Viaje de pesca con mi primo V
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Tinchoxxx.
Luego de aquella noche de descubrimientos y de un raro despertar, desayunamos, entre risas, charlas y preparativos para otro día de pesca y aventuras. Durante aquella mañana, nuestros padres se mantuvieron como distantes de nosotros, hablando en voz baja sin que pudiéramos escucharlos. Creo que de los tres fui el único que se había dado cuenta. Se lo comenté a Sergio, agregándole que cuando su papá nos despertó yo lo estaba abrazando, así que seguro se había dando cuenta de lo nuestro.
Sergio puso una cara de miedo que llegó a provocarme miedo a mi también, allí comenzamos a imaginarnos un montón de cosas que culminaban todas en castigos para nosotros. Estuvimos todo el tiempo recelosos de nuestros padres, con el miedo “lógico” a las reprimendas, tanto que no recuerdo haber sentido tanto miedo en todo el resto de mi vida hasta hoy.
Ya caída la tarde, nos reunimos junto al fogón como cada atardecer, tomamos mates, comimos torta asada, todo normal. Yo recuerdo que no les quitaba la vista a mi padre y a mi tío, como tratando de adivinar que habían hablado sobre nosotros, pero los dos se veían totalmente normales, como el resto de los días anteriores.
Ya mas tarde, en la noche, el primero en caer dormido fue Alejandro, mi hermano mas pequeño. Mi padre lo alzó y lo llevó a dormir a su carpa, cosa que me llamó la atención ya que siempre dormía con nosotros. Al volver, se sentó sobre el tronco junto al fuego, mirándome a los ojos con una mirada que no decía nada, sin enojo ni felicidad, una mirada totalmente normal para describirla de alguna manera.
Allí, sin preámbulos, lanzó la primera pregunta:
– Chicos, ustedes dos, en que andan???
Obviamente, un frío de terror me corrió por la espalda, giré mi cabeza mirando a Sergio y el tenía su mirada clavada en mí, una mirada de terror.
– Nada, pa’.- Respondí temblando.
– Na..nada Tío.- Agregó Sergio.
– Como que nada?? Hoy de mañana, cuando los fui a despertar – dijo Julián, mi tío – estaban durmiendo juntos y abrazados, o no??
Nos miramos, creo que los dos pensamos en lo mismo al mismo tiempo, tragamos saliva y bajamos nuestras cabezas avergonzados. Nos habían “descubierto”. No pudimos o no nos animamos a pronunciar palabra alguna. Entonces tomó la posta mi padre y con voz calmada, como para bajar la tensión, dijo.
– Chicos, no se asusten, nosotros hicimos este viaje para poder hablar con ustedes mas que nada, ya sabíamos lo que hacían desde hace tiempo y lo queríamos hablar, así que no tengan miedo. –Dijo mi padre.
– Hace 6 meses que lo sabemos.- agregó mi tío – Así que tranquilos y escuchen.
– Ustedes son primos y se quieren verdad?.
– Si, tío.- Respondí.
– Si, pa’. – respondió Sergio como voz temblorosa.
– Está bien. Eso es normal. Como es normal que estén aprendiendo y descubriendo sobre el sexo. Para que no se avergüencen mas, vamos a hacerla corta, ok??
– Si tío.
– Bueno, a ver como les explicamos….lo que ustedes hacen no es lo natural ni lo que la sociedad acepta. Lo natural es que el sexo se practique entredos personas del mismo sexo, ya sea para procrear o por placer, entienden?.
– Si pa’..- contestó Sergio con la cabeza gacha.
Y continuo su padre
– Bueno, no queremos saber lo que hacen entre ustedes porque eso es de ustedes y es privado. Lo que queremos es que se quede así, como algo de ustedes y como algo privado.
Ahí continuó
– Mientras van creciendo, al menos hasta que cumplan los 18, van a tener que seguir estrictamente estas reglas, porque si no cumplen, vamos a tener que cortarles el contacto de alguna manera y no queremos eso, ok???
– Si papá…..si tío. – respondimos al unísono.
– Bien, todo esto se queda entre nosotros cuatro, no los queremos ver mariconeando delante de nosotros, ni de nadie mas, ni andar haciendo lo mismo con otros chicos y mucho menos con gente mayor. Fuera de la casa, van a tener que ser como han sido hasta ahora, dos chicos como cualquier otro, entendido.
– Si, si. Contestamos
– No queremos escuchar que alguien ande hablando de ustedes o que los trate de putos o cosas así. Se van a tener que hacer respetar, no les podemos decir como tiene que hacerlo, van a tener que descubrirlo ustedes solos, porque así tiene que ser. Y por último, nosotros los entendemos, los queremos y sepan que todo sigue igual, con nosotros no tengan vergüenza de nada, nunca los vamos a juzgar por sus gustos o preferencias sexuales, jamás, solo les pedimos que si tiene que hablar con alguien sobre esto, sus dudas, sus miedos, cosas que no sepan o lo que sea, hablen con nosotros. Está bien??.
– Si, papá. Estás enojado??? Pregunté casi llorando.
– No hijo.- respondió. No estoy enojado ni con vos ni con Sergio y el tío tampoco. Nosotros los entendemos y son nuestros hijos. Así que estén tranquilos que todo sigue igual que siempre.
Ahí m padre se acercó a mi y me abrazó tan fuerte como nunca lo había hecho, yo lloré y me consoló. Y para terminar la charla intervino mi tío.
– Bueno chico, vayan a dormir que mañana será otro día y hoy ya fue mucho. No se hagan daño ni hagan daño a los demás, si tienen dudas siempre vamos a estar para decirles o contestarles, cuídense mucho y sean reservados, o.???
– Si papi.- dijo Sergio llorando y se abrazó con su padre.
Nos fuimos caminando despacio y muy felices a nuestra carpa. Hablando de lo que había pasado. Como no creyendo que todo fuera como fue. Locos de felicidad. Teníamos 12 años y era como si nuestra vida ya estuviera resuelta. Todo muy claro, pero a la vez tan confuso, porque sin tener que dar ninguna explicación, nos habían entendido.
Unos paso antes de ingresar a la carpa, nos abrazamos, nos dimos un beso muy dulce y casi al unísono, nos dijimos un !!!TE AMO!!!.
Esa noche no cogimos, esa noche por primera vez real, hicimos el amor con todas las letras. Comenzó Sergio metiéndose en mi bolsa con tan solo su boxer puestos, con su verguita bien parada, muy excitado. Se puso sobre mi besándome y acariciándome, yo puse ambas manos sobre su cola, metí mis manos en su boxer, para bajárselo lentamente, poco a poco, parea luego pasar mi dedo mayor por el centro de sus nalguitas, suave muy suave, el levantaba su colita invitándome a tocar su agujerito, lo que hice, pero antes metí mi dedo en su boca, para que le coloque saliva y luego lo llevé a su culito, se lo ensalivaba y le metía las dos primeras falanges, despacio para no hacerle daño.
El movía la cola a los costados y en pequeños círculos, permitiendo que el dedo entrara bien.
– Cogeme mi amor.- me pidio con una risita muy linda.
– Querés que te la ponga??
– Si mi amor, ponemela porfis.
Lo giré para quedar sobre el, tomé sus piernas por debajo de las rodillas, las fui subiendo, sin separar mis labios de los suyos, luego tomé sus brazos y se las hice tomar por dentro y así quedaron sus rodillas a la altura de sus hombros, completamente abierto, con su culito a mi entera disposición. Bajé despacio besando y saboreando su pechito, su ombligo, llegué a su pelvis lamiéndola, esos pequeños e incipientes vellos que como yo también tenia, apenas se notaba porque era pequeños y rubios aún, pero me encantaba, al fin llegué a la cabecita de su pijita dura y descubierta, la lamí, la recorrí con la lengua, la metí en mi boca y la chupé despacito y hasta el fondo. Sergio gemía despacito, tomando mi cabeza y marcándome el ritmo. Eso no duró mas de des minutos, entonces me pido nuevamente que se la ponga. Tomé saliva de mi boca, la coloqué en su agujerito, otro poco en mi verga y se la fui metiendo lento, muy lento hasta la mitad, el mantenía sus ojos cerrados y su boca abierta exhalando el aire que tenia dentro con un ¡¡¡¡ aaaahhhhh !!!! largo y apenas perceptible al oído, cuando la tenía a medio meter, abrazó mi cola con sus piernas y apoyando sus talones en ella, presionó hacia abajo y entonces de un solo empujón, se la metí hasta los huevos, un ¡¡Hay!! Suavecito y con una sonrisita, confirmó que había tocado su interior con mi cabecita y que además le había gustado. Lo besé.
– Cogeme.- soltó su boca.
Comencé a meterla y sacarla, el se abría mas y mas y gemía, yo lo miraba y aumentaba el ritmo porque era increíble como me calentaba verlo así, con sus ojitos cerrados y disfrutando, lo que me hacía disfrutarlo aún mas y mas. Por un momento le daba tan fuerte que el soltaba unos ¡¡ Hay…..hay….hay….!!! pero nunca me dejaba detenerme sino que me pedía mas y mas y mas.
Tanta calentura, era imposible resistirla por mas tiempo, hasta que sentí que acababa y se lo dije
– Ahí acabo, me acabo!!!!
– Dame….dame…..dame!!
– Acabo……yaaaaaaaaa!!!!!!
Sentí la acabada recorrer todo el trayecto dentro de mi penecito y cuando salió por la punta fue a para dentro de la colita de mi amor. Sentí como su culito presionaba rítmicamente mi verguita, el también estaba acabando. Fueron muchas las contracciones que sentí y sintió. Nuestras bocas y lenguas pegadas, algo transpirados, pegados como si fuéramos uno solo. Poco a poco me fui separando de su cuerpo, se la fui sacando aún teniéndola parada para quedar acostado junto a él, luego para completarla fui bajando mis labios por su cuello, sus pezones, su pecho, hasta llegar a su pene, durito pero mojado de algo viscoso y saladito que lamí y tragué, con ganas y saboreándolo porque me encantaba, se lo limpié completamente, también sus apenas empelusados huevitos, luego volví a subir hasta su boca para terminar junto a su oído con un:
– ¡¡¡¡Te amo Sergio, te amo, te amo, te amo !!!
El solo me abrazó muy pero muy fuerte, casi dejándome sin aire y me besó. Al separarse de mi pude ver que lloriqueaba.
– Que pasó, te hice mal???.- pregunté.
– No mi amor, no, no me hiciste mal, me encantó !!!
– Y porque llorás???
– No se, es que estoy re contento pero no se porque lloro.
– Jajaja es porque estamos felices, bobi.
– Vos decís???
– Clarooooo jajajaja.
Cerró sus ojitos, me apretó contra su cuerpo y nos besamos con toda ternura. Para dormirnos así abrazados, desnudos, juntos, sintiéndonos amados el uno por el otro.
¿¿¿Había un mundo a nuestro derredor????.
Continuará, espero sea pronto. Gracias por comentar.
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