Yogi & Bubu Parte 8
Finalmente hago mío a Bubu.
¿Quieres entregarte por entero a mí y hacerme muy feliz pequeño Bubu?
Con esa inquietante pregunta culminó la séptima entrega de esta saga. Continúo esperando les agrade y aprovecho para agradecer a quienes con sus comentarios en Telegram me impulsan y motivan a seguir compartiendo mis experiencias y fantasías…Sin más, continuamos…
— Me gustaría mucho, señor Yogi pero tengo miedo…
–¿Por qué tienes miedo pequeño e inocente Bubu?
— Porque me va a doler… ya vi cómo lo hizo con mis primitos Pedro y Santi y vi cómo les dolió y a mí me va a doler más…
–El dolor es parte del placer pequeño Bubu, y si tú me amas tanto como yo te amo a tí debes darme esa alegria.
–Si, pero es que hace rato que Santi me cogió a mí me dolió mucho y Santi la tiene muy chica y delgadita comparada con la de usted señor Yogi… tengo miedo…
— Mi pequeño osito Bubu si tú me amas como yo te amo a ti aguantarás el dolor. Además, te prometo ser muy cuidadoso contigo y hacer lo posible porque el dolor no sea tan grande…
— Pero sí me va a doler… ¿verdad señor Yogi?
–Me gustaría decirte que no, mi pequeño osito pero te mentiría… Te va a doler, sí, pero te va a gustar y después tú mismo me pedirás que te haga mío…
–Pues no sé, tengo miedo, tengo mucho miedo señor Yogi…-
-Mira pequeño Bubu, cuando hace unos momentos Santi te penetró es cierto que te dolió pero después de un rato comenzaste a gemir ¿sentiste placer, te gustó lo que hizo Santi al final o no?
— Sí, sí, es cierto señor Yogi al principio me dolió mucho pero después comencé a sentir como cosquillitas cuando entraba y salía Santi de mí…
–¿Ves? Pues lo mismo va a pasar cuando yo te haga mío.Te va a doler, pero sé que te va a gustar ¿o no quieres hacerme feliz o no me quieres tanto como yo a ti pequeño Bubu?
–Bueno está bien señor Yogi, acepto pero por favor sea cuidadoso y trate de que no me duela tanto por favor…
–¡Claro que sí pequeño Bubu! Te lo prometo.
— Y otra cosa señor Yogi…me gustaría que no me vieran mis primos…¿podríamos hacerlo en la cueva atrás de la cascada?
— Claro que sí pequeño Bubu, tus deseos son órdenes para mí …ya oyeron a Bubu, niños él y yo iremos atrás de la cascada a jugar un poco, ustedes pueden también divertirse.
Y cargando a Bubu entre mis brazos me dirigí con él a la cueva que está atrás de la cascada…
Al llegar ahí coloqué dos toallas sobre la arena para estar un poquito más cómodos, recosté suavemente a Bubu y comencé a acariciarlo tiernamente, besé sus mejillas, su naricita, sus labios su cuello, sus pechitos y bajé por su estómago hacia el ombligo hasta llegar a sus genitales donde los besé, los acaricie lamí y chupé durante un buen rato.
Acto seguido le pedí levantarse y me acosté yo boca arriba y lo puse a él sobre mí de tal manera que él pudiera estar mamando mi pene mientras yo dilataba con mi lengua y con mis dedos su anito que pronto sería mío por completo introduje mi lengua después de darle besitos y lamerlo y posteriormente con ayuda de gel lubricante anal metí uno de mis dedos y lo moví en círculos en su interior lo metí y saqué varias veces… él gemía de placer.
A continuación metí dos de mis dedos y él se dolió un poco pero los recibió igual giré con mis dedos en su interior para dilatar lo más posible su ano los metí y saqué los abría y cerraba cuál si fueran tijeras y por último probé a meterle tres de mis dedos; él se dolió aún más y no fue fácil lograr introducir mis tres dedos pero él soportó muy bien y aunque algunas lágrimas y sollozos escaparon de él logré mi cometido.
Finalmente lo puse en cuatro y le pedí levantar sus nalguitas para exponer ante mi ariete su anito infantil, su lindo hoyito le pedí aguantar y coloqué mi glande, la punta de mi glande, en su entradita empujé un poco el cuerpo hacia delante y aunque sin éxito en varias ocasiones porque se deslizaba hacia arriba o hacia abajo dado lo apretado que a sus seis años tenía su agujerito y a qué por los nervios se cerraba por instinto, finalmente logré introducir la cabeza de mi pene.
Él inmediatamente apretó su anito y eso me hizo sentir riquísimo, avancé un poquito más hasta la mitad de mi pene y él me pidió detenerme un poco mientras su culito se amoldaba y se acostumbraba a mi pene invasor…empujé un poco más hasta ver desaparecer cerca de 15 de 18 cm en su interior. Él sollozó un poco y algunas lágrimas salieron de sus lindos ojos, finalmente empuje lo que aún quedaba hasta que mis testículos y mis bellos púbicos chocaron en sus nalguitas.
Él sólo apretaba sus manos y se mordió los labios ante el dolor.
–¡Bubu, felicidades, lo hiciste mi pequeño osito! Mi lindo amigo ¿ves qué valiente eres? ¡Me aguantaste amor y me has demostrado cuánto me amas! ¡no sabes lo feliz que me haces!Y ahora pequeño osito voy a entrar y salir de ti suave y lentamente varias veces amor… ¿puedo hacerlo?
–Sí sí señor Yogi pero despacito por favor porque me duele, me duele mucho… ¡ay ay me siento muy lleno! ¡siento que me arde, que me arde mucho mi culito y siento siento ganas de hacer popó señor Yogi!
–No te preocupes pequeño osito, en un momento pasará ese dolor y te aseguro que comenzarás a sentir muy rico.
Y así fue, comencé un lento y cuidadoso mete y saca y cada vez que empujaba hasta el fondo mi pene él soltaba algunos ayes de dolor pero después de varios minutos comenzó a relajar un poquito su mano y comenzó a gemir de placer ante las estocadas que le daba salí de él y él extrañado me preguntó:
–¿Ya terminó, señor Yogi? ¿ya me dejó su lechita dentro?
–No amorcito aún no… ahora quiero acostarme yo boca arriba y que tú te sientes poco a poco sobre mi pene ¿te gustaría intentarlo amorcito?
y él asintió, así que coloqué mi erecto pene apuntando hacia arriba él se arrodilló, poniendo una de sus piernitas a cada lado de mi cuerpo, puso sobre mi glande su rajita, nos tomamos de las manos fuertemente y poco a poco él se fue sentando sobre mi pene cada que sentía alguna punzada o dolor me apretaba con fuerza las manos se mordía los labios, soltaba unas pequeñas grititos de dolor y algunas lágrimas salían de sus lindos ojos… finalmente quedó por completo empalado en mí y esbozó una pequeña sonrisa de orgullo y de satisfacción al saber que había cumplido, al saber lo feliz que me había hecho.
–Ya me entró toda, señor Yogi, toda! ¿Y ahora qué hago señor Yogui? ya tengo todo su gran pene adentro de mí , mire!
Y se tocaba su pancita hasta la altura donde sentía que había llegado mi pene.
–Ahora pequeño Bubu, levántate un poco y vuelve a sentarte y hazlo así varias veces amorcito hasta que la miel de mi pene salga y se derrame y llene tu culito, anda…
Y él así comenzó a hacerlo, en un momento se soltó de de mis manos y dejó caer su cuerpo sobre mi pecho y así continuó empalándose una, otra, otra y muchas veces más haciéndome sentir muy feliz por lo apretado, lo tibiecito, lo suavecito y lo rico que estrechaban sus paredes anales mi pene hasta que después de un buen rato le dije:
— Bubu… Bubu…Ya no puedo más voy a echar mi mielecita en tu interior.. mmmh ¡Qué rico estás y que lindo me aprieta tu culito! ¡Eres único, mi pequeño Bubu! ¡Te amo, Bubu, te amo!
–¡Sí, sí señor Yogi,hágalo!
Y entonces con un fuerte gruñido de satisfacción empujé mi pene lo más que pude, se contrajeron mis testículos, mi pene se hinchó y palpitó y depositó uno, dos, tres…ocho chorros de mi semen en su apretadito interior
Aún abrazados lo besé, lo abracé y lo felicité. Le dije lo lindo que había sido, lo valiente que había sido y lo feliz que me había hecho y le agradecí por haberme entregado esa prueba de amor.
Esperé un poco a que mi pene perdiera firmeza y salí de él lo volví a cargar cruzamos por un lado la cascada y salimos de la cueva a reunirnos con sus dos primitos.
Pedrito fue hacia él y lo abrazó y le dijo
—¿Ya te hizo tuyo el señor Yogi?
Y Luis y con una sonrisa satisfacción y con mucho orgullo le contestó:
— Siii, me dolió,me dolió mucho, pero lo disfruté.
Nos bañamos un rato más para dejar que su culito se cerrara un poco y dejara de arderle tanto, nos vestimos y felices regresamos al pueblo…
F. I. N
No había leído la historia hasta ahora.. y ha sido una auténtica gozada.. no sabes cómo he disfrutado de ella mientras me he masturbado. Menuda corrida me has provocado.
Continúa con más historias, son muy interesantes y llenas de buena redacción. Felicitaciones.