Visita a FIDO mi amante canino.
Bueno, lo prometido es deuda, pensé que tardaría un poco mas en hacerlo, pero la lujuria es mas poderosa, desde noviembre no podía sacarme de la cabeza a Fido así que volví por él. .
Bueno, lo prometido es deuda, pensé que tardaría un poco mas en hacerlo, pero la lujuria es mas poderosa, desde noviembre no podía sacarme de la cabeza a Fido, mi amante canino, fueron tantas las noches masturbándome en su honor que perdieron el sentido, necesitaba sentirlo físicamente, así que este fin de semana del 25 de enero, tome camino a aquella finca en donde esperaba de nuevo encontrar a ese hermoso animal.
Después de 3 horas de conducir llegué hasta el pueblo, comí algo y sin perder mas tiempo me dirigí al sector rural en el que se encuentra la finca de descanso. Al llegar encontré con sorpresa una gran cantidad de vehículos estacionados afuera de la casa, al preguntar en la recepción me entere que es un fin de semana de alta ocupación por la celebración de las fiestas patronales de aquella región, quedé un poco preocupado de que tal cantidad de gente frustrara mis planes debo admitir, aun así, solicité una habitación, pero desafortunadamente no había disponibilidad, tampoco veía a Fido cerca, quizás estaba correteando en el campo como solía hacer. Quise pregunta por él, pero habría sido extraño, así que me contuve. No sabia que hacer cuando la mujer que atiende me dijo que tenían la opción de alojarme en la zona de Camping si no me molestaba acampar por esa noche, a lo que dije de inmediato que sí, que me quedaría. Me alquilaron la carpa la cual armé en el sitio indicado. Mientras armaba mi carpa, escuche a lo lejos los ladridos de perros, me incorporé y mire a mi alrededor cuando por fin vi al objeto de mi pasión, era Fido que corría libre y se acercaba cada vez más, no sabia si lo hacia por mi o porque iría a algún lado y estaba yo en su camino. Me sorprendió gratamente cuando se abalanzó sobre mí, claramente me había reconocido, fue un momento de gran alegría para mí, aquel perro que me había abotonado hace unos meses aun me reconocía y me extrañaba, ya fuera por mi olor o su memoria o ambos, pero parecía muy feliz al verme de nuevo.
Lo abracé, lo consentí mucho, Fido me había extrañado, pensaba yo, y eso por sí solo ha había justificado el viaje. En ese momento salió la administradora y lo llamo, “Deja de molestar al señor” le reclamó. Le dije que no había problema, que amaba a los animales, no iba a permitir que lo alejara de mí. Para mi buena suerte era el único que estaba en el área de camping, por lo que no tendría miradas indiscretas cerca.
Después de acabar de levantar la carpa, quise dar un paseo por el bosque, aquel bosque donde Fido me había cogido con fuerza hace meses. Tome algunos palos y comencé a lanzárselos a Fido para que fuera a recogerlos, cada que regresaba con el palo yo avanzaba mas y lanzaba de nuevo y así varias veces, con el fin de parecer que solo estaba jugando con él y no levantar sospechas pues con tanta gente en el sitio era mejor tener cuidado. Algunos minutos después habíamos avanzado lo suficiente, internándonos en el bosque, cerca de un riachuelo y el buen perro seguía fielmente a mi lado. Seguro de que no había nadie mas en la cercanía, comencé a jugar cuerpo a cuerpo con Fido, revolcándonos en el suelo, aprovechando el juego para tocar su escroto de vez en cuando, notando así su reacción. Al ser tan dócil no parecía molestarle, como aquel noviembre, por lo que seguí tocándolo tratando de estimularlo, note como su pene se endurecía aun dentro de su bolsa peluda, el perro jadeaba me olfateaba y yo seguía en mi tarea de estímulo, me acosté en el suelo y lo deje subir sobre mí, su pene estaba a centímetros de mi cara, no pude contenerme y lo lamí en varias ocasiones, lo masturbaba con la mano y volvía a chuparlo, comenzó a salir esa punta roja cada vez más, eso me calentó demasiado, me comencé a estar erecto también yo, mi excitación era total mientras le daba cariño a mi hermoso perro. Sufrí un leve calambre lo cual me obligo a ponerme de pie a esperar que se aliviara, en ese momento el buen Fido se abalanzo a mi pierna y comenzó a hacer los típicos movimientos que hacen los perros en celo, ese fue el indicador que ya era el momento.
Lo aparte de mi con algo de esfuerzo, y me apresure a desnudarme. De mi verga erecta salir precum que había mojado la ropa interior, Fido ansioso daba vueltas, me olía, me rodeaba hasta que me ubique en 4 en el suelo, el perro me olfateaba, me lamia la cara, yo lo acariciaba, hasta por fin se ubicó atrás de mí, el momento que había deseado profundamente desde noviembre había llegado, Fido alzo sus patas delanteras y las puso sobre mí, sus arañazos no me importaban, su hocico babeaba mas y me mojaba la nuca y la espalda, el intentaba penetrarme, no le atinaba, se bajaba, daba una vuelta y volvía sobre mí, así un par de veces más hasta que con algo de ayuda mía lo logro, no podía perder mi momento.
Su primera embestida fue bestial, esa punta roja venosa entro por mi ano, taladrándome ese hoyo que llevaba meses sin ser visitado por algún humano o animal, el anhelo de tener a ese perro de nuevo conmigo me hizo olvidar lo dolorose que se siente al comenzar, pero lo recordé completamente. Aprete los dientes, di un grito ahogado y aguanté, solo para eso había ido y no iba a detenerme, el perro me apretaba las caderas con su patas mientras aceleraba sus embestidas naturales, para él no era más que una perra más, para mí era la gloria plena. Poco a poco el dolor fue cediendo ante el placer. Aun en mi situación, siendo follado por un animal en un bosque, en el suelo, situación que a cualquier otro le hubiera parecido lo más humillante, para mí, en cambio, era lo mas gratificante, no quería estar en otro lugar ni con otra compañía.
Varios minutos después empecé a sentir como algo crecía en mi ano, se estaba formando la bola en mi recto y el dolor volvió pero el placer de sentirme a merced de mi amante canino lo superaba todo, el seguía pujando y jadeando sobre mí, yo gemía y gemía, todo a mi alrededor parecía haberse desvanecido, sentí como Fido me bombeaba una y otra vez, me estaba inundando las entrañas, al tiempo acelere mi masturbación, estaba en el clímax, comencé a venirme, fue un orgasmo casi sincronizado con mi amante peludo, el sudor escurría de mi frente, mi corazón latía muy rápido, Fido había terminado su labor, bajo una pata y su hocico miraba en dirección contraria, su cola golpeaba mis nalgas y su bola dentro de mi luchaba por salir pero aun era pronto.
Fido comenzó a ladrar, algo que no hizo la primera vez, eso fue extraño para mí, cuando voltee a mirar que le pasaba, (aun estando en cuatro patas y abotonado por el perro) cuando de repente toda esa lujuria de placer y excitación se convirtió en terror, mi rostro sudoroso se tornó pálido a ver cómo, no se desde hace cuando tiempo, un niño de unos 6 o 7 años observaba la escena. Todo tipo de pensamientos pasaron por mi cabeza, seguramente seria el hijo de alguno de los huéspedes de aquella finca y alguien más estaría cerca de él a su cuidado y no tardaría de llegar, mire a todos lados y no vi a nadie más, el perro seguía ladrando, era cuestión de segundos para que alguien más nos viera o el mismo niño fuera a contarles, así que como pude hale con fuerza, experimente un dolor aterrador, lo mismo Fido, que aulló de dolor cuando por fin saque al bola de mi ano, el atónito niño seguía mirando, cuando al fin se liberó el perro corrió hacia él, el niño lo abrazo, como si lo conociera, me puse la ropa tan rápido como pude, de mi ano salía una mezcla de semen ensangrentado pero no tenia tiempo para reparar en ese aspecto. El niño en su inocencia me pregunto que hacia con el perro, no le conteste nada, quede paralizado. Cuando reaccione le pregunte que quien era y me dijo que vivía en la finca vecina, que solía pasear por el riachuelo. Le pregunte si estaba solo y me dijo que sí. No quise tentar mas a mi suerte y me despedí, me encamine hacia la casa con la intención de recoger mis cosas e irme rápido de ahí, cuando el niño me dice antes de que me aleje.” eso mismo hace mi perro con las perras de por acá, le voy a contar a mi mamá…”.
Sali corriendo, no supe mas de Fido en ese momento, llegue a la casa, recogí mis cosas, le pague a la administradora que estaba muy extrañada y sin dar más explicaciones tome mi auto y me fui.
Debo confesar que fue el momento más erótico y aterrador de mi vida. No me arrepiento, aunque ya no podré volver a ver a mi Fido.
Muy bueno tu relato,me encantó lastima que tuviste ese inconveniente con el niño pero aún así está buenísimo. Te felicito.
Te dejo mi correo para que me escribas y hablamos, Si no es molestia. Claro.
[email protected]
Uff que rica historia. Honestamente si yo fuera tú, habria invitado al niño a que probaran algo los tres, pero entiendo si ese tipo de cosas no son lo tuyo. Aunque qué morbo tener un perro y un niño a tu disposición.
Jejejejee bueno, de hecho se me paso por la mente, sin embargo, habia mucho en riesgo, y posiblidades de ser encontrados.
Hola soy Dany si deseas podemos ser amigos
Mi telegram es @Danytranssola
Siempre es un problema cuando aparece otro humano en estas historias… Muy buen relato!
Lo se, a menos que el otro humano desee participar.
Hola soy Dany
Si desea podemos ser amigos
Mk telegram es @Danytranssola