Violacion en mi primera vez con mi novio
Mi novio me llevo a un hotel para quitarme mi virginidad anal, pero no me esperaba que se volviera rudo y dominante..
Me encontraba muy nervioso en la cama del hotel, seria mi primera vez y mi novio estaba buscando unas cosas en el baño. Salio del baño con una botella de lubricante y unas cuerdas.
—Quitate las sabanas y ponte de espaldas princesa.
Obedeci a sus palabras algo nervioso, me volteé y quité las sábanas lentamente. Senti como se ponía encima de mi y me amarraba, le había pedido que la primera vez me hiciera bondage porque me daba mucho morbo.
—P-papi, recuerda lubricarte— le recordé.
—Si, si, ya se.
Termino de amarrarme las manos y bajo a mis pies empezando a amarrarlos.
—Listo princesa, estás amarrada.
Se acerca a mi de nuevo poniéndose a mi altura empezando a besarme.
—Estas tan linda— siento como la cabeza de su gran verga roza mi ano.
—Amor, n-no te has lubricado.
—No lo haré, tu virginidad la voy a disfrutar en seco nenita.
—P-papi, no por favor, m-me dolerá.
—Esa es la parte más divertida— me tomo por la cintura mientras besaba mi cuello de cucharita.
Empezó a dar punzadas con su verga en mi ano que me ponían más nervioso, pero algo de esta situación me excitaba.
—Vamos princesa, ruega piedad, todavía no está dentro.
—P-papi por favor, n-no lo hagas.
—¿Que la meta dices?— me agarro fuerte y aplico presión en mi ano.
—Nooo, amor no, m-me partiras.
Aflojó el agarre.
—Esto lo disfrutaré mucho perrita linda.
Empezó a meterla lentamente, sentía un dolor intenso que me sacaba gritos de súplica.
—Ufff, princesa, se siente bien entrar en ti— me agarro con más fuerza.
—Para papi, duele mucho.
—A las perritas les debe doler para que su macho disfrute.
Entraba mas y mas profundo, no podía aguantar el dolor, su inmensa verga abría lenta y dolorosamente mi anito virgen. Senti como entro toda y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo.
—Ya esta toda dentro de ti.
—S-sacala amor, por favor.
—Nah, de aquí sales violada por tu hombre.
Empezó a moverse violentamente en mi interior, yo gritaba que parara pero no lo hacía, el dolor era intenso e insoportable, por un momento pensé que me partiría en dos.
Me sentía avergonzado porque me empezaba a gustar lo que sentía, sentirme dominado y violado, todo el dolor de fusionar con el placer en una mágica mezcla que me hacía gemir a gritos.
—Aai que te gusta, eres una zorra— me tomo de la barbilla y me beso.
Temblaba por todo lo que estaba sintiendo, su gran verga se abría paso fácilmente en mi interior. Senti una de sus manos bajar y tocar mis dos testículos.
—Tus cositas son tan suaves— se reía de mi.
Me estaba humillando totalmente, me dejé hacer, ya era suyo y solo de el para ser usado.
—Ya viene el premio princesa, te lo echaré todo dentro.
—Si papi.
Aumento la velocidad y en un momento se quedó quieto, su verga se hinchaba dentro de mi mojando todo mi interior con su semen. Yo tampoco aguante y me empeze a venir.
—Uffff, toda mía, hoy duermes con la verga dentro.
—O-ok papi, usted manda.
La violacion ya había sido hecho, mi anito se quedó abierto esa noche mientras un macho bufaba al lado mío, haciéndome sentir suya.
Que abusivo