Yo y mi amigo de educación física con 18 años – 3. El reencuentro inesperado
Continuacion del relato «Yo y mi amigo de 11 en las duchas después de las clases de educación física – 2».
Antes de empezar el relato, cabe decir que este es la continuación del «Yo y mi amigo de 11 en las duchas después de las clases de educación física – 2». Este relato es más la narración del reencuentro, no hay tanta «tensión sexual» como en el anterior. Recomendar como no leer los anteriores para seguir la historia. La parte 4 saldrá en cuanto la tenga lista. Dicho esto, empezamos el relato.
Después de acabar primaria, Julio y yo nos separamos. Él se mudó muy lejos de donde yo vivía y era imposible vernos (hablamos de punta a punta de España, así que era imposible vernos y mucho más si no teníamos ni por donde hablar). Perdimos el contacto y estuve muy triste por haberle perdido. Estuve los primeros días de verano pensando en todo lo que estuvimos haciendo en las duchas, se me puso duro el pene y me puse en el PC a buscar cosas sobre sexo para aprender aquello que hacíamos él y yo. Pajas, mamadas, follar, posturas, corridas… De todo fui aprendiendo. Durante los primeros días aprendí a cómo excitarme pensando en algo y para hacerme una paja y correrme (al principio era complicado porque no sabía como se hacía y no quería que me pillaran, algo que nos pasa a todos seguramente jaja).
Fue pasando el tiempo, acabó el verano pero empezó secundaria. Perdí algún amigo porque también nos separamos pero hice otros, disfrutaba de secundaria pero me olvidaba de Julio. Fui estudiando y aprobando todo con tranquilidad, superé la secundaria, acabé bachillerato y hice la selectividad. Al acabar la sele, me ofrecieron una beca por mis notas para viajar a Estados Unidos , a una residencia para seguir estudiando inglés y tal. Obviamente la acepte, ya que era la primera vez que me pasó algo similar y tenía ganas de ir.
Llegó el día en el que me despedí de mi familia por un mes y me fui en busca de la aventura a Estados Unidos. Conocí a varios estudiantes que también iban: unos españoles, otros italianos, otros alemanes, otros franceses y algún japonés, aparte de los ingleses que ya habían por allí como no. Estuvimos conociendonos unos días haciendo de todo: jugando a padel, tenis, juegos de mesa, excursiones etc… Pasaron 4 días y un grupo de estudiantes se fueron y vinieron otros: la mayoría italianos y algunos españoles. Al llegar, su monitora, que tenía unos 28 por ahí, se puso a pasar lista para juntar a gente para compartir habitación (eran habitaciones de 2 personas cada una).
-Vale, Pedro Rodríguez compartirá con Manuel de la Cruz. Pablo Nicolás compartirá con Roberto López. Julio García compartirá con Paco Romera.- fue dictando la monitora
De golpe, se empieza a escuchar una discusión de fondo, era entre estos 2 últimos. Se ve que tenian un buen pique desde que se vieron y digamos que no son muy amigos. Se lanzaban algún insultito para no faltar tanto el respeto, cuando entro yo en escena y les digo:
-A ver niñas, podéis callaros y dejar que la señorita siga con lo que decía? – dije yo.
– Es verdad, sentimos la discusión – se disculparon, pero ellos sabían que el pique seguiría.
La monitora se los llevó a la habitación y les dijo normas y todo lo importante y luego, estos vinieron a la sala principal, donde estábamos muchos estudiantes y seguían discutiendo, así que intervine una vez más y de pronto, nos llaman a todos para ir a comer.
Fuimos todos, me fui haciendo amigos de todos, incluso de la monitora que me caía bien, menos de estos 2 ya que causaban algún problemilla extra. La comida estuvo muy buena. Volvimos a la sala principal. Unos estaban jugando a la Wii, otros al Uno y yo estaba jugando al futbolin con un compañero contra los 2 problemáticos. Yo y mi compañero les ganábamos y ellos se culpaban entre ellos. Seguimos así durante una media hora larga hasta que entra la monitora de la residencia, hablando en inglés lógicamente, diciendo que algunos estudiantes nos iríamos de excursión en una media hora a un sitio y que otros a otro sitio. Nos fueron llamando uno a uno por lista y cuando dijeron mi nombre, algo inesperado pasó:
-Alejandro, el «raptor» del padel? – dijo alguien
En ese momento quedé muy desconcertado, ya que a que venía ese comentario? Vale, si hace mucho que juego a padel, desde muy pequeño y se jugar muy bien a padel (llegué a ser campeón de algún torneo que participaba), pero de eso a que digan ese comentario sin sentido en ese momento (el apodo de «raptor» viene de los dinosaurios, velociraptor ya que en padel siempre era muy rápido y astuto con todas las jugadas que hacía y siempre acababa ganando), pero bueno…
-Si? – dije con dudas por la situación
– Del colegio… – y lo dijo
– Me conoces de algo? No me suenas- dije
– Eres tonto? Adivina – me dijo el tío
Y en ese momento se paró el tiempo. 2 segundos pasaron hasta que me dí cuenta en ese mismísimo instante de quien era. Solo hay 7 personas que me llaman el «raptor», y son 7 amigos de confianza. Podía ser casualidad que me llamarán así o no? Así que le hice una pregunta.
– Si tienes que elegir entre blanco o verde, que elegirías?
– Er betis, como no – dijo él
– Julio? – pregunté
– Te ha costado eh? – dijo él mismo
Ya está, sabía quien era él. Tras 7 años que no nos veíamos eramos tan diferentes que ni sabíamos quien eramos. Julio, mi compañero de educación fisica, las probabilidades eran prácticamente inexistentes de que este reencuentro ocurriera. Fui, le di un abrazo, él a mi y estuvimos un rato hablando de todo el tiempo que hemos estado separados. Nadie sabía que pasaba, que porque nos alegramos tanto de vernos. Les dijimos que perdimos el contacto a los 11 y con mucha suerte, nos hemos vuelto a ver. Ahora con 18 años nos volvemos a reencontrar en Estados Unidos. Las monitoras se alegraron de la situación ya que suele pasar muy poco y cuando pasa suele ser un momento muy emotivo. Luego acabaron de llamar al grupo y nos fuimos de excursión, Julio y yo juntos hablando de todo secundaria y bachillerato, todo lo que nos había pasado y tal. Fuimos a varios sitios interesantes durante el día hasta que regresamos, nos fuimos a cenar y después cada uno a su habitación a dormir.
A la mañana siguiente se ve que hubieron problemas con Julio y su «amigo». Se seguían odiando y como no, les puse el freno de nuevo. Les pregunté por el problema y parecía que se conocían de antes y en el aeropuerto se ve que tenían un problema que se culparon entre ellos y están así. Le dije a su monitora que los separara pero me dijo que seguirían igual, así que le propuse que me cambiará de habitación con el para evitar el problema. Aceptó ya que le dije que yo era muy amigo de Julio y que hacía tiempo que no nos veíamos. Fue pasando el día, nos divertimos un rato, trate de calmarlos por su incidente en el aeropuerto y jugamos un rato.
Aquí acaba este relato parte 3. La 4a parte está en marcha y en cuanto pueda, la pongo, que será la continuación a este relato, como no. En fin, espero que os haya gustado y que me comentéis que os ha parecido.
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