Visita a mi hermano mayor
¿Qué puede ocurrir entre dos hermanos con un pasado secreto y un pequeño niño de seis? .
Hace tres años que vine al norte a trabajar como minero. La verdad al estar soltero sin hijos era el rubro perfecto para mí. Trabaja en turnos de catorce días y aunque acá las putas, las drogas y el carrete sobran para un treintañero apuesto como yo, la soledad a veces pegaba fuerte.
Esto me pasó después del año nuevo qué me toco libre. Nos lanzamos con mi compañero de pensión, cuatro putas, copete y jale (cocaína) en un hotel cuatro estrellas por dos días enteros. Al despertar el tercer día, a pesar de la aventura, me sentía vacío. Era el primer viernes de enero y a la rápida me compre un pasaje hacia Santiago, para ir a ver a mi hermano.
Bryan se llama mi hermano, o medio hermano, porque en realidad solo compartimos la madre. Él es doce años mayor que yo, ahora tiene 42 años y vive de las rentas de los departamentos que mi madre alcanzó a comprar en vida. La verdad no me molestaba que tenga una vida licenciosa, porque cuido por diez años a nuestra madre antes de morir. Así que sentía que merecía este descanso.
Gracias a esta vida fácil a sus cuarenta y dos se mantenía bastante bien. Un metro ochenta y cinco, su pelo largo, sus tatuajes y su cuerpo marcado con una cubierta de vellos tupidos que destacaban cada músculo de su cuero lo hacían un bonbon. Con esta apariencia y su situación holgada varias mujeres lo acechaban como candidato a marido, pero dese que se separo de la madre de su hijo, para él las mujeres no eran más que un juguete para sus bajos instintos, pues mi hermano era todo un pervertido.
Llegue sin avisar a la casa de mi hermano ese primer viernes es de enero a las 20.00hrs. Toque el timbre por tres minutos hasta que mi hermano se digno a salir a abrir la reja. Ahí estaba él solo con un short deportivo y cara de sorpresa.
-Weeeeeena cabro chico, ¿que andai webiando por acá? Dijo mi hermano con una sonrisa pícara mientras abría la reja, me daba un abrazo prolongado en el que su mano apretó mi culo por un rato.
A pesar de tener treinta años, medir un metro ochenta y tener la misma cantidad de músculos que él, seguía tratándome como cuando era un niño.
-Na po’h Bryan, te vine a ver, me sentía solo allá en el norte.
-Wena po weón, entra rápido entonces.
Caminamos por el largo pasillo de nuestra casa familiar en la que ahora él vivía solo y entramos al living. Al entrar me di cuenta que en la mesa de centro había un plato con abundante jale (cocaína) , cervezas y en la tele una adolescente rubia con grandes tetas le chupaba el pico a un weon maduro, velludo y con un gran pene.
-Me pillaste justo cabros chico, ven siéntate al lado mío y sirvete. Trabajando en el norte no cuenti qué no jalai weon jajajaja
Era verdad, en el norte me había acostumbrado a vacilar con jale, me senté en sillón al lado de mi hermano, pero saque de mi banano un paquete con 5g de jale qué había metido en el avión.
-Obvio que le hago po Bryan, pero solo de la wena. Hice cuatro líneas gruesas, inhale dos y le pase el plato a mi hermano. Toma weon, pa qué aprendai lo que es calidad.
Mi hermano jalo las líneas rápidamentr, cerró los ojos, dejos sus brazos en el respaldo y suspiró. Después de un rato dijo.
-Uff weon, que rica tu merca me dejo too caliente, me voy a sacar esta wea.
Dicho eso se saco el short qué llevaba sin nada de bajo y ahí salió su picó de 20cm, con unos cocos gigante y lleno de pelos. Al verlo así volví a mis siete años, a esa noche en la que llego borracho y me violo.
En esa época compartíamos pieza. Nuestra madre trabajaba como TENS en el hospital y pasábamos solos. Yo tenia siete años y el diesinueve. Esa noche después de una fiesta en la que su polola lo dejó solo. Entró a la pieza, se desnudo y entró a mi cama.
Me desperté asustado con sus manos apretando mi trasero y su boca besando mis labios.
-Wena cabro chico, cagaste hoy día, vay a tener que prestarme ese culito.
Eso me dijo cuando vio que despertaba. Ahí tomo mis piernas y las puso detrás de mi cabeza, lamio mi trasero y me la empezó a meter.
Yo llore pero nadie me escuchó. El me tiraba del pelo y me decía que sería su putita. Después de un rato paro y me dejo la leche dentro. Yo solloce un rato hasta quedarme dormido.
Al otro día hicimos como si nada hubiese pasado, pero desde ese día se volvió costumbre que después de carretear el llegaba a usar mi culo y mi boca.
Al principio me dolía, pero ya a los ocho lo esperaba con el culito levantado. Me acostumbre a los juegos rudos de mi hermano. A lamer sus pies, sus axilas, beber sus meados, tragar sus escupo y recibir sus golpes. Su cuerpo y su verga de veinte cm me volvía loco. Así fue hasta los trece años, cuando me empezó a salir pelo y mi hermano perdió interés en mí.
-Ya po weon, vo igual ponte cómodo y sácate la ropa. No me digai qué está wea no te puso caliente. Dijo mi hermano sacándome del ensimismamiento.
Como un flashback volví a mis ocho añitos. Me puse de pie, comencé a sacarme mi ropa lentamente moviendo las caderas. Me puse de rodillas y me puse a mamar el pico de mi hermano.
-Uff weon, para, para. Dijo mi hermano tirándome del pelo. Dime una wea weon, ¿eri maricón?
Me enojo la pregunta. Retire su mano de mi pelo, me puse de pie y le espeté.
-No culiao, pero vo me diste pico desde los siete po, se me hizo costumbre culiar contigo po weon.
Mi hermano se puso de pie, me rodeo con sus brazos y me beso apasionadamente. Me sentí deseado y mi picó se puso super duro. Terminamos el beso y nos sentamos lado a lado en el sillón
-Mira weón, tengo que confesarte una wea. Gracias a ti descubrí que me gustan los cabros chicos. Nunca nadie antes que tú me había hecho sentir lo que sentía cuando te lo metía wn. Nunca sentí tanto placer como cuando lamia tu cuerpo sin pelitos, cuando ponía mi verga en tus labios rojos.
-¿De verdad Bryan? La confesión de mi hermano me había puesto más caliente de lo que ya estaba, quería saber más sobre esta parte de él, este secreto que se me estaba revelando. ¿Y por qué paraste weon?
-Porque ya estabai grande po weon, te empezaron a salir pelos por todas partes, te empezó a crecer la pichula po.
Dijo agarrando mi pico con su mano.
-¿Y qué hiciste entonces wn?
-Cuando ya no me calentabai más, empecé a buscar maracas, vo sabi qué nunca me costó encontrar minas – me dijo flexionando sus músculos- pero no era lo mismo, después de un rato empecé a buscas weonas con cabros chicos pa aprovechar, pero nunca logré mi mismo que tuve contigo, hasta ahora wn…
Mi corazón empezó a palpitar fuerte, la revelación de mi hermano me tenía desconcertado y caliente a la vez, así que me atreví a preguntar.
-¿Cómo es eso que hasta ahora no habíai encontrado lo mismo? ¿Qué querí decir?
-¿Prometí quedarte piola weon?
-Sí Bryan, tú sabi que me quedo piola wn. No podía resistir el embeleso qué mi hermano provocaba en mí.
Mi hermano armó cuatro líneas, aspiro dos y me dio las otras dos.
-Ven entonces weon.
Mi hermano camino por uno de los pasillos desnudo mostrando su cuerpo velludo y musculoso. Yo lo seguí con mi pico parado. Descubrir que mi hermano era un perverso mi tenía a mil. En un momento paro y abrió una puerta.
-Hola bebé, mira quien vino a jugar con nosotros.
En la habitación, sobre la cama de dos plazas estaba mi sobrino de seis años desnudo jugando con un pequeño dildo dentro de su culito.
-Hola tío, dijo mi sobrinito moviendo su culto con el dildo adentro. Ahí estaba recostado con su metro diez, su piel blanca, su cuerpo delgado, su pelo negro y su pequeño picó paradito.
-Oh Bryan, ¿qué wea?
Mi hermano se acostó en la cama, beso a su hijo pequeño en los labios metiendo la lengua hasta su garganta. Luego se recostó de espaldas mientras mi sobrino chupaba sus pezones.
-Nah po cabro chico, hasta que descubri qué no hay nada como la sangre de uno. A este pendejito lo empecé a entrenar desde los dos dándole leche de papi y ahora es todo un putito, le encanta jugar con papi, ¿cierto amor?
Mi sobrinito despego la cara del pezon de mi hermano, abrió su boquita, recibió un escupo de su padre y respondió.
-Sí papi!!!
-Entonces la pregunta es cabro chico ¿querí jugar con nosotros?
Tenía a mi hermano ahí, con sus manos detrás de su cabeza, con sus vellos cubriendo sus músculos con una sonrisa en la cara mientras mi sobrino chupaba sus pezones y su manito masturbaba la verga de 20 cm de su papi.
La escena me puso a mil. Me tire sobre mi hermano y comencé a lamer su otro pezon mientras compartía su verga con mi sobrinito.
-Eso mis putitos, demuestren que aman a su macho. Dicho eso tomo la cabeza de mi sobrino, la llevo a su pico y comenzó a violar su pequeña boquita. A mi me tomo mi cabeza y me llevo al lado de su cara. Me beso apasionadamente por un rato y me dijo.
-Ya weon, es hora de pagar la deuda que tengo contigo, tu me diste el mejor regalo del mundo, así que ahora ayúdame a violar este culto, ¿entendido weon? Me tiro del pelo y escupió en mi boca.
-Si señor, atine a decir, lo llame igual que cuando teníamos relaciones de niño. Eso nos calentó a ambos y nos volvimos a besar. Mi sobrino batallaba mientras mamaba los 20cm de mi hermano, hacia arcadas y botaba saliva.
-Así putito, ahora ve a la verga de mi hermanito, ¿ya?
-Sí papii, dijo lo sobrinito antes de comerse mis diesiceis cm. La verdad el pendejo tenia experiencia mamando y en comparación mi verga era mucho más pequeña que la de mi hermano mayor.
-Dale cabro chico, más fuerte.
Animado por mi hermano tire de los cabellos a mi sobrino y le empecé a follaf su garganta.
-Dale más weon si aguanta, dijo mi hermano frente a mi masturbándose e inhalando poppers. En un momento acerco el frasco a mi sobrino y luego a mi.
-Vamos weon, hazle lo que yo te hacia a ti. Dicho eso mi hermano bajo a lamer el culito de mi sobrino y yo recordé como cuando era un niño el me asfixiaba con su verga mientras me pegaba.
Con ese recuerdo tome la cabeza de mi sobrino y le di duro dándole bofetadas. Mi sobrino to resistia como un campeón y dejaba escapar ricos gemidos.
-Uff cabro chico hace rato quería hacer esto contigo. Este pendejo es lo máximo, la msraca de su mamá me lo dejo y le estoy dando pico hace caleta. Hace todo lo que quiera wn y si llora le doy más fuerte no más. Es una versión mejorada de vo wn.
Eso me dejo más caliente y algo celoso, me dio rabia que este pendejo me haya quitado mi lugar. Le saque mi verga de su boquita, le tire del pelo, le escupi y le golpe con mi verga dura.
-¿Te gusta así pendejo culiao? Dije con rabia.
Mi sobrinito de seis años abrió sus labios rojos llenos de saliva para decir mientras movía su culito
-Siii tío! Deme fuerte por favor.
Mi hermano soltó una risotada, le quito el dildo qué llevaba y de un aventon metió sus 20cm de verga en el culo de su hijo. Este se puso a llorar, pero mí hermano le tomó del pelo.
-Aguanta amor cito, usted sabe que le gusta.
Me volví loco al ver esa escena de mi hermano volando a su propio hijo como me lo hacía a mí.
Tome la boca de mi sobrinito y metí mi pico allí mientras besaba a mi hermano apasionadamente. No podía creer que estaba disfrutando de mi hermano y de mi sobrino al mismo tiempo. Nunca me habían llamado la atención los niños, pero saber que a mi hermano si y que además tenía a su hijo entrenado me puso como loco.
-Oh Bryan media vola, esta terrible rico este weon.
-¿Cierto weon? Mira. Mi hermano le quito la verga del culo y la boca de mi poco para poner a mi sobrino acostado de espalda. Una wea muy rica es lamer a un cabro chico, ven prueba.
Mi hermano de un metro ochenta y cinco se puso sobre mi sobrinito para pasar su gran lenfys sobre el cuerpo infantil de su hijo.
-Ay papi, que rico! Decía mi sobrino mientras se retorcía. Yo me calenté y me lance a lamer a mi sobrinito.
Su piel blanca sin vellos me volvió loco, nunca había probado nada igual, ahora entendía porque a mi hermano le gustaban los niños. Ahí estaban dos hombres adultos, musculosos, velludos comiéndose el cuerpo inocente de un nene de su propia sangre. En un momento nuestras lenguas se toparon mientras lamian la pequeña verguiga de José.
-¿Te gustó cabro chico?
-Oh Bryan, media vola, está terrible rico weon.
– Y eso que no se la hai metido, vamos cabro chico, ponte pa qué el tío disfrute.
Mi sobrinito se acostó de espaldas y levantó sus piernas detrás de su cabeza. Rápidamente metí mi pico en su culto y empecé a follarle duro. Mi hermano se puso de pie y me puso sus 20cm en mi boca. Yo quede en extasis.
-Eso cabro chico, chupa como te enseñe. Mi mano izquierda sobaba el pequeño cuerpo de mi sobrinito, mientras mi mano derecha adoraba a mi hermano.
Estaba en el cielo, era la mejor sensación del mundo. Usar a mi sobrinito y ser usado por mi hermano.
Ese fue mi primer día de descanso, ¿qué más podría suceder?
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