YO 40 AÑOS, PAPA SOLTERO CON HIJITO DE 10, PRIMERAS VACACIONES,CONCEPCION.
Ya llegando a la octava region, el gran Concepción, seguimos conociendo amigos nuevos.
Y seguimos nuestro periplo vacacional, llegando a la capital de la 8ª región de Chile, del Biobío, Concepción, en esta ocasión nos alojamos en un central hotel, a diferencia de las ciudades anteriores, que ya me había decidido a contactar a la persona cuyo numero me dio el cubano sin necesidad de buscar encuentros extras.
Envié un mensaje de texto al número de celular, desde mi segundo teléfono (razones de seguridad) me identifiqué con las palabras claves que José Luis me dio, y así quedamos de reunirnos en un céntrico café para conocernos.
Así fue que llegamos al sitio acordado, Javi pidió su acostumbrado café helado (café descafeinado), yo un cappuccino doble y nos sentamos a esperar. Un hombre entrado en los 50 años se acercó y se presentó como Julián, mientras se acomodaba en una silla pidiendo un café cortado. Nos saludó cortésmente con una sonrisa a Javi quien contestó en la misma forma.
Le comenté que José Luis el cubano nos dio el contacto y el, ya entrando en confianza me mencionó son un grupo de hombres maduros, entre 40 y 65 años que disfrutan de las delicias de la vida en reuniones discretas en compañía de jovencitos y jovencitas que son muy bien tratados y disfrutados. Agregó que precisamente Javi estaba dentro del rango de los invitados, obviamente con las precauciones debidas dado que casi todos son casados y con hijos y que les gustaría conocernos más “íntimamente”.
Hablamos una serie de detalles y quedamos de reunirnos el día sábado por la tarde, por supuesto pregunté a Javi y me dijo que estaba bien. ¿Cuántos asistirían? dependía de la disponibilidad de tiempo de cada uno, pero al menos serian 4, si bien el grupo es mayor. Me advirtió que algunos ya mayores solo se conformarán con mirar, tocar y autocomplacerse lo que le dije no nos complicaba. Por mi parte hable de los límites que significaban respetar siempre lo que Javi manifestara y quedamos de acuerdo.
Y así, recorrimos la ciudad para conocer, y el día indicado, nos pasó a buscar al hotel y enfilamos a una zona costera a un regio bungalow, alejado de miradas indiscretas ubicado en un condominio bastante exclusivo.
Al ingresar nos encontramos con 4 personas de edad similar a Julián, y un quinto que rondaba los 70 años y que imaginé sería de los voyeristas, lo que después confirmé.
Todos ellos nos recibieron afablemente y con un beso a Javi siempre acariciándole el ensortijado cabello o su mentón y algún agarrón a su colita anunciando lo que venía.
Julián hizo las presentaciones e invitó a “ponerse mas cómodos” lo que en buen español significaba desnudarse a lo que todos hicieron y Javi y yo nos miramos y pues, seguimos el ejemplo quedando nosotros solo en ropa interior, los demás desnudos. Javi como siempre con una diminuta sunga con motivo de superhéroes que, hacia resaltar su blanco y duro culito, que provocó murmullos de admiración de los presentes.
Había una serie de amplios sillones individuales formando un círculo, entre ellos unas mesas pequeñas con frascos de lubricantes, todo sobre una gruesa alfombra de pelo largo. En el centro una mesa que estaba cubierta por otra alfombra a una altura de unos 70 centímetros. A un costado otra mesa con todo tipo de refrigerios y snacks estilo autoservicio.
Nos sentamos los adultos en dicho círculo, Javi sentado en mis piernas y Julián le pidió que fuera saludando a cada uno para conocerlos. Empezó con él mismo dándole un abrazo y un beso, mientras las ávidas manos del adulto recorrían el cuerpo del niño prestando especial atención a su duro trasero el que amasó por algunos segundos, Javi por supuesto palpó el grueso pene del hombre, quien ya lanzó un gemido. Así fue uno por uno, repitiéndose la acción pudiendo conocer los penes que estarían a su disposición. Cabe señalar que el hombre mayor tenía una verga gruesa pero pequeña, de no mas de 10 o quizás 12 centímetros, la que, al tocarla Javi, se volteó a mirarme con una sonrisa, indudablemente sorprendido de lo diminuta que era.
Al volver con Julián, éste comenzó a besar ansiosamente a Javi, mientras un segundo invitado se arrodilló detrás suyo y empezó a lamer su espalda, ocasionándole cosquillas y calentando el ambiente, ya eran 4 manos las que acariciaban al niño y dos lenguas, que poco a poco empezaron a hurgar en los rincones mas recónditos del cuerpito infantil. Se sumaron los otros dos adultos mientras el mayor se deleitaba mirando y apretando su diminuto pene.
Por supuesto que, a esta altura de la reunión, ni señas de la sunga de Javi, quien ya sentía las 8 manos acariciándole, lenguas lamiéndole y él haciéndose querer.
Julián lo acomodó de espaldas sobre la mesa central, que ya comenté estaba cubierta por una gruesa alfombra y en esa posición empezó a ser explorado, acariciado, lamido, besado por 4 bocas, sedientas de placer, 8 manos que no dejaban sitio sin tocar. Julián separo las piernas de Javi e introdujo su lengua en el delicioso culito del niño, que soltó su primera exclamación de placer, mientras otro de los participantes pasó, de besar la boca del niño a ofrecer su pene, de un tamaño promedio, blanco y casi sin pelos el que Javi aceptó en su boca, mientras con su manito acariciaba los huevos que colgaban.
Ya la situación estaba a la máxima temperatura, Julián cuando consideró que había preparado adecuadamente la grutita lampiña y rosada del niño, se acomodó y apuntó su pene a la entrada, para lo cual puso las piernas del niño en sus hombros. Alguien le alcanzó un frasco de lubricante que fue aplicado generosamente a su verga, una herramienta de unos 19 cms y delgada que nacía de una mata de pelos negros. También embardunó de lubricante a Javi y empezó a taladrar, suave, lento, pero seguro ante la atenta mirada de los demás participantes, en especial del anciano que se masturbaba furiosamente.
Javi se movía hacia los lados de forma ondulante, a modo de facilitar la entrada de su invasor. Otro de los participantes reclamó su boquita, por lo que giró la cara para empezar a mamar un nuevo pene, mas grueso que el anterior, que brillaba del precum producto de su calentura, pene de unos 17 cms que se acomodaba fácilmente en la boca del niño, lo que lo hizo gemir mientras iniciaba un movimiento follador, que disfrutaba de ojos cerrados. Ya Javi estaba empalado por Julián y turnándose en mamar a dos más, todo ello balo la atenta mirada ( y paja) del anciano.
Contrario a lo esperado, Julián lo culió por un buen rato, y en un momento, le hizo un gesto al que estaba a su derecha, un hombre rubio de cuerpo atlético, y le cedió el puesto, quien hasta el momento solo había mirado (con su pene en la mano obviamente) y que lujurioso se ubicó en el puesto indicado y dejo ir su pene muy blanco, más bien grueso y de unos 18 cms, hasta el fondo de Javi, el que dio un pequeño salto al notar la diferencia de grosor con el anterior, pero que le llenaba deliciosamente.
Ahí entendí que aquello era una especie de ritual, cada uno se fue follando a Javi, pero sin llegar a eyacular, turnándose, y todo ante la atenta mirada ( y calentura ) del hombre mayor.
Una vez que se produjo la vuelta completa, Julián tomó a Javi y lo acomodó de nuevo sobre la mesa del centro, pero esta vez boca abajo, con sus piernecitas en el suelo, en posición de 4, para una vez más ensartarlo hasta el fondo y follarlo casi con violencia, agarrándole de las caderas para atraerlo y conseguir una penetración total. Todo se dio de la misma forma que la vez anterior, turnándose para follarlo, pero sin eyacular. El adulto mirando y pajeándose.
Yo verdaderamente sorprendido, y no era todo, cuando ya había finalizado la segunda vuelta, uno de ellos se levantó y volvió con 5 mondadientes, dando a escoger uno a cada uno de ellos resultando vencedor el rubio del pene grueso (18 cms aproximado pene muy blanco y casi lampiño) quien muy contento, tomó en sus fuertes brazos a Javi, llevándole a uno de los sillones, donde se sentó mientras besaba y amasaba las nalgas del pequeño Javi, y a la vez hurgaba en su cuevita con sus dedos ansiosos, uno, dos…¿tres?. Los demás se acomodaron alrededor de ellos, con sus penes jugosos, masturbándose lentamente.
El rubio le dijo algo al oído a Javi, quien se levantó un poco mientras sus manos expertas acomodaba el grueso pene a la entrada del culito, para ya encontrada la entrada empezar a clavarse, con la complicidad de Javier Ignacio que ya experto en las artes sexuales, se empezó a empalar, subiendo y bajando, para cada vez quedar mas y mas ensartado, arrancando gemidos a su violador a cada centímetro que le clavaba hasta por fin sentir el culito del niño sobre sus huevos rebosantes de leche ansiosa por salir.
Comenzó pues el ardiente ejercicio de subir y bajar, clavando toda aquella verga caliente en la intimidad del niño, mientras lo besaba introduciendo también su lengua hasta tocarle las amígdalas en la mejor demostración de posesión, ensartado por la boca y el culito hasta el fondo de su ser.
En ésta ocasión, el ritmo fue de menos a más, los acompañantes rodeando al empalador se masturbaban furiosamente, tratando de no perder detalle de los gestos, gemidos, besos, lamidas de cuello que los participantes principales realizaban sobre el sillón, suspiros que pronto ya se tornaron en gemidos del rubio y una aceleración de sus movimientos en que su grueso pene cual un pistón, subía y bajaba por el interior del culito de Javi quien con los ojitos cerrados disfrutaba del placer que a sus casi 11 años ya sabe conocer.
Y llegó lo inevitable, el rubio extasiado en su sillón, Javi saltaba como si cabalgara un potro salvaje, lo que solo llevó a que con una fuerte exclamación el recio varón lo apretó contra su cuerpo y le empezó a inundar, uno tras otro, chorros de leche caliente, semen de macho, anegando al niño. Casi al unísono sus compañeros empezaron a lanzar el contenido de sus huevos encima de la pareja, por todos lados, dándole un verdadero baño de semen, con aporte, incluso del anciano, que tenía su cuota para entregar y lo hizo.
Javi se quedó abrazado a su follador, y de a poco se fue despegando de aquella posición lujuriosa, ambos sudando, agotados, al hacerlo el semen de su interior corrió por sus piernas, le abracé y pregunté por una ducha, a la que Julián nos llevó, donde ambos nos dimos una ducha caliente. Mi hijito siempre tan preocupado por mí, descargó mis huevos con una mamada espectacular, mientras yo recordaba lo vivido.
Cuando regresamos a la sala, solo estaba Julián y uno de los invitados, los demás se habían retirado.
Nos quedamos el resto de la tarde, Javi recuperándose que al fin de cuenta fue follado por 5 adultos dos veces cada uno mas la final, todo un récord.
Al regresar al hotel, Julián nos hizo una invitación. Manifestó tener amigos con la misma afición en Buenos Aires, donde se hacen buenas fiestas y con participación de jóvenes rugbistas, que ya sabemos tienen un físico privilegiado. Nos ofrece ir con los gastos pagados, y además de fiestas con tours para conocer la ciudad. Algo como para considerar. ¿No lo creen ustedes queridos lectores?
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