Yo de 10 y mi semental
Vivir en el campo y ser morboso por el zoo es la mejor combinación que puede existir .
Vivir en el campo y despertar el morbo zoo es la mejor combinación que puede haber. Les conté en relatos anteriores como fue mi primera vez con mi Rottweiler y posteriormente como mi hermano me chantajeó para mamarle la verga sino él le diría a mis papás que me vio con el perro. Bueno, hoy les vengo a contar la continuación de mi vida en el morbo zoo. Yo ya había cumplido 10 años y Durante todo ese tiempo me la pasaba entre mamandole la verga a mi hermano mayor y al perro. A veces dejaba que el perro me montara e intentara penetrarme pero como yo era pequeño nunca lograba meterme más que solo la punta de la verga, pero aún así lo disfrutábamos tanto él como yo. Pero yo ya necesitaba algo mas morboso que solo culiar con el perro, mi morbo demandaba algo más grande. Lo primero que se ve en la vida de campo que así tengas el morbo activo o no es cuando ponen a culiar a los caballos. Ver esas vergas grandes entrar tan duras en esas húmedas y chorreantes vaginas es algo que definitivamente llama la atención y yo como buen niño de campo ya sabía andar a caballo, incluso tenía el mío propio en el cual salía a cabalgar el campo. Un día noté que mi caballo macho estaba inquieto y casi no podía controlarlo y me bajé unos minutos pensando que era algo que yo estaba haciendo que lo incomodaba. Pero simplemente era que él había sentido el olor de una hembra en celo que estaba cerca. Cuando me fijé que era eso no pude evitar notar que tenía su gran verga completamente dura y dándose golpes en su barriga cada vez que apretaba se veía como se le engrosaba esa gran verga que era mucho más larga y el doble de gruesa que mi brazo. Cómo estaba yo solo en medio del campo y ya no teniendo límites morales procedí a tocarle esa verga a mi caballo. No les miento que ni siquiera con ambas manos podía rodear esa gruesa verga de animal. No pude evitar empezar a mover mis manos de arriba hacia abajo, masturbando esa gran polla dura de macho equino. Noté que entre el olor de las feromonas que mi caballo percibía y el placer que le estaba dando yo con mis manos esa gran verga se ponía cada vez más dura y empezaba a lubricar demasiado rico. Veía como grandes gotas brotaban desde la punta de esa verga y luego usé ese mismo precum para lubricarle la cabeza de su pene haciendo que sintiera cada vez más placer. A los 2 o 3 minutos sin haberme detenido en el proceso de apretarle la verga masturbarla de arriba abajo y estimular esa gorda cabeza de su verga sentí como mi caballo empieza a hacer movimientos de su cadera, los cuales me eran muy familiares por mis experiencias con mi perro sabía que ya se acercaba el mejor momento. Yo a mis 10 años sabía que los caballos eyaculaban mucho por lo que había visto como le llenaban las vaginas a las yeguas y se las rebosaban de mucho semen blanco pero nunca había visto salir la leche directamente de esas grandes vergas. Eso me motivó a seguir dandole placer a mi caballo en un momento mientras mi caballo seguía con ese rico movimiento de espasmos de su cadera se me vino la morbosa idea de así como ya había probado la gruesa verga de mi perro, está vez quería probar la enorme verga de mi caballo a lo cual no me resistí y comencé a pasar mi lengua por alrededor de esa gran cabeza que ya estaba a más no poder de hinchada. Cuando terminé de darle una vuelta completa con mi lengua me voy acercando sin separar mi lengua de esa enorme verga y moviéndola hacia la punta, meto mi lengua en el orificio de la verga de mi caballo y en ese momento ese semental comienza a eyacular fuertemente , no me dió tiempo de separarme, ni tampoco quería, uno, dos y 3 gruesos chorros me llenaron la boca en 2 segundos de ese espeso semen en grandes cantidades traté de voltear mi cabeza un poco porque ya tenía la cara llena de esa lefa y me entró hasta por la nariz y no podía respirar pero nunca solté mis manos de esa verga para limpiarme la cara. Seguí apretando y otros 4 chorros de semen espeso cayeron en el costado de mi cara y a medida que iba perdiendo fuerza los últimos 3 chorros cayeron en mi pecho y sobre mi verga que estaba muy dura por toda está sesión de morbo. Wow, qué escena! Un pequeño de 10 años bañado en semen de caballo, era increíble y muy morboso. Nunca pensé que iba a quedar empapado de tanto semen, no me resistí y toda la lefa que tenía en la cara, con mis manos la dirigí a mi boca para saborearla y uff que rico que sabía. Para mí suerte, había un arroyo cerca y después de haberme tomado toda la leche que tenía en la cara procedí a lanzarme al arroyo a quitarle el semen de la ropa para luego inventar la excusa a mis papás de que me caí al agua. Eso era mucho mejor que contarle que su pequeño hijo ya tenía un nuevo amante al cual empezaría a deslechar cada vez que podía. Después de eso volví a casa y le conté la historia falsa a mi papá y me fui a tomar una ducha.
Cuéntenme que les pareció el relato.
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