YO, 40 AÑOS, PAPA SOLTERO PRIMERAS VACACIONES, TEMUCO

Y seguimos en nuestro periplo vacacional por el sur de Chile, ahora llegando a Temuco, ¿ que sorpresas no entregara? Mmm, pues sigamos…….
Y luego de aquella inolvidable experiencia en Valdivia, seguimos nuestro recorrido y llegamos a Temuco, en el corazón de la tierra mapuche, guerreros indómitos que fueron capaces de detener a los conquistadores españoles.

Nos instalamos como siempre en una cabaña algo alejada del centro urbano, para mayor tranquilidad y privacidad. Desde ahí hacíamos recorridos a sitios que nos recomendaban o bien aparecen en sitios de turismo.

Un viernes que salimos por la mañana, alrededor de las 10 horas enfilamos por una carretera poco transitada que en un momento dejó de estar pavimentada haciéndose mucho más agreste. En un momento en una parte que parecía una recta observe dos personas que caminaban en el mismo sentido que nosotros y que al sentir el ruido del motor se giraron y empezaron a pedir un aventón (hacer dedo le llamamos en Chile).

Normalmente no llevo personas desconocidas menos en esos parajes, pero al acercarme comprobé que eran dos chicos jóvenes de uniforme militar, lo que me dio la confianza para detenerme y llevarlos, lo que ellos agradecieron de inmediato.

Nos relataron cumplen con el servicio militar en Temuco y tenían esos días libres y decidieron ir donde la tía de uno de ellos, que vive con su familia en esos sectores quienes se dedican a la ganadería y agricultura y que cuando pueden van de visita para salir de la rutina del regimiento.

Javi encantado con ellos, preguntándoles por cosas de la milicia, hora de levantada, si se bañan con agua fría, que les dan de comer y un cuánto hay de ideas que un niño de 10 años puede preguntar.

Los chicos encantados respondían a todo y hasta se dieron tiempo de hablar de juegos de consola que por supuesto, yo no entiendo nada, jejeje.

Así pasaron varios kilómetros hasta que uno de ellos me señaló que ya se bajaban que aun debían caminar otro poco pero que estaban muy agradecidos por el aventón.

Seguimos camino y llegamos al rincón que nos habían recomendado, donde se practica turismo aventura, para lo cual alquilamos un par de caballos y salimos a recorrer.

Para mala suerte nuestra, el cielo se oscureció y empezó una tenue llovizna que se transformó prácticamente en diluvio por lo que preferí regresar que no era la idea pescarnos una gripe y quedarnos sin vacaciones.

Enfilamos el camino de regreso, y a poco andar, nuevamente nos topamos con los chicos militares. Los subimos al auto y nos contaron que la familia donde iban estaba con COVID y por ende no podían quedarse ahí, así que no les quedaba de otras que regresar a su regimiento.

Cuando hicieron ese comentario, Javi me apretó la rodilla y me cerró un ojo sonriendo.

Yo la verdad no confío mucho en los jóvenes que de pronto se emborrachan con todo y hablan más de la cuenta, lo cual puede ser más que peligroso sobre todo que mucha gente no entiende que un chico de 10 años pueda disfrutar sin trabas del sexo.

Pero bueno, que también es cierto que son vacaciones y ya seguiremos camino y nunca más los volveremos a ver, así es que les hice la invitación. “Chicos, si quieren se quedan con nosotros hasta el domingo, estamos en una cabaña que si bien tiene varias camas solo hay dos habilitadas, pero de alguna forma nos acomodamos”. ¡WOW! Pues claro que sí, dijeron casi al unísono.

Pasamos pues al supermercado, compre algunos licores (pisco y ron) gaseosas, unas pizzas congeladas, dos pollos asados y otras cosas más. El auto quedó impregnado del olor a pollos que nos abrió el apetito a todos, así que tan pronto llegamos a la cabaña, dimos buena cuenta de ellos, acompañado con la típica “piscola” pisco con coca cola. Todos felices.

Yo del principio les iba cargando los tragos a los chicos con una mayor cantidad de licor que los míos, así que muy pronto ya estaban derrochando alegría, obviamente Javi solo toma gaseosas.

La cabaña como la mayoría en la zona, contaba con una estufa a leña, lo que motivo a entrar en calor (además del licor) con lo que nos fuimos sacando algo más de ropa (los zapatos y las botas de los chicos hacia rato estaban secándose al lado de la estufa). Javi como siempre dio la partida, se fue a su cama que estaba en penumbras y regresó solo en bóxer y una polera (sudadera) bien pequeñita, lo que sacó aplausos de los muchachos dando cuenta que los vapores etílicos estaban surtiendo efecto.

¿Le molesta si nos sacamos la camisa? Preguntaron. “sáquense todo si quieren” les respondí lo que fue recibido de muy buena forma y casi literal ya que se quedaron solo en ropa interior, un slip y camiseta muy blancos que permitían apreciar en detalle el físico privilegiado de ambos muchachos.

Ahí se explayaron en sus vidas, Jorge y Martín sus nombres, me contaron  que ambos venían de comunas rurales donde sus familias viven de la agricultura, y ellos siendo vecinos se hicieron amigos  y compañeros de estudio y además habían trabajado desde muy pequeños en labores agrícolas lo que en buena medida explicaba su físico envidiable, el que lógicamente no pasó desapercibido a los ojos de Javi quien les tocaba los brazos, sorprendido de sus duros músculos (y seguramente imaginando aquel “otro” músculo que aun tenían guardado y que algo se notaban dentro de su ropa interior).

Como era esperable, y considerando la cantidad de líquidos ingeridos, uno de los chicos se levanta para pasar al baño. Javi le imita y señala que también él quiere ir, y ambos enfilan al fondo de la cabaña, y desde mi privilegiada ubicación veo que entran juntos al W.C. cerrando la puerta detrás de ellos.

Tardaron varios minutos, algo más de lo que sería normal, y ya al regresar los veo cuchichear a la salida del baño. Al acercarse veo claramente un gran bulto que el joven trataba de acomodar dentro de sus slips, mientras Javi me miró con su clásica sonrisa de niño pícaro y me guiñó un ojo con lo cual entendí que ya hubo un avance entre ambos (y no quedaba dudas como señalé por la tremenda erección que el joven conscripto mostraba y que igual trataba de ocultar).

Dado lo anterior decidí dar un paso más y me levanté señalando iría al baño, pero en realidad lo que hice fue conectar el grabador de videos de mi pc en una posición que previamente había observado y que permitía dominar toda la sala. Los jóvenes estaban ocupados hablándose bajito, seguramente contándole a su amigo lo ocurrido en el baño con Javier Ignacio. Terminada mi labor me senté y me bebí de un trago el contenido de mi vaso (que tenía mayoritariamente gaseosa) y aparentando un estado de ebriedad, les dije a los chicos que me iría a dormir pero que ellos se podían quedar hasta la hora que quisieran, lo que fue muy bien recibido.

Lo que relato a continuación es en parte lo que quedó grabado y lo demás lo que presencié en vivo desde mi ubicación y al relato de Javier Ignacio.

Apenas me desaparecí de la escena, los chicos se sentaron en el suelo. Javi se fue directo donde el chico que acompañó al baño y se sentó sobre su pelvis mirándolo de frente y abrazando su cuello para darle un beso en la boca. El joven no perdió tiempo y deslizó sus manos por la espalda del jovencito anfitrión, recorriéndola por completo y prestando especial atención a su parte baja.

Su compañero se acercó y también empezó a acariciar al pequeño, quien le hizo un gesto para también besarle en la boca y con una de sus manos le acariciaba el pecho. Debo aclarar que ambos chicos eran más bien lampiños en especial del torso, las piernas poca vellosidad lo que es de agrado de mi hijito.

Así empezó a alternar besándose con ambos, sus manos acariciaban los brazos y bíceps de los soldados mientras que ellos prestaban especial atención al trasero del niño, haciendo presente su calentura que iba en aumento. No obstante, ambos a cada rato observaban algo nerviosos hacia donde yo supuestamente dormía, por lo que empecé a imitar el sonido de fuertes ronquidos con lo que se tranquilizaron un poco y empezaron a dar rienda suelta a la calentura (arrechura dirían los amigos peruanos).

Así pues, que en un momento ambos se sacaron sus slips y dejaron a la vista sus vergas de tamaño bastante interesante, ante lo cual Javi se abalanzo sobre ellas alternándose para mamarlas. Uno de los chicos se acomodó detrás del niño y separando sus piernas inició una comida de culito mientras el otro disfrutaba de la magistral mamada que Javi hacía tiempo había aprendido a realizar. Debo aclarar que todo esto ocurre en la mullida alfombra de pieles que se encuentra en la sala principal de la cabaña.

Luego de un rato en esa posición procedieron a intercambiarse, pero en esta ocasión luego de algunos minutos, el que estaba comiendo culito se acomodó con su pene a plena erección para iniciar la follada.

Javi le indicó un frasco de lubricante íntimo que convenientemente habíamos dejado en una mesa pequeña, la que el joven tomó y aplicó abundantemente tanto en su pene como en el agujero ya lubricado con saliva y pronto a ser profanado.

No obstante, Javi le indicó que prefería iniciar de costado la penetración, dado que según me señaló eran bastante gruesos ambos miembros y así se precavía de sufrir dolor excesivo. El chico obedeció y se puso detrás abriendo las nalgas y empezando a penetrarlo lentamente ocasionándole una larga exclamación, lo que era acallado por la música del estéreo además de hacerlo en un murmullo, pero que de todas formas indicaba el tremendo placer que estaba sintiendo. El otro chico en el esplendor del morbo, se movió de su ubicación para acercarse a pocos centímetros del culo del niño para observar en primerísima fila como el grueso y oscuro miembro de su colega, iba desapareciendo dentro de la cavidad infantil, con el placer de los tres participantes.

A pesar del alcohol ingerido, me sorprendí de lo pronto que llegó al clímax el joven y a los pocos minutos inició una aceleración del movimiento pelviano, indicando su eyaculación, la que al producirse lo llevó a apretar fuertemente a Javi, inclinando su cabeza y mordiendo su cuello, lo que le hizo salirse de la posición para acomodarse con el segundo joven quien no perdió tiempo y aprovechando la lubricación y dilatación producida por su amigo, le ubico de espalda y procedió a clavarle su también negra y gruesa verga en posición piernas al hombro, en donde pude observar con toda claridad por la cámara su cara, de intensa lujuria al iniciar la penetración y follada.

Quizás sea efecto de haber bebido menos que su compañero, el tema es que fue una follada bastante larga, yo tenía primer plano en cámara de los gestos de placer que realizaba, como se saboreaba y hasta las veces que se secaba el sudor de la frente. Veía que algo le decía a Javi y después me comentó que le decía “mijito rico, putito rico, ¿te gusta cómo te culeo?” y otras frases eróticas del momento. Así continuó como dije varios minutos hasta que también aceleró el ritmo y nuevamente se produjo una suerte de mueca erótica y se mordió los labios para no gritar del placer que le produjo cuando empezó a lanzar los chorros de semen acumulado de muchos días en el regimiento (salvo algunas pajas). Javi me contó que con este chico disfrutó de mayor manera, dado que, al eyacular, su pene se ensanchaba y palpitaba intensamente además de sentirlo muy caliente dentro suyo lo que le produjo un inefable placer.

Pero no había tiempo de descansar, apenas ese segundo pene disminuyó de volumen, nuevamente el primer soldado tomó a Javi y lo instalo en un sillón, nuevamente de espaldas (y él también quedó de espaldas a la cámara) por lo que solo pude ver cuando le levanto las piernas a sus hombros y lo penetró. Posteriormente solo veía el culo lampiño del joven moviéndose rítmicamente en la clavada que le daba a mi hijo. Su compañero se sentó a un lado de ellos y aprovechaba de besar al niño mientras se masturbaba suavemente buscando una nueva erección, además de lamer el pecho del niño.

En este momento haré una aclaración de porque, y a diferencia de otras ocasiones yo no estaba presente mientras Javi disfrutaba de esas vergas de jóvenes y es que no confío en la discreción de los jóvenes que lamentablemente muchos de ellos beben en exceso perdiendo todo tipo de control y por ende se pueden ir “de lengua” es decir comentar la situación a terceros, y ello a pesar que Javi lo disfruta a full y de hecho hasta pide hacerlo, para mí como su adulto responsable me traería responsabilidades penales por permitirlo y participar, mientras que en la forma que ocurrió ellos se cuidaran más de comentarlo y si lo hacen serán quienes se expongan por tener sexo con un menor. Por esto se entenderá además que normalmente nuestras aventuras son con personas adultas de 30 años y más.

En esta ocasión el chico duró bastante más follando a Javi, su compañero esporádicamente le alcanzaba alguna bebida, dado que la temperatura había subido producto del calor de la estufa y de la ardiente actividad sexual que se estaba produciendo. En un momento los chicos se cambiaron de posición y Javi después me comentó que era para no acabar muy pronto y al hacer el cambio se alargaba la follada para ambos lo que lógicamente era muy bien recibido por Javier Ignacio.

Luego de prácticamente media hora en esos menesteres (eso me lo indicó la grabación de video) los chicos dieron muestras de eyacular nuevamente e inundar el culito lampiño y blanco de hoyito rosado de mi retoño, lo que ocurrió sin complicaciones. Ya no se decir cual fue primero, pero si aseguro que lo hicieron alternadamente quedando bastante exhaustos, tanto así que se acostaron en la alfombra quedándose dormidos. Me levante lentamente y me lleve a Javi a mi cama e hice como que nada había ocurrido.

Por la mañana, nuevamente encendí la cámara, esta vez girándola en dirección a la cama e hice un poco de ruido para despertar a los soldados, quienes se asustaron al despertar desnudos en el suelo. Yo me hice el desentendido y les comenté iría a comprar algo para el desayuno y apenas salí Javi los fue a buscar invitándoles a la cama. Si bien se mostraron temerosos de que yo regresara, al final la calentura les ganó y aceptaron.

Ahí ambos desnudos follaron alternadamente (como buenos amigos y hermanos de culito tierno) a Javi, en esta ocasión mientras uno le daba por el culito el otro atendía su boquita ansiosa, y yo había girado el pc en dirección a la cama para poder seguir registrando todo lo que pasara con lujo de detalles como observar aquellas gruesas y negras vergas se introducían hasta los mismos huevos en las blancas nalgas de mi regalón, y a ratos llenado su tierna boquita, para terminar de forma casi pornográfica en que uno le inundó el culito con abundante leche (que manera de estar acumulados esos chicos) y el otro lo mismo pero en la boca, produciéndole una suerte de ahogo que le hizo toser por el semen que incluso chorreaba por la cara y en su cuerpito. Una vez hecho esto ambos le besaron con mucho cariño aprovechando para una vez más acariciar su cuerpito de preadolescente, para irse a la ducha y esperarme vestidos y como si nada hubiera pasado.

Durante el día salimos con los chicos a recorrer algunos sitios de interés, en todo momento se mostraron muy alegres y entretenidos con Javi quien no daba tregua con sus preguntas sobre la vida militar y el campo. Así paso el día y por la tarde los dejamos a la puerta de su regimiento donde nos despedimos de abrazos. Ambos me dieron sus números de celular para seguir en contacto y aproveché de invitarles a Santiago a visitarnos lo que les agrado de sobremanera, pero…… ¿los invitaré algún día?

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