Y todo por las tortillas 3
También le agradeceré a la novela que transmitió un buen capítulo para unirnos Lucas y yo .
Una semana entera estube llegando a casa de Lucas para jugar con todos los juguetes que le había regalado, en su carita miraba felicidad, cariño y apego hacia mí, en todos estos días, a media ronda de jugar, sin decirle nada se quitaba su ropita y me mandaba a quitarme la mía para darle su medicina, creanme que esa boquita dentro de mi pene era la mejor sensación que podía experimentar en esos momentos, y afortunadamente la abuela nunca se fue a meter al cuarto, ni sospechaba tan siquiera.
Esta vez mi madre me mandó por tortillas una vez más, y yo sin pensarlo dos veces fui a por ellas, pasando por la casa de mi pequeño Lucas, quien se encontraba en la arena jugando y cuando me vió se levantó corriendo para abrazarme.
L – holaaa!!! Llegaste muy temprano hoy!! (Me dijo así ya que siempre iba por las tardes a jugar y no en las mañanas)
Yo – sí pequeñín, me mandaron por tortillas.
L – así como el otro día que te vi ¿verdad?
Yo – sí pequeñín, como el día que conocí a el más lindo niño de este mundo.
Lucas sonrió sacando unas lagrimitas de sus ojitos, y me quiso acompañar a pasar por las tortillas. Allí pedí el kilo que mi mamá me mandó a traer y Lucas me pidió el dinero porque él le iba a pagar.
Como la típica escena de los niños que dicen yo pago, fui a dejar a Lucas a su casa cuando ya estaba por irme pero entonces el pequeño me empezó a rogar que fuera a jugar con él.
L – por favor!!! Juega conmigo (puso su cara emocionada)
Yo – sí pequeño pero déjame llevar las tortillas y luego regreso corriendo.
Lucas no me dejó y me jaló adentro de su casa, me hizo sentarme en el sillón y se subió encima de mi viéndome a los ojos, y me dijo que me quería mucho, que no me fuera.
De todos modos su forma de rogar me hizo enamorarme aún más de él, y no tube de otra más que obedecer a mi pequeño.
Yo – ¿y tu abuelita Lucas?
L – salió a hacer unos mandados y me dijo que no saliera.
Yo – ahhhhh y ¿Por qué rayos estabas solo jugando afuera? (Dije un poco serio)
L – es que estaba aburrido.
Yo – no Lucas!! No debes salir a la calle solo y menos si tu abuela!!
Lucas empezó a lagrimar
L – si no estubiese afuera no te hubiera conocido y tampoco serías mi amigo!!! .( Su cara se le llenó de lágrimas, se puso de pie y se fue corriendo a su cuarto).
Me saqué mucho de onda, nunca vi a Lucas actuar de esa forma, me puse de pie y aseguré la puerta de su casa para que no entrara nadie que no debiera. Lucas se encontraba boca abajo en su cama, llorando, lentamente me le acerqué y le acaricié su espalda.
L – déjame, sal de mi cuarto!!!
Yo – Lucas, tú no eres así, yo conocí a un niño feliz, alegre y muy hermoso, no a uno que me gritara feo.
(Lucas no me dijo nada).
Yo – mira pequeño, tu abuelita te dijo que no salieras a la calle, ¿qué mandado fue a hacer ella?
L- fue a ver a una tía que se siente mal a su casa (lo dijo enojado pero ya más relajado).
Yo – tal vez no tarde mucho, pero pequeñín, qué tal que en vez de que te encontrara yo en la calle ahorita, fuera un desconocido y te roba???
Lucas se levandó de brazos siguiendo boca abajo y me miró a los ojos.
Yo – Sí pequeño!, La otra vez que te conocí no pasó nada porque tu abuela estaba en casa cuidándote, pero ahora no hay nadie!! No vuelvas a desobedecer Lucas.
El niño se sentó cruzando sus piernitas y me dijo que estaba bien, entonces me volvió a abrazar, me puse de pie y Lucas sin soltarme del cuello se enganchó a mí, como si fuese garrapata abrazó mi cintura con sus piernas y cargándo a mi criatura lo llevé al cuarto de su abuela y poner la tele.
En el trayecto de su cuarto al de la abuela fue precioso, Lucas recargó su cabecita sobre mi hombro y sentí en ese momento que nuestra unión era más fuerte que cualquier otra cosa, llegando al otro cuarto quise sentar a Lucas en la cama pero él no me soltaba, medio traté de empujarlo pero él con toda la fuerza que posee un niño de 10 años de 1.35 de altura y me fue imposible.
Me di la media vuelta para que me sentara yo, y así pude descansar un poco, lucas no me miraba a la cara, seguía aferrado a mi hombro.
Con un brazo agarré el control que se encontraba a un lado de mí y prendí la tele, y apareció una novela que tenía mucho romance y todo, la pareja estaba caliente y a punto de comenzar a tener sexo, los gemidos de la tele llamaron la atención de Lucas que noté que giró léntamente para ver lo que pasaba.
Cuando volteé a ver a Lucas, giró otra vez hacia mi hombro.
Yo – ¿qué pasa Lucas ?¿te dio miedo?
L – nnno, es que mi abuela no me deja ver personas desnudas en la tele.
Yo – ¿Por qué? Si ya me has visto desnudo a mí, y yo te he visto a tí.
L – sí pero dice que los niños no deben ver eso en la tele!, Además tu y yo nos desnudamos porque me das medicina!.
Yo – pero Lucas, también el señor de la tele le dará medicina a ella.
Lucas volteó sorprendido y miró a la pantalla, desafortunadamente al ser una serie pues omitieron el coito y cambiaron de escena.
L – pero no se vio! , Me estás mintiendo!
Yo – principito, es que esas cosas se hacen en privado, y nadie los puede ver, así como tú y yo, lo hacemos solitos y nadie nos puede ver porque sino nos regañan.
A Lucas como que le explotó la mente de recibir información,entonces me soltó y se puso de pie frente a mi,
L – quiero medicina yo también, pero quiero que tú me quites la ropa así como en la tele.
Mi corazón empezó a palpitar, Lucas se me acercó y levantó sus brazos con el fin de que le quitara su playera, y como hipnotizado estiré mis brazos y desde la cintura le fui levantado su playera hasta quitársela, sentí como una energía que me atraía y me tiré de rodillas solo para bajar su shortsito junto a su boxer, y dejárlo desnudo. Me puse de pie y Lucas me bajó mi pillama ( porque en pillama fui a su casa), de un jalón me lo bajó hasta los tobillos, y siguió con mi boxer, me hizo agacharme para quitarme mi playera, y solito agarró todas las prendas y las aventó a la silla.
L – Listo!, Asi no se mancha nada!.
Lucas me jaló a la cama y ahí estábamos los 2 abrazados y desnudos, se sentía de lo más maravilloso sentir nuestros cuerpos desnudos, y mi erección estaba a mil, que ya podría reventar en cualquier momento, el pequeño obvio que se dió cuenta porque con su rodilla lo estaba sintiendo, el niño se arrastró y como lobo hambriento se metió mi verga hasta el fondo pero sin dejar de ver la tele.
Lucas mamaba sabroso como siempre, como 15 minutos de puro placer y ambos con los ojos mirando la novela, una escena de pelea cuando la toma cambió nuevamente a la pareja de hace rato, esta vez se miraba al hombre encima de la mujer obviamete cogiendo, pero claro que no lo mostrarían.
L – ¿por qué se mueven asi? (Dijo el morrito dejándome la verga llena de su saliva).
Yo nervioso y sin saber qué hacer le dije que nada.
L – Vamos!! Dime!!!
Yo – pues, mira pequeño, él le está dando medicina a ella pero por la colita ya que así sus defensas se cuidan más rápido a que si se la diera por la boca.
Lucas se quedó como estátua mirándome a los ojos mientras de su labio le caía la baba acumulada! Y después volteó a verse sus nalgas!
L – ¿estás seguro que me curaré más rápido si me das medicina en mi cola?
Yo – (mierda! No hablaba de este hermoso niño sino de la vieja, pero ya estaba tan caliente que mejor decidí mentirle) esteee sí bebé así es.
Lucas se fue gateando y se acostó de la misma forma en que estaba la vieja boca arriba.
Yo me puse encima de él y miraba en sus ojitos que confiaba ciegamente en mí, Lucas abrió sus piernitas dejándome paso a sus nalgas deliciosas, yo decidí masajearlo primero, Lucas conforme pasaban mis movimientos empezó a liberar gemidos y creanme que eran una melodía musical, con mi saliva en un dedo comencé a abrir paso en su cola, rosadita 100% virgen, y Lucas cerró sus ojos sin dejar de gemir, cuando mi dedo se adaptó pasé por el segundo y después el tercero, y ahí si el niño sentía dolor, así que tube que dejarlo.
Yo – Lucas creo que es mejor que tomes tu medicina por la boca, si te lo doy en la cola te va a doler mucho y vas a llorar.
L – no!!! Por favor dámela en mi colita!! Quiero curarme rápido y no lento!
Yo- ¿pero Lucas?…
L – por favor!!! (Mirándome con esos ojos que si ustedes lo vieran también caerían rendidos ante él.
Yo – Bueno pequeño te la voy a meter ya, si te duele me dices y lo dejamos para otro día.
Fui introduciendo el glande, hizo contacto con el culito de Lucas, y fue entonces que mi calentura llegó a su punto máximo, pero sabía que no debía hacerle daño al niño, a parte ambos estábamos perdiendo la virginidad al mismo tiempo, cuando noté mi cabeza ya había entrado y Lucas no lo notó, pero sí veía su rostro de placer, ojos entrecerrados y su boca en forma de O, seguí empujando hasta que logré meterle la 2/3 partes de mi pene, Lucas ta estaba empezando a sentir dolor pero no me lo decía, yo continué y comencé a hacérle mete y saca, Lucas empezó a soltar sus gemidos y me abrazó con sus brazos, yo hice lo mismo con él, la novela ya había terminado pero los dós nos encontrábamos en la misma pocisión que la misma pareja, haciendo el amor, o dándole mecidina a mi pequeño, ambos comenzábamos a sudar, y como ya era medio día el calor era fuerte, pero la calentura que ambos traíamos era mucho más fuerte, fue tanta adrenalina que solté muchos disparos de semen dentro de él, lucas me abrazó con sus piernas y otra vez quedó como garrapata, me dijo que asi quedaría un rato más para que no se le escapara la leche y se curara bien, yo le hice caso y quedamos prensados, al estar sudados nuestras pieles se pusieron pegajosas, entonces me levanté, con dificultad porque Lucas no me soltaba.
Nos daríamos una ducha, pero dola Lucia no contaba con baño propio, ya que ella usaba el baño cerca de la sala, me quedaba más cerca el de el cuarto de Lucas, así que desnudos, enganchados sin preocupacion porque la casa era solo nuestra, me dirigí al baño de Lucas, y sin cerrar la cortina solo nos metimos, me agaché para que Lucas se soltara y nos dimos un buen baño de agua fria, Lucas se quería poner el jabón solo pero no lo dejé porque quería bañarlo yo, lo dejé rechinando de limpio, y su colita sin rastros de haber sido llenado de medicina, ambos nos pasamos la toalla cuando escuchamos afuera a la abuela tocar la puerta, me jalé a Lucas al otro cuarto para cambiarnos, en menos de un minuto, el niño sonreia porque esto le parecía un juego mientras que yo estaba asustadisimo jaja, la adrenalina nos hizo vestirnospronto.
Salí a abrir la puerta y doña Lucía se sorprendió de verne tan temprano, dijo que dejó las llaves dentro y por eso dejó a cargo a Lucas, le expliqué que lo vi solo en la sala (mintiendo) y como me dijo que estaba solo decidí aconpañarlo.
Lucas señaló la bolsa de tortillas, que ya se habían enfriado, y yo me preocupé jaja, la señora se rió por decir que me olvidé de llevarlas a casa, doña lucia se fue para hacer la comida de Lucas y yo estaba por retirarme cuando antes de abrir la puerta Lucas me dice que me arrodille, y me abrazó otra vez, y lo mas impactánte fur que me miró a los ojos, y me sorprendió con un beso de piquito.
L- muchas gracias por estar conmigo siempre.
Yo- te veré mañana mi niño
L – te esperaré feliz jeje.
Me retité a mi casa, muy emocionado, al fin logré cogerme a ese niño y encima me lo agradeció con un beso, ya en mi casa no había nadie, por lo que dejó de preocuparme lo de las tortillas. Comí pollo y me fui a acostar pensando en mi niño único y hermoso, bueno en la cama……….
Ojalá continúes subiendo relatos