Yo de 6 mi padrastro de 30 (historia real)
Les voy a contar de como mi padrastro me enseño el amor de hombre a hombre a mis 6 años.
Mi nombre es Julián al día de hoy tengo 35 años bisexual divorciado de Gym, trato de cuidarme, mido 1.77 trigueño apuesto varonil un pito de 18cm normal la verdad; semivelludo de aspecto hetero, me gusta practicar la natación y actualmente soy divorciado.
Les voy a relatar como comencé en mi gusto por el sexo y cómo mi padrastro Michael me enseño el amor de hombre a mis 6 años.
En 1990 nací como primer hijo del matrimonio entre Mina (mi madre) y Augusto (mi padre), desde que nací mi vida fue algo difícil pues mi padre se alejó de mi madre ya que ella se dedicó casi al completo a mí; esta situación se convirtió en un mar de infidelidades lo que llevó a su separación cuando yo tenía 5 años.
Mi madre tomó la decisión de ser madre soltera y hacerse cargo mío ella sola, la verdad al principio fue muy difícil ya que ella estaba triste casi todo el tiempo luego la soledad la volvió neurótica lo que afectó mi relación con ella porque ahora yo le tenía un terrible miedo y casi no hablábamos, realmente no recuerdo en qué fecha se fue mi padre de la casa pero si recuerdo que pasados unos meses cerca de navidad llegó a la casa Michael (maikol-se pronuncia).
Él era un joven en comparación de mi madre, tenía 29 años vs los 35 de mi madre; era maestro de un colegio privado daba clases de filosofía y métodos de investigación, adepto al deporte tenía un cuerpo fuerte y musculoso, relucía un poblado bigote y una barba recortada, su pelo crespo negro y tupido eran la cereza del pastel de aquel rostro varonil pero picaron con una mirada de cierta maldad y lujuria que lo hacía irresistible.
Pronto él se integró a la casa y ya que era maestro su tarea diaria era la de despertarme para que me alistara para que me llevaran al kínder en ese entonces una conocida de mi mamá me llevaba a la escuela Michael solo debía esperar a que pasaron por mí y peinarme.
Al principio era algo que me daba incomodidad porque no lo conocía pero conforme fueron pasando los días me fui acostumbrando a su presencia; la rutina era siempre la misma él me tocaba del hombro hasta que me despertaba y yo procedía a ir al baño a arreglarme mientras él se preparaba café o algo en la cocina.
Bueno eso era al principio porque ya teniendo 6 años casi al final del ciclo escolar cuando me despertaba el salía corriendo al baño a ducharse, entonces al llegar ahí siempre lo miraba bañándose, o más o menos porque el cancel del baño era translucido de color café y la verdad solo se veía una silueta, con el paso de los días me fui acostumbrando a verle ahí y a que una vez terminaba de bañarse salía en toalla a peinarme, en ese momento no le veía nada malo y la verdad no le prestaba mucha atención.
Lo que si pude notar es que a veces el me miraba desnudo al bañarme y la verdad no lo culpo, yo a los 6 años era un niño que hoy considero muy lindo, delgado, de alrededor de 1.10 metros lampiño obvio por ser un infante, algo pompudo ya que disfrutaba de correr con una cara aún andrógina de facciones delicadas.
La realidad en la casa casi siempre estaba solo para la comida la mayoría de las veces Michael llegaba con la comida y la tomábamos en silencio ya que no le tenía mucha confianza, algunas otras veces llegaba mi madre pero eso era horrible porque casi siempre peleaban Michael y ella.
Debo confesar que fui como la víctima perfecta para que este tipo de situaciones me pasaran, en la casa éramos solo nosotros 3, mi madre casi nunca estaba llegaba del despacho de abogados cerca de las 10 de la noche a diario salvo los fines de semana; Michael era un perfecto desconocido y hasta donde sabía el solo estaba en casa mirando la televisión, la familia más cercana de mi madre era el tío Leonardo que era un alcohólico empedernido y daba más problemas que nada de hecho él fue uno de los factores de este cocktail perfecto.
Por último la casa, aquello era un palacio para los abusos, vivíamos en una calle cerrada en una loma tenía acceso vía automóvil; en su parte posterior el patio trasero tenía una barda de unos 8 metros para evitar invasiones (en México es común la situación de los ocupas) esto debido a que el callejón penetraba una parte de una finca parte de lo que hoy es una reserva natural, vivo en un ciudad capital de uno de los Estados de mi país; al frente de nuevo el muro con malla anticiclónica que daba una vista al bosque y al lado derecho no vivía nadie la casa estaba abandonada, la construcción de 2 plantas, abajo sala, comedor, estacionamiento por fuera de la casa; cocina y por supuesto el privado de mi padrastro, un cuarto al fondo de la casa con llave siempre y que daba al patio de atrás, en la parte superior estaba otro espacio común el baño que compartíamos todos, la recamara principal donde mi madre dormía con Michael, un cuarto cambiador, una bodeguita y mi cuarto, por fuera de él estaba una escalera de caracol que daba al privado de mi padrastro.
Verán la mesa estaba dispuesta, más aún que mi tío Leonardo en su alcoholismo era una escena común en la vida diaria era muy frecuente a razón de 3 a 4 veces por semana éramos visitados por la tía Dolores la esposa de Leonardo quien llegaba cerca de las 11 de la noche siempre a pedir ayuda de mi madre para ir a buscar al tío por toda la ciudad para lo cual íbamos los tres en un coche modelo Spirit color negro, en esas misiones solíamos encontrar al tío ya tarde cerca de la madrugada y lo que siempre derivaba en peleas entre la tía y el tío, ya que las ficheras no faltaban en aquellas ocasiones.
Al entrar a la primaria en aquel tiempo de 1996 se estilaba que los niños de primaria ya se fueren solos a la escuela por lo que ya no pasaban por mí ahora entraba más temprano y las constantes salidas en búsqueda del tío tuvieron un efecto en mí; ya que me dormía en clase, situación que detonó en que un día la maestra Liliana mandara a traer a mi madre y reclamarle que yo me dormía en clase y que alguna situación debía estar ocurriendo en casa, obvio ella no mencionó nada sobre el tío pero se comprometió a que eso ya no ocurriría.
Ahora las veces que mi madre salía de casa solo me despertaba para enterarme de la situación y me dejaba al cuidado de Michael.
Una de las ocasiones que mi madre se fue a buscar al tío noté que Michael me despertó por lo que fue fui a bañar y hacer mis necesidades como era habitual, una vez arreglado me dispuse a salir pero encontré oscuro por lo que me regresé no vi la hora pero era tarde lo podía sentir; así Michael me fue a buscar y me dijo.- Ven te quiero mostrar algo.
Me tomó de la mano y nos dirigimos a su estudio privado; aún recuerdo el olor de aquella situación él tenía un fuerte aroma a cigarro mezclado con sudor y colonia barata.
Al entrar al estudio pude ver sus libros, el escritorio con un CPU sobre él, una gran silla de cuero era el trono de aquel impío rey y un cenicero medio lleno de ceniza aún humeaba con un cigarrillo a medio consumir; una vez ahí me dejó sobre la silla y se fue a ponerle seguro a la puerta; aquel cuarto con su poco y tenue iluminación me dejó ver por primera vez como iba Michael vestido; con una playera sin mangas blanca de esas que se usan como ropa interior; y unos shorts rojos de correr que malamente contenían sus piernas masculinas y velludas.
De regreso me tomó con facilidad como si no pesara nada para sentarse en mi lugar y colocarme sentado en su pierna izquierda, al momento dijo entre dientes.- Esto te va a gustar. Y procedió a encender el CPU al aclararse el monitor pude ver aquella mujer rubia chichona con la picha peluda que era sostenida por un vato detrás de ella de su pierna derecha mientras su verga la penetraba desde atrás.
Aquella visión me dejó perplejo la realidad no sabía cómo reaccionar pero puedo decir que mi corazón dio un vuelco y un calor comenzó a recorrer mi cuerpo, Michael me preguntó.- ¿Te gusta? Yo no dije nada así que el procedió a dar un click con el mouse, y aquella imagen cobró vida, resultó ser una película porno hetero, en ese momento pude ver como el wey se cogía a la vieja y esta comenzaba a gemir estruendosamente, por la ubicación de la casa este escándalo no era un problema ya que no teníamos vecinos; al continuar viendo esta película algo en mí comenzó a cosquillear y mi respiración se comenzó a agitar.
Al paso del tiempo, la situación se comenzó a poner más interesante yo estaba hipnotizado por todo aquello hasta que noté que Michael sacó de sus shorts que apenas podían con tremenda erección, la primera verga adulta que vi, una señora verga, 19cm grueso, venoso, con la cabeza rosada, llorando de precum, aquel mástil de carne estaba bellamente engarzado en su dueño por una tupida mata de pelos crespos y anclada por un par de huevos grandes y cubiertos de terciopelo negro colgantes hacia abajo llenos de virilidad.
Michael procedió a tomar mi mano derecha con su propia mano derecha y comenzó a masturbarse con mi mano de por medio, aquella sensación cálida, dura, caliente y palpitante me dejó fascinado era como otro mundo sentir en ese pitote los latidos contundentes de deseo de Michael me hicieron sentir muy especial como querido por primera vez, el sube y baja de mi mano en su verga me relajó bastante y produjo en mí una sensación de hormigueo como de mariposas dirían algunos.
El siguiente nivel se abrió ante mí, a Michael le estorbó la ropa, se sacó de una su camiseta blanca, ahí pude ver su peludo, musculoso y marcado torso como un toro bañado en sudor, se tumbó sobre la silla recargando su cabeza en su mano izquierda mostrándome su peluda y masculina axila, el olor de aquel sobaco era embriagante, el sudor, el desodorante y el cigarro se mezclaban perfectamente en un perfume de macho alfa; al tiempo Michael me sacó mi playera escolar y ambos quedamos sin camisa, debo confesar que verme ahí me hizo sentir frio por aquel hermoso cuerpo masculino que contemplaba.
Así en unos momentos más Michael se deshizo de su short rojo y al mismo tiempo me quitó mi pants del uniforme, yo no opuse resistencia alguna, sentía que era lo correcto, sentir con mis nalgas los pelos de sus piernas me hizo dar un brinquito de nervios pero lo sentí muy bien, al momento que el video seguía y Michael seguía masturbándose con mi mano, el ambiente se tornó caliente y húmedo los gemidos de Michael se mesclaban con los de la película.
Michael.- ¿Te gusta? Repitió la pregunta.
Yo solo atiné a asentir con la cabeza un torpe sí.
Michael.- Esto te va a gustar más. Y Procedió a darme mi primer beso, sentir aquel bigote en mis labios y nariz, fue mágico como un sueño aquella lengua masculina hurgando en mi boca estrangulando mi lengua mientras su aliento con sabor dulce y amargo por el cigarro mentolado que fumaba aún perduran en mi memoria, el beso se tornó cada vez más y más apasionado, aquella visión debió ser divina un hombre en sus 30 peludo musculoso gimiendo besándose con un infante de apenas 6 años ambos desnudos envueltos en una escena prohibida y secreta que solo nosotros podiamos contemplar.
Michael.- ¿Te gusta? Preguntó una vez más.
Yo.- Sí, respondí con voz apenas audible.
Michael.- Te dije que esto te iba a gustar
Yo.- Si, sí me gusta. Al terminar esto Michael procedió a abrazarme con su mano izquierda ya que en ningún momento dejó de masturbarse, me hundió delicadamente en su axila, yo en ese momento y por instinto saque mi lengua y comencé a llenarme de aquella esencia masculina, su olor a sudor, a desodorante y cigarro llenó mi cabeza eso era el cielo, Michael lejos de propasarse me acariciaba con delicadeza pasando por todo mi cuerpo jugando un poco con mis pezones a lo que yo emití un leve gemido entre nervios y placer, él jugaba con mis pezones mientras me comía su axila.
Michael.- Chupa aquí. Me ordenó sutilmente señalando su pezón izquierdo, yo me pegue como un becerro los gemidos de Michael se convirtieron en bufidos mientras la masturbación aumentaba su velocidad con su mano izquierda tomó mis infantiles genitales y comenzó a sobarme con delicadeza, yo me sentí extasiado solo atiné a retorcerme mientras gemía.
Entre la película, Michael y yo las voces lujuriosas en la oscuridad conformaban un coro erótico hasta que Michael me retiró de su pezón y comenzó a comer los míos, la voracidad con la que lo hacía era proporcional a su calentura yo comencé a gemir y pujar de dolor y placer al mismo tiempo al sonido de mi infantil voz pronto se sumaron los bufidos de Michael que comenzó a venirse en mi mano unos chorros de espeso esperma brotaron de aquella hermosa verga mientras que unos caían en su marcado y peludo abdomen y otros salpicaron mi vientre juvenil.
De pronto hubo paz en la escena nuestros cuerpos jadeantes por fin encontraron descanso y liberación de aquella sesión de sexo, la respiración de Michael era agitada, cansada, pesada mientras que la mía era como la de un conejo tras haber pegado una carrera.
El olor del semen pronto me llamó la atención mi curiosidad infantil quería saber que era aquella sustancia blanca y pegajosa que expulsó Michael con tanto gusto, retiré por fin mi mano de su verga que se encogía poco a poco, extendí un dedo sobre el abdomen sudado y manchado de Michael tomé un poco de aquel gel y con cuidado lo probé, Michael por su parte no perdió detalle de mis actos.
Michael.- ¿Cómo sabe? Me preguntó jadeante.
Yo.- Rico, respondí con una sonrisa pícara.
Michael.- Pues cómetelo todo, me ordenó sin fuerzas; a lo que pronto procedí a lamer su manchado abdomen, una vez terminé mi festín recuerdo la sensación agarrosa y pegajosa que deja el semen en la boca que me pareció curiosa, por otro lado al finalizar Michael me tomó con fuerza y lamió de mi pequeño torso su propio semen lo retuvo en su boca y procedimos a besarnos, el pasó su semen a mi boca y procedí a beberlo, aquello me pareció sumamente especial y delicioso.
Una vez con concluyó la escena Michael fue a mi pieza y nos recostamos desnudos, él sabía que no habría problema porque la puerta de la casa tenía un seguro interno que debía retirarse solo por alguien desde el interior así que estábamos seguros; en mi cuarto me abrazó y acomodó su pene entre mis nalguitas recuerdo que sentir lo baboso de su pito me causo cosquillas, yo intuitivamente me recargue sobre su verga.
Michael.- Otro día mijito, me dijo con voz de cómplice, yo en ese momento no entendí a qué se refería pero de ello me enteraría no mucho tiempo después; antes de dormir recuerdo que en mi mente solo estaba una sola idea estar con Michael, me enseño un nuevo mundo y quería descubrirlo explorarlo, saber todo de él.
No recuerdo cuando se levantó de mi lado solo recuerdo que me despertó como siempre la rutina seguía me arreglaría para ir a la escuela solo que ahora Michael salió desnudo de bañarse sin la toalla confiado de que mi madre estaba muy cansada, durmiendonprofundamente y me besó antes de irme, eso era la confirmación de que no había sido un sueño, me sentí muy satisfecho y feliz, de pronto una vida gris se tornó en alegre, al encontrar un compañero entre aquella soledad.
Es el primer relato que escribo y es 100% real, espero les haya gustado si quieren saber cómo siguieron nuestros encuentros pongan sus comentarios. Saludos.
Dale sigue contando mas….
Más por favor
Excelente relato. Muy bien llevado y los detalles permiten conocer bien el contexto en que se desarrolla la historia. 5 estrellas de calificación y espero los otros relatos
gran relato como sigue
Me gusto tu relato, fino y elegante al contar los detalles. Me imaginé ser yo ese niño ( mis inicios sexuales fueron a esa edad) los olores son los que más recuerdo y al igual que tú el del semen era agradable. Me pusiste ardiente y me corro a mil deseando que otra mano me masturbe
Super bueno, quiero saber más 🤌🏽🫠🤤
Me dejo húmedo este relato, ojala puedas seguir contando mas. Me animo a compartir también algunas experiencias mías.
Muh exitante continúa porfa
Que rico relato, yo también tengo algunas experiencias, pero me da como miedito contarlas. Hay alguna continuación.