Vida Sexual 1: Aprendiendo desde pequeño.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Los primeros encuentros con el sexo los tuve de muy pequeño, tenía 6 años, cuando un primo (Jorgito) con su familia se mudaron a una casa contigua a la mía, él en ese entonces tenía 11 años. Desde ese momento no hicimos muy unidos, pasábamos todo el día juntos jugando, siempre yo acatando los juegos y roles que el imponía, normal para chicos con esa diferencia de edad. La verdad la pasábamos muy bien, tanto así que prácticamente todos los fines de semana la pasábamos juntos, bien yo quedándome en si casa o él en la mía.
La primera vez que algo sexual ocurrió, fue jugando al típico doctor, recuerdo que esa vez me dice que me coloque boca abajo para que me examine, en eso el comienza a pasar sus manos por mi cola, yo no veía nada raro y menos malo en eso, solo disfrutaba del juego.
Ese fin de semana me quede en su casa, como ambos éramos pequeños dormíamos en la misma cama, mientras dormía desperté porque sentía que me tocaban, sin moverme simulando seguir dormido, note como Jorge pasaba su mano por sobre mi culito y a la vez acercaba su cuerpo al mío, así pasaron unos par de minutos hasta que note como se comenzaba a mover atrás de mi, la verdad no me disgustaba lo que pasaba, tampoco entendía lo que era, pero sentir cerca a mi primo, y que me abrasara era para mí algo muy agradable. No sé rato duro eso, pues al poco rato caí dormido; al otro día todo era normal, igual que siempre, solo que cada vez Jorgito buscaba juegos donde él debía atraparme botarme, apretarme y cosas por el estilo.
Hasta que en un momento el me dice, Pablito… juguemos al papá y la mamá, obvio que a mí me tocaba ser la mamá… yo acepte como a todo lo que él decía… entonces comenzamos a jugar… las típicas cosas de la casa… hacer comida, limpiar, etc. en una de esas me dice,… tu sabes lo que hacen los grandes cuando se quedan solos… curioso yo, le pregunte… que cosa…, yo cuento pero tú no le tienes que decir a nadie… acepte.. y me dijo: pues cuando los grandes están solos, se cuelan, la verdad yo no entendí mucho de eso, pero Jorgito me explico,… se pone el papa arriba de la mama y le mete la pija… yo algo sorprendido y sin entender bien… solo me reía… y Jorge me dice, mira ponte de guata en el suelo, lo hago y él se puso sobre mí, y comenzó a moverse, recordé así lo que había pasado en la noche, cada vez se movía más rápido hasta que paro y se bajo de mi, y me dijo… ves te culie… y ambos nos pusimos a reír.
Esa noche fue distinta, sabía que me iba a culiar nuevamente, y aunque no había sentido nada en la experiencia de la tarde, algo hacia que este ancioso… cuando ya estaba todo silencioso, y sus papas se habían ido a dormir… me dice, date la vuelta… y nuevamente se monta sobre mí, esta vez sí pude sentir una cosa dura en mi cola, y es que la tela del pijama es mucho más delgada que la de los pantalones… Jorgito comenzó a moverse… de un momento a otro se detiene y me pregunta… ¿quieres que lo hagamos sin la ropa? es más rico… antes de que logre decir o preguntar algo (mas allá de que iba a decir que si) me baja el pijama y él hace lo mismo con el suyo, ahora si sentí su pene pasar por mi cola, la verdad no me la metía… solo la pasaba por la cola… no les voy a mentir y decir que tenía una verga descomunal, era pequeñita, normal para un niño de 11 años, pero durita me hacía sentir cosas que nunca había imaginado que se podían hacer… el solo movía su pene por mi culo una y otra vez… cada vez más rápido hasta que se detenía… no había semen ni nada de eso… pero si una sensación muy rica. Los tíos y Jorgito estuvieron viviendo ahí casi 1 año, luego se volvieron a mudar, pero prácticamente todos los fines de semana, ya sea en su casa o en la mía, Jorgito me daba mis culiadas, nunca hubo penetración, pero para mí fueron mis primeras culiadas, las que me hicieron tomarle el gusto al sexo.
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