YO 28 AÑOS, EL CHICO DEL SUR, 17 (34)
Vuelvo con un relato de otra experiencia de hace algun tiempo, que espero sea de su agrado, como siempre COMPLETAMENTE REAL.
Estando viviendo en Santiago de Chile como he señalado en relatos anteriores, entré una tarde al chat gay y me puse a conversar con un chico que dijo tener 18 años.
Oriundo de la ciudad de Talca en el centro sur de Chile, me comentaba de sentirse gay pero que no podía confesarlo en casa. Además, el típico problema del pueblo chico, infierno grande como acá decimos, hacia aconsejable mantener un bajo perfil.
Seguíamos conversando en la medida que él podía conectarse, y siempre por el mismo Nick para reconocernos. Así fuimos entrando en más confianza. José Miguel me confesó que era virgen, así que no podía encasillarse en alguna preferencia sexual. Obviamente un tema interesante para mí que en la medida de lo posible mi preferencia ha sido y es por chicos jóvenes.
Y así, hasta que llegó el momento de la invitación. Previo intercambio de fotos y ya considerándonos mutuamente de confianza, le envié pasaje de bus para que viajara a la capital, un viaje de poco más de 3 horas, para lo cual le estaba esperando en la terminal.
Una cara de bebe que contrastaba con su estatura, altura de un metro y 70 aprox, blanco, pelo negro y crespo y una hermosa sonrisa. Apenas me reconoció un abrazo y nos fuimos al auto con su maleta.
Llegando a casa, le invité un refrigerio y pasamos al sillón en el living, me senté en un extremo y él se acostó, con su cabeza sobre mis piernas, donde pude observarle detenidamente y pude observar su hermosura, perfecta dentadura, pelo azabache crespo, y piel muy blanca. Le acariciaba el mentón, y poco a poco fui abriendo su camisa y metiendo mi mano.
Mientras exploraba su piel joven, bajando por el pecho y confirmando lo que ya sospechaba, su absoluta inexperiencia, virgen, sexualmente hablando, lo que indudablemente aumentó mi deseo, y seguí bajando mi mano por su cuerpo, sintiendo su suavidad, y la ausencia de vellosidad, salvo en la zona axilar.
Sigo bajando y empiezo a meter mi mano por su pantalón, donde si pude sentir alguna vellosidad, mientras él levanta su cabeza y me besa en la boca.
¿Vamos a un sitio más cómodo?, asiente y nos vamos al dormitorio, donde la cama doble nos espera. Le empiezo a desnudar, su camisa, mientras nos besamos mis manos agarran golosamente su culo, firme, apetitos lo que me lleva a meter mis manos por dentro de su ropa y sentir su calidez y aumentar mi excitación, lo que se manifiesta en una potente erección que José Miguel siente sobre el pantalón, por lo que lleva su mano a agarrar mi bulto mientras ayuda a bajar la cremallera del pantalón.
Ya desatados a la pasión, nos desnudamos rápidamente y lo llevé a mamar mi miembro en plena erección y ya húmedo de precum, lo besé en la boca sintiendo el salado sabor de mi verga y lo puse boca abajo. Hermosa visión, un culo voluminoso sin ser exagerado, piel blanca, absolutamente lampiño de piernas y todo su lado posterior, ante lo cual separé sus piernas y aplique abundante lubricante preparándolo para la primera estocada de su vida, apoyé mi miembro a su entrada y apreté con suavidad…….
Un gemido salió de su boca, mientras mi miembro ingresó un par de centímetros, retrocedí y lo volví a clavar, esta vez recuperando lo anterior y agregando otros centímetros más, lo que fue respondido con un nuevo gemido, y así, de nuevo, consiguiendo en cada oportunidad ingresar mi caliente miembro más al fondo, acompañado con sendos gemidos y suspiros, hasta que en una estocada final, llegué hasta lo más íntimo de su ser, ahora ya con un grito que fue ahogado por la almohada, mientras le pedía se quedara quieto, mientras su culo se acomodaba a mi miembro, lo que hizo de inmediato.
Mi pene palpitaba de excitación, yo le lamia el cuello dándole pequeños mordiscos incluyendo sus hombros y bajando algo en la espalda, mis brazos ubicados de forma que agarraba sus hombros atrayéndolo hacia mi cuerpo, lo que indudablemente producía efectos profundos exteriorizado con gemidos y murmullos, que elevaban mi calentura aumentando la fuerza de cada clavada, tratando de llegar lo más adentro posible.
Cada vez que ya sentía estaba a punto de eyacular, le abrazaba con fuerza pidiéndole que no se moviera, a fin de extender lo más posible el placer de la clavada, retomando los movimientos cuando ya bajaba un poco mi excitación. Así hasta que ya se hizo insoportable mi resistencia y sentí como mi próstata sentía salir chorros de mi savia varonil, que llenaba aquel –hasta ese día-virgen culo rebalsando por sus nalgas y piernas, todo ello acompañado de gruñidos, gemidos y sudor propio del placer recibido y entregado.
Poco a poco volvimos a la normalidad, mi pene perdió erección y salió de su cálido refugio, acompañado de abundante líquido. Pregunté si le dolía y me respondió que solo un poco de ardor. Le besé tiernamente y nos quedamos abrazados.
Nos dormimos luego de una conversación, me agradeció de haberle invitado y me contó de sus sueños en la capital.
A media noche o quizás más tarde, despierto y lo siento a mi lado de espaldas a mí, mi mano lo primero que tocó fue su exquisito culo, lo que de inmediato despertó mi excitación, mi miembro volvió a posición de ataque e inmediatamente alcancé el lubricante de la mesa de noche y me apliqué como también a su agujero, el aún dormía cuando puse la punta de mi verga a la entrada y lo empecé a penetrar. ¿Qué pasa? Preguntó (shhhhh) disfruta, le respondí, y de golpe le introduje hasta más de la mitad mi caliente miembro, haciéndole despertar de golpe y en dos empellones ya lo tenía completamente empalado, empezando mi movimiento de penetración, al cual se acopló rítmicamente llegando a una complementación total que aumentaba el placer para ambos. Al ser la segunda follada en poco tiempo, pude aguantar mas sin acabar, lo que permitió ir experimentando distintas posiciones, para lo cual ya había encendido las luces que me permitirían mirarlo a los ojos cuando hiciera los cambios y en especial ubicarlo en la posición de piernas al hombro…….
Le ubiqué de espaldas y me instalé entre sus piernas. El, más inocente de lo que me esperaba, preguntó que iba a hacer, solo le di una sonrisa y puse sus piernas en mis hombros con lo que entendió lo que venía, apoyé mi miembro en su entrada y ………….un solo golpe me llevó a lo más hondo de su ser. Nuevamente le arranqué una exclamación que aumentó mi calentura y sin compasión inicie una follada casi bestial, y a cada clavada, salía de sus labios un corto ¡oh! que hacía eco del sonido que mis huevos producían en sus nalgas. Su cara sonriente ya me demostraba el placer que sentía mientras le besaba con efusión, devorando su lengua y él la mía, y así por largos minutos que ya quería se hicieran eternos.
Pero nada es eterno, y así fue que, sin mayor aviso, pero emitiendo un sonido gutural, empecé a llenar de nuevo los intestinos del chico con mi leche caliente, en una cantidad no despreciable, pero a todas luces menor que en la vez anterior, lo que no lo hace menos placentero. José Miguel también expresaba su placer de sentirse completamente poseído e inundado, por segunda vez en la vida.
Y así, empezamos a vivir una temporada deliciosa, cada tarde apenas yo regresaba de la oficina, desahogaba mi estrés del día follando al caliente chico que siempre estaba dispuesto, y que incluso en algunas ocasiones ya me empezó a follar él, con lo que mi disfrute fue completo.
Cuando apenas cumplió los 18 años le di una sorpresa y nos fuimos un fin de semana a Buenos Aires, a un hotel en downtown, cerca del obelisco, donde disfrutamos de la exquisita carne argentina y también de nuestra respectiva carne de chilenos calientes y folladores.
Posteriormente y ya en período de vacaciones, enfilamos al sur de Chile, Osorno, Valdivia, Villarrica en donde siempre alojábamos en casas particulares, que se manifestaban felices de alojar a un padre con su hijo, sin imaginar como el “papi” se revolcaba en la cama con su “hijito” dándose mutuo placer.
Lamentablemente, José Miguel, como joven, y de regreso de aquel último viaje se puso a manipular la cámara digital que había comprado para plasmar nuestros recuerdos (estaba recién apareciendo al mercado tales equipos) y accidentalmente borró todo vestigio de nuestros viajes.
La relación se empezó a deteriorar gravemente, probablemente por la inmadurez del chico, que me revisaba el celular, los mensajes y los correos, en una actitud que para mí resultaba inaceptable, por lo que llegó el momento de separar nuestros caminos.
Gratos recuerdos conservo, mi mente y la suya son testigos de lo que pasó. Una noche me lo encontré en una página de contactos, charlamos un rato bien pero pronto se fue por el lado de las recriminaciones, por lo que mejor lo dejé ahí.
Quizás debí hacer más, pero ya pasó el tiempo para ello. Recuerdos gratos que bien vale guardar………………solo eso.
Espero su calificacion con estrellas, para comentarios [email protected]
Leer mis anteriores relatos en:
https://relatos-intimos-inconfesados.blogspot.com/
Me hubiera gustado estar en el lugarde ese joven de 17 , Yo perdi la oportunidad siendo un adolecente de 14 años de entregarme a un hombre que estaba loquito por hacerme de el por miedo, yo le escuchaba todos sus elogios y sus conversaciones dode me pedia que me dejara hacer lo que el queria que yo le gustaba y queria yo fuera de el , yo me exitava y me daba muchos deceos pero sabiatenia su verga muy grande pues un dia se la saco para que yo se la viera y yo tenia miedo , lo deceaba pero no me atrevi , hoy me arrepiento enormemente
Me gustaria intercambiar experiencias ya vividas contoo mi email en mi perfil
Ya escribi a tu email , quiero intercambiar sobre experiencias reales
Hola
Excelente relato. Por vivir en el sur de Argentina, muchas veces he viajado por la Patagonia Chilena (Si no conocen el lugar, es altamente recomendable) y he mantenido hermosas relaciones sexuales por allí.
Besitos.