Y así nada más cambió mi vida II

Después del shock inicial comienza el amigo, ¿es posible un amor así?.
Yo no sabía que pedo, fue muy rápido todo, estaba a punto de eyacular, el hombre ahora estaba parado frente a mí, me puso la luz en la cara la cual hizo que me cegara, cerré los ojos por inercia pero escuché que dijo «mierda», y ahí entendí todo… para confirmar saqué mi celular e hice lo mismo, lo alumbré de abajo hacia arriba, su pene estaba flácido, subí a la cara… y me cagué…. Neta … de mis labios solo logró salir una palabra «¿Papá?»…

Me quedé helado, se me fue el arie, no sé cuánto tiempo estuvimos así viéndonos, con los pitos de fuera, él reaccionó primero, con prisas se subió los pantalones y salió sin decirme nada, yo no sabía que hacer, hice lo mismo, no entraba en mí lo que había pasado… o sea amigos, en serio, me había cogido a mi papá!!!!!!! MI PAPÁ!!!! ¿qué se supone que se hace en esos casos? ¿Vas y le cuentas a tu mejor amigo? ¿Le pides perdón? ¡¡¡¡¿Qué pedo?!!!! O sea, la primera vez que cojo muy rico en meses y le metí el pene al hombre menos pensado…

Me subí el pantalón, bajé, alrededor mío había más hombres en plena faena, pero los ignoré, bajé, crucé la puerta y el fondo lo ví saliendo del lugar, entré al baño, saque una gran meada que no quería que terminara porque sabía que cuando terminara de mear me tendría que ir… ¿Y a dónde más que a mí casa? A la casa en dónde vivo con mi papá, el hombre a quien le metí el pene hace unos minutos, con quién tuve el mejor sexo de mi vida en unas cabinas sucias. Ahora entiendo por qué papá no va directo a la casa después del trabajo.

Me mojé la cara, pagué y me fui, pasé por un par de cervezas y me dirigí a mi casa, ví el auto de papá afuera y dudé en entrar… abrí y mi hermano seguía en su juego… subí a mi cuarto muy rápido y me encerré, abrí una cerveza y casi me la tomo completa, recordé la escena una y otra vez, sentía un vacío en el estómago, pero en lugar de culpa sentía emoción, ¡Qué raro! En realidad había disfrutado la experiencia, el ambiente, las sensaciones, en realidad me había gustado y había disfrutado mucho el hacerlo con papá, su cuerpo, su olor, su sabor, todo. Era pecado, era malo, pero delicioso… ¿acaso estaba loco? ¿No había culpa? Repasé en mi menta todo lo que hicimos, y mi pene volvió a reaccionar, no me había venido, estuve a punto de, así que empecé a tocarme, cerré los ojos, solo imaginaba lo que sentí, besar su culo, besar su pene y que él besara el mío, empecé a tocar mis pezones y axilas, me masturbaba cada vez más rápido, imaginaba a dándole verga a papá, haciéndolo sentir placer, llenando su interior de con mi miembro, papá, el que me dió la vida, ahora le podría pagar el favor de la creación, empecé a decir «¡Papá¡, ¡Papá¡, ¡PAPÁ!» Y una lluvia de esperma salió disparada de mi pene llenando todo a mi alrededor, grité un poco más y me quedé ido un rato, trataba de recuperar la respiración y me quedé dormido un rato, así con el pene de fuera y lleno de semen, desperté… no sé a qué hora, por un ruido de puerta, no sé si fue la mía o de alguna puerta que se cerró en el pasillo, no le tomé importancia, me ví todo enmielado, y decidí ir a mear, sentía la vejiga a reventar, me levanté y muestras cruzaba el pasillo llegaron los sentimientos de culpa, cómo iba medio adormilado no le tomé tanta importancia, entré al baño, levanté la tapa y liberé la hidratación, terminé y bajé a la cocina por algo de cena, calenté algo en el micro y ahí mismo comencé a cenar… en eso llega mi mamá, hace tres días que no la veía, solo medio me saludó y me dijo que saldría toda la noche a no sé qué, no le hice más caso porque yo sé que tampoco le importa como estamos, tomo un vaso de agua a y subió a la recámara, si se preguntan por mi hermano, sí, él seguía jugando sus videojuegos en la sala, me quise distraer y empecé a ver mi serie en Netflix, estaba ya relajado, deslechado y cenado, cuando escucho de la parte de arriba, gritos y cosas que se rompen… otra vez están peleando mis papás, como siempre…

Mamá: ¡Ya ni aguanto, esta familia me sofoca!

Papá: !¿Y tú qué haz hecho para la familia?! ¡Nada! ¡Todo lo pongo yo, tú solo estás para irte con tu amante!

Mamá: ¡Pero él sí me ama y no es un vil joto como tú!

Siempre, desde que tengo memoria, hemos escuchado a mis papás pelear, pero esta vez fue la primera que les puse atención.

Mamá bajó enojada con unas maletas, gritando «¡Me largo, me largo de aquí! ¡Que te vaya bien en tu vida de puntería!

Mamá estaba dejándonos, bueno a papá, a nosotros nos había abandonado hace mucho.

Salió por la puerta y se subió a un coche, supongo que es el de su nueva pareja, mi hermano se me quedó viendo callado, tenía una mirada triste, yo caminé hacia él y le dije «Todo estará bien, estamos juntos» quiso llorar, pero lo reprimió, así como hemos reprimido estos sentimientos toda la vida, se volvió a poner los audífonos y siguió su juego.

Me levanté y subí a mi cuarto… no sabía que pensar, me llegó la idea de que yo había Sido el culpable, a lo mejor mamá se enteró de lo que pasó entre papá y yo hace algunas horas y por mí se iba, aunque bueno, mamá jamás había estado con nosotros, caminé por el pasillo de arriba y pasé por la habitación de mis padres, y escuché a papá llorar, nunca lo había escuchado llorar, me senté junto a la puerta y comencé a meditar con su llanto de fondo… ¡Qué bonita familia!

En otro momento yo hubiera querido entrar y abrazarlo, pero ahora con lo que había sucedido no sabía si era correcto, así que me quedé ahí un rato, hasta que escuché que bajó el sollozo, me animé a entrar, todo estaba oscuro… de nuevo, él estaba en la cama acostado mirando al infinito, solo entré y le llamé «¿Papá?»… Había hecho esa pregunta dos veces hoy, pero con diferente significado, «¿Estás bien?»

Mi papá me miró con los ojos llorosos, lo veía tan indefenso, tan destrozado, tan guapo, tan lindo, quería abrazarlo y tenerlo cerca de mí, quería protegerlo, aunque en teoría él debería de protegerme a mí, sin embargo la vida que él me había dado me había obligado a ser independiente.

Yo: papá, todo va a estar bien, nos tienes a nosotros.

Papá: Perdón

Yo: No papá, no hay qué perdonar, siempre hemos sabido que mamá tiene otras prioridades (por no decir un amante).

Papá: No es eso hijo, yo lo sé, lo de tu mamá y yo terminó hace mucho, perdóname porque los hemos lastimado a ustedes y por lo que pasó hace rato, ni debió pasar, me metí en mi mundo y no sabía que tú también estabas pasando por cosas y…

Yo: Tranquilo papá, lo de hace rato fue algo genial, me encantó, aunque en realidad no esperaba verte.

Papá: a mi también me encantó me hiciste sentir cosas que nadie más me había hecho sentir.

Lo veía a él tan indefenso, un hombre casi cuarentón pero con un alma tan sola, y no quiero que mi papá siga solo.

Me acerqué a él más

Yo: Papá, nunca estarás solo, voy a estar para ti.

Papá: Gracias Danny.

Yo: Te amo papá.

No puede más y lo comencé a besar, tomé su cabeza, acaricié su cabello y comenzamos a juntar nuestros cuerpos, ahora sí sabíamos quienes éramos, su delicioso aliento, la textura de su piel, su cuerpo entero, era una belleza, me Monté sobre él y lo despojé de su camisa, él hizo lo mismo y lo hice comer mi cuerpo, besó mis pezones, mis axilas, bajó a mi cintura y abrió mi pantalón, me lo quitó y quedé desnudo ante él.

Papá: Danny, ¡Cómo has crecido! La última vez que te Vi desnudo tu pene medía no más que mi meñique.

Yo: Jajaja, pero la última vez que lo sentiste estaba dentro de tí.

Mi papá se sonrojó y comenzó a engullir mi pene, el pene de su crío, lo beso con gran maestría, después de un rato lo desnudé a él y aprecié su hermoso cuerpo velludo, era hermoso, un Adonis, comencé a besar su cuerpo entero, lamí su sexo y regrese a su culo, ese culo hermoso que mi papá tiene, lo besé, lo puse en posición y lo embestí, mi pene entró a pelo en él, empecé a coger a mi papá duro, mostrándole mi amor, el gemía, pedía más y yo lo complacía, era mi padre, pero ahora era mi hombre, comencé a cogerlo más duro, lo giré sin salirme y Vi su cara, su hermosa cara barbuda, con esos ojos que recuerdo desde que tengo memoria, «Te amo papá» » y yo a tí, hijo» y con ésta frase metí todo mi miembro dentro de él haciéndolo gritar de placer y ambos al mismo tiempo llegamos al orgasmo, él llenando de esperma nuestros cuerpos y yo su interior.

Caí rendido y sudado sobre él y poco a poco mi pene recuperó su medida flácida, oliamos a hombre, a sudor, a semen y a culo, un aroma delicioso, que nos embriagaba, me acomodé y el se acurrucó en mi pecho a un lado de mi axila, cruzamos las piernas y me dormí con mi hombre sobre mí.

Danny J