YO CON 40 AÑOS Y………..PAPA SOLTERO (cuarta parte)

Aquí la 4@ parte de mi primer relato de las vivencias con mi hermoso hijo Javier Ignacio. Pronto les podre relatar nuevas aventuras que han pasado en el intertanto desde esa primera vez hasta hoy.
Aquí los links de los tres primeros relatos que hoy culminan para quienes aun no los leen en orden:

1. https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/yo-40-anos-y-papa-soltero-primera-parte/
2. https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/yo-40-anos-y-papa-soltero-segunda-parte/
3. https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/yo-40-anos-y-papa-soltero-tercera-parte/

Y así, terminamos la primera incursión del día disfrutando del increíble cuerpo de mi hijito, que ya sabía de placeres mundanos.

Nos fuimos al baño y me duché junto con él dando especial atención a sus partes íntimas, y aproveche de enseñarle a asearse el culito con la larga manguera de la ducha, le explique que ese aseo debía preceder al sexo para evitar la contaminación que producen las heces, lo que aprendió rápidamente dado que, al estar su culito fácilmente dilatable, la manguera entró sin mayor dificultad procediendo a asearse adecuadamente. Además, le prometí comprar algún articulo que sirviera al efecto como alguna jeringa u otro elemento y no tener que depender de las duchas.

Regresamos a la sala mientras Raúl hacía lo propio aseándose y nos servimos unos trozos de pizza con gaseosa. Debo hacer presente que todos estábamos desnudos y Javi sentado a mi lado, lo que me permitía acariciarle tiernamente, ternura que a poco andar se fue transformando en calentura al ir bajando mi mano por su espalda y él mismo con su mano a mi entrepierna con lo que mi verga despertó a plenitud, por lo que, dirigí su cabeza a ella para que me empezara una deliciosa mamada.

Mi primo inmediatamente, sonriendo, reclamó, “Hey hey, no se vale que empiecen sin mi” a lo que respondí, “prerrogativas del padre, que el tío se espera” con lo cual ambos reímos, Javi con la boca ocupada solo hizo unos ruidos que supongo eran de aceptación.

Pero Raúl no se iba a quedar tranquilo, cuando terminó su pizza se levantó y se puso a un lado de Javi y lo hizo levantarse de la silla sin que sus labios se separaran de la espectacular mamada que me estaba dando, quedando mi niño doblado ofreciendo su culito a su querido tío quien inmediatamente introdujo su lengua en aquel rosado agujero, absolutamente desprovisto de pelos, y respecto del cual ya no quedaban secretos. Al hacerlo, Javi dio un pequeño salto y me empezó a mamar y lamer el pene con mas ahínco. Se ve que mi primo hacía una buena labor entre las nalgas del nene.

Raul a ratos me miraba directamente a los ojos mostrando la lujuria que estaba experimentando. Lamía, metía su lengua hasta el fondo, daba mordisco en las nalgas y las abría lo mas posible para que su lengua llegara ojalá hasta el mismo estomago de Javi quien a ratos gemía de placer y cuando dejaba brevemente de mamar, me miraba también a los ojos sonriendo placenteramente, con lo que no quedaba dudas de lo bien que estaba disfrutando las acometidas de su tío y la mamada que me prodigaba.

Luego de algunos minutos en dicha posición, Raúl se pone de pie y se ubica en la parte posterior de Javi, quien aún con mi pene en la boca da una mirada rápida hacia su cola adivinando lo que venía. Exactamente, las manos de mi primo empezaron a abrir las nalgas del chico apoyando su grueso y húmedo pene en la entrada anal para empezar lentamente a clavarlo, todo ello ante mi atenta mirada, que la vez anterior fue todo en penumbras, pero ahora era justo debajo de la lámpara que iluminaba toda la escena. Primero vi desaparecer la cabeza del pene de mi primo, luego un empujón y llegó a la mitad, para en un tercer intento clavarlo completo, y al hacerlo pude sentir el ruido que sus huevos hicieron al chocar contra las nalgas de Javi quien de nuevo lanzó un pequeño quejido.

Se quedó unos instantes inmóvil, esperando que el estrecho culito de Javi se acomodara nuevamente ante el invasor, ya que debo aclarar que la piel del niño es muy dúctil y se dilata con facilidad, pero al sacar el miembro, éste vuelve casi a su estado natural y por ende se hace necesario abrirlo de nuevo, lo que lógicamente produce un intenso placer al follador al sentir como va entrando por el estrecho hueco que se va acomodando al tamaño del ardiente pene familiar.

A cada embestida de Raúl, mi pene le llegaba hasta las amígdalas a Javi haciéndole toser y ahogarse. Mi primo lo sostenía de las caderas para así lograr una penetración perfecta, todo lo cual yo miraba en primera fila según ya señalé por la posición en que estábamos.

Mi primo sonreía, mientras su vaivén era mete saca, mete saca, Javi me agarraba con ambas manos la verga y a ratos los huevos, para seguir comiéndola como si fuera una paleta de helado, y considerando que ya era la segunda ronda de ambos adultos, indudablemente iba a ser de mayor duración. Por lo que la llevábamos con calma, aunque sin parar.

Luego de varios minutos en la misma posición, mi primo me hace un gesto y retrocede un poco sacando su verga del culito de Javi, lo que produjo un sonido similar a un descorche de botella. Tomó al niño por la espalda de la cintura y lo levantó haciendo que sus piernas pasaran una por cada lado mío y lo fue acomodando sobre mi miembro que estaba muy duro y húmedo con la mamada, para hacerlo que se sentara clavándoselo por completo hasta los huevos. Lo abracé y le metí la lengua en su boca y él ya habiendo aprendido hizo lo propio con la suya y empezamos a besarnos con pasión. Raúl colaboraba levantando y dejando caer a Javi en mi caliente tronco que desaparecía en su interior.

Luego de algunos minutos en esa acción, me levanté en la misma posición, con Javi en posición de koala, con toda mi verga dentro y le hice un gesto a mi primo para que desocupara la mesa, y cuando ya lo hizo acosté de espaldas al regalón para seguir follandolo así. Mi primo por su parte se puso a un lado de la mesa y procedió a introducir su verga húmeda en la boca de su sobrino preferido con lo cual quedó nuevamente ensartado por ambos orificios.

Y ya me decidí a seguir en esa posición para ser yo quien inundara el culito de Javi por primera vez antes que mi primo como ocurrió en la vez anterior. Lo follaba a ratos lento y en otras mas acelerado. Sus piernas en mis hombros me permitían lamer sus pantorrillas, besarlo, incluso chupar los dedos de los pies y así aumentar mi lujuria para llevar mi pene hasta el fondo. Además, la visión del miembro de Raúl entrando y saliendo de la boca del niño, el que agarraba con ambas manos como si fuera un tesoro, aumentaba mi morbo y calentura, hasta que ya empecé a sentir un rubor en mi cara y un cosquilleo en mis partes íntimas, la próstata me cosquilleaba anunciando esa segunda acabada, que sorpresivamente para mí, fue tan abundante como la primera lo que daba clara cuenta del nivel de calentura lograda. Uno otro y otro chorro de mi leche, la misma que le dio la vida, llenaban el culito de mi precioso hijo, con mis suspiros y casi aullidos de placer, que también alertaron a Raúl quien sacó su pene de la boca mamadora y se ubicó a mi lado, esperando su turno.

Efectivamente, apenas saqué mi pene chorreante aún del culo de mi hijo, su tío procedió a ocupar el espacio que yo había dejado abierto y sin dar un respiro para que se cerrara, clavó su vergota hasta el fondo, acompañado de un suspiro de pasión. Nuevamente Javi se encontraba ensartado con las piernas al hombro sobre aquella mesa cual el postre de mejor factura y calidad.

No voy a cansar a mis lectores relatando la infinidad de veces que Javi fue ensartado por ambos durante la noche y el día siguiente, fueron litros de leche espesa, algunas veces derramada en su boca la cual fue ansiosamente engullida y otras tantas en su culito. Incluso en mas de una ocasión ya en la madrugada, despertamos con ganas de seguir follando al nene, el cual no hubo modo de despertarlo y simplemente lo follamos así, dormido, en donde uno lo afirmaba en la posición elegida mientras el otro lo culiaba, y luego viceversa.

Y así transcurrió el inicio de mis historias con Javier Ignacio, mi querido hijo y su tío Raúl. No serán las únicas y ya pronto relatare otros encuentros, dado que este solo ha sido la primera vez a los 8 años (casi 9), y hoy ya está mas crecido……

[email protected] es mi correo. Me comprometo a responder todos los mensajes.