VIOLACION POR ENCARGO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Navegando por Internet en busca de sexo guarro, encontré un foro en donde los usuarios escribían sus fantasías incumplidas, había un aviso de un chico de 19 años que su fantasía era ser violado, cuando él era niño tuvo una situación de ese tipo y se sentía atraído por esa situación, pasado el tiempo quería repetir esas emociones encontradas. Así que me decidí a responderle su aviso, yo he realizado esos juegos varias veces y me siento con experiencia en esas prácticas. Tuvimos algunas charlas por medio de este foro, El chico me dijo que su nombre es Fernando y que vivía en Buenos Aires, me comentó que estaba emocionado por saber que yo le podía cumplir su tan anhelada fantasía, que deseaba ser humillado, golpeado, orinado y penetrado por mi linda verga.
Sólo había un problema, yo vivo en Mar de Plata y la distancia de mi ciudad a su ciudad es de 400km., por lo que sólo nos conformamos con platicar la situación e imaginarnos que estábamos juntos. Debido a la distancia y la poca posibilidad de vernos, fuimos perdiendo el contacto y cada vez las charlas eran más esporádicas, cosa que a los dos años transcurridos ya no había comunicación, llegó el momento que hasta me olvidé del asunto.
Así, de nuevo estando navegando en Internet, recibí un mail de Fernando, cuando vi ese mail en mi bandeja, quería recordar quién era Fernando, enseguida abrí el mail para leerlo y sorpresa al mía, era Fernando de Bueno Aires, me decía que estaba de vacaciones en mi ciudad y que quería que le violara, las imágenes cruzaron inmediatamente por mi cabeza y como reacción inmediata mi verga se levantó buscando un culo disponible.
Comencé a pensar en un lugar en donde podríamos realizar esa rica violación, y no hay otro mejor que mi preferido “Playa Chica”, ésta es una playa que debido a sus características por las noches voy a levantar a alguien para coger, allí es un lugar de rocas, hay cuevas y recovecos, la poca iluminación en ciertos lugares lo hace muy interesante y cómodo para coger.
No tarde en responder a Fernando explicando el lugar en donde nos veríamos, y como no nos conocíamos le dije el tipo y color de la ropa que llevaría puesta, Fernando me responde enseguida y me dice que para identificarle llevaría puesta una gorra de color rojo, añadiendo: “aunque te suplique que no lo hagas, no dejes de cogerme”; lo cité a la hora que por lo regular voy, a las 20:00 hrs.
Salí de casa con gran anticipación no quería llegar tarde, llegué 20 min antes de la cita, y pensando en la forma y cosas que le haría a Fernando, oohh!!! De solo pensarlo la pinga se me pone al máximo.
En el lugar no ubicaba a Fernando, había unos tipos de edad madura, no veía a nadie de gorra de color rojo; me senté en un lugar estratégico desde donde pudiera ver cuando llegara, llegó la hora acorada y nada que aparecía, pasaban los minutos y nada, pensé, se me hace que este chico es un calienta bolas, ya hasta la erección se me estaba quitando. En eso estaba cuando mis pensamientos los interrumpió un tipo que se sentó a mi lado y me dijo:
-hola!!
-qué tal!!
-,me gustaría chuparte la pija, se ve que ya está lista
Sin pensarlo mucho, por unas escaleras bajamos a una cueva que está entre las roca, ahí en medio de la penumbra, desabroché mi pantalón y lo bajé hasta mis rodillas junto con mis interiores dejando al aire y disponible mi pinga dura, el tipo era alto, velludo, delgado, enseguida se hincó y se dispuso a chuparme como si se tratara de una fruta, lamia de lado mi verga desde mis bolas hasta la punta, se la metía toda de un solo golpe, me tenía sujetado de las nalgas así que él solo llevaba el ritmo, yo solo cerré los ojos disfrutando de esa deliciosa chupada, en momentos lo tomaba de la cabeza hundiendo mi verga hasta el fondo de su garganta; así de pronto mi corazón aceleró aún más su ritmo, sentí un ligero escalofrío, anuncié “me corro, me corro”, el tipo hundió su nariz hasta mis huevos, apreté las nalgas y le arrojé chorros de mi leche que siento le llegaron hasta el estómago de un solo paso.
Enseguida se incorporó, me vestí correcto y nos quedamos charlando, le conté del pendejo que me había dejado plantado, minutos después, este tipo del que no conocí su nombre se marchó, yo quedé mirando el mar por unos minutos más.
Subí las escaleras y aún sentía algo de molestia por lo de Fernando, veo a lo lejos a un pibe con su gorra roja, aceleró la subida, paso a su lado, él voltea, me mira de pies a cabeza, fija su mirada en mí pinga, me sigue, se arrepiente y se queda ahí, doy un paso a él y sin decir nada, lo tomo de la mano y lo hago bajar por las escaleras al mismo lugar en donde estuve con el tipo, empiezo a tomar mi papel de violador y pienso en hacerlo de lo mejor para satisfacer a Fernando, vamos bajando rápido, él se tropieza y lo levanto de los cabellos, le ordeno:
–sigue perro
-no, por favor no
-te romperé el culo a vergazos, cállate!!
-no, déjame
-sigue perra, camina
Llegamos al lugar, lo aventé al suelo, me saqué el cinturón y le até las manos, le quité el pantalón a tirones, le rompo sus calzones, le doy unas bofetadas para obligarlo a callar, él chilla más, su playera se la hago pedazos, él seguí llorando y suplicando, yo estaba excitado y metido en mi papel de violador, toma una posición fetal y aprovecho para orinarlo de pies a cabeza, el gritaba que lo dejara:
-Calla perro infeliz
-por favor señor, déjeme
-ahora verás, te romperé el culo puto de mierda
Comencé a patearlo de las piernas haciéndole inmediatamente marcas en su piel, le pegué en las piernas, en la espalda, y en el abdomen.
Comencé a mordisquear sus tetillas, y a besarlo bruscamente, él temblaba, y entre lágrimas y suspiros correspondía muy a fuerza a mis besos, mientras le tocaba el culo con un dedo, saqué de entre mis ropas crema y me la unté en los dedos para ponerle en su hoyo, le metí uno, dos y hasta tres dedos de una sola vez, él suspiraba hondo, a la vez lo mordisqueaba de la espalda, cintura y sus nalgas, lamí y mordí desde sus tobillos hasta su cuello, le hice marcas de mordidas en su abdomen, en sus ingles, chupe sus verga y sus huevos con fuerza, el chico no sabía si suspirar o quejarse, sólo cerraba los ojos, me incorporé, me quité los pantalones, lo hice arrodillarse, él seguía con las manos atadas, ¡!mámalo!! le ordené, él obedeció sin chistar, yo le sumía mi verga hasta la garganta, él se ahogaba, yo pensaba, –si que este niño deseaba ser violado–, lo voltee y lo puse en cuatro, sin detenerme le hundí mi verga hasta el fondo, mis huevos chocaron con sus lisas nalgas que parecían las de un chico más joven aún, él sólo dio un grito ahogado, lo cogí por varios minutos mientras le golpeaba sus nalgas y le daba duras embestidas, jalaba sus cabellos. Sentía el calor de su culo en mi verga, parecía como si fuera virgen este chico, me apretaba la verga como si quisiera exprimirla; llegó el momento en que exploté dejándole ir mis chorros de semen dentro de su culo, aún le di un golpe más en sus nalgas.
Saqué mi verga, lo desaté, el chico lloraba en silencio, le arroje su ropa en la cara, y le dije: -ahí está lo que buscabas refiriéndome a la violación.
Salí de la cueva y subí para retirarme a mi casa, llegué me di una ducha bien merecida, me dispuse a ver mis correos, tenía uno de Fernando, con un poco de asombro me dispuse a leerlo, decía: disculparás que no puedo ir a donde quedamos tengo un compromiso con mis padres, pero con seguridad nos vemos mañana a la misma hora. Ahí caí a la cuenta que el pibe que me cogí tenía menos de 19, por eso tenía esas nalgas tan suaves y tersas, como las de un crio, reconstruyendo, recordé que la gorra del pibe no era roja sino amarilla, oohh ¿qué fue lo que pasó??
A otro día me dispuse a ir a ver a Fernando, pero, esa es otra historia…..
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