YO 40 AÑOS, PAPA SOLTERO CON HIJITO DE 10, JAVI EN CLASES DE NATACION

Javi, mi hijito de 10 años quiere aprender a nadar, dado que la anterior oportunidad de aprender, la diversion se fue por otro lado, esta es la aventura.
Y como seguramente mis lectores recordarán, en nuestra visita a Olmué donde compartimos con Pedro y Pablo, conocimos a un inglés de raza negra, Peter quien inició brevemente la enseñanza de natación a Javi, pero la entretención varió a otro tipo.

Por lo mismo es que Javi me pidió lo inscribiera en una escuela de natación, insistiéndome sí que no quería estar con niños pequeños sino con adultos (algo que ya me esperaba). Así pues, que encontré una que cumplía tal deseo, y quedó inscrito en un grupo de 10 aprendices, que iba desde los 15 a los 20 años, quienes lo recibieron afectuosamente al comprobar que de tímido no tiene nada. Su profesor, un joven de unos 27 años, de cuerpo atlético ( no se podía esperar menos) en tanto los demás de cuerpos normales salvo uno un poco más gordito.

Pregunté si me podía quedar y observar un rato y fui autorizado, ello me sirvió para evaluar tanto al profesor como a los compañeros de Javi por si alguno pudiera merecer un poco de atención especial, Javi con seguridad lo haría y podríamos compartir opiniones.

Lo que pude observar en la piscina, la verdad no me impresionó, salvo como ya dije el joven profesor, muy atlético. No obstante, al irnos de regreso a casa, Javi manifestó que uno de los chicos de unos 15 o 16 años se gastaba una verga de tamaño considerable, quien, al notar la curiosidad de mi hijo, le hizo un gesto caliente que fue respondido con una sonrisa.

Como ya he señalado antes, yo evito tener contacto con menores por temas legales, acá en Chile a los 18 años se pasa a ser mayor de edad legal, y si bien la descripción de Javi me hizo entender que el chico se gastaba unos 18 cms de verga, pensé en dejarlo pasar, pero las circunstancias terminarían diciendo lo contrario.

Ya pasada una semana de práctica, una tarde al recoger a Javi me acerqué al profesor y con la excusa de saber los avances natatorios, me interioricé algo, sabiendo que es oriundo de la zona sur del país y que como tantos jóvenes se viene a la capital en búsqueda de mejores perspectivas laborales y sociales. Comparte apartamento con dos compañeros y gusta de la vida saludable.

Yo le mencioné que también era foráneo en Santiago, de la quinta región, y que no tengo mucho ambiente de amistades, y que si le parece podría visitarnos un domingo y probar alguna de mis especialidades culinarias lo que fue aceptado de buen grado, y que por supuesto también alegro a Javi.

Y así, mientras yo hacia amistad con el profesor, Emilio, Javi invitaba a su joven compañero de natación (Paulo) a jugar consola, ya que, casualmente, vive a un par de estaciones de metro, por lo cual, y sabiendo lo que se venía pensé alguna opción para que todo se diera naturalmente sin riesgos por el tema que señalé de la edad.

Me contacté con mi primo Raul, quien me sugirió instalar cámaras en mi dormitorio, lo que hicimos ubicando una en cada rincón de la habitación cámaras de alta resolución conectadas a internet que me permitirían observar a distancia lo que allí ocurriera además de guardar la grabación en la nube, por seguridad, coronaba la instalación una cámara ubicada en el techo, en el centro de la habitación y justo sobre la cama, convenientemente camuflada en una lampara. Para probar su efectividad, Raul llevó a la cama a su sobrino favorito, quien como es costumbre en casa andaba desnudo iniciando las caricias intimas que sabe darle, haciendo que se retorciera de placer cual un gusanito, mientras lo fue penetrando. Yo en el living observaba todo por mi teléfono comprobando la buena ubicación de las cámaras como su calidad de funcionamiento.

Me dirigí a la habitación y pude ver a Javi ensartado con piernas al hombro, gimiendo y saboreándose, por lo cual me apresuré a poner mi pene en su boca, lo que fue bien recibido por el niño, y que ayudó a que Raul aumentara su ritmo de follada, mientras exclamaba, “¡que rico eres mi sobrino querido, me gusta tenerte así ensartado como la primera vez, Ufff!

Luego de la potente follada que mi primo le dio a Javi, y mi deslechada en su boquita la que por supuesto tragó sin perder ni una gota, nos dirigimos a la computadora a revisar la grabación, la que llenó nuestras expectativas dado que las imágenes de alta resolución mostraban todo en detalle. Además, la cámara instalada en medio de la habitación captaba en 360 grados todo y con un audio espectacular. Todo preparado.

Javi invitó a su amiguito de natación para el día sábado. Casualmente en la clase del día miércoles me encontré además con el padre del niño, de nombre Jorge, e hicimos buenas migas. Su acento me permitió identificarlo como venezolano, algo que a su hijo no se le notaba El niño aprovechó de pedirle permiso a su padre para ir a nuestra casa, y considerando la cercanía de su vivienda, no significaba mayor riesgo el visitarnos. La autorización fue instantánea e incluso Jorge deslizo la idea de hacer algo en familia mas adelante dado que ellos eran venezolanos y no tenían conocidos salvo algunos compatriotas y a su hijo le haría bien compartir con otras personas. Perfecto, le respondí.

Asi fue que llegó el día indicado, Paulo llegó a media tarde, e inmediatamente Javi lo llevó a su habitación donde tiene su consola con un tv de 50 pulgadas conectado a un sistema de audio que impresionó a su amiguito. Hasta ahí todo normal, yo les lleve un poco de helado y otras golosinas.

Tal como habíamos planeado, luego de un rato mi teléfono celular sonó (mi primo me llamo según lo acordado) respondí en voz alta y cerca de los chicos…” ¿Cómo? ¿qué tan grave es? ¿No hay nadie que solucione el problema? Pfssss.

Javi, lamentablemente debo salir, se produjo una situación en la empresa y debo ir urgente. Ustedes se quedan tranquilos, aunque creo me demoraré un buen rato. O.K. papi, está bien.

Salí pues y me fui al apartamento de mi primo Raúl que me esperaba. Había conectado la señal de las cámaras a su tv grande por lo que la visión era panorámica. ¡Apúrate! Me dice, que ya está empezando.

Efectivamente Javi no había perdido el tiempo, en lo que demoré en salir ya tenia la morena verga de Matías en su boca, quien con los ojos cerrados se saboreaba, visión que nos permitía observar la cámara que convenientemente camuflada estaba a un par de metros encima de ellos. Sus pantalones cortos en los tobillos, mi hijo aún vestido pero con la mano de su compañerito magrendole el culo debajo del pantalón.

Javi le dijo, “espera” y se empezó a desnudar, lo que también hizo Paulo, una vez sin ropas se abrazaron y se besaron intensamente, el chico extranjero con ambas manos amasando el culo de Javi, deslizando sus dedos por la blanca rajita, intentando entrar en ella. El sonido de los besos y de las caricias era nítido, y Raúl y yo con nuestras herramientas en las manos esperando a lo que seguía.

Nuevamente Javi se fue hacia el negro pene de Paulo, que ya en plenitud mostraba su tamaño bastante considerable para un chico de su edad, asi a ojo unos 18 cms que resaltaba ante la casi ausencia de vello pubiano. Le dijo a Javi que si hacían un 69 a lo que aceptó girándose de inmediato, para quedar con su blanco penecito a la altura de la boca de Matías y el tremendo garrote en su boca, que apenas podía introducir sin atragantarse.

¡Quiero metértelo! Se escuchó. SI, respondió Javi y se acomodó justo en medio de la cama donde él sabia estaba la cámara, y levantó sus piernas insinuando la posición que quería a su amigo, le alcanzo un pote de lubricante y el chico se empezó a aplicar abundantemente mientras Javi hacia lo propio en su culito. Una vez bien untados, puso la punta de la negra verga en el rosado hoyito de Javi, imagen que era de lujo para nosotros, y ahí empezó a hacer presión e iniciar la clavada, metiendo centímetro a centímetro ese grueso pene. Javi se saboreaba y sonreía mirando la cámara, y hasta nos guiño un ojo sabiendo que estábamos atentos a toda la acción, mientras el joven extranjero murmuraba algunas cosas que no se entendían y seguía embelesado en la tarea de perforar a su amiguito nadador.

En poco tiempo se sintió el golpe de los huevos del chico en las nalgas de Javi y lo empezó a taladrar violentamente. Mete y saca sucesivamente, Javi exclamaba a cada golpe, ah, ah, ah. El chico a ratos sacaba su verga hasta el límite, y desde ahí le daba una clavada profunda, para su deleite (y el nuestro) ya que podíamos ver todo y escuchar desde arriba además de las demás cámaras.

Paulo luego de algunos minutos, se cargó encima de Javi para besarle, y movía aceleradamente su pelvis, lo que además nos daba una visión espectacular de su moreno culito, muy bien formado y que se notaba durito, apetitoso absolutamente lampiño, ya que al moverse separaba las nalgas permitiéndonos ver con nitidez su oscura rajita.

Pero aquel cambio de posición no fue casual, ya que pronto vino un gemido y el chico se clavo hasta lo profundo quedándose inmóvil, temblando a cada chorro de semen que depositaba en la cuevita de Javi quien, de ojitos cerrados, mordiéndose los labios no ocultaba el placer que ello le producía, enseguida recibió un profundo beso, con mucha lengua según después me refirió Javi y se empezaron a acomodar.

El chico se bajó y se acostó de espaldas junto a Javi no sin antes repetir un tierno beso, lo que nos permitía mirar ambos jóvenes cuerpos, y el oscuro pene ya perdiendo la erección y quedando hacia un costado, húmedo, dejando restos de semen en su cuerpo.

Pasado unos minutos llame por celular a Javi y le dije que en unos 30 minutos estaría por casa, ante lo cual se levantaron  y se dirigieron al baño a ducharse. Javi me contó que ahí le hizo una mamada espectacular con deslechada incluida y que lamentablemente no pudimos ver. Luego de ello se vistieron y para cuando yo regresé los encontré inocentemente jugando en la consola. Javi se levanto y me saludó con un beso en la boca en la que sentí un sabor que ya sabia de donde provenía, mientras le amasé disimuladamente el culito, guiñándole un ojo y el me respondió con su hermosa sonrisa. ¿Todo bien? Si, papi, todo bien.

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