WILLIAM: EL RECHAZO DE MILTON FUE FRUSTRANTE
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
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Después de esa noche con Milton, él se mostró esquivo y no me permitía acercarme mucho a él, yo entendía que era por temor a ser descubiertos, yo lo amaba más cada día no podía vivir sin él. Al terminar su secundaria se fue a vivir a Sullana e ingresó al mismo Instituto en el cual yo estaba estudiando y se fue a vivir a la casa de su madre (conmigo)
Era mi último año de estudios cuando conocí a un chico que llegó trasladado de otra ciudad, el estudiaba en otra especialidad, en otra aula pero compartíamos algunos áreas y hacíamos trabajos comunes, por lo que integro un circulo de estudios que habíamos formados varios chicos (varones y mujeres de diferentes niveles y especialidades del mismo ciclo de estudios) Se llamaba francisco y era lo opuesto de Milton de color negro, cara poca agraciada nariz ancha y labios gruesos pero de un cuerpo musculoso nalgas abultadas y de un gran bulto.
Francisco desde el inicio me presto especial atención, para conocer a los demás me preguntaba a mi, cualquier duda me consultaba, un día en el baño me tocó las nalgas, yo me puse nervioso, creo que lo hizo para ver mi reacción, y no pude disimular mi sonrojo
-¿Que te pasa? Le increpe
-Nada, tú no aguantas una broma, no tienes correa, mira que los que se molestan así son los que más desean que los toquen.
-¿Que cosas dices?
-Claro mírate estas rosado como una hembrita. Si quieres algo dime nomás yo soy materia dispuesta.
-¿Dispuesta para que?
-Para darle duro a ese culito rico que tienes
Yo me asuste un poco y a la vez la conversación me incomodaba, no quería mostrar mi homosexualidad que hasta ahora la había mantenido bien oculta.
-Desde él inicio me di cuenta que eres raro, eres más delicado y además no te veo con hembra, eres más atento conmigo, antes conocí un pata así que al final resulto un cabro y no paro hasta comerse esta verga, por lo visto los demás no lo saben pero puedes estar tranquilo este será un secreto entre tu y yo –
Me decía mientras se cogía el bulto y se acercaba a mí. Yo salí del baño al oír pasos de alguien que se acercaba. En adelante no desaprovechaba la oportunidad cuando estábamos solos para insinuarme sus intenciones
Un día nos toco hacer un trabajo en su casa, él vivía solo en un módulo de una zona habitacional que sus padres le habían comprado, éramos 8 amigos, dos parejas salieron a comprar para un refrigerio y 4 nos quedamos mientras los otros dos escribían las conclusiones finales, él me pidió que fuéramos a la cocina para prepara los vasos y cubiertos, allí me dijo:
-¿Te gusta la casa? Yo aquí vivo solo, cuando quieras ven y si quieres pasar una noche aquí ven nomas, verás que la pasaremos bien.
Yo no conteste, solo nos miramos un momento, a la vez que se remordía los labios carnosos, ese gesto me éxito que deseaba estar solo con él para mordérselos yo.
Una noche de diciembre, cerca de las 7 de la noche, cuando ya iba a terminar los estudios; estábamos solos en la casa Milton y yo, para provocarlo me desnude delante de él y me puse la toalla el la cintura listo para darme un baño, mientras platicábamos de otras cosas, me bañe y regrese al cuarto, ahora él se desnudo frente a mi mostrándome su verga flácida y quieta se puso su toalla y se fue a bañar, yo me acosté en la cama para esperarlo así como estaba sólo con la toalla, cuando él regreso al cuarto se sentó al borde de la cama y empezó a coquetearme y a tocarme entre las piernas.
-Esta es la zona más suavecita que tienes, parece de hembra, lo he tocado varias veces cuando duermes.
-Pendejo y por que no me despertaste, siempre he deseado entregarme a ti.
Le decía mientras le acariciaba las piernas y me dirigía a coger su pene, acaricie suavemente sus bolas y sentía como el pene se le ponía erecto, mientras el jugaba con sus dedos en mi ano, yo abrí las piernas para recibirlo,
-Hazme el amor lo deseo tanto – le decía mientras le quitaba la toalla y la mía, entonces reaccionó bruscamente y me dio una tremenda bofetada.
-Que te has creído cabro de mierda, yo no cacho cabros menos aquí en mi casa.
Dicho esto salió y regreso vestido, yo me quede llorando no se si de rabia o dolor pero me sentía la peor mierda, después de unos minutos de estar así, me levante me vestí, me lave la cara, tome las llaves y salí de la casa. Camine por las calles no se cuanto tiempo, por ratos las lagrimas salían de mis ojos y procuraba calmarme, quería lanzarme bajo las llantas de algún carro y acabar con mi vida, entonces me acordé de Francisco y de lo que me había dicho eso de ir a su casa y sin casi pensarlo me dirigí allá.
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WILIAM: POR DESPECHO ME ENTREGUE A FRANCISCO
Llegué toque a la puerta y casi al instante abrió, se sorprendió al verme como no creyendo que estuviera allí,
-Entra
Pase y ya adentró me preguntó
-¿A que haz venido?
-Tu me dijiste una vez que si algún día quisiera venir que viniera y aquí estoy.
Me miro fijamente, se acercó me tomo de la cintura, me atrajo hacia su cuerpo y me beso en los labios, no correspondí a ese beso, se retiro suavemente luego yo rodee su cuello y lo atraje hacia mi y lo bese. Él si correspondió
WILIAM: POR DESPECHO ME ENTREGUE A FRANCISCO
El rechazo de Milton me había dolido mucho que me sentí morir, después de caminar sin rumbo por las calles de la ciudad me acordé de lo que me dijo Francisco “Cuando quieras ven y si quieres pasar una noche aquí ven nomas, verás que la pasaremos bien” me dirigí hacia allá.
Llegué toque a la puerta y casi al instante abrió, se sorprendió al verme como no creyendo que estuviera allí,
-Entra
Pase y ya adentró me preguntó
-¿A que haz venido?
-Tu me dijiste una vez que si algún día quisiera venir que viniera y aquí estoy.
Me miro fijamente, se acercó me tomo de la cintura, me atrajo hacia su cuerpo y me beso en los labios, no correspondí a ese beso, se retiro suavemente luego yo rodee su cuello y lo atraje hacia mi y lo bese. Él si correspondió, no quería perder tiempo y me llevó a su dormitorio caímos en la cama entre besos y caricias que se prolongaron por varios minutos.
-¿Te vas a quedar a pasar la noche conmigo?
-No puedo, tengo que regresar
-Entonces hagámoslo ya, vas a ser mi hembra.
Lo desnude y él me desnudo, era musculoso, el típico moreno fornido brazos y piernas fuertes definidos pectorales y espalda ancha, ahora podía apreciar esa belleza en toda su magnitud, su verga negra era enorme, más grande y gruesa que la de Milton tenía más de 20 cm, me pidió que se la mamara. Lo bese y baje lentamente por su pecho bese sus tetillas puntudas y baje por su vientre hasta llegar a su pene, lo tome con las dos manos y aún sobraba un pedazo, lo bese, lamí el glande y llegue hasta la punta que me trague a duras penas, pues era muy gruesa, me dio algo de miedo por la grandeza y grosor, pero por un momento me imaginé a Milton parado a dos metros de nosotros observando y eso me animó a seguir, pues quería desquitarme y decirle que ese era un hombre de verdad. Francisco gemía y me acariciaba la cabeza, la nuca y la cara, me encantaba que me tratara así, que fuera yo quien gobernara aquella pieza enorme, no se apuraba como los otros anteriores, de tanto en tanto, la sacaba de mi boca para lamer el glande, sus bolas y las bases de sus piernas, eso me excitaba más y a él también
-Que rico la mamas, me gusta así, ahhhh que rico así nena así, que rico lames las bolas, eso me encanta, ¿te gusta mi verga?
-Siiiiiii, me encanta está bien rica.
-Toda esta va a ser tuya te la voy a clavar hasta el fondo
Después de más de 10 minutos me pidió que me acostara boca abajo, él me montó acariciándome suavemente, me beso la nuca, la espalda y bajo hasta mis nalgas que las besaba y daba suaves mordiscos, abrió mis nalgas y lamia mi ano, su lengua jugueteaba en mis zonas que había estado reservando para Milton, eso me hacia que me moviera suave y gimiera de placer.
-Ahhhh que rico sigue así, así papacito si, si, que rico.
-Hemos perdido mucho tiempo ¿Te gusta?
-Si me arrepiento de no haber venido antes, tu si que sabes hacer las cosas,
Después de unos minutos de esa faena, me pregunto
-¿Estas listo para penetrarte?
-Si por favor ya métemela, pero despacito para que no me duela mucho
-No te preocupes, te pondré una crema y te voy a meter los dedos primeros para dilatarlo por que lo tienes estrechito.
Tomo de un cajón una crema y la unto en mi ano, a la vez que me introducía un dedo y hacia movimientos circulares, yo gemía de placer, luego me metió dos dedos, eso me dolió un poco pero me gustaba mucho lo que hacia, yo logre coger su pene y apretarlo suavemente, esa vergota estaba deseosa por penetrar mi culo, latía rico y yo quería sentirla ya dentro de mí
-Por favor ya penétrame, quiero sentirla dentro de mi.
-Ponte en pose de perrito (en cuatro patas)
Obedecí y él se colocó detrás, se había untado un poco de crema en el pene y comenzó a sobar la cabeza de su pene hasta que sentí una horrible presión en mi ano que parecía que mi culo se partía en pedazos, sentí la cabeza de esa enorme pieza abrirse paso hacia mi interior.
-Ayayay me duele, despacio por favor
-Te la saco?
– No, sigue pero despacio
Por un momento quise desistir, pero quería ser penetrado para borrar el desprecio que me había hecho Milton, y mordí las sabanas para no desanimarlo, por que Francisco no pretendía hacerme daño, las lagrimas brotaron por mis ojos, el dolor era horrible que me creí desmayar, nunca antes mi culito había soportado tamaña verga, mientras esa verga iba avanzando hacia mi interior, hasta que sentí ganas de defecar.
-Sácala un momento para ir al baño tengo ganas de defecar, sácala por favor.
Él accedió y corrí al baño, me senté en el wáter a evacuar y luego me lave bien, Francisco entro y se lavó la verga que seguía bien erecta.
-¿Te sientes bien?
-Si
-Vamos a la ducha
Lo seguí abrió la llave nos bañamos y nuestros cuerpos se volvieron a unir bajo el agua, me beso apasionadamente, me levantó en brazos con una pierna en cada brazo, yo con un brazo me sostenía de su cuello y con la otra tome su verga y la encamine hacia mi ano, él me apoyo en la pared y comenzó a introducírmela, sus movimientos y los míos hicieron que gran parte de ella entrara, yo lloraba del dolor
-¿Quieres que pare?
-No sigue, métemela toda, no importa que llore, pero sigue por favor, la quiero toda.
-Regresamos a la cama allá es más cómodo
Nos secamos y salimos, me acostó boca arriba y me jalo al filo de la cama, puso una de mis piernas en su hombro y volvió a la carga, el dolor iba cediendo, dando pase a un rico placer que me hacia desearla toda, quería sentir sus caderas chocando en mis nalgas y poco después eso estaba sucediendo,
Los dos gemíamos como locos y a la vez que lo acariciaba
-Que rico culo tienes bien rico y estrechito, me aprieta rico la verga, ahhh
-así cáchame así que rico.
-¿Ya no te duele?
-Ya no tanto, ahora la siento rico
-Por fin eres mía, he deseado tanto tiempo este momento y no me imagine que tuvieras el culo más rico.
Después nuestros movimientos se tornaron más violentos y nuestros gemidos casi gritos gozamos de placer intenso hasta que sentí que sus músculos de todo su cuerpo se tensaron y de esa verga salieron chorros de semen caliente que deposito en mis entrañas., la saco lentamente y exhaustos nos tendimos en la cama,
¿Te gusto?
-Siiiiii, eres lo máximo para hacer el amor. Solo al inicio me dolió que me hiciste llorar pero después se sintió rico
Conversamos sobre nosotros y le pedí que en el Instituto no fuera tan evidente que me ayudara a conservar en secreto mi homosexualidad, estuvo de acuerdo y luego entramos al baño para ducharnos, allí al lavarle la verga se le puso dura otra vez, y se la mame nuevamente, luego me pidió que me volteara y me inclinara, me volvió a penetrar, gemíamos como locos sus brazos fuertes me cogían de las caderas y arremetía hasta el fondo , nos acompañaba el ruido de sus caderas chocando en mis nalgas, nos turnábamos cuando él paraba sus movimientos, yo enculaba con movimientos hacia atrás y rotativos.
Me sentía en las nubes con un hombre así era la mejor experiencia que me había pasado, hasta que volvió a eyacular, lanzando un grito de jubilo.
-Que bien culeas una verga.
-Y tú no te quedas atrás, además de tenerla grande la sabes usar bien.
Nos bañamos y nos vestimos, me acompaño a la calle, tomamos un taxi para regresarme a la pensión, me acompaño y antes de llegar me dio un beso de despedida, me baje una cuadra antes de la casa y él se regresó en el mismo taxi.
Entre despacio para no despertar a Milton, pues ya era más de media noche y pensé que estaba dormido, pero él estaba despierto.
-¿Por qué tan tarde?- No conteste- Pensé que te había pasado algo, ¿te sientes bien?
-Mejor que nunca, que no te lo puedes ni imaginar.
¿Qué paso?
-Nada que te importe, ya duérmete
-Perdóname por la bofetada, ¿me puedo acostar contigo?
-Para que si tu no cachas cabros ni menos en tu casa.
-Ya pues perdóname.
-Esta bien pero duérmete que tengo sueño.
Lo dije para qué se callara, lo rechazaba pero no lo odiaba, por que gracias a su desprecio había tenido la noche mas rica de toda mi vida homosexual, me dormí con una sonrisa de satisfacción sintiendo latir mi ano y con el recuerdo esa enorme verga negra que me había poseído, su sabor en mi boca, su olor y la sensación de sentirla todavía.
Estuve con Francisco 4 veces más, dos de ellas pase toda la noche, desde que salí a trabajar al campo, después de terminar mi carrera, ya no he vuelto a saber de él ni nos hemos comunicado, pero me gustaría volver a tenerlo dentro de mí y con Milton nunca más le mostré cariño ni le insinué para tener relaciones, él comprendió que esa noche había pasado algo que me hizo cambiar respecto así, pero nunca supo y si algún día lee este relato comprenderá lo que realmente pasó.
Espero sus comentarios.
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