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Gays

Vicioso sexual

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy un hombre que le gusta gozar de los placeres que me proporciona la jugosa vagina de mi novia, al igual que de sus senos y nalgas, y ni decir de su succionadora boca cuando chupa mi pene y extrae hasta la última gota de mi semen. En general soy un adicto al placer sexual y a todo lo que le concierne, por lo que ahora no desprecio el tener relaciones con hombre o mujer.

Esa noche rompí con el prejuicio masculino del machismo y me atreví a probar con un amigo que de hace rato se me venía insinuando y me provocaba con sus comentarios e invitaciones al cine porno.

Como en otras ocasiones, esta vez salimos a ver una película porno gay. Acepté la invitación a eso de las 6 p.m. con la decisión tomada de seguirle el juego. Debo admitir que sentía curiosidad, además mi novia estaba disgustada con migo y me sentía con ganas de darle placer a mí pene.

Las escenas de la película me produjo una gran tensión con acrecentadas ganas de follar y todo mi interior (que era un hilo dental de licra semi transparente de color blanco) estaba mojado del líquido humectante que brotaba de mi verga hinchada, además por las caricias que me proporcionaba mi amigo viendo la película, y lo cierto es que me moría del placer por lo que hacía.

También empecé a sentir dilatación en mi ano con una mezcla de ansias eróticas de coger su pene manipularlo y de sentir su glande caliente y húmedo rozando mi culo. Ambos estábamos bastante excitados, por lo que decidimos abandonar la sala de cine y nos dirigimos al cuarto de hotel a hacer realidad nuestras fantasías eróticas desenfrenadas.

Llegamos a la habitación y sin más preámbulo procedió a quitarme la ropa dejándome sólo en ropa interior. Se despojó de la suya diciéndome que le encantaba el olor que brotaba de mis genitales, agarro mi pija dura y empezó a lamer el lubricante derramado, se llevó mi glande a la boca y empezó a mordisquear muy suavemente mientras que con una mano me acariciaba las nalgas. Sentía que era lo máximo en placer hasta que introdujo uno de sus dedos en mi ano dilatado y empezó a frotar mi próstata, mientras que con la otra masajeaba mis testículos empapados de la mezcla de su saliva con mi liquido lubricante, entonces sí me elevé al máximo placer con una erección que jamás antes había experimentado: descubrí mi punto G y el enorme placer que éste proporciona.

En el instante en que me iba a derramar, se detuvo, se dio vueltas y me ofreció su trasero abriendo su rojizo ano para que lo penetrara. Con todas las ganas del caso metí mi hinchado pene en su culo dilatado y empecé a bombear a la vez que agarre su largo miembro y empecé a masturbarle, lo que hizo que apretara más su culo, ejerciendo una delirante presión sobre mi pene que estaba a reventar. Cerca de 15 minutos froté mi verga en su lubricado culo conteniendo las ansiadas ganas de derramar mi leche dentro de él. Decidimos cambiar entonces; le ofrecí mi ano mojado y el dolor de la penetración fue aliviado inmediatamente por el placer de sentir su miembro caliente entrando y saliendo y por la bombeada de mi pija que él me proporcionaba con una de sus manos, El punto culminante ocurrió al sentir que sacó todo su miembro y se derramó en toda la abertura de mi ano.

Sentí explotar, mi pene empezó a botar hasta la última gota del líquido blanco y espeso que mi amigo procuró retener en su mano, se lo llevó a la boca y empezó a saborearlo como miel. Mis nalgas quedaron totalmente empapadas por su corrida viscosa. Sentí todos mis músculos relajarse con aquella explosión de esos deseos acumulados.

Nos acostamos los dos totalmente desnudos a reponernos del agotamiento y una vez recuperados lo volvimos a repetir aquella noche de desenfrenos. Fue mi primera noche que compartí mi sexualidad con otro de mi mismo genero.

Son experiencias maravillosas y desde entonces disfruto tanto del placer de mi pene como del mi ano, en compañía o a solas con un vibrador que utilizo generalmente cuando quiero estimular mi punto G.

Autor: Anonimo

3961 Lecturas/1 octubre, 2018/0 Comentarios/por sexosintabues
Etiquetas: culo, follar, hotel, leche, vagina
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