YO 28 AÑOS, EL LICEANO DE 15 (FINAL)
Aca culmina mi relato de los exquisitos recuerdos con dos chicos de 15 años que descubrieron su sexualidad conmigo. Los anteriores en esta página, ingresando PINKYS al buscador y los encontraran..
Y tal como relato en la tercera entrega de esta experiencia, que reitero es real, ya no fue solamente mi amiguito Ricardo quien me permitió disfrutar de su juventud, sino que como agregado su compañerito Sergio, con los mismos 15 años y las hormonas ebullendo de deseo, que me permiten iniciarlos y guiarlos en estas primeras experiencias, a las cuales, por supuesto me ofrecí sin condiciones.
Habiendo terminado la película porno “con efectos especiales” como Ricardo graciosamente la definió, Sergio dejó de lado su nerviosismo, más aún al ver a su amigo del alma feliz de los momentos disfrutados y de haber sido partícipe de aquella primera vez del chico, y que seguramente ya antes algo habían comentado-
Los encuentros se hicieron mas frecuentes, a veces con ambos, en otras solo Ricardo. Sergio ya había abandonado su timidez y llegaban prácticamente desnudándose y subiendo al segundo nivel donde estaba mi dormitorio. La película inicial, se fue complementando con otras incluidas por supuesto películas gays, que terminaron desplazando casi por completo a las primeras, pero que al yo entender que los 15 años a veces es una etapa de experimentación, el follar mujeres se mantenía como opción.
Lo interesante es que los chicos al ir viendo las películas sacaban ideas, y me pedían probar las distintas poses que veían, siendo la preferida follarme de piernas al hombro, mientras el otro me daba por la boca, turnándose alternativamente aprendiendo así a controlar su eyaculación para que el placer fuera más extenso, y además eso hacía que al acabar lanzaran grandes cantidades de semen juvenil el que yo recibía gustoso fuera en la boca o en la profundidad de mi culo.
Cada vez que estábamos los 3, en especial cuando Ricardo por alguna razón nos dejaba solos con Sergio, yo iniciaba unos avances más individuales, tocándole el culito blanco, firme, de hoyito rosado y en alguna ocasión pasando su lengua casi por el borde de su orificio anal, lo que era aceptado en silencio salvo algún escalofrío que yo notaba que le producía. Todo ello me hacía soñar con estar solo en alguna tarde pero que yo no insinuaba para no provocar alguna molestia en Ricardo.
Y así, hasta que llegó el ansiado día. Por algún problema familiar, Ricardo y toda la familia s ausentaron un fin de semana completo, y como yo esperaba, el día sábado por la tarde suena el timbre y veo al hermoso Sergio en la puerta, como siempre con una amplia sonrisa.
Le invité a pasar, y apenas quedamos fuera del alcance de miradas indiscretas, le abracé y le di un delicioso beso en la boca, a la vez que con ambas manos amasaba su culito. El chico se dejó hacer todo y luego del rico morreo, le tomé de la mano y nos dirigimos al dormitorio.
Mientras subíamos nos fuimos desnudando, la calentura se sentía en el ambiente, ya desnudos sobre la cama volvía a abrazarle, besándole y dándole unos leves mordiscos en su cuello los que lo hacían dar tenues gemidos, y ahí fui bajando, deteniéndome brevemente en ambas tetillas, las que lamí y chupé, también mordisqueando y sacando ya quejidos mas fuertes, acompañados de escalofríos. Sigo bajando por aquel pecho lampiño y meto mi lengua a su ombligo, sin anuncio lo que si sacó una exclamación al chico para luego engullir su pene y sus huevos alternándome en ellos. Me ubiqué entre sus piernas y lamia sus partes íntimas y me fui acomodando para empezar a introducir mi lengua en su huequito, cero pelos, cerrado y de un color rosado. Poco a poco se fue entregando al placer, abriéndose de piernas para permitir que mi lengua entrara profundamente, lo que era recibido con gemidos de placer y escalofríos intensos, los que, a la vez, me producían una excitación suprema.
Mis labios y lengua iban desde su agujero hasta sus huevos y penes, lamiendo y de paso lubricando, por un tiempo indeterminado, al término del cual me arrodillé entre sus piernas y las levanté ubicándolas en mis hombros y a la vez pregunté al chico, ¿te atreves? Me respondió con un movimiento de cabeza positivo, por lo que le pedí me alcanzara un pote de lubricante en la mesa de noche, con el cual embarduné mi pene y su agujero, introduciendo suavemente un dedo y luego dos, a fin de dilatar su gruta virginal, preparándola para su profanación.
Me acerqué un poco más, y apoyé la punta de mi pene en su entrada e hice un poco de presión. Mi pene se introdujo suavemente gracias a la potente lubricación, fueron solo unos centímetros y seguí, ya encontrando un poco de resistencia, pero ya las cartas estaban echadas y no iba a parar, por lo que seguí entrando poco a poco, con alguna incomodidad de Sergio, pero soportando el empalamiento. Mis labios lamian sus piernas y mis manos le masturbaban aumentando su calentura que le permitía el ardor que le producía mi penetración.
Cuando ya iba un poco mas de la mitad y sin piedad, se lo clavé hasta el fondo de golpe, arrancándole un grito de dolor, pero ya estando completamente ensartado le pedí no se moviera, para que su culo se adaptara al invasor. Mi pene palpitaba dentro de su carne, el agujero se sentía caliente, sus manos me apretaban a la altura de la cintura, y poco a poco se fue adaptando y ya inicié mi movimiento de mete y saca, suave al principio, aumentando el ritmo poco a poco, con lo que volví a arrancar gemidos al chico, y una sonrisa de placer que me embriagaba.
Mete saca, mete saca, mis movimientos acompañados con los suyos aumentaban nuestro mutuo placer, sin restricciones lo follaba, pensando en lo maravilloso que era el haber robado su primera vez a aquel hermoso chico, y así hasta que ya sentí que el momento final se acercaba, ante lo cual aceleré mi follada para descargar todo mi néctar inundando las entrañas del chico, quien gemía de placer y lujuria, y que acallé lanzándome encima para darle un beso majestuoso en los labios.
Nos mantuvimos en esa posición algunos segundos, mientras mi miembro volvía a la posición de reposo, saliéndose completamente.
Me recosté a su lado y tomé su pene en plena erección. ¿me lo quieres meter?, no respondió sino que se ubico de rodillas entre mis piernas para ubicarse en mi posición anterior, me aplique lubricante y me clavó de un solo golpe, sin contemplaciones, por lo que sentí sus huevos golpear en mis nalgas, e iniciar de inmediato un acelerado movimiento de mete saca, sacando su pene casi completamente, y clavándolo hasta el fondo, produciéndome una sensación inefable de placer, sus ojos claros brillaban como sus dientes en su sonrisa de chico caliente, mientras caen algunas gotas de sudor desde su frente.
Tampoco fue de larga duración la follada. Sin aviso lanzó una fuerte exclamación y sentí como mi culo se sentía más húmedo y su pene resbalaba con mayor facilidad cambiando a la vez el sonido producto de la deslechada que me inundaba, entre exclamaciones y jadeos, para ya terminado, acostarse a mi lado, recuperando el ritmo cardíaco.
Nos quedamos mirando, satisfechos. Su sonrisa así me lo indicaba por lo que me acerqué a sus labios y le di un intenso beso, el primero después de perder la inocencia anal. Nos que damos algún rato, y luego nos fuimos a la ducha y la despedida.
Los siguientes meses fueron de lujuria y placer, a veces con ambos adolescentes, otras con cada uno de ellos en forma individual. Ricardo nunca supo que yo me follaba a su amigo del alma, tampoco intenté dar ese paso con él, pero con lo que ya tenia no valía la pena arriesgarme a perder a alguno o peor aún a ambos.
Pasado un tiempo mi situación financiera mejoró y pude aspirar a trasladarme a un sitio mas cercano a mi lugar de trabajo, con lo que en las horas pico me ahorraba hasta una hora para ir o regresar a casa.
De los chicos, nunca mas supe. Al despedirme les hice invitación a visitarme, dejándoles mi número de teléfono, pero nunca recibí esa llamada. Tampoco busque forma de visitarlos pues a esa edad a veces lo que se hace por curiosidad o calentura, no perdura en el tiempo.
Solo quedan lindos recuerdos, que hoy he querido compartir con ustedes. Hasta pronto.
Les recuerdo premiar mi trabajo con las estrellas que crean convenientes. Comentarios en mi correo [email protected] o a mi blog https://relatos-intimos-inconfesados.blogspot.com/
Es una pena que no hayas seguido escribiendo mas relatos. Podrías haber inventado algunos o bien creado otros.me encantas como escribes y describes los momentos. Saludos cumpa, desde la región de Valparaiso Chile