WILLIAM: LA MAMADA FRUSTRADA A MI MEJOR AMIGO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
WILLIAM: LA MAMADA FRUSTRADA A MI MEJOR AMIGO
Después de ser la perrita de Henry varias veces y terminada la secundaria, me fui a estudiar a la ciudad de Sullana, esto ocurrió el año 82 el año 83 fue un año muy duro para el norte del Perú por las lluvias ocasionadas por el fenómeno del niño, y fue precisamente el último día de ese año en que conocí a Milton, me impresionó todo de él, sus ojos, sus labios, su voz, su sonrisa, su cabello, aunque era demasiado delgado pero muy alto, más alto que yo y más joven tenía 16 años yo 20.
La despedida del año nuevo fue muy efusiva, y fue en la plaza del pueblo que nos dieron las 12 (uno de mis hermanos menores y un grupo de amigos entre ellos Milton) cuando me tocó el abrazo con él este fue más prolongado que de lo normal, nuestras miradas se cruzaron mientras le deseaba un feliz año nuevo, (mi homosexualidad la mantenía en secreto a pesar de mi experiencia con Oscar y Henry)
A partir de esa noche Milton y yo fuimos muy amigos, nos buscábamos y cuando tuve problemas en la pensión en la que estaba en Sullana, él me ofreció la casa de su mamá que vivía en la cuidad con su padrastro.
Me mude a la casa de su mamá y nos relacionamos más estrechamente, yo le llevaba encargos de su mamá los fines de semana cuando volvía al pueblo, y lo buscaba por las noches, salíamos y conversábamos, no se cuando ni como ocurrió pero adoptamos la despedida con un abrazo que en algunas veces se prolongaba mientras seguíamos hablando, y era cuando sentía latir su pene que con el roce de nuestros cuerpos se empezaba a erectar, cuando llegaba a mi casa me encerraba en el baño a masturbarme y tocarme el ano pensando en él
Un día coincidimos en Sullana y nos dormimos después de una larga conversación en mi cama, para mi era la noche más linda de toda mi vida, estaba en la misma casa con el hombre que amaba, él se durmió, yo no podía dormir, después de un rato lo comencé a acariciarlo, pero no quería abusar mucho para qué no se de cuenta, y me dormí, en la madrugada me desperté y mi mano estaba sobre su pene que estaba bien erecto, la deje allí para sentirla palpitar y cuando él se movió yo retire mi mano, nos quedamos dormidos nuevamente y ya al amanecer me desperté y tenía su pene agarrado en mi mano, yo no abrí los ojos y fingí seguir dormido, él me tomaba la mano y me ayudaba a hacerle movimientos lentos de masturbación, de pronto sintió que yo estaba despierto y se levanto retirándome la mano, pero yo seguí fingiendo que estaba dormido, él se vistió y salió al pueblo yo me quede oliendo el aroma de su pene que había quedado impregnado en mi mano
El fin de semana nos encontramos en el pueblo conversamos de muchos temas menos de lo ocurrido en Sullana, como si no hubiese pasado nada, en la despedida quise prolongar el abrazo, y nos quedamos abrazados y en silencio yo acariciaba su nuca y sus hombros, él me tomó de la cintura y me apegó a su cuerpo, yo tenía ganas de empezar la conversación que debía terminar en mi entrega total, pero él se separó diciéndome que estaba cansado, le propuse entrar a su cuarto y accedió, ya adentro me acosté en su cama y él se tendió a mi costado, lo atraje hacia mi, casi sobre mi, lo acaricie, caricias que no rechazaba pero que tampoco correspondía,
¿Qué te pasa? Me preguntó
-Me siento bien estando así contigo. Le dije
-Pero esto no es normal. Replicó
-Lo se
Repentinamente se levantó y yo lo seguí, lo abrace por las espaldas, mi mano derecha recorrió lentamente su pecho cruzando su vientre para posarse en su bulto, tenía la verga bien erecta mis labios rozaban su nuca, mientras apretaba suavemente esa hermosa verga que me alocaba,
-Te amo Milton, te deseo tanto
Le quite la camisa y me quite la mía, le di la vuelta y lo abrasé por el frente acaricie su cuello baje por su pecho su vientre y me pose de su bulto desabroche su pantalón baje su cierre y su pantalón y sus interiores esa preciosidad salto fuera, enseguida la hice mía y me la trague hasta la mitad, él gemía y eso me excitaba más, , se sentó en la cama y disfrutaba de la mamada que le estaba dando, se retorcía de placer cada vez que la sacaba de mi boca y pasaba la lengua y mis labios por la punta y parte baja de su pene,, cuando la mamada se tornó más frenética con sus movimientos y los míos, sonó la puerta de la calle, era su padre que llegaba, dejó un paquete en la mesa y volvió a salir, Milton se asustó
-Paramos por que mi papá va a regresar
-Seguro demora, sigamos hasta terminar
Yo quería seguir pero él se levantó bruscamente, se alzo los pantalones y se puso la camisa, entonces comprendí que debíamos parar. Me puse la camisa y salimos.
-Aquí no pasó nada – Me dijo
Y nos dimos el abrazo acostumbrado, cuando me retiraba su papá doblaba la esquina hacia su casa.
Esa noche me masturbe con más intensidad, imaginando lo que habría pasado, que hubiera sido su mujer y que esa verga habría sido toda mía.
Posteriormente coincidimos en Sullana y nos acariciamos, pero esa es otra historia.
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