la saboreó y…
– Está rica, es saladita.-
Juntó entonces el resto, gota por gota, cuando ya no había mas, se prendió de mi verga y la chupaba, con tantas ganas que pensé que la estaba exprimiendo como si fuera una naranja.
– Pará loco, me la vas a arrancar. Jajajajaja
– Está buenísma, mirá.- me dijo mostrándome que le quedaba un restito en la punta de su lengua.
Acerqué mi boca y chupé ese pequeño resto que quedaba y efectivamente, estaba rica, fue nuestra primera vez probando la leche de una verga.
Eso hizo que me volviera a excitar, lo giré y se la mandé hasta los huevitos, no podía para de pensar que me salía leche de la verga y quería dejársela en la cola a Sergio, no se porque, solo se que la sola idea de que eso pasara me producía un sentimiento que aún hoy no me puedo explicar.
Se la saqué, lo hice poner como perrito, le pedí que ponga su cara casi pegada a la carita de mi hermano, con su boca bien cerca pero sin tocarlo, creo que mi morbo era tan grande e incontrolable que hacía cosas que ni pensaba.
Cuando se hubo colocado en esa posición, me coloque detrás de él, se la metí de nuevo hasta los huevitos y lo cogí y cogí con toda la fuerza que pude haber tenido, el ruido de mi pelvis contra sus nalguitas resuenan en mi mente. Ver como el aliento y sus gemidos, chocaban en la carita de mi hermano me calentaba mas y mas, así lo bombeaba como sacado, hasta que comencé a sentir que acababa.
– Ya…..me….. acabo….Sergio.
– Haaa….haaaa….dale acabame amor, acabame.
– Yaaaa. Yaaaa…
Entonces sentí un temblor en la piernas, en la columna, me ardía la verga, mi cuerpo se doblaba contra el de Sergio y me movía como si alguien empujara mis caderas con una fuerza increíble. Sentí como algo corría dentro de mi verga hacia dentro del culito de mi amor, haciéndome unas cosquillas preciosas, me produjo cuatro o cinco rebotes asi contra su cola hasta que pasé de esta arrodillado detrás de él a estar en cuclillas, como queriéndome meter dentro por completo, jadeando como poseído. Entonces llegó la electrocución, los temblores ya la perdida de toda la fuerza. Asi quedó pegado mi pecho a su espalda, montado literalmente sobre él, ahogado.
Solo pude escuchar un WOOOOOWWWW !!!
Que se le escapó a Sergio y que me hizo reaccionar.
– Huy mi amor, perdoname, perdoname.- Solo eso me salía.
– Jajajaj que te pasó???
– No se, te juro, pero me recontra encantóooo.
– En serio??
– Siiii, a vos no te gustó??? Te hice doler???
– No me hiciste doler nada, esta buenísimo, pero que, acabaste???
– Siiii, pareciera como si te da corriente jajaja.
Se la saqué despacito y fuimos quedando frente a frente, abrazados, disfrutando de ese momento increíble. Sergio quería saber todo lo que había sentido, también se reía porque según el, yo tenía una cara de degenerado impresionante.
Supongo que todo eso fue producto del intensísimo momento que había vivido y que jamás antes lo había hecho. Hasta ahí cogíamos, nos calentábamos a full, pero nunca había sentido lo que hasta ese momento, no sabía como explicarle ni explicarme todo eso, solo lo estábamos descubriendo.
Nos salimos de la bolsa de dormir porque era asfixiante estar así, desnudos y nos quedamos hablando sentados, frente a frente con nuestras piernas entrelazadas. Sergio tocaba mi verga que con el solo contacto y la charla estaba paradísima al igual que la de el, las comparábamos, como tantas otras veces con la diferencia que ahora habíamos descubierto el “poder” de la acabada y eso nos tenía maravillados.
– Che, eso que te salió es semen entonces??
– Y si, es la leche que nos sale.
– A mi porque no me sale??
– Que se yo.- Dije yo pajeándolo despacito. – A lo mejor te va a salir pronto que se yo.
– Yo quiero que también me salga así te hecho leche en la cola a vos también y te dejo embarazado jaaja.
– Mmm, pero ahora vos vas a tener un hijo mío jajajajaja.
Hablando de todas estas cosas, estuvimos un buen rato, sin dejar de besarnos y pajearnos, mutuamente, me hizo acabar otra vez y por fin después logre que de su pijita, saliera un juguito transparente, solo una gota, pero que marcó a Sergio ya que para el era eso una acabada, al igual que el, probé con mi boca el sabor y la verdad, fue precioso y se lo dije, lo que le produjo una carita de felicidad increíble.
Nos abrazamos y sin darnos cuenta nos fuimos quedando dormidos, desnudos pero dentro de la misma bolsa. Nos despertó mi tío, Julian, es decir el papá de Sergio, cuando pude abrir los ojos me di cuenta de la situación, estábamos dormidos en la misma posición, yo detrás de él abrazado, si bien no se veían nuestros cuerpos desnudos, por la posición creo que habrá sido mas que evidente que nuestros cuerpos estaban súper pegados, así que a juzgar por su cara de asombro, no de enojo, sin dudas mi tío se dio cuenta. Nos levantamos, fuimos a desayunar y empezar otro día de aventuras, como niños, pero mas enamorados que el día anterior. Habíamos descubierto algo nuevo y maravilloso y como supimos después, también nos habían descubierto, pero tranquilos, pronto les seguiré contando como todo esto fue delineando nuestro futuro gracias a Dios.
Hice esta parte quizás muy extensa y con no tantos detalles sexuales, porque quería tratar de contar esta etapa de nuevos descubrimientos, espero no haberlos aburrido y pronto estaré subiendo la quinta parte de esa historia que es nada mas ni nada menos que la de nuestras vidas. Además, se darán cuenta que los diálogos y palabras que utilizo, no son tan propios de dos niños de 12 años, lo que es verdad, pero para que no parezca un cuento infantil, decidí escribirlo de esta forma, lo que no le quita veracidad. Hasta pronto y espero sus comentarios y críticas como siempre. Abrazo.
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