Visitando a papa
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por frannsalazaress.
Estaba muy emocionado, no había visto a mi padre desde hace dos meses, el se fue a vivir al sur mientras que yo me quede con mi madre en la ciudad.
Hoy día iba a visitarlo y quedarme unas semanas ahí con el.
Luego de que llegáramos baje del autobús y busque con la mirada, allá a lo lejos estaba mi padre, un hombre alto, robusto, llevaba una barba de unos días y una gorra.
Me emocione al verlo y mis pies corrieron hacia el, uniéndonos en un abrazo de padre e hijo.
-¡Hijo, estas muy grande, te extrañe!- exclamo tomándome de los hombros.
-¡Yo también papa, me alegra verte!- dije mientras me pinchaba la mejilla con su barba al darle un beso.
Ambos nos subimos en su auto y manejamos directo a casa, pasando por una hamburguesa, en el camino hablamos de como nos había ido estos últimos meses y de las cosas que habíamos hecho, pero realmente no tuve el coraje de contarle mi secreto.
Luego de una media hora llegamos a su casa, era un lindo vecindario, su casa era pequeña pero estaba bien para una sola persona.
Baje del auto y me tome un segundo para tomar aire fresco, el abrió el auto y me ayudo con mis maletas.
-¿Te gusta?- pregunto papa dejando mis cosas a un lado.
-Si, es muy linda, ¿donde dormiré?- pregunte aferrado a mi almohada.
-Bien, sígueme.
– dijo caminando hasta una habitación donde había una cama y un par de muebles, lance mi almohada y recorrí el resto de la casa.
Papa y yo nos quedamos hablando y riendo un tiempo y para cuando nos acordamos ya eran las 16:35.
-Hijo, me voy a bañar en un rato tengo que ir al trabajo.
– dijo apresurado.
Mi padre siempre me a parecido un hombre muy atractivo, desde que tengo memoria recuerdo ver su velludo cuerpo el cual tanto admiro, todo su masculinidad me causa cierta curiosidad, en especial su pene.
Luego de que el se metiera a la ducha camine hasta el baño y me dispuse a espiarlo, tuve suerte ya que dejo la puerta semi-abierta pero por desgracia no pude ver mucho, solo su pecho y brazos.
Cuando salio de la ducha se coloco una toalla en la cintura y salio del baño, yo estaba en la sala y me de cuenta de que estaba en la cocina, detrás de mi.
-¿A que hora llegaras?- pregunte mirando su torso velludo y mojado.
-¡Me has asustado! Estoy acostumbrado a andar así por casa, perdón.
– dijo mientras se preparaba una taza de café.
-Esta bien papa, es tu casa, ademas no tiene nada de malo.
somos hombres.
– respondi.
-Esta bien hijo, me iré a vestir, debo salir pronto.
Papa camino hasta su cuarto, que queda en frente del mio y cerro la puerta, rápidamente corrí detrás de el pero el había cerrado toda la puerta y no pude ver nada.
Tras unos minutos salio papa con su traje, arreglando su corbata.
-Lucas, debo irme ya, espero que no te aburras aquí, nos vemos.
– Dijo papa pasando su mano por mi cabello y tras un beso en la mejilla se fue.
Esa tarde no tuve mucho que hacer, solo salí a caminar y vi algo de televisión.
Mi mente se ilumino mientras estaba recostado en ese sofá, me levante y camine hasta el cuarto de mi padre, abrí la puerta y me encontré con un gran desorden, el piso estaba lleno de ropa tirada mientras que la cama estaba revuelta.
Me agache y tome un montón de ropa que estaba en el suelo, una camiseta, unos pantalones, unas medias y finalmente unos calzoncillos, a simple vista se notaba que eran de hoy, estaban húmedos y de ellos emanaba un olor cálido y excitante.
Acerque los calzoncillos a mi nariz y deje que el olor impregnara mis fosas nasales, una mezcla de orina y sudor.
Mi pene lentamente empezaba a cobrar tamaño debajo de mis pantalones a medida que olfateaba el olor de papa, las primeras gotas de liquido pre seminal empezaban a gotear de mi pene y a mojar mis boxers.
Me recosté sobre la cama de papa, con su olor impregnado en ella, baje mis pantalones y tome mi pene húmedo y erecto, las imágenes del cuerpo de papa se me venían a la mente automáticamente.
Mientras me quitaba la remera imaginaba el torso de papa cubierto de una mota de vello oscuro.
Mi mano recorría mi pecho, que a diferencia de el de mi padre no era nada velludo, mi otra mano masajeaba mi pene de arriba a abajo mientras de el salían gotas de liquido pre seminal que lubricaban mi glande.
Luego de unos minutos empece a sentir que mi pene iba a estallar y antes de que pudiera hacer algo mi velludo pubis, pecho y estomago estaban lleno de semen.
Luego de esa ola de placer me levante y fui hasta el baño en donde me limpie.
-¿Que mejor manera de bautizar la casa que con una buena paja?- pregunte en voz baja.
Después de ese momento y de que todo pasara fui a la cocina y trate de preparar algo para comer.
-¡Lucas, llegue!- Exclamo papa abriendo la puerta.
-Muchacho te traje algo.
– Añadió
Me acerque hasta el, lo salude y tome el obsequio que me había traído, casi como un niño desesperado abrí el regalo y me sorprendí al ver lo que era, una cámara.
-¡Gracias papa, te quiero!- dije abrazándolo.
-Cuando eras niño siempre me pedías una.
– dijo mirándome a los ojos.
-¡Bien! ¿Quien tiene hambre?
-Yo, por suerte estoy preparando algo, pero por desgracia se quemo.
– dije riendo.
-¿Pizza entonces?- pregunto papa tomando su teléfono para ordenarla.
Los dos nos sentamos en el sofá a esperar que llegaran las pizzas y para matar el tiempo pusimos una película en la televisión.
-Me he llenado, creo que me voy a dormir, estoy muy cansado.
he tenido mucho trabajo.
– Dijo papa desabrochándose la camisa haciendo que algunos pelos se asomaran.
Papa fue al baño y luego a su cuarto, al igual que yo.
Las horas pasaban y realmente no podía dormirme, los ronquidos de papa y la incomodidad de una cama que no es la mía hacían todo esto aun mas difícil.
En medio de la noche me levante de la cama para ir al baño y cuando estaba por regresar note que la puerta de papa estaba abierta, la curiosidad me invadió y entre a su cuarto, encendí la luz y me acerque a el.
Me causaba ternura como un hombre tan robusto e intimidante como el podía verse tan tierno al dormir.
Papa estaba tapado con sus sabanas hasta el cuello, no pude resistirme y baje un poco las sabanas hasta su ombligo, Su torso estaba desnudo, había algo en el que hacia que me encantara, podía quedarme horas viendo sus vellos que recorrían su pecho, bajaban en una linea hasta su abdomen y se perdían en su hombría.
Mi corazón latía a máxima velocidad, estaba sudando y muy asustado, rogaba que papa no dejara de roncar, de cierta manera sus ronquidos me hacían pensar que aun dormía.
Tome las sabanas y lentamente las levante mordiendo mi labio por los nervios.
Lo primero que note es que estaba completamente desnudo, mire mas adentro y pude ver su glorioso pene, era muy similar al mio, era grueso, cubierto de algunas venas y un prepucio que cubría su glande, ademas de su velludo pubis.
Sin haberlo notado bajo mis bóxers había una gran erección, si salia de ese cuarto sin hacer nada realmente me iba a sentir un inútil, tenia la oportunidad, tenia que hacer algo.
Tembloroso y lleno de sudor tome el pene de papa revisando que no despertara y comencé a acariciarlo, se sentía extraño sostener en tus manos la verga que te dio la vida pero aun así me encantaba y no quería soltarla.
Poco a poco el pene de papa empezó a endurecerse y en unos segundo estaba casi erecto, me asuste un poco pero aun parecía dormido así que seguí tocándolo, con mi otra mano ocupada en mi pene trate de masajear sus pelotas, eran muy grandes, mas que las mías, ademas su escroto era muy flexible y velludo.
Baje un poco mas la sabana y acaricie sus piernas velludas, poco a poco su verga empezaba a humedecerse, se me hacia agua a la boca.
De repente papa se movió, me asuste muchísimo, el corazón se me salia del pecho, me quede petrificado, luego de unos segundo al ver que no paso nada y pensándolo dos veces seguí con lo que hacia.
Despacio acerque mi cara a su pene sintiendo el aroma y el rose de sus vellos en mi mejilla, saque mi lengua y lo pase por su glande, se sintió muy bien, ademas el sabor me encanto, me quede con ganas de mas y lo volví a hacer, luego de hacerlo varias veces abrí la boca y me metí la mitad de su verga en mi boca.
Realmente deseaba lamer todo el cuerpo de papa, sus pezones, su pecho, sus axilas, todo y casi como si hubiera escuchado mis pensamientos puso su brazo detrás de su cabeza mostrando su axila, me acerque a ella y respire muy profundo sintiendo su olor, saque la lengua y la chupe, me sentía tan afortunado de poder estar haciendo esto que no deje que se me escapara un segundo mas y volví a trabajar en su verga.
Luego de chupar, manosear y olfatear sus pelotas y pija me di cuenta que estaba por correrse, en su rostro había una expresión de felicidad y placer, seguí chupando y de repente mi boca se empezó a llenar de sumen, un liquido espeso y agrio pero con un toque dulce, luego de esa explosión de sabores en mi boca volví a tapar a papa y rápidamente me fui a mi cuarto.
No sabia si tragar su semen y dejar que los espermas de mi progenitor recorran mi cuerpo o usar sus fluidos para lubricar mi verga, finalmente me decidí y saque mi pene que ya explotaba y escupí todo ese liquido en mi pene dejando que lo empapara, no hizo falta que me pajeara mucho, con un par de movimientos cinco chorros de semen saltaron de mi pene depositándose en todos lados.
Aun con el sabor del semen de papa en mi boca y recordando todo logre dormirme.
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