VIDA DE PERVERSIÓN Y LUJURIA – A MIS 9 AÑOS MI PADRINO ME HACE SU PUTITA 1.
Historia real de un chico bisexual adicto al sexo que perdió su virginidad a los 9 añitos..
Hola a todos, soy nuevo en la comunidad de SST y espero contarles todas las gratas experiencias de mi agitada vida sexual. Aprovecho para presentarme, tengo 28 años, soy de la ciudad de Bogotá, bisexual, insaciable por naturaleza, de mente abierta, amante del incesto y adicto a todo lo que genere placer.
Desde muy temprana edad tuve bastante curiosidad por el sexo, recuerdo que desde los 7 años ya experimentaba con mis primos y primas por igual, cosa que me encantaba. Cuando nos reuníamos, mis primos sacaban las revistas porno de mis tíos o alguna peli (que en ese entonces eran las cintas de VHS) para calentarnos, provocando así un sinfín de manoseos, besos y lujuria, algo que duro toda nuestra infancia y adolescencia.
Pero lo que les vengo a contar ES UNA HISTORIA REAL y tuvo lugar dos años después; unos meses después de haber cumplido los 9 años, perdí mi virginidad de la manera menos pensada. Recuerdo que comenzaban las vacaciones de mitad de año y mis padres tenían que salir de la ciudad por temas laborales. Por lo general me dejaban en casa de mis abuelos, en la que se encontraban mis primos pero ese fin de semana todo sería diferente. Mis abuelos y tíos habían programado un viaje de vacaciones por lo cual mis padres decidieron llamar a una tía que es enfermera, la cual acepto encantada. Al llegar a su casa abrió la puerta su esposo Héctor (que además es mi padrino) y nos invitó a seguir. En ese entonces él tendría unos 42 años, 1.90 de estatura, trigueño, fornido, peludo con una gran barba, el típico oso súper macho que con solo verlo derrite todo tú ser.
Luego de una breve charla mis padres se despidieron y se marcharon. Mi tía me consentía demasiado mientras desayunamos los tres. Al cabo de una hora mi tía apareció uniformada y lista para salir, al verme solo dijo: – Hoy tengo turno en el hospital, pero te quedas con Héctor que él te cuida, te portas juicioso. A lo que yo respondí: – Si señora. Ella sonrió, me dio un beso en la frente, se despidió de mi padrino y se fue.
El resto de la mañana transcurrió en completa normalidad, mientras mi padrino revisaba cosas del trabajo en su computador, yo veía dibujos animados en la televisión. A la hora del almuerzo pedimos pizza y mi padrino puso un partido de fútbol, él estaba en el sofá y yo recostado boca abajo en la alfombra mirando la tele, cuando de repente note por el reflejo de un vidrio que mi padrino veía mi culito y se tocaba su bulto por encima de su pantalón; eso en vez de molestarme me encanto…y no lo culpo, yo tenía un culito bien firme y respingón creo que gracias a que me la pasaba jugando fútbol y montando bici. En ese entonces yo media un poco más de 1.10 m, de cuerpo normal, blanco, cabello ondulado de color negro, ni flaco ni gordo, pero mi cola bien formada realzaba mi figura. Ese día estaba solo con una pantaloneta blanca y una camiseta esqueleto del mismo color.
Me estaba aburriendo sin estar con mis primos, así que le dije a mi padrino si podía jugar en su computador, a lo cual accedió sin problemas y solo me dijo que se iría a descansar un rato. Ya había pasado un buen tiempo jugando Mario Bros, cuando me aburrí; cerré el juego y me puse a ver si había otros juegos en el computador, vi una carpeta en el escritorio que decía “OTROS” le di clic y quede sorprendido; Habían muchos videos porno tanto hetero como gay, pero todos con algo en común…los protagonistas eran hombres maduros cogiéndose a mujeres y hombres muy jóvenes. Esto causo gran excitación en mí, ya tenía mi pequeño pene duro, me lo sobaba por encima de la pantaloneta. Estaba tan concentrado abriendo cada video, que no me percate de la presencia de mi padrino atrás de mí, no es sino hasta que pone su mano en mi hombro que dice: – ¿Qué haces nene?
Yo quede congelado, sentía miedo y adrenalina, pero rápidamente cerré el video y la carpeta contestando: – Nada Padrino. Estaba avergonzado y creo que me puse colorado. Mi padrino se percató de esto y solo me dijo: – Tranquilo nene, yo también era muy curioso cuando era pequeño, es completamente normal. Su rostro cambio por completo, tenía una mirada picara y se humedecía los labios cuando este me pregunto: – ¿Te gusto lo que viste? A lo que yo respondí de forma un poco tímida: – Si, me encanto. Ese sería el inicio de mi vida sexual.
Me dijo que como ya era un niño grande podía ver porno con él pero que no podía decirle a nadie, ni a mis padres ni a mi tía, y entre mi inocencia y calentura le dije que sí. Me sentó de lado en sus piernas, de tal forma que mi culito quedaba un poco expuesto, vimos varios videos pero hacia más énfasis en los videos gay, yo estaba durísimo y podía sentir como su verga palpitaba contra mis muslos, sentía su respiración agitada en mi cuello y mi oreja, por momentos pasaba su mano por mis nalguitas recorría mi espalda y volvía a mi colita. Esas caricias me electrizaban todo el cuerpo.
Ya eran pasadas las 5 de la tarde y de un momento a otro me pregunto: – ¿Quieres que juguemos como lo hacen en esos videos? Yo, ya imaginaba a donde iba todo, y con la excitación del momento le dije que sí. De inmediato se levantó, su erección era muy evidente, me quede mirando su paquete mientras el cerraba la cortinas y con una mirada traviesa me dice: – Tranquilo nene, ya nos vamos a divertir. Yo solo sonreí. Al terminar se dirigió a la puerta puso pasador, prendió la luz de la sala y el televisor, subió el volumen, luego fue donde mí, me alzo, me agarre fuerte y me besó; ¡fue tan perfecto! nuestras lenguas se entrelazaban, lo hacía con tanta pasión que eso aumentaba nuestra excitación.
Me llevo al sofá, con desesperación me quito la camiseta y de inmediato se puso a lamerme las tetillas, sentía delicioso, mis pezones ya estaban duros y mi pequeño pene estaba a mil, yo solo acariciaba su cabello; de repente me da la vuelta, me pone en cuatro y baja despacio mi pantaloneta y mis interiores, hasta que mi culito queda a su entera disposición, sin mediar palabra se dirigió a mi anito, y empezó a lamer con intensidad, me chupaba el culito como si fuera su único propósito, sentía un éxtasis tan grande que solo me deje llevar, y solté un gran gemido, el solo decía: – Te gusta nene, te voy a coger como solo una putita como tú se lo merece. Acto seguido, se levantó y me pego una nalgada que me provoco otro gemido. El solo sonreía mientras se desvestía con desesperación.
Cuando quedo completamente desnudo, me levante hacia él, quede enamorado, un macho totalmente peludo y con una de las vergas más deliciosas que vi en la vida, de 17 cm, totalmente recta, delgada pero venosa, con un glande que sobresalía, parecía un champiñón y con dos grandes huevos escurridos. Él se sentó en el sofá con las piernas abiertas y la verga súper dura apuntando al techo. Por acto reflejo me arrodille, olí su verga y sus huevos, eso le encanto y a mí también; toda esa virilidad me puso a mil y me metí su verga a la boca, a duras penas me cabía hasta la mitad de su verga, trataba de atragantarme lo cual me producía mucha saliva, con los ojos llorosos bajaba a los huevos los lamia y los succionaba uno por uno, cosa que lo enloquecía. En ese momento sonó celular, tuvimos que parar, era mi tía avisando que ya iba camino a casa, pensé que dejaríamos hasta ahí pero mi padrino me dice: – No me voy a quedar con los huevos llenos, entonces me acuesta en el sofá pone nuestra ropa debajo de mí, de tal forma que mi culito queda levantado a su disposición.
Entonces se abalanza sobre mí y pone su verga entre mis nalgas y comienza a masturbarse con ellas, me frota su verga con tanta intensidad que me hace suspirar, el vaivén es frenético y el roce de nuestra piel lo hacen bufar como un toro. Rápidamente deja caer su cuerpo sobre el mío y siento como su pene se hincha entre mis nalgas a lo que acto seguido se viene abundantemente en mis nalgas, los primeros chorros fueron tan fuertes, que me untaron la espalda e incluso llego su semen hasta mi cabello. Con la respiración aun agitada se levantó, su pene estaba embardunado de semen, lo acerco a mi pequeña boca y me dijo: – ¿Quieres probar mi lechita? Sin pensarlo le dije que sí y me metió la verga en la boca, lamí toda su leche hasta dejar su verga limpia. De inmediato, me limpio el semen de mi espalda y mi culito con la camiseta, la dirigió a mi rostro y me unto la cara con su leche, gran parte de esa corrida fue a parar a mi boca, y al ver esto me dio un apasionado beso. Luego me dice que me vaya a duchar a lo que voy de inmediato.
Mi tía al fin llego, cenamos y fuimos a dormir. Pasaba la noche pero no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido hasta que finalmente el sueño me venció.
Al día siguiente a eso de las 7 de la mañana mi tía toca a la puerta, estaba uniformada y lista para ir al hospital, me dijo que regresaba en la tarde y me beso en la frente. Yo sabía que esa era la oportunidad perfecta para terminar lo que no pudimos el día anterior, así que seguí durmiendo.
Poco después de las 9 golpean a la puerta y solo escucho a mi padrino decir: – Buenos días nene, ¿Qué quieres de desayuno? A lo cual respondo: – Puedes pasar padrino. Enseguida entro a la habitación, solo vestía un interior blanco, por lo cual pude contemplar aquel cuerpo velludo, se veía tan macho, baje la mirada hacia su bulto y note como su verga palpitaba. Solo atine a decirle: – Padrino, de desayuno quiero huevos con chorizo. El soltó una carcajada, se apretó la verga y complemento diciendo: – Y también leche caliente.
Ambos reímos, él se acercó a mí, y nos fundimos en un beso apasionado. Me pregunto si podía acompañarme a lo cual accedí y de inmediato se coló debajo de las cobijas, me abrazo en cucharita, sentí su pene erecto moviéndose entre mis nalgas, comenzó a morder y lamer mi oreja lo cual me produjo cosquillas, metió su mano bajo mi pijama de los Power Rangers y apretó mi culito con fervor mientras me decía al oído: – Hoy si vas a disfrutar, ¡te voy a hacer mi putita! Acto seguido me dio la vuelta y me quito la pijama. Quede totalmente desnudo, me alzo y me llevo al baño.
Al entrar vi un especie de pelota con una boquilla (Que después supe que era una pera para enemas), un lubricante y una toalla, me dijo que iba a echarme agüita en mi culito para que estuviese listo para recibir su verga. Me trato con extrema delicadeza y con la pera previamente lubricada me lavaba, de inmediato sentía ganas de hacer del cuerpo e iba al inodoro. Repitió el proceso como 10 o 12 veces hasta que dijo: – ¡Estás listo!
Estaba entre excitado y nervioso, hasta que vi que se levantó y tenía muy húmedo su interior, era su precum, que expedía ese olor a macho y que termino por alejar cualquier duda que tuviera. Decididos a darnos placer me llevo a su cuarto y me soltó en su cama matrimonial. Mientras se quitaba su interior y dejaba libre su erección puso una película porno en su televisor. Se acercó ferozmente y me beso, rápidamente comenzó a besar mi cuello mientras tomaba mi pequeña mano y la dirigía a su miembro, quede impactado, su verga estaba totalmente dura e hirviendo, mi respiración estaba agitada y entre suspiros y pequeños gemidos bajo a mis pezones y los lamia con pasión, no podía más estaba ardiendo por dentro; así que empecé a pajear su verga cada vez más caliente hasta que me detuvo y me dijo que se la mamara.
Estaba ahí en cuatro en su cama, comiéndole la polla con todo y huevos, cuando de repente me mira, me da una pequeña bofetada y me dice: – Es mi turno. Me empuja quedando boca arriba, abre mis piernas y pasa su lengua desde mi anito hasta la punta de mi pene; me hizo retorcer de placer, lamio mi pequeño pene y mis huevitos y bajo de nuevo a mi hoyito, comenzó a lamer hasta que sentí como poco a poco su lengua iba entrando en mí. ¡NO PUEDE SER! ¡ESTABA EN LA GLORIA! Fue una de las sensaciones más espectaculares de mi vida. Estaba a mil, y él cada vez iba más profundo.
Comenzó a jugar con sus dedos, el primero entro fácil al igual que el segundo, comenzó a alternarlos junto con su lengua, estaba a su merced; ahora intentaba con tres dedos, al principio costo un poco pero rápidamente me adapte. Mire el televisor y un maduro le estaba rompiendo el culo a una jovencita, voltee a mirarlo a él y me dijo: Tranquilo bebé, te voy a follar como a la putita del video. Entonces me arrastro hasta el borde de la cama, me puso lubricante en mi culito y se lubrico toda su verga; sin mediar palabra dirigió su pene a mi anito he hizo un poco de presión, me dolió e inmediatamente me queje: ¡AUUCHH, me duele padrino!, rápidamente respondió: Tranquilo bebé, al comienzo te dolerá pero después no querrás que te saque la verga.
Volvió a intentar y esta vez mi culito cedió, al entrar en mí solté un gran gemido, – Vez como te gusta putita, dijo él con voz picara. Lentamente empezó con el vaivén y cuando me di cuenta ya estaba toda su verga dentro de mí, se quedó un rato quieto para que me acostumbra a su verga y mientras me besaba. Ya no sentía dolor, solo sentía aquel trozo de carne hirviendo dentro mí. De un momento a otro recupero su posición y empezó a embestirme primero lento y después cada vez más rápido y más fuerte. Mis gemidos fueron subiendo de tono hasta convertirse en gritos de placer; llenos de sudor le dije que no aguantaba que sentía ganas de orinar, esto lo excito más y bombeaba fuerte. No me pude contener y mientras me follaba comencé a orinarme, era mi primer orgasmo producido por penetración, mi anito se contrajo al punto de provocar más presión sobre su verga, y en cuestión de segundos se corrió dentro de mí, su pene se hincho y sentía como descargaba su leche caliente en mi ser, fue un orgasmo súper ruidoso, como un macho alfa marcando su territorio; en cuanto a mí, no podía ni contralar mi boca, mi saliva escurría por mis mejillas ruborizadas.
Él se repuso rápidamente y saco su verga; sentí un gran vacío en mí y a los pocos segundos su leche espesa comenzó a salir de mi ano dilatado. Hizo lo mismo que el día anterior, puso su mano y recogió la mayor cantidad de semen que pudo, me la acerco y me hizo comer toda su leche. Estábamos exhaustos, trate de ponerme de pie pero no pude mis piernas temblaban demasiado.
Pasaron unos minutos estaba arruchado con mi cabeza en su gran pecho peludo cuando me pregunta si estaba listo para continuar, a lo que obviamente respondí que sí. Entonces me dice que monte en su verga, se quedó acostado pero por la dimensión de nuestros cuerpos no pude cabalgarlo, ya que no podía rodearlo con mis piernas de forma convencional, entonces él se sentó contra la cabecera de la cama, mientras yo con los pies a los costados me sentaba lentamente sobre su verga, como si estuviera haciendo una sentadilla sumo; ambos gemíamos de placer, cuando finalmente su verga estaba toda dentro de mí me agarre fuerte de su cuello, él puso sus grandes manos en mis nalgas y comenzó a guiar el movimiento de sube y baja.
Ya no me contenía y gemía sin limitarme, fueron cuestión de minutos para que ahora fuera yo quien llevara el ritmo, paraba unos segundos para descansar, pero luego seguía con mi movimiento; ahora era yo quien tenía el control, montaba su verga como una perra en celo mientras lo miraba a los ojos, veía su éxtasis y eso me calentaba mas pero no quería que se viniera todavía, entonces aunque no deseaba parar me separe de él, vi el televisor y quise imitar a la jovencita de la peli porno, entonces me puse en cuatro, con mi culito apuntando hacia él y lo movía de lado a lado mientras yo miraba el televisor.
No se lo pensó dos veces…rápidamente se ubicó detrás de mí y me penetro, dejo ir toda su rica verga hasta el fondo y comenzó a follarme con lujuria, sus embestidas eran firmes, ya no había pudor, no se contenía, solo quería saciar sus deseos carnales con mi joven culito. Llevaba 10 minutos a un ritmo frenético, me estaba haciendo orinar de nuevo y yo no podía más, temblaba todo mi cuerpo, él se daba cuenta y me nalgueaba cada vez más fuerte, nuestra respiración se entrecortaba, se iba a venir y esta vez no iba no iba a desperdiciar ni una sola gota de su deliciosa leche, así que le dije que quería que viniera en mi boca que quería comerme todo su semen, acto seguido saca su verga, nos bajamos rápido de la cama, me arrodillo, abro mi boca, sacó mi lengua y lo miro a los ojos mientras él se masturba ferozmente, veo como su verga se hincha, la acerca a mi boca y se viene en ella, que corrida más espectacular, los dos primeros chorros llegan directo a mi garganta, luego jala mi cabeza y me atraganta con su pene, siento otros tres chorros más, me sentía súper puta, usada por un macho que hizo lo que quiso conmigo. Yo alcanzo a soltar unas lágrimas, saca su verga aun dura, la agarro fuerte con mi mano, la aprieto desde la base hasta la cabeza y succiono hasta la última gota.
Quedamos rendidos y dormimos un rato; nos despertamos pasado el mediodía, mi padrino arreglo el desorden y borro cualquier evidencia de lo sucedió allí. Luego nos duchamos juntos y me volvió a coger en la ducha. He sido su amante hasta el día de hoy.
Ojala les haya gustado mi primer relato (originalmente lo iba a publicar en la categoría de incesto pero no creo que alcanzara a clasificar como tal, por eso lo publico en esta categoría) y espero poder contarles más encuentros que tuve con mi padrino y demás experiencias que viví con primos, primas, tíos y hombres maduros.
Muchas gracias por leerme si desean hablar de incesto, fantasías o cualquier otro tema morboso pueden escribir a mi telegram @xbz69 soy full mente abierta. Si les gustó espero sus comentarios. Abrazos seres cachondos.
Me encanto tu relato! Muy descriptivo. Muero por leer tus otros relatos😈
Hola yo empecé a los 11 años, el era hermano de una amiga de la familia, la tratamos como tía,.. fue la primera ves, tenia como 25 años o mas,
Hola, buen relato y termine muy exitado, porque me hizo recordar como también yo a muy temprana edad, mi profesor de primaria me quito mi inocencia, para sí cambiarme la vida. Me gustó mucho, y saludos .