Vladimir, el chico que nunca olvidare.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Yuniel.
Mi nombre es Javier, esto pasó cuando estaba en sexto grado de primaria, tenía doce años iba bien en los estudios, pero como muchos niños de esa edad me gustaba jugar y hacerle bromas a los compañeros, lo que si no me gustaba era que algún compañero entre juegos lastimara a otro, por lo que tuve algunas peleas por defenderlo sin creerme el súper héroe de la escuela.
Esto que les cuento se dio por la edad y por la curiosidad que tiene uno del sexo, es la edad en que uno lo va descubriendo, empezando a excitarse y termina uno por aprender a masturbarse para llagar al clímax al tener las primeras eyaculaciones, sintiendo lo placentero que se sienten al terminar y gozar las cosas ricas que se sienten en el cuerpo, así que para esos días, ya me masturbaba por lo menos una vez al día para disfrutar del sexo, también en ese tiempo es cuando uno empieza a hablar de sexo con los amigos y se ve por primera vez una película porno, haciendo que crezca la curiosidad y excitación.
Un día en el receso del la escuela caminaba por el patio para ir a comprar algo que comer, vi que unos compañeros correteaban a otro, estando cerca de mi uno le dio un empujón haciendo que el niño chocara conmigo y cayera al piso, al caer se lastimo un brazo empezando a llorar, los que lo correteaban estaban riendo, eran compañeros del otro grupo de sexto, me les quede mirando y les dije—que tiene de gracioso, lastimar a un compañero—uno de ellos me contesto—a ti que te importa, no es de tu salón—–me dio mucho coraje, así que me pare frete a el dándole un empujón tirándolo de nalgas y le dije—que se siente, ahora ríete también—-mire a los otros mientras se paraba al que tire y se retiraron sin decir nada, me agache a lado del otro niño tomándolo de los hombros para ayudarlo a sentarse dándome cuenta que era Vladimir, sus grandes ojos café claros estaban llorosos y corrían unas lagrimas por sus mejillas, al estar tan cerca de el y tocarlo tuve una sensación nuca antes sentida en mi estomago, de todos los de sexto grado, era el mas bajo de estatura por eso lo molestaban, lo ayude a ponerse de pie preguntándole si estaba bien o lo llevaba a la dirección para que lo revisaran, se limpio las lagrimas y me dijo— gracias, estoy bien solo me torcí un poco el brazo—dio la vuelta y mire como se alejaba sin poder dejar de verlo.
Vladimir era inconfundible en la escuela, todos lo distinguían muy bien porque era el único pelirrojo, su pelo, cejas y pestañas eran rojas, era blanco y tenia algunas pecas chicas a lado de su nariz, haciendo que se viera diferente por lo que seguido lo molestaban, después de ese día al encontrarnos me saludaba, no se el porque en los receso, mientras hablaba con los amigos trataba de ver a Vladimir para ayudarlo si lo molestaban, cuando lo veía acercase sentía esa rara sensación en la panza.
No paso mucho tiempo en que un día en el receso al estar en el baño orinando, Vladimir se paro a mi lado bajando su ropa dejando de fuera su pene para orinar, mi mirada se fue directa a su pene que lo tenia mas o menos del mismo tamaño que el mío, pero estaba rodeado de un fino vello rojo, el también miraba ni pene haciendo que sintiera las cosas raras en la panza al tiempo que el pene empezó a pararse poco a poco, a el le paso lo mismo, al terminar de orinar los teníamos bien parados, nos vimos unos segundos mas antes que el me mirara con sus grandes ojos sonriendo, se subió la ropa y salio, me subí la ropa rápido y salí tras de el, lo alcance diciéndole—-Vladimir, quieres una paleta helada—-me contesto que no tenia dinero por lo que se la compre yo, el resto del receso estuve con el, hablamos poco, mientras lo hacia le miraba los ojos y cara, al estar con el sentía esas sensación rara en la panza, el era un poco tímido por lo que casi no hablaba y me miraba poco, al terminar el receso le di la mano, al tocarlo aumentaron las cosas que sentía en la panza diciéndole—-quieres ser mi amigo—-el sonriendo me contesto—-si, me caes muy bien—-el resto del día fue normal, hasta en la noche que ya acostado me baje la trusa para masturbarme, como todas las noches imaginado tener sexo con Diana que me gustaba, era morena clara pelo hasta los hombros, unos ojos negros muy bonitos y sus pechos se le marcaban en la playera, fue normal hasta que mientras lo hacia recordé el pene de Vladimir imaginando que se lo tocaba, deje de pensar en el y continúe imaginándolo que lo hacia con Diana, no por mucho porque mi mente brinco otra vez al recuerdo de el, al final después de varios brincos en mi imaginación termine imaginándolo con ella y eche fuera el semen, me quede dormido despertando sobresaltado en la madrugada con el pene muy parado y sudando, el corazón me latía muy rápido recordando mi sueño, donde estaba acostado con Vladimir desnudos teniendo sexo, en ese momento sentí como salían disparados los chorros de semen mojado la trusa, me quede dormido otra vez, al despertar todavía estaba húmeda la trusa del semen que me salio.
Las siguientes dos semanas en los recesos me ponía a hablar con Vladimir, porque me gustaba su compañía, compartía mi almuerzo con el mientras halábamos, las veces que entramos al baño a orinar al sacarnos los penes los teníamos parados, por las noches en mi masturbada nocturna, me imaginaba que lo abrazaba, le jalaba el pene y se lo chupaba, lo hacia hasta terminar por echar fuera los choros de semen, al terminar me entraban muchas dudas de porque me imaginaba eso y pensaba que esa fue la ultima vez, pero a la siguiente noche era lo mismo, no podía sacar de mi imaginación a Vladimir, en la escuela esperaba con hacías el receso para estar con el, tenia muchas ganas de decirle si hacíamos cosas de sexo pero me daba vergüenza, porque a lo mejor se enojaba y ya no iba a querer estar conmigo, pero cada noche al masturbarme pensando en el poniéndome cada vez mas caliente, mas los días que le había visto el pene con sus vellos rojos.
De caliente ya no aguante, en un receso al estar hablado con Vladimir, le pregunte si ya había visto películas porno, me contesto que si, así que continúe con la platica sobre sexo, pero al preguntarle si el ya se masturbaba no me contesto y cambio el tema, antes que terminara el receso fuimos al baño, al sacarnos los penes los teníamos parados, al orinar se lo miraba y el a mi sin decir nada, ya no me aguante al terminar pase la punta de mis dedos por los vellos de su pene diciéndole— a ti ya te salieron los pelos, a mi todavía no—se dejo que lo tocara mientras me contestaba—yo siempre he tenido así de vellos en el pene y cuerpo—- era verdad porque en brazos y piernas se le veía mucho vello, se subió la ropa y salio, lo alcance en la puerta antes de salir del baño tocándole el pene parado sobre la ropa y le dije—¿ ya te sale semen?—se paro mirándome sonriendo contesto—si, ya me sale y a ti—-le sonreí diciéndole—si, ya también me sale—-sonó la campana terminando el receso por lo que tuvimos que regresar a nuestros salones, al tocarle el pene quede mas caliente, regrese al salón con el pene durísimo por lo que cuando no me veían, me lo sobe hasta que termine echando fuera el semen mojando la trusa, ya en la noche antes de dormir, me la jale imaginando tener sexo con el, hasta echar dos veces fuera los chorros de semen.
Durante el resto de la semana ya no me atreví a decirle nada ni tocarlo, pero en las noches me masturbaba imaginando lo que hacia con Vladimir, sacándome muy rico el semen, el sábado y domingo mientras me la jalaba decidí arriesgarme y decirle que hiciéramos cosas de sexo, así que el lunes iba decidido a hablar con el de eso, en el receso mientras nos tomábamos un jugo y hablábamos no me atreví a decirle, tenia el pene durísimo de lo caliente que estaba, así que decidí que si no me atrevía a decirle lo tocaría a ver que decía, estábamos parados recargados en una barda, el traía shorts porque había tenido clase de deportes, me pare frente a el poniendo mi mano sobre el shorts sobando su pene, no dijo nada dejándose tocar sintiendo como el pene se le iba poniendo duro, mientras sentía cosas ricas en el estomago y mi corazón latía muy rápido, mi pene parado punzaba debajo de la trusa, vi acercase a unos compañeros por lo que deje de tocarlo mirándolo a los ojos sonriéndole, el también sonrío, los compañeros pasaron y se fueron a otro lado, así que le sobe otra vez el pene un poco mas porque pasaban otros niños y podían ver lo que hacia, el no decía nada solo se dejaba, ya casi terminaba el receso y dijo que iba al baño así que fui con el, mientras orinábamos nos miramos los pene parados, aunque terminamos no nos subimos la ropa para seguirnos viendo, de lo calientes que estábamos los penes se movían al punzar, tenia muchas ganas de agarrarlo, movérselo, besárselo y chapárselo, pero estaban otros compañeros en los baños, así que cuidando que no me vieran me atreví a acariciarle el pene y testículos, otra vez el solo me sonrío dejándose, sonó la campana terminado el receso, Vladimir se subió la ropa para salir, los otros compañeros que estaban salieron corriendo quedando solos, así que con una mano le baje el shorts y trusa, con la otra le agarre el pene dándole unas jaladas ricas, no por mucho el subiéndose la ropa, me sonrío diciéndome—ya nos tenemos que ir a los salones—salio de los baños lo alcance y le dije—te gusto, que te lo tocara— me miro con sus grandes ojos dándome una sonrisa y se fue a su salón sin contestar nada, en el salón me sobe el pene sobre la ropa hasta sacarme el semen de lo caliente que quede.
Al otro día espere el receso, al salir del salón fui a buscar a Vladimir, al encontrarlo le dije —-vamos a la biblioteca para estar solos—no contesto así que camine a la biblioteca y fue tras mi, al entrar me fije que no estuviera nadie, agarre un libro y nos fuimos hasta la mesa del fondo, puse el libro sobre la mesa que era un poco alta y nos tapaba de la cintura para abajo, no me atreví a decirle nada, solo empecé a sobarle el pene sobre la ropa sintiendo como se le puso duro, le desabroche el pantalón para bajar su trusa, su pene salto parado, se lo agarre para masturbarlo lentamente, mire sus grandes ojos y me dio una sonrisa, al movérselo me puse mas caliente así que me agache, cerré los ojos y metí su pene a la boca dándole unas chupadas, mientras me desabrochaba el pantalón para sacarme de la trusa el pene que estaba muy parado, mientras se lo chupaba me daba unas ricas jaladas, así estuvimos un rato hasta que Vladimir saco su pene de mi boca, se agacho frente a mi besándome en la boca mientras sentí como agarro mi pene jalándolo, así que agarre el suyo y hice lo mismo, estábamos muy calientes continuamos besándonos en la boca juntando nuestras lenguas, sentía cosas muy ricas en el estomago al tiempo que me latía el corazón tan rápido que creía se me saldría, así como se agacho se paro sin decir nada por lo que me metí rápido su pene a la boca chapándoselo, mientras escuche que me decía quedito—-espera, ya se me va a salir la leche—- estaba muy caliente, continúe y dijo—–Javi, para ya que se me sale la leche—-no me importo seguí chupándola hasta que sentí su semen en la boca, también ya estaba a punto de terminar, así que me pare para subir la trusa y no ensuciar el piso, al estar parado lo mire a los ojos y sonreímos, el agarro mi pene moviéndolo rico poniéndolo junto al suyo, no tarde en echar fuera los choros de semen sobre su pene, al sentirse mojado lo soltó y se hizo para atrás mirándose, el semen se veía entre su fino bello rojo, pene y testículos, me sonrío subiéndose la ropa caminado a la puerta, me acomode la ropa y fui tras de el, el resto del receso mientras comíamos algo no hablamos de lo que paso, solo a veces nos quedábamos callados mirándonos a los ojos y sonreíamos recordado lo que hicimos.
Después de ese día, en los recesos nos íbamos a meter a la biblioteca dos o tres días por semana, para besarnos, masturbarnos y chuparnos los penes hasta sacarnos el semen, Vladimir resulto ser igual de caliente que yo, por lo que gozaba también esos momentos, a pesar tener esos juegos sexuales al terminar nuca hablábamos de lo que hacíamos, era como si no hubiera pasado, nuestros encuentros iban muy bien hasta que un días que estábamos agachados tras la mesa, muy calientes besándonos en la boca de legua, mientras el me la jalaba rico y yo a el, no nos dimos cuenta que a nuestro lado estaba parado mirándonos el señor Pedro, el conserje de la escuela, al verlo nos paramos rápido subiéndonos la ropa asustados, con una risa burlona nos dijo —mira nada mas, en la escuela hay un par de mariconsitos, que les gusta el palo—-Vladimir y yo tratamos de salirnos pero el dijo—-adonde van maricones, no se pueden ir hasta que yo lo permita—-el señor de un jalon le bajo a Vladimir el pantalón y trusa hasta las rodillas y después hizo lo mismo con migo, del susto y vergüenza los penes se nos habían bajado, con una mano le agarro el pene a Vladimir y con la otra el mío diciendo—que paso maricones, no que estaban de calientes—-el nos jalaba los penes, mire a Vladimir que le salían unas lagrimas de sus ojos, el señor continuo tocándonos los penes y dijo—si no quieren que los lleve a la dirección y le diga al director y sus padres que les gusta mamar el pene, los espero hoy a la salida en mi oficina, ya saben, si no van los llevo a la dirección—dejo de tocar nuestros penes, nos subimos rápido la ropa y salimos de la biblioteca, nos fuimos a un lugar que no había muchos compañeros, limpie las lagrimas de Vladimir, lo abrace y le dije—discúlpame, es mi culpa yo te metí en esto, pero si se sabe yo me echo toda la culpa—el me abrazo diciendo—es culpa de los dos por andar haciendo eso por calientes— termino el receso y nos fuimos a nuestros salones, durante el resto la clase estuve pensando en lo que pasaría con el señor Pedro.
Al salir de clases espere a Vladimir en el patio, al llegar le dije—Vladimir tenemos que aguantar para que vea que no tenemos miedo—fuimos a la oficina del señor Pedro, al vernos en la puerta dijo que pasáramos y la cerráramos, el nos miro diciendo—-así que son maricones, los quiero ver desnudos—-Vladimir y yo nos miramos, sabia que si no hacia lo que nos pedía nos llevaría a la dirección y se enterarían nuestros padres, así que me quite la ropa quedando desnudo con el pene colgado, Vladimir estaba paralizado de miedo por lo que me acerqué a el y lo desnude, también tenia el pene colgado por el miedo, ya estado desnudo el señor nos dijo—-quiero que hagan lo mismo que en la biblioteca—–me pare frente a Vladimir, me agache, agarre su pene metiéndolo a la boca, empecé a chuparlo y poco a poco se le fue parando, así que me lo empecé a jalar y también se me paro, el señor dijo—-ahora que te lo chupe el pelos de zanahoria— me pare para que Vladimir lo hiciera, cuando empezó a chuparme el pene me di cuenta que el señor estaba desnudo masturbándose, a pesar de la situación sentía muy rico como Vladimir me lo chupaba, el señor se fue a parar a nuestro lado jalándose el pene diciéndole a Vladimir—-se ve que te encanta el palo, eres un caliente pelo rojo— no paso mucho en que el señor dijo—–rojito, hay te va mi leche—al tiempo que lo decía le echaba los chorros de semen en la cara, al sentirlos Vladimir intento pararse pero el lo detuvo diciéndole—-sigue mamando el palo te tu amigo, hasta que te llene la boca de leche—- no tarde mucho en sentir muy rico al échale el semen en la boca y dije—-señor ya se me salio el semen— Vladimir se paro y le limpie con la mano el semen que tenia en la cara, agarramos nuestras trusas para vestirnos pero el dijo—-esperen no hemos terminado—Vladimir y yo nos miramos temerosas de lo que pasaría.
El señor hizo que Vladimir se sentara en la orilla del escritorio, lo recostó abriéndole las piernas dejando ver su ano y me dijo—-métele el palo al rojito, ahí hay créeme en el escritorio, ponle en el ano y tu palo y méteselo—- mire a Vladimir, después al señor y le dije—-mejor que el me lo meta a mi—-el señor se agarro el pene que lo tenia muy grade diciendo—si no se lo metes tu, yo le meto el mío y seguro le va a doler mucho mas al rojito—-mire otra vez a Vladimir, agarre la crema y empecé a ponerle en el ano mientras el señor le subía y abría las piernas, puse crema en mi pene, mire al señor y le dije en tono de suplica—-señor, no quiero hacerle esto a mi amigo, por favor déjenos ir ya—- el riendo contesto—-eres igual de marica que el rojito, métesela ya—-me jalo metiéndome entre las piernas de Vladimir, le subí y abrí acomodado la punta del pene en el ano, sin mirar a Vladimir empecé a empujar para meterlo, el se quejo moviéndose al dolerle, y se lo saque, mire al señor y le dije otra vez—por favor no me haga hacerle esto a mi amigo—el riendo dijo—-o se la metes tu, o se la meto yo, tu decides—sabia que si el se lo metía a Vladimir lo lastimaría mucho mas, le acomode otra vez el pene cerré los ojos y empuje, sentía como Vladimir se quejaba un poco y se movía al sentir dolor, de repente sentí como el señor puso una mano en mis nalgas empujándome hacia Vladimir diciendo—-con fuerza métesela ya— el me empujo fuerte, sentí como el pene se metió de golpe en el ano al tiempo que se quejo mas, abrí los ojos y vi que se lo había metido todo, el señor dijo—ya se lo comió, ahora empieza a bombeártelo—-empecé despacio a sacarlo y meterlo para no lastimarlo, a pesar de la situación cada embestida me iba poniendo mas caliente aumentado el movimiento, mientras se lo hacia el señor se masturbaba, riendo me decía—-eso es dale palo al rojillo, no pares hasta que lo llenes de leche—-no se lo hice por mucho tiempo, al haberme masturbando mientras se lo chupaba mas las chupadas que me dio Vladimir, sentí que mi corazón latía muy rápido, la respiración era un poco entrecortada al tiempo que sentía cosas muy ricas en la panza testículos y pene, le metí todo el pene quedándome muy quieto mientras le acariciaba el pene, testículos y bello rojo, al tiempo que sentía como se me salían los chorros de semen dentro de el, al terminar mire al señor diciéndole—-ya se me salio el semen, ya le puedo sacar el pene—-el sin parar de masturbarse contesto—-si, sácasela y chupa mi palo—- se lo saque agachándome frente al señor, le agarre el pene y cuando me lo iba a meter a la boca se le salieron los chorros de semen vallándome la cara, el señor soltó una carcajada diciendo ——-tienen lo que les gusta par de maricones, esto les paso por calientes, ni una palabra de lo que paso acá, si dicen algo, yo digo lo que los vi haciendo en la biblioteca—
Vladimir se bajo del escritorio, agoramos las trusas para ponérnoslas, pero el señor nos dijo—-esas me las quedo yo, pero antes agarren un marcador rojo y en la parte de las nalgas ponen un corazón con flecha y sus normes—-hicimos lo que nos dijo, se las dimos y nos dejo vestir, cuando salíamos nos enseño las trusas y dijo—-si hablan, esta es la prueba que son maricas, así que mejor cayaditos par de maricones—-al estar ya en la calle abrace a Vladimir y le dije al oído—-discúlpame por lo que te hice, todo fue mi culpa—–el me contesto—-no te preocupes, también es mi culpa, nos equivocamos, no debimos hacerlo en la escuela—-
A pesar de lo que nos paso, seguimos siendo muy buenos amigos, claro seguimos teniendo nuestros fajes pero ya no en la escuela y cuidándonos que nadie se diera cuenta para no pasar por lo mismo otra vez.
Javi y Yuniel.
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