WILLIAM; MI SEGUNDA VEZ CON HENRY
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
WILLIAM; MI SEGUNDA VEZ CON HENRY
Hola mi nombre es William y para el tiempo en que sucedieron los hechos tenia 15 años
Era delgado cabello negro ligeramente rizado, y unas enormes pestañas que me daban aires de muñequita tez trigueña y 1.60 de estatura, lo recuerdo por que me medí en el colegio
Después de ese domingo (cuando tenía 13 años) en que Henry me forzó a orillas del rio, ya no volví a ser el mismo, como lo conté antes, siempre estaba espiando a los chicos cuando se bañaban que por lo general lo hacían desnudos en el rio. Me gustaba ver sus cuerpos desnudos sus verga que a veces cuando se la tocaban, cuando se jabonaban, experimentaban una tímida erección, en algunos casos la erección era fuerte, y era entonces cuando me acordaba de Henry y deseaba volver a tenerlo dentro de mí, que por cierto se había ido a otra ciudad de la región por motivos de trabajo, no lo volví a ver durante mucho tiempo. Mientras tanto me masturbaba y me hurgaba el ano
Un día domingo, cuando me iba al río en mi asno a traer agua, Henry apareció en el camino, me había estado esperando, mi corazón dio un salto, creí morir, sentí mucho miedo pero a la vez quería arrojarme a sus brazos. Lo deseaba tanto.
-Hola perrita ¿Cómo estas?
-Bien bien- conteste con timidez y temor
-Me has extrañado.
Yo solo me agache y calle
-Llévame al rio en anca
Sin que le dijera nada se montó en la parte trasera de mi asno, apoyando su pecho en mi espalda.
-Yo si te extrañe, me decía a la vez que sentía su respiración en mi nuca, luego sus labios.
Quise cambiar de tema preguntándole donde había estado y como le había ido pero aprovechaba cada oportunidad para rozar sus labios en mi nuca en mis orejas y cuello, hasta allí mi pene ya se había erectado y el aprovechaba que no había gente para abrazarme
-Déjame nos vaya a ver alguien.
-Deja que te abrace, si viene alguien te suelto, no sabes como te extrañado a ti a tu culito rico y apretadito.
El empezó a besar mi cuello lo que me excito y le ofrecí mis labios que beso apasionadamente.
-La verdad que te quiero perrita mía, que en estos tiempos que he estado fuera me he hecho unas pajas ricas en tu nombre. ¿Tú me has extrañado?
-Siii
Nos cruzamos con varias personas y en esas ocasiones él me soltaba y disimulaba cambiando de tema de conversación a la vez que saludábamos
Llegamos al rio por otro camino más discreto a solicitud de él, me ayudo a amarrar en una picota el asno y bajo los barriles, le echo yerba y nos metimos por unos matorrales, alli nos besábamos con pasión nos quitábamos la ropa, yo estaba “loca” por ser penetrado por él y él por penetrarme, pero nos tomamos un tiempo para disfrutarlo.
-Me gustas perrita, te deseo tanto que no veía la hora de volver para cacharte rico
Me decía mientras me desnudaba y me besaba
-Quiero que me la chupes.
-Lo que tu digas,- baje por su cuello, acariciando y besando su pecho hasta llegar a esa enorme y gruesa verga de 19 cm y la bese la acaricie y lamí todo el glande hasta que por fin corone su deliciosa punta cabezona que no dude en tragarme; me sentía morir de placer, por fin tenia en mis manos esa verga que había extrañado por mucho tiempo él gemía de placer a la vez que me decía.
-Así mi perrita que rico la chupas, asu que delicioso, así, así, es toda tuya, sigue hasta que le saques leche.
-Quiero que me penetres
-No te apures que hoy te meto todos los polvos que quieras, pero quiero que el primero sea por la boca.
Eso me excitó más de lo que estaba y el comenzó a bombear con mas violencia. Hasta que después de unos minutos se estremeció y esa enorme verga pareció un volcán votando su deliciosa leche caliente fueron varias descargas de ese liquido caliente que me trague, por que él no me permitió votarla, luego me pidió para irnos al rio, sólo nos pusimos la truza, y bajamos y nos adentramos en él por unos recodos que servían de escondite.
-Ponte en cuatro perrita- obedecí esperando su verga, pero no fue así, empezó a lamer mi anito su lengua jugaba y yo gemía del inmenso placer que sentía después de un rato comenzó a sobar su pene de abajo hacia arriba frotando mi ano que se dilataba para recibirla.
-Por favor ya penétrame, te deseo tanto, ya por favor
_Eso perrita pídeme ¿la quieres toda?
-Si si, ya métemela por favor, hazme sentir.
_Estas bien arrecha perrita que la vas a gozar rico, ya verás
Y dicho eso me emboco la punta y sentí morir del dolor, parecía que me partía en dos, grite pero eso lo excitó más que de dos empujones más ya la tenía toda adentro, mientras yo gritaba de dolor.
_¿No la querías toda perita? ¿te duele? ¿La saco?
-No no la saques, sigue, hazme llorar como la primera vez, quiero recordar ese momento
-¿Toda Perrita?
-Si toda ayayay más así, así.
Luego de un rato cambio de posición. Se sentó en el borde y me pidió que cabalgara, obedecí la orden y a ahora cara a cara nos podíamos besar a la vez que subía y bajaba por esa rica verga. Los dos gemíamos de placer, el dolor ya había pasado, nos acariciábamos, el besaba mis tetillas que se pusieron puntudas mientras yo acariciaba su nuca y su hermosa cabellera. Hasta que sus movimientos se volvieron más rápidos, el me ayudaba con las manos me cogía de la cintura y él también bombeaba, hasta que por fin sentí en mis entrañas varios chorros calientes de esa lava que fluía de el
-Que rico perrita que rico culo tienes, mejor que el de una hembra.
-Y tu verga es la más rica, gracias mi amor, gracias por cogerme asi
Todavía no me agradezcas por que aún hay más.
Aún tenía la verga dentro de mí, la saco y nos acostamos en el pasto verde. Él acariciaba mis nalgas a la vez que yo acariciaba su pecho. Conversamos sobre nosotros y sobre la relación que empezaría de ahora adelante. Acaricie su pene que había perdido un poco de dureza y comenzó de nuevo aponerse rígido, me incline hacia él y lo comencé a mamar, luego de un rato me pidió que me acostará de espaldas sobre el pasto, me levanto las piernas y las puso sobre sus hombros y llegó a segunda arremetida que gozamos al máximo, cambiamos de varias posiciones, hasta que los dos gritamos al sentir un común orgasmo. Me sentía morir de placer.
-Ay que rico, te amo Henry, dame más
-Que rico, por eso te extrañe tanto mi perrita, pero de ahora en adelante este culito será solo mío la voy a dejas adentro un rato más
Habían sido los tres orgasmos más deliciosos que había recibido. Sentía que amaba a ese hombre que un día me robo mi inocencia y que hoy me había entregado deseándolo y que hubiera querido que ese momento se hiciera eterno.
Llenamos el agua nos bañamos y después de vestirnos y de levantar los barriles regresamos al pueblo.
Aun que con un poco de ardor en mi añito pero feliz por la faena de la tarde, esa noche me quede dormido feliz por lo recibido y por lo entregado. Comprendiendo que era un marica y que de ahora en adelante quería ser poseído por todo aquel que quisiera, me sentía capaz de desafiar al mundo entero por una rica y gruesa verga, Henry me volvió a penetrar varias veces más , hasta que yo salí del pueblo a estudiar superior en la ciudad de Sullana.
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