Yo con mi hermano y mi padre – 3ª Parte.
Cómo empecé viviendo con mi padre y mi hermano, y terminé teniendo sexo con ellos..
Continúo con mi relato.
Después de descubrir como mi padre y mi hermano tenían sexo entre ellos, y de tener yo sexo con mi padre, siendo observado por mi hermano, llegó el momento de pasar a mi hermano.
El día en que tuve sexo con primera vez con mi padre, después de que mi hermano saliera del armario en que estaba escondido, no sucedió nada más, tras aquello nos vestimos y continuados con nuestras rutinas diarias. Días después mi padre y mi hermano continuaron teniendo sexo de vez en cuando, pero esta vez ya no se ocultaban. Ahora lo hacían con la puerta abierta y con yo en casa. Podía ver al pasar por la puerta cómo mi padre tomaba a mi hermano y le follaba en diferentes posturas, unas veces mi padre se ponía detrás, otras encima, otras mi hermano se ponía sobre mi padre y le cabalgaba. También hacía oral.
Al final llegó el día que esperaba. Una mañana en que mi padre no estaba en casa, estábamos mi hermano y yo solos, tranquilamente estaba yo en el sofá viendo la TV cuando llega mi hermano Andrés y me dice:
– Andrés: Daniel tío, papá no está y tengo ganas de que me follen el culo. ¿Tú no podrías?
– Daniel: Claro que sí, estoy deseando de probar ese culo desde hace mucho tiempo.
– Andrés: Pues venga, apaga la TV y vente conmigo para el dormitorio de papá.
Yo me levanté del sofá, apagué la TV y seguí a mi hermano a la cama de papá, cerré la puerta de la habitación y mi hermano y yo nos pusimos uno frente al otro, entonces nos abrazamos y comenzamos a besarnos con pasión, acariciando nuestros cuerpos. Mi hermano bajaba poco a poco hasta ponerse arrodillado y bajarme los pantalones y los bóxer, dejando mi polla erecta frente a su cara, momento en el que se la metió en la boca y la chupó con pasión.
En esos momentos yo sentía un placer inmenso y recordaba el que estaría disfrutando nuestro padre cada vez que mi hermano se la mamaba.
Continuaba mi hermano bajando por mi polla hasta los huevos y volvía a subir para seguir con mi polla. A la vez mi hermano agarraba mi culo y lo acariciaba, acariciando con los dedos mi ano. Siguió así y se echó saliva en los dedos, para entonces metérmelos por el ano mientras me lo acariciaba y mamaba mi polla. Seguimos así un rato hasta que mi hermano paró.
Entonces se terminó de quitar toda la ropa y te tumbó sobre la cama boca-arriba, diciéndome:
– Andrés: Venga hermanito, demuestra que eres un machote y fóllame.
Yo entonces me quité la ropa que me quedaba, me arrodillé frente al culo de mi hermano levantado con las piernas en alto y comencé a chuparlo, pasando mi lengua por su ano y dilatándolo con los dedos. Él gemía de placer.
Me levanté, puse las piernas de mi hermano sobre mis hombros, me eché saliva en la polla y la coloqué en la entrada del ano de mi hermano, empujando poco a poco hasta que la fui metiendo toda hasta el fondo. Cuando tenía mi polla ya metida en el culo de mi hermano pude sentir lo que sentía mi padre cada vez que lo tomaba, sintiendo el interior de su culo en mi polla, caliente y lubricado, apretando mi polla del placer que mi hermano sentía.
Comencé entonces un movimiento de mete-saca, sacando y metiendo mi polla en el culo de mi hermano, sintiendo cada penetración y el gemido que mi hermano emitía cada vez que la tenía en su interior. Yo iba acelerando el ritmo, mientras mi hermano y yo nos mirábamos furtivamente y nos besábamos, con nuestras lenguas jugando en nuestras bocas, mientras mi polla estaba dentro su culo y nos abrazábamos.
En esos momentos se abrió la puerta de entrada a casa. Nuestro padre, Marco, había llegado. Tras entrar se dirigió a la habitación y al entrar nos descubrió follando en su cama.
– Marco: Anda si estáis aquí y disfrutando bien. Ya era hora de que vosotros empezarais también. Seguid.
– Daniel: Papá, ¿no te apetece unirse a nosotros?
– Andrés: Anda sí.
– Marco: En eso estaba pensando.
Mi padre entonces cerró la puerta y se quitó la ropa, quedando desnudo y con la polla erecta de la excitación al vernos. Nosotros seguíamos follando esperando a nuestro padre.
Entonces él se colocó detrás de mí, echó saliva en mi culo y en su polla, para seguidamente ponerla contra la entrada de mi ano e ir metiéndola hasta que la introdujo del todo, mientras yo continuaba con la mía metida en el culo de mí hermano.
La situación no podría ser más excitante. Mientras mi padre me follaba a mí, yo me follaba a mi hermano. Los tres a la vez en línea, con nuestras pollas dándonos placer en nuestros culos.
Mi padre me bombeaba el culo con el mismo mete-saca con el que yo bombeaba a mi hermano, oyendo los gemidos que emitíamos a cada embestida. Seguimos así un buen rato hasta que mi padre nos dijo:
– Marco: Hijos, voy a correrme.
– Daniel (yo): Tú sigue y córrete en mi culo, que yo también voy a correrme ya en el culo de Andrés.
Asique que aceleramos el ritmo y nos corrimos a la vez, mi padre en mi culo y yo en el culo de mi hermano. Tras ello nos sacamos las pollas y nos relajamos en la cama, pero mi padre decía:
– Marco: Yo también quiero una polla en mi culo.
– Andrés: Y yo también quiero follarme un culo.
– Marco: Pues venga hijo, vamos a la obra.
Mi padre se colocó sobre la cama a cuarto, mientras mi hermano se colocaba detrás de él. Mi padre echó saliva en su culo y en la polla de mi hermano, colocándola en la entrada de su ano, a lo que mi hermano siguió metiéndole la polla por el culo y seguidamente follándole.
Al rato yo me coloqué delante de mi padre, nos besamos y entonces bajé su cabeza a mi polla, que estaba erecta otra vez de la excitación de ver como mi hermano y mi padre follaban. Mi padre entonces me hizo una rica mamada, mientras mi hermano seguía follándole. Mi hermano y yo nos mirábamos con complicidad, mientras su polla estaba en el culo de nuestro padre, la mía estaba en su boca.
Así seguimos los tres hasta que mi hermano se corrió y llenó mi padre el culo. Yo entonces también me corrí por segunda vez, en la boca de mi padre que lamió y tragó todo mi semen.
Mi padre luego dijo:
– Marco: Joder hijo, hacía cuanto que no me follabas.
Finalmente los tres nos fundimos en un beso mientras rozábamos nuestros cuerpos en la cama y nos relajábamos de la follada que nos habíamos pegados yo, mi hermano y mi padre.
Por supuesto esta historia continuó en el tiempo, unas veces lo hacíamos los tres juntos y otras yo con mi padre o mi padre con mi hermano. También otras mi hermano y yo. Todo dependía del día y lo que nos apetecía. Penetrando a nuestro padre cuando él no nos penetraba a nosotros. Haciéndonos penetraciones mutuas, besándonos, lamiendo nuestras pollas y nuestros culos…
Qué ganas de tener una familia así
Ufff espero que la sigas narrando y no la dejes aquí, me parece que tiene mucho más potencial