YO 40 AÑOS, PAPA SOLTERO CON HIJITO DE 10, JAVI EN CLASES DE NATACION, LA AVENTURA CONTINUA, INVITAMOS AL PROFESOR.
Como recordaran mis lectores, el profesor ya tuvo un encuentro furtivo con mi hijito Francisco Javier, pues ya llegó el momento de incorporarlo a nuestro grupo.
Ya la confianza de los padres de Paulo estaba en su apogeo, el chico era asiduo visitante de nuestra casa en las tardes para “hacer tareas junto con Javi” a lo que los padres no se oponían, y a que el chico, hábilmente se preocupaba de no solo mantener sus rendimientos escolares sino que mejorarlos, para lo cual yo le ayudaba en algunas materias lo que era muy bien recompensado sacándome la leche que a veces se me acumulaba, junto por supuesto con mi hijito que se iban turnando para saborear mi pene.
Los progresos en natación avanzaban y de vez en cuando comentaba con el profesor sobre los chicos y le entusiasmaba con la próxima reunión. Ni que decir la cara de sorpresa cuando le dije que Paulo estaba dispuesto a participar con nosotros además de Javi a quien ya había disfrutado. La sola idea de tener esos dos culitos tiernos a disposición hizo que se le abultara el traje de baño, con sus brutales 23 cms, lo que se lo hice notar y se fue a dar una ducha helada para bajar el entusiasmo.
Precisamente el calendario nos indicaba un nuevo fin de semana largo, desde el viernes hasta el lunes que es feriado por lo tanto empezamos a planear una salida. Primero avisarle a Javi y Paulo y mencionarles que queríamos invitar a Matías, el profesor de natación lo que entusiasmó a ambos. Mi primo por supuesto siempre dispuesto.
El siguiente día que corresponde natación voy a buscar a los chicos como acostumbro hacer y el profesor se me acerca a saludar y los chicos también, y ellos al unísono me dicen que ya invitaron al paseo a Matías, quien me miro con cara de extrañeza, y ahí le dije de que se trataba y que los chicos simplemente se anticiparon.
Los chicos se le cuelgan uno a cada brazo pidiéndole que aceptara, “vamos profe, di que si” …. El algo sorprendido dio un sí algo tenue, a lo que le interrogué y ya confirmó que si iría con nosotros……” Yupiiiiiiii”
Para esta ocasión, la idea es ir al campo a Olmué. Mis lectores recordarán la visita que hicimos con dos amigos, Pedro y Pablo quienes tienen una parcelita con una casa amplia y cómoda que para mejor pasar cuenta con una piscina temperada, lugar ideal ya que además se encuentra protegida de miradas indiscretas por altos arbustos como cierre natural además de otras precauciones. Hable con la debida antelación con los padres de Paulo que no pusieron objeción a la salida y ya estaba todo listo para disfrutar.
Llegado el día viernes ya a mediodía nos reunimos y salimos hacia nuestro fin de semana ideal, pasamos a almorzar a la carretera y luego de un par de horas arribamos a destino. Pasamos a recoger las llaves y entramos a la casa.
Los chicos se fueron a un dormitorio con sus cosas, Matías le indicamos el segundo y Raúl y yo en los últimos dos.
Cada habitación contaba con una cama de dos plazas, la propiedad cuenta con un amplio living, comedor con cocina americana y en el patio se observaba la ya conocida piscina, a la que Javi y Paulo corrían provistos de sus diminutos trajes de baño, mientras los adultos nos acomodábamos.
Luego de ordenar un poco los bolsos nos pusimos los trajes de baño y fuimos los 3 a la piscina, no sin antes llevarnos unas cervezas y gaseosas para los chicos. Mientras ello ocurría, Matías se dio un chapuzón de inmediato lo que fue celebrado por los niños, quienes se acercaron a abrazarlo, y de paso dejarse tocar por ambas manos del maestro, que ya sabiendo lo que iba a pasar, no perdió tiempo y agarró ambos culos juveniles amasándolos suavemente. Los chicos ni cortos ni perezosos dieron sus primeros toques a la verga de Mati, la que de inmediato despertó abultando el pantaloncillo de forma muy notoria.
¡¡Ya la cosa prometía!!
Nos metimos Raúl y yo, que falta hacia relajarnos del viaje, y empezamos a jugar lanzándonos unas pelotas y otros elementos flotantes, los chicos trataban de alcanzarla y se iban de un lado para otro y cada vez pasaban cerca de un adulto, los agarrones de culo abundaban, y los chicos cada vez más se arrimaban a su profesor que ya aprovechaba con ambas manos sin ningún pudor, tironeando hacia abajo los diminutos pantaloncitos de los chicos intentando sacárselos. Los chicos no se quedaban a menos y hacían lo propio con él.
Como es de suponer, eso fue excitando a todos, y en especial el profesor que ya mostraba un prominente bulto en su pantaloncito de baño, lo que llamó la atención en especial de Paulo por su tamaño (recordemos que Javi ya lo había conocido y “profundamente”).
Fue asi que de tanto tironeo, el pantalón se bajó lo suficiente para dejar salir aquella tremenda estaca de carne (23 cms) que dejo boquiabierto a Paulo. Matías, no se lo subió, sino que se sentó en el borde de la piscina invitando a los chicos a disfrutar de él, los que no se hicieron de rogar y ubicándose uno a cada lado le empezaron a lamer y chupar, además de besarse entre ellos.
Tal imagen fue una invitación para Raúl y yo y nos ubicamos en la espalda de los chicos, Raúl detrás de Javi y yo de Paulo y les bajamos sus diminutos shorts para empezar a dedear sus culitos preparándolos para lo que ellos sabían que venía (como el viaje estaba programado, los chicos no tuvieron ningún contacto sexual en toda la semana, por lo que sus culitos estaban muy cerrados y requerían ser dilatados un poco para entregar el placer para el que nacieron).
Asi fue que una vez dilatados, procedimos a empalar a los chicos que seguían absortos mamando aquellos 23 cms que ya pronto sentirían dentro de sus culitos, para lo cual mis 19 cms y los 18 cms. de Raúl servirían de preparación.
Luego de algunos minutos, Raúl y yo cambiamos de posición, mi pene es más largo, aunque delgado, el de Raúl menos largo pero grueso, asi que de ese modo ambos culitos quedaban preparados de forma similar en profundidad y grosor. Luego de otros minutos ya decidimos venia la otra parte, que se devoraran aquellos 23 cms de carne dura cual un estoque que ansioso ya lo deseaba.
Nos salimos de la piscina y fuimos a una silla reposera, todos desnudos y el profesor se recostó con su verga apuntando al cielo, Para decidir quién atacará primero los chicos jugaron al clásico piedra papel o tijera resultando vencedor Paulo quien empezó a ubicarse a horcajadas sobre su empalador. Javi por mientras corrió en busca de un frasco de lubricante el cual fue aplicado abundantemente en el falo del profe como en el agujero algo dilatado del chico, y ya estuvo listo, empezó la titánica tarea de ensartarse, lo cual se fue haciendo al ritmo del chico.
Los primeros 10 centímetros entraron de golpe, sin dificultad, luego con un pequeño esfuerzo 5 cms más, y de ahí ya empezó a ir lento, avanzaba un poco, lo saca, lo vuelve a clavar bajando un poco más……y asi, sacaba 2, metía 3. Su rostro a veces hacia algunas muecas de dolor, algunas gotas de sudor en la frente, pero seguía estoicamente bajando, en búsqueda de la meta.
Javi por su parte, se ubicó a un costado y empezó a mamar el pene de su amiguito, que estaba a tope lo que indicaba la calentura que le provocaba el ser empalado de esa forma, por su parte, Raúl se ubicó detrás de Javi para empezar a clavarlo de nuevo, y yo para no ser menos ofrecí mi húmeda verga a la boca de Paulo quien sonriéndome la agarró y empezó a lamerla. ¡¡Menudo cuadro!!
Paulo, con su culito ya adaptado al garrote de Matías, subía y bajaba cual un pistón de un motor, sacaba casi completamente la húmeda verga y luego de un solo golpe se la clavaba hasta el fondo, complicando a Javi que trataba de seguir mamando la verga juvenil, mientras se mantenía ensartado por su tío. Yo ya me había ubicado a un costado a disfrutar del espectáculo, hasta que en un momento, Matías agarró firme de la cintura a Paulo y lo empezó a subir y bajar rápidamente, anunciando lo que venía, ya que a poco andar, simplemente dejo clavado al chico y gimió fuertemente mientras su cara se enrojecía, dando cuenta que había empezado a vaciar el contenido de sus testículos en el interior del jovencito, quien tampoco ya se pudo aguantar y agarró la cabeza de Javi para que su boca tragara la abundante leche que empezó a lanzar, mientras el profesor seguía inundando los intestinos de Paulo en cantidad tal que la blanca leche empezó a escurrir fuera de aquel culito, y, oh, Raúl se empezó a vaciar en Javi con lo que se transformó en una triple deslechada y muy abundante dado que todos se habían guardado para la ocasión, todo acompañado con un concierto de gemidos y suspiros. ¡Vaya inicio de paseo, recién viernes!
Una vez ya todo acabó, una ducha al borde de la piscina y todos a nadar. La tarde transcurrió normal, hasta que me sonó el celular, donde me llamaba Pedro, uno de los dueños de la propiedad, quien me pide disculpas por interrumpir, pero que quiere saber si podría ir de visita el día domingo, dado que le llego de visita un amigo con su hijito que estaba cumpliendo 12 años y que es muy “regalón y goloso tal como Javierito” que fueron sus palabras textuales, y le gustaría compartir con nosotros que el día lunes tenía vuelo de regreso. Que en todo caso si no quería lo entendía….
Por supuesto que es complicado decir que no al dueño de casa, pero además me intrigó el tema del chico de 12 años con su padre, por lo que le dije que sí, que no había problemas.
Por la noche durante la cena, les comenté a los demás el tema. Paulo y Matías me miraron extrañados, pero Javi aprovecho de decirles que el tío Pablo y el tío Pedro eran “la raja” como decimos en Chile cuando algo o alguien es estupendo, levantando su pulgar. Ahí le aclare que solo iría Pedro dado que Pablo andaba fuera del país, con los dos invitados mencionados y que la siguiéramos pasando bien, que es lo que hicimos en la noche y el día sábado. Y ya les cuento lo que pasó el domingo….
Les recuerdo mi correo, [email protected]
Tremendas chaquetas me hago con tu relato, porfa continua