VIVIENDO CON UN HOMBRE MADURO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde temprana edad, me di cuenta que me llamaban la atención los hombres, pero no cualquier tipo de hombres, a mi me gustaba observar a señores maduros y si son peluditos mejor, cuando estudiaba en la secundaria, nunca me fijaba en mis compañeros de escuela, yo prefería observar a mis maestros y a los papas de mis compañeros, especialmente si eran velludos y con algunas canas, me fascinaba ver sus brazos peludos y esos vellos que sobresalen por el pecho me vuelven loco, pero sobretodo el mirar esos paquetes que se adivinaban en sus entrepiernas; así pues fue creciendo en mi interior la curiosidad de observar desnudo a un hombre maduro y sobretodo de sentirme entre sus brazos; en esta ocasión quisiera contarles como fue que llegué a este punto de mi vida, en el cual como les repito me siento feliz de poder compartir mi vida y mi sexualidad con un hombre mayor que además me ama y me protege.
quiero contarles cómo fue la primera vez que tuve sexo con un hombre maduro el cual era vecino de la casa de mis padres y además un muy buen amigo de la familia, su nombre es Sergio o tio checo como lo llamábamos cariñosamente mis hermanitos y yo, en ese entonces yo contaba con 17 añitos, estudiaba el quinto semestre de la prepa y llevaba una vida normal como cualquier chico de mi edad, como dije antes los chavos de mi edad no me llamaban la atención, pero en cuanto veía a un madurito caminando por la calle enseguida me fijaba en su entrepierna e imaginaba como se vería desnudo, en muchas ocasiones mientras me masturbaba venían a mi mente imágenes de hombres maduros desnudos con sus enormes vergas y sus cuerpos velludos, hasta este momento yo seguía siendo virgen tanto con mujeres como con hombres, mi experiencia sexual se reducía a lo que había visto en algunas películas para adultos y nada mas pero lo que yo no sabía era que eso estaba a punto de cambiar y de la mano de quien menos me imaginara..
Un viernes por la noche mis compañeros del colegio y yo organizamos una pequeña reunión en la casa ya que era cumpleaños de uno de nosotros y como la casa de mis padres tiene un patio trasero relativamente grande era el lugar perfecto para nuestro convivio, la noche transcurrió normal entre anécdotas, risas y copas, ya en horas de la madrugada y algo tomados Miguel y Alex, dos compañeros de clases me llamaron hacia una parte alejada del patio, ahí miguel saco de entre sus bolsillos un cigarrillo de marihuana yo no me sorprendí ya que en dos o tres ocasiones había fumado con estos mismos cuates, por eso cuando Alex me extendió el cigarrillo no dude en tomarlo entre mis manos y darle unas buenas fumadas, en eso estábamos cuando entre sombras me pareció ver que había alguien observándonos desde el otro lado de la cerca que divide la casa de mis padres con la del vecino, pero un instante después no había nadie, por lo que de inmediato pensé que solo había sido mi imaginación…
Al día siguiente, sábado me desperté como a las 2 de la tarde solo para encontrar una nota de mis padres que decía irían a casa de mis tíos a pasarse el día ahí, que si quería podía alcanzarlos ahí ya que ellos regresarían hasta ya entrada la noche; por supuesto que no iría, después de comer decidí echarle un vistazo a mi motocicleta, ya que ese día por la noche habíamos quedado de salir nuevamente con los amigos. La motocicleta me la había regalado mi padre al cumplir 16 y el me había enseñado en gran parte a hacerle el servicio de cambio de aceite, filtros y cosas por el estilo.
Estaba en la parte de enfrente de la casa con lo de la moto cuando llegó del trabajo mi vecino don Sergio o tío checo como le decíamos de cariño; don Sergio en ese entonces contaba con 43 años y estaba buenísimo, hacía años que me excitaba el verlo con ese porte tan varonil, el mide aprox. 1.70, con una pequeña pancita cervecera, piel bronceada por el sol, ya que es capitán de un yate cuyo dueño es un norteamericano, y lo mejor de todo que tiene todo el cuerpo cubierto con vello, en ocasiones se deja crecer la barba un poco y se ve súper; pero volvamos al relato, Sergio se acercó y me saludó como de costumbre:
-Hola hijo como estas, todo bien?..
– Hola tío, si todo bien, aquí dándole a la moto que ya le hacía falta una checadita, por cierto tío, tendrás un embudo que me prestes el que tenia no lo encuentro por ningún lado;
– Por supuesto hijo, ve a la parte de atrás y te lo doy;
-ok tío gracias, te veo ahí atrás; me dirigí al patio de la casa mientras don Sergio entraba a la suya, los patios de ambas propiedades eran prácticamente uno solo, ya que apenas estaban divididos por una pequeña malla y una cerca; tras una breve espera don Sergio salió al patio llevando puestas solo unas bermudas, por lo que pude deleitarme observando ese pecho velludo y esos brazos macizos y fuertes que tanto me gustaban, en verdad que se ve muy bien; me entregó el embudo al tiempo que me preguntaba por mi padre; le dije que el y toda mi familia habían ido donde mis tíos y que no regresarían hasta ya noche,
-Si quieres hijo en cuanto termines con la moto puedes venir a hacerme compañía un rato igual vemos el futbol y nos tomamos una cerveza, que te parece.
–Por supuesto tío, termino con la moto y vengo.
Regresé donde la moto, acabé lo que estaba haciendo y fui a darme una ducha, al terminar me vestí con unos pantaloncillos cortos, sin ropa interior y una playera sin mangas, (algo curioso es que a partir de esa vez nunca mas volví a usar ropa interior), y me dirigí a casa de tío Sergio, obviamente por la parte de atrás de la casa, llegué a la pequeña cerca que delimitaba ambas propiedades y llamé a mi tío; al cabo de rato escuche que me hablaba desde el interior de la casa;
– pasa hijo está abierto, solo quítale el pasador a la reja.
Hice lo que me dijo y entré a la casa, obviamente yo la conocía como si fuese mi casa, había ido infinidad de veces desde que era pequeño, entré, crucé el cuarto de lavado, aproveché a dejar el embudo en su lugar, avancé por la cocina hacia el pasillo que lleva hacia la recamará, observé entonces que en el piso habían huellas de pisadas húmedas, el ruido de la regadera me confirmó que mi tío se estaba bañando, en ese momento sentí una extraña sensación en el estomago.
– Tío, estas aquí??
-Si hijo pasa, estoy en el baño ahora termino y salgo, espérame un segundo por favor.
Entré a su recamará la cual ya conocía y me senté en la cama a esperarlo, la puerta del baño estaba abierta y se encontraba prácticamente justo frente a mí, sin embargo yo no podía ver a mi tío mas que la silueta a través de la cortina; en eso se cierra la llave y sale mi con solo una toalla atada a su cintura, imagínense como me puse, la cara se me puso roja por la situación, pero traté de controlarme lo mas que pude, ya en otras ocasiones había visto a don Sergio con el torso desnudo, pero esta vez era diferente, estábamos nada mas él y yo, solos en su habitación con solo una pequeña toalla cubriendo su desnudez, su cuerpo peludo aun mojado, se veía increíble, se dirigió hacia el tocador, abrió uno de los cajones al tiempo que decía.
–Así que tus padres se fueron y te dejaron solo.
–Si, es que me desperté ya tarde y ya se habían marchado.
–Se puso buena la fiesta anoche ehh?
–Jeje si un poco, terminamos algo ya tarde, perdón si no te dejamos dormir.
– No, no te preocupes no hubo ningún problema con eso, lo que me llamó la atención, dijo, es que anoche que salí al patio sentí un olor muy fuerte a marihuana. –Yo me quede helado ante estas palabras y no dije nada. –Tus padres saben de eso?
-No se de que hablas Tío.
– No me mientas Marcelo, yo vi cuando fumabas con tus amigos anoche.; estaba al descubierto,
– por favor tío no les digas nada, mi padre me mataría.
–no te preocupes hijo, no les diré nada, a todo esto él seguía buscando y moviendo en uno de los cajones del tocador;
Se dio vuelta al tiempo que me arrojaba un cigarrillo de marihuana, el cual cayó sobre la cama justo a un lado de mi, mi cara de asombro lo dijo todo, no podía creer que don Sergio fumara hierba;
-No hay ningún problema con fumar esto, me dijo, el problema es donde y con quien lo fumes, ya ves, en esta ocasión te descubrí yo, pero imagina lo que pasaría si es tu padre el que te descubre, o peor aun la policía, yo estaba helado, don Sergio era la última persona que me imaginara que fumase marihuana, y se había abierto ante mi. –yo también fumo así que no hay problema por mi, préndelo me dijo, al tiempo que me daba un encendedor y salía de la habitación.
Regresó con un par de cervezas y me extendió una. –Que pasa, no te animas?, ven dámelo, le di el cigarrillo y lo prendió, veras, me dijo, yo fumo desde hace mucho tiempo, pero siempre lo hago aquí en la casa, para evitarme problemas, si tu fumas, deberías de hacerlo en un lugar seguro.
–ok tío, gracias por el consejo…
abrimos las cervezas y empezamos a tomar y fumar marihuana como si nada, yo me sentía en otro mundo, el se sentó en la cama, pegando su espalda a la pared, y apoyando su pie izquierdo en el piso, empezamos a platicar de cosas triviales, la escuela, los amigos, las chicas etc. yo de vez en cuando y como no queriendo la cosa dirigía mi mirada hacia su entrepierna, a esa parte interior de su muslo izquierdo que quedaba al descubierto de la toalla, podía ver sus vellos e imaginaba como se vería su polla;
En eso me pregunto que si en vez de ver el futbol no me apetecía mas ver una película, yo le respondí que ambos estaban bien, don Sergio salió a la cocina por otras cervezas, al volver prendió el televisor y apareció una imagen congelada y dijo,
-mira anoche estaba viendo esta película pero no termine de verla, quieres que la veamos juntos,
-seguro tio, no hay problema,
yo obviamente no sabia cual era la película, sorpresa, era una porno, nuevamente mi cara de asombro,
-te molesta?,
-no tío para nada.
En el tv. apareció un joven repartidor de pizzas en medio de una sala con una mujer rubia, la cual le daba al chico una tremenda mamada… la escena transcurría normal cuando súbitamente llega un hombre maduro, quien resulta ser el marido de la rubia y los sorprende en pleno acto, después de una breve discusión, el marido termina cobrándose la ofensa cogiéndose al amante; obviamente yo estaba a mil con la película, veía asombrado como aquel hombre maduro enterraba sin piedad su enorme pija en el estrecho culo del joven; en eso la voz de mi tío me saca de mis pensamientos:
-Yo también haría lo mismo,
-Que??, pregunte.
-Cogerme a un cabrón que se pase de listo. Respondió,
-En serio te cogerías a otro hombre, pregunté.
-Claro m´ijo; y mejor aun si es un culito joven con ese..
Yo seguía viendo la película, cuando de reojo vi que mi tío subía su pierna izquierda a la cama; ahora sus pies estaban a escasos centímetros de mi lado izquierdo, volteé a verlo y oohh sorpresa mi tío se había desanudado la toalla y sostenía su verga con su mano derecha;
-espero que no te moleste hijo pero esta película ya me prendió, dijo, al tiempo que empezaba a masturbarse lentamente;
Yo estaba hipnotizado viendo como la mano de don Sergio subía y bajaba lentamente, recorriendo su enorme verga, que para estos momentos ya estaba casi del todo erecta;
-a poco tu no te masturbas Marcelo, dijo, sacándome del trance,
-ehh si, a veces, dije… no podía apartar la vista de ese enorme falo era como un imán; el se dio cuenta.
-Te gusta lo que ves, Marcelo?? –yo me quede callado; -Ven; me dijo, al tiempo que estiraba su mano para alcanzar la mía; -tócalo te va a gustar; yo estaba petrificado, tomó mi mano y la dirigió hacia su verga, envolvió mi mano con la suya y siguió con el sube y baja al momento que dejaba escapar un gemido –mmmmhhh así, que rico;
Yo estaba en una nube el contacto de su pene con mi mano me tenia embrujado, de pronto me jalo hacia él y empezó a besarme desesperadamente al momento que casi me arrancaba la ropa y me llenaba de besos y mordidas, estaba como poseído; cuando finalmente me desnudó, empezó a tocar mis nalgas y mi verga, me mordía el cuello y me decía que todo estaba bien que me iba hacer gozar y sentir como nunca, y vaya que lo hizo; empezó a besar mi cuello, mis orejas, bajando por mi pecho, mordía mis tetillas, mis caderas, era increíble, yo solo dejaba escapar pequeños gemidos y gritos ahogados, el sabía lo que hacía, en eso su boca tomo mi pene y ahí fue la locura, empezó a recorrer mi verga con su lengua mientras sus manos me acariciaban por todos lados, yo me retorcía del placer; estaba a mil;
En eso se incorporó y se sentó encima de mi pecho colocando su verga a la altura de mi boca, no dijo nada, yo solo abrí mi boca y el empujo su verga adentro, casi me ahoga su tranca era enorme y esa era mi primera vez mamando una verga, y vaya verga, (erecta mide poco mas de 20cm, ya que una vez se la medí); en más de una ocasión me provoco arcadas, al cabo de un rato en esa posición, se incorporó me tomo por los tobillos, abrió mis piernas y clavó su cara en mi aun no mancillado trasero, sentir su lengua, su barba de pocos días, fue increíble don Sergio era un experto, me tenia al borde de la locura, después de unos minutos de intensos lengüetazos en mi ano, empezó a introducirme un dedo, yo pegue un respingo;
-tranquilo, me dijo, relájate, no pasa nada, tu solo déjate llevar, su dedo comenzó a entrar y salir a un ritmo lento y agradable, de pronto dos dedos, el dolor fue un poquito más agudo, -despacio, eso es, afloja, no pasa nada, me decía; yo estaba en el paraíso;
-quieres sentir mi verga? Dijo;
-si, tío, quiero sentir tu verga, contesté; no sabía lo que dije.
Don Sergio seguía con sus dedos dentro de mí, besaba mis rodillas, mordía mis muslos, era fantástico, en eso sentí como retiraba sus dedos y colocó su verga en la entrada de mi ano,
-estás listo, dijo, escupió un poco de saliva en su mano, la extendió en su verga, untó un poco en mi culo, y empezó a ejercer presión; por la posición en que me encontraba (boca arriba, con las piernas flexionadas) podía ver el rostro de mi tío transformada por la lujuria, su cuerpo enorme, velludo empujando hacia mi; en eso el dolor…. Aaahhhhh ayyyyyy, su verga había entrado en mi culo virgen; intenté zafarme, debido al dolor, pero mi tío me lo impidió tomándome por los hombros,
-tranquilo, fue solo la punta, me dijo, al escuchar estas palabras sentí morir, era solo la punta y el culo ya me dolía a horrores además estaba a merced de don Sergio, quien empujó un poco mas, clavando su verga hasta la mitad…ayyyyyyyyy me duele, grite, mientras mis lagrimas empezaban a salir, a don Sergio parecía no importarle ya que siguió empujando lentamente hasta que casi toda su verga entró en mi culo, y digo casi toda porque aun no sentía su pelvis en mis nalgas, señal de que aun faltaba un pedazo de verga por entrar;
Yo mientras tanto lloraba y le pedía que la sacara que me dolía mucho, pero el no escuchaba, empezó entonces a sacarla lentamente y ahí sentí un pequeño alivio, pero fue solo un instante porque inmediatamente me volvió a clavar su verga esta vez un poco mas adentro aaaahhhh; y repitió la operación de sacarla lentamente y volverla a clavar, yo aun sentía mucho ardor en el culo y prácticamente no disfrutaba nada, en eso siento que se queda quieto y me dice, -ya la tienes toda adentro hijo; yo instintivamente lleve mi mano hacia mi trasero y comprobé que efectivamente solo su pelvis chocaba contra mis nalgas, todos sus 20cm estaban dentro, recostó su pecho peludo sobre el mío y empezó a besarme la cara, los ojos, los labios, recorría mi cuerpo mientras me decía que era increíble, que tenía un culito divino y que solo sería para el.
-si tío es tuyo, mi culito es tuyo, le decía, mientras me bebía mis lagrimas, en verdad que me dolió esa vez, porque entonces mi tío cruzó su brazo izquierdo por debajo de mi nuca, casi aplicándome una llave de lucha, y así como me tenia sujetado y con su verga clavada hasta el fondo, empezó a empujar hacia adentro, como si quisiera entrar con todo y cuerpo, yo obviamente empecé a gritar y llorar, su enorme verga me llegaba hasta el fondo, sentía que algo dentro de mi se rompía causándome muchísimo dolor,
-esta es mi marca, no lo olvides, hasta aquí llega el territorio de tu macho, y me volvió a empujar la verga con todas sus fuerzas, hasta donde pudo, al tiempo que mordía mi cuello ferozmente, yo solté un grito que salió desde el fondo de mi ser, ya no era don Sergio, ya no era mi tío, era una bestia, y desde ese momento y por varios años seria mi hombre, mi macho; empezó a cogerme con fuerza, casi con violencia, yo seguía llorando y le pedía que parara, pero él estaba ido, no entendía razones, su verga entraba y salía de mi adolorido culo sin contemplación alguna, se incorporó nuevamente, tomando mis tobillos con sus manos, mordía mis pantorrillas, sacaba su verga casi hasta la entrada y la volvía a enterrar con furia, marcando su territorio, entonces aumentó el ritmo, y por increíble que parezca fue hasta ese momento que empecé a disfrutar de la cogida, ya el culo no me dolía tanto, podía sentir plenamente como la cabeza de esa enorme verga profanaba mi interior, fuerte y hasta el fondo,
Sergio tomo con su mano mi verga que en ese momento se encontraba totalmente flácida y empezó a masturbarme, mientras con la otra mano acariciaba mi pelo, mi cara, me daba a chupar su dedo medio, apretaba mis pezones, era la locura, en eso aumentó el ritmo de su mano y mi verga comenzó a pararse, en cuestión de segundos y debido a la excitación, empecé a venirme de forma abundante en la mano de mi tío, mi culo por consiguiente se contraía de forma involuntaria a cada espasmo de mi cuerpo, apretando así la gruesa verga de mi tío, quien me decía que tenía un culo riquísimo, que sería solo suyo, que a partir de hoy sería su nena, yo sentí como su verga se hinchaba todavía más,
-si tío seré tu nena, seré tu putita
-me vengo Marcelo, me vengo mi amor, quieres mi leche??
–si tío dame tu lechita, dámela toda
-ahhhhhhh Marcelito mi amor me vengo ahhhhhhh ahhhhh; dos, tres, cuatro trallazos de semen inundaron mi ano, mientras mi tío se venía en medio de contracciones, clavando su verga hasta donde podía, -ahhhhhhhh que rico ahhhhhhhhh mi tío cayó rendido sobre mí, con su verga aun latiendo dentro de mi culo, estaba totalmente exhausto, podía sentir su respiración agitada; ahí estaba yo, debajo de ese hombre increíble que me había hecho gozar, que me había enseñado en mi primera vez lo que era el sexo entre hombres, después de unos cuantos minutos, sentí como su verga flácida salía por si sola de mi culo, Sergio se giró hacia un lado y yo recosté mi cabeza sobre su pecho velludo, al tiempo que acariciaba su verga y sus huevos;
-Espero que podamos repetirlo después me dijo, mientras prendía un cigarrillo
-mi culito es todo tuyo papi;
Eran ya casi las 9pm había estado ahí por casi 3 horas, mis padres ya estarían en casa, me vestí rápidamente y salí por donde había llegado esa tarde, mi casa estaba tal y como la había dejado, me dirigí al baño, mientras me bañaba me toqué el culo, me dolía mucho, estaba abierto y tenia restos de semen y sangre, me asusté un poco, terminé de bañarme y salí al frente de la casa a tomar el fresco y fumar un cigarro, poco después llegaba mi familia en el auto, como si estuviera observando, don Sergio salió al encuentro con mis padres, después del saludo de rigor les peguntó si había algún problema en que yo lo acompañase a hacer guardia al embarcadero ya que el pasaría toda la noche solo y no le caería mal un poco de compañía; mi madre voltio a verme y pregunto:
–quieres ir a pasar la noche con tu tío;
-claro que si mami..
desde entonces y hasta ya después de cumplir los 21 don Sergio y yo fuimos amantes, cogimos en todas las formas posibles, siendo siempre yo el pasivo; con él aprendí todo, mi primera vez con una mujer y también la primera vez que estuve con dos hombres al mismo tiempo, eso se los contará en la siguiente ocasión, así también como es que actualmente vivo con Ernesto, un hombre de 52 años. Hasta pronto.
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