YO PAPA SOLTERO, LA HISTORIA CONTINUA (3@ PARTE)
Y seguimos el relato de nuestra primera visita a amigos adultos que atienden muy bien a Javier Ignacio, mi pequeño y goloso hijo que cada día aprende mas a disfrutar de su tierna preadolescencia.
Como era de esperarse, Pedro no soportó demasiado rato la follada y de repente sin mayor anuncio dio un grito y empezó a temblar, espasmos producidos por la eyaculación que tenía, inundando el culito de Javi, que ya al moverse emitía un acuoso sonido producto del abundante semen que se escurría de su interior.
Pablo, ansioso, tomó al niño despegándolo de la clavada en que estaba, y lo ubicó en el sillón contiguo y haciendo gala de un morbo superior, aplicó su boca en el culo del niño que rezumaba el semen de su colega, tragándolo con lujuria, Javi se retorcía del placer que ello le producía y lanzaba exclamaciones que denotaban las sensaciones que la larga lengua del nuevo amigo le prodigaba.
Luego de unos instantes en ese menester y cuando además había lamido la tibia leche que se había deslizado por las nalgas del infante, se acomodó al borde del sillón levantando las piernas del chico para ponerlas por sus hombros y empezar a buscar la cuevita ya mancillada del nene. Debo señalar que el pene de Pablo es de buen tamaño, blanco y un poco grueso, sus huevos cuelgan notoriamente y se ven depilados ya que en otros lados del cuerpo hay vellosidad por lo que naturalmente en la zona genital debía repetirse. Puso su pene a la entrada de la cuevita y sin mayor esfuerzo lo llevó hasta el fondo, dada la adecuada dilatación y lubricación prodigada por su amigo al chico.
AHHHH, exclamó al sentir que su pene llegó al fondo y que sus colgantes huevos chocaban con las nalgas del impúber chico, al mirarlo vimos sus ojos cerrados, palpitando, oliendo, sintiendo cada brizna de placer que la situación le prodigaba. Se quedó unos instantes en esa posición, luego abrió los ojos y sonrió, mirándonos y empezó lentamente un mete y saca, el cual a ratos aumentaba en intensidad y en otros casi se detenía en una clara dosificación en búsqueda -seguramente- de extender lo mas posible aquella primera vez que como en todo disfrute se torna en inolvidable.
A esta altura de las acciones, como mis lectores deben suponer, mi primo Raúl y yo estábamos que nos inflamábamos de calentura, nuestros penes cual estacas de duros y erectos, con la humedad natural que produce la excitación, masturbándonos suavemente para extender el gozo, ante aquella vista increíble de la primera vez que nuestro príncipe era follado por dos amigos que, también afortunados podían disfrutar de el estreno del niño con personas ajenas a la familia.
Y tal como le ocurriera a su colega, Pablo no fue la excepción y al poco tiempo dio muestras de su excitación aumentando el ritmo de la follada, anunciando así que ya estaba próximo a eyacular, lo que efectivamente ocurrió, prodigando una abundante cantidad de néctar masculino en el interior del niño, quien también se retorcía de placer y mas aún cuando sintió que era inundado por el viscoso y tibio liquido varonil.
Luego de un breve reposo, Javi se levantó y dijo que estaba cansado y quería dormir, lo cual nos pareció razonable, por lo que se levantó y entro a la ducha. Lo acompañé prontamente y le di un beso muy cariñoso y le pregunté cómo se sentía respondiéndome que estaba muy bien y que le gustó mucho estar con los tíos Pedro y Pablo. Le replique que era necesario que descansara ya que el día siguiente sería pleno de placeres para todos. Lo dejé ducharse y con su piyama de superhéroes se fue a la cama. Lo arropé y regresé a la sala con los demás.
Ahí ya todos mas compuestos, recibí los elogios y felicitación de los anfitriones, por el maravilloso hijo que tenía y los agradecimientos por haberles brindado la oportunidad de conocernos. Bebimos algunos tragos y nos aprontamos a dormir.
Fue ahí que mi primo Raúl me pidió estar con Javi antes de dormir y me mostró su abultado bóxer con una erección de campeonato. Yo hice lo propio que estaba en las mismas condiciones, así que nos fuimos al dormitorio donde Javi ya dormía plácidamente.
La experiencia ya me había enseñado que Javierito no despertaría ni que pase un tanque por su lado, así que cuando entramos encendí todas las luces, y me fui a la cama donde corrí toda la ropa hacia atrás dejando el cuerpo del niño completamente descubierto. Raúl se acomodo de un lado y yo del otro y con cuidado empezamos a desnudarle. Como era esperable el niño ni se movió, pudiendo nosotros acomodarlo como se nos diera la gana.
Así pues, fue que lo pusimos de espaldas, y yo sostenía sus piernecitas en alto mientras Raúl acomodaba su erecto pene en la entrada del culito que ya estaba adecuadamente dilatado. Aplicó lubricante a la entrada como en su pene y empezó a penetrarlo, con un fuerte suspiro cuando llegó al fondo. Sus ojos cerrados y saboreando sus labios me indicaban lo que estaba disfrutando, y empezó a culiar a mi bebé lentamente en un intento de extender al máximo las deliciosas sensaciones que ello le provocaba.
Mientras mi primo disfrutaba del culito de mi niño, que dormía plácidamente sin sentir la clavada que su tío le estaba prodigando, yo deslizaba mi pene erecto por la cara y su boquita, hasta que en un momento la abrió y pude introducirla y aunque me incomodaban un poco los dientes, me producía el suficiente placer para acompañar el movimiento pélvico de mi primo y así aumentar la temperatura erótica de aquel momento.
Un fuerte suspiro de mi primo me anunció que ya el clímax había llegado, aceleró su marcha hasta que al final un resoplido y el silencio, al quedarse inmóvil mientras descargaba las últimas gotas de semen dentro de aquel culito ya varias veces mancillado en la tarde, y solo faltaba la última, la de su querido papi que como siempre debía ser el último de la jornada.
Raúl abandonó su posición y le pedí que afirmara las piernas de Javi para no perder la posición y me acomodé en su trasero. Mi pene húmedo mas la humedad del agujero recién inundado me permitió una penetración limpia llegando hasta el fondo de un solo empellón. Se notaba la humedad, mi verga transitaba desde el ano mismo hasta el fondo sin dificultad, lo que quizás restaba un poco el placer por lo que saqué mi miembro y procedí a secarle un poco con una toalla e hice lo mismo con el hoyito infantil, luego de lo cual lo metí nuevamente produciéndome ese placer tan fantástico al entrar con un poquito de resistencia y que a los pocos minutos me llevó a una voluminosa acabada, con lo cual dimos por finalizada la acción de esa primera noche.
Raúl se fue a su dormitorio, yo apagué la luz y abracé a mi niño en forma de cucharita. Me quedé cavilando. ¿es perversión mía disfrazada de darle en el gusto a Javier Ignacio y enseñarle los placeres del sexo?, cuando sea adulto ¿se ira a acordar con placer de estos momentos o se sentirá abusado por mí, su propio padre y por todos aquellos a quienes permití hacerlo?
Preferí dormir, ya que a fin de cuentas ya estábamos ahí, ya había pasado de todo y aun nos quedaba dos días más. Nada que hacer y ya llegaría el momento de evaluarlo, y lo hablaría con el Raúl Psicólogo y no con el Raúl, tío pervertido.
(continuará)
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Me encanta que seas tan abierto y prestes ese culito para que sea usado por otros hombres, espero seguir leyendo más de este putito que hace que me empalme full
Tranquilo que estamos empezando, asi que hay Javi para rato.