Zoo gay 2

Como continuó mi experiencia con la zoofilia y algunas cosas que logré descubrir.

Hola gente, he decido contar mis siguientes experiencias después de mi primer penetración por un perro, como comenté en un relato anterior, soy un chico gay, delgado 170, 55 kilos de tez clara, siempre he sido muy delgado pero algo nalgoncito, también un poco dotado, con un pene de 18 cm, aunque no lo uso por que soy pasivo, en fin, continuando mi historia anterior en la que narro cómo fue mi exploración en la zoofilia, después de mi primer penetración y perder mi virginidad con el Rottweiler de pene chico creí que mis dudas se habían resuelto pero no era cierto ahora tenía la duda de sentir un pene más grande como los que les había visto a otros perros también quería saber que se sentía quedarse abotonado con un perro, y en lugar de resolver dudas con mi primer experiencia, me surgieron más dudas aún, había abierto una puerta de exploración en este mundo que debo admitir que siento vergüenza de mi mismo pero que aún así continue mi exploración con algunas otras experiencias en mi adolescencia y las cuales me hicieron disfrutar mucho y experimentar de primera mano la zoofilia, después de ser penetrado por primera vez ahora quería un pene más grande y también quería quedarme abotonado por un perro, nunca imaginé hacerlo con una perra además no quería lastimarla porqué tengo pene algo grueso creo yo, en cambio con un perro estoy consciente de que el lastimado puedo ser yo y no el perro. Pasaron un par de años hasta que volví a tener oportunidad, de tener cerca un perro más, esto sucedió en la casa de mi abuela

Mi abuela ya necesitaba ayuda para hacer algunas cosas, así que a mí me mandaban a dejarle algo de comer a medio día, ella comía y se iba a visitar a una amiga suya cercana, esto era perfecto para mi por que dejaba la casa sola y a mi solo me dejaba allí y me decía que cerrara cuando me fuera, yo perdía un poco el tiempo esperando a que se fuera y cuando ella se iba me quedaba completamente a solas, ella tenía dos perros una perra y un perro, desafortunadamente para mi desgracia de exploración el perro que tenía era muy chaparro para mí y tenía un pene muy corto acorde a su tamaño, la primera vez que intenté hacer algo repetí mi experimento anterior, sobre la piel de su pene tome su miembro y comencé a masturbarlo asegurándome de hacer un poco de presión en su bulbo en cada pasada de mi mano sobre su pene, esto estimula al perro y comienza a hacer sus movimientos de penetración, me puse en 4 y al perro encima de mi montándome y después procedí a iniciar haciendo este movimiento de masturbación especial para perro, pero como era un perro pequeño solo sentía su semen disparase contra mis piernas y nunca acertar en mi ano, y las veces que lograba acertar no lograba una penetración del todo, muchas veces terminé decepcionado por que no lograba repetir que me penetrara otro perro, así pasó el tiempo y cada que podía intentaba sin ningún éxito, algunas veces quedaba con su pene duro y bulbo hinchado, tenía en mi mano su pene completamente erecto con su bulbo completamente hinchado en mi mano, trataba de introducirlo en mi pero era muy grueso para mi, me dolía mucho así que solo lo ponía en mi entrada y sentía unos cuantos chorros de su semen escurrir por mis piernas pero esto era muy decepcionante, si, el perro era pequeño y su pene también pero aún así introducirlo así me dolía mucho, asi que la única manera era que entrara en mi sin estar erecto o hinchado el perro tenía que montarme y penetrarme como naturalmente lo hacen.

Paso más tiempo y de pronto un día me enteré que alguien lo había lastimado, andaba montándose a una perra y le lastimaron su pene, sentí lástima y desistí, lo tomé como una señal divina que lo que hacía era algo malo, y yo ya sabía que era algo malo pero al ser un adolescente de 14-15 años las hormonas te vuelven loco y te hacen buscar el placer donde sea posible al menos a mi si, deseaba no sentirme así pero era inevitable, a veces mi respiración se aceleraba solo por el deseo de tener sexo, como si fuera un animal deseando copular, en fin volviendo a la casa de mi abuela y sus perros y el perro herido, después de unas semanas, la perra que mi abuela tenía llegó con un acompañante, un perro blanco, no estaba en celo más bien parecían amigos pero a mi me éxito un poco saber que me trajo a un nuevo amiguito para yo disfrutarlo, este perro tenía cuerpo de pitbull un poco robusto pero no gordo, era un pitbull delgado y pude ver que tenía un buen miembro, mis deseos se volvieron a encender, traté a ese perro muy amistosamente ya que este perro era muy amigo de la perra que tenía mi abuela,  para mí suerte este perro era un perro dócil se dejaba tocar acariciar cargar, todo, aproveché esto y decidí que él sería el siguiente en penetrarme.

Uno de tantos días que mi abuela me dejó su casa sola, decidí que era momento de intentarlo, busqué al perro pero no lo veía por ningún lado, son perros que andan sueltos por que vivo en una zona muy poco urbanizada así que es normal que los perros anden sueltos explorando las calles y cosas así, no sabía que hacer y se me ocurrió ir por un plato y hacerlo sonar con una chuchara este ruido llamó la atención de la perra que por suerte venía con su acompañante, ese sonido lo reconocía la perra por que pensó que era hora de la comida, llegó con este perro mestizo de pitbull, llegaron les abrí la puerta para que pasaran rápido por que ellos solían salirse por agujeros en la cerca, yo ya había dirigido mi mirada a su pene y veía como colgaba y se balanceaba de lado a lado, se veía grueso y sabía que lo quería dentro de mi, esperaron que les diera la comida pero no había nada, mejor dicho, yo era la comida pero solo para ese perro macho, como dije este perro era muy dócil así que simplemente lo cargué, y me lo llevé adentro de la casa, mi corazón de acelero demasiado estaba súper nervioso esta podría ser una oportunidad para al fin resolver otra de mis dudas, que se sentirá ser abotonado, cerré la puerta y sabía que nadie más iba a ir a casa en varias horas, aún así en mi casa me esperaban así que tenía que darme prisa, para ese entonces  ya sabía como activar sexualmente a un perro así que fui directo a ello, aún llevaba mi uniforme de la escuela, me quite el pantalón y me quedé en boxer me excitaba que el perro me viera en ropa interior me puse en 4 y me puse al perro encima mío, le acerque mi ano lo más que pude y lo puse en la posición perfecta para que cuando empezara a montarme su pene fuera directo a mi anito, el perro era blanco muy bien definido era un perro fuerte y sano pero sobre todo tenía un pene muy bien hecho y unos testículos rositas suficientemente grandes además estaba muy limpio, es de esos perros que parece que traen una salchicha gorda colgando, cuando estaba normal se le veía gruesa y rica eso me excitaba, y al fin lo tenía montado arriba de mi y sabía como activar su pene en mi, así que ya estando en posición lo hice, lo masturbe, el perro logró dar en mi anito pero no logro más por que mi cadera estaba muy arriba y no lograba conectarme, este perro estaba también un poco bajito, en realidad era un perro de tamaño normal pero yo al ponerme en 4 quedaba un poco más arriba de lo que el perro estaría acostumbrado con una perra, además mi cadera más grande que una perra lo hacía torpe en dirigir sus embestidas al lugar correcto, así que decidí, sin dejarlo que me desmontara, bajar un poco más mi cadera tirándome un poco mas hacia atrás de modo que mis piernas pasaran de estar en un ángulo recto a estar en un agulo de 50-60 grados, con esto hecho decidí que era perfecto para otro intento, primero coloque la punta del pene aún cubierta con su piel en la entrada de mi anito me arqueaba aún poco y sentía su piel caliente tocar mi ano así medi que estuviera su pene apuntando directo a donde quería que entrara y una vez listo lo masturbe, en eso el perro comenzó la monta me tomó por la cintura y yo sentí como me apretó contra él, el sentir que me tomaba como su perra me excito y me sentí poseído por ese animal la primera vez que hice esto quise zafarme pero ahora era diferente ahora mi deseo era más fuerte y no puse resistencia dejé que el perro me tomara con su fuerza y me hiciera suyo además quise imitar a una perra evitando se penetrada y me trate de apartar un poco pero el perro me sujetaba con fuerza y con ese instinto que aprendí a activar, me sentía satisfecho, me sentía perra, la verdad. Pensé, la perra que es de mi abuela lo trajo pero yo soy quien lo va a disfrutar más, yo voy a ser quien se quede con su semilla el que sienta ese pene y tú no, así pensé, el perro empezó a penetrarme moviéndose hacia atrás y adelante muy rápido y sí, el perro logró penetrarme a la primera gracias a que todo lo que hice fue perfecto, el pené de este era más grande y gordo que el primero que había tenido en mi experiencia anterior, así que esta vez si logré sentirlo además la posición en la que estaba hizo que con cada embestida sintiera placer y no dolor como la primera vez, nunca pensé que deseaba ser abotonado, olvidé esa parte por completo, solo deseaba ser penetrado y quedarme pegado pero obvio olvidé que los perros tienen un bulbo y que quedar abotonado significaba que ese bulbo se iba expandir una vez estuviera dentro de mi, la excitación del momento me cegó y dejé que ese perro me hiciera el portador de su semilla, creí que era una penetración “normal” y este perro wow que era un semental se sentía si fuerza con mucha intensidad y por un momento quise zafarme por que sabía que era algo malo pero en lugar de eso mi cuerpo tuvo una reacción contraria y me entregue más al perro me incliné solo un poco más hacia atrás y fue cuando sentí como algo calientito entró en mi de una sola vez y esta vez si logré sentir como algo entró, logré sentir el pene del perro entrar en mi y mi cuerpo sentía placer y excitación al recibirlo, sabía que al fin estaba pasando de nuevo, el perro continuó sus movimientos y yo seguía sintiendo demasiado placer, esta vez si sentía como algo se hinchaba dentro mío, se siente como se va llenado de sangre, y se llena muy rápido, es como si llenara un globo de esos largos que días los payasos para sus figuras, como si lo llenaras con agua a chorros por momentos cortos una y otra vez así se sentía y cada embestida me hacía querer eyacular, todo esto pasa muy rápido no más de 10 segundos tal vez, sentí tanto placer en esta segunda penetración pero el perro era muy fuerte asi que tiró de mi un poco y me desacomodó, bajo mi cadera más hacia abajo, después de esto me sentí un poco incómodo y me incliné hacia adelante pero se me olvidó que yo tenía mis piernas en 50-60 grados y me puse completamente derecho al recuperar mi posicion, después de hacerme hacia adelante sentí como algo salió de mi, sentí tanto placer deslizar eso fuera de mi, algo en mi se activó como un instinto animal de perra y mi cadera se arqueó más buscando que el perro volvería a introducir esa cosa que salió, y una vez más al acércale mi cadera esa bola logró entrar una vez más y sentí tanto placer, esa sensación de placer recorrió desde mi anito hasta mi cerebro y libero tanto placer en mi, de verdad me someti a este perro y le entregué todo mi ser para que saciara su instinto, cuando logré que su bulbo volviera a entrar me moví mal solo un poco y volvió a salir, igual cuando salió sentí tanto placer que olvidé por completo que era el bulbo del perro el perro seguía empujando pero su bulbo ya no entraba cuando desee que volviera a entrar ya era demasiado grande para mí, aún así el perro siguió empujando, y decidí ayudarlo tome su bulbo que ya sabía reconocerlo por mi experiencia con el perro de mi abuela, lo tome y lo apreté contra mi deseando sentir ese bulbo entrar en mi una vez más y causarme ese placer tan bueno que sentí, lo apreté contra mi aumentando la fuerza con la que entraba pero por la forma que tiene no lograba abrirme si no más que de golpe seguí intentando pero cada segundo que pasaba se hizo más grande y ya no logré introducirlo en mi, aún así tenía el resto del pené adentro de mi, toqué contra mis dedos si pene y efectivamente su pene estaba adentro de mi era un pene largo y grueso y lo tomé por el bulbo e hice como que la sacaba y metía, al sacarla se atoraba un poco al salir y al meterla sentía que chocaba dentro mío, dice esto por unos 20 segundos pero me cansé de las manos ya que solo con una sostenía mi posición en 4 y con el perro encima esto era más cansado, después me quedé tranquilo en silencio y centre mi atención a lo que pasaba entre mi y el perro toda mi concentración se fue a mi anito y sentir todo lo que le pasaba y esta vez si logré sentir como palpitaba dentro de mi, no es fácil sentir que el semen es disparado adentro pero se puede saber que es transferido por qué en la entrada de mi anito lograba sentir como un chorro pasaba cada 2 segundos, se sentía que se hinchaba un poco y es hinchazón pasaba de afuera hacia adentro entra una hinchazón muy diminuta pero con concentración e imaginación pude sentir como su semen podía llegar dentro de mi gracias a que su pene erecto estaba muy adentro de mi se sentía como si vibrara pero yo sabía que cada vibración era un chorro de semen hacia adentro y me excitaba saber que me estaba preñando y allí estaba nuevamente, con mi culito parado en 4 tomando el perro por su bulbo y dejando que dejara todo su semen dentro de mi, este pene lo disfrute más, era más grande era más grueso y era más potente, este perro si era un semental, y me estaba haciendo suyo cada segundo que depositaba su semen dentro de mi sentía que le pertenecía más y más quería que se vaciara todo quería todo su semen dentro mío quería el papel de hembra completo y tomar todo su semen dentro mío, yo solo lo sentía en mi anito pero no sentía como tal un chorro chocar dentro de mi, lo sentía con mi ano y solo con eso era suficiente para saber que el semen estaba siendo depositado en mi, la posición fue algo incómoda así que solo pude resistir en esta posición por unos 2 minutos, minutos que disfruté tanto, el solo hecho de saber que estaba allí pentrado por un perro psicológicamente en mi causaba una sensación de placer adicional, este perro era muy fuerte y el trato de voltearse para quedar pegado a mi, pero eso no iba a ser posible esta vez así que empezó a moverse y sacó su pene de mi, lo tomé por su bulbo y traté de que no se saliera, pensé que quería todo ese semen dentro de mi, quería que la copulacion durará todo lo que debía durar, pero logró liberarse y vi que su pene si era más grande empecé a sentir como su semen empezaba a salirse de mi y decidí ponerme en 4 de nuevo, yo no quería que nada se saliera tome su pene así hinchado y erecto y me lo introduje una vez más pero era difícil mantenerlo dentro pro que él pero ya se había volteado y ahora tiraba en dirección contraria lo cual me cansó la mano con la que mantenía su pene dentro de mi, además, el perro se incomodó y se soltó, decidí dejarlo así y quedarme con las ganas de que me abotonará, pensé que debía encontrar una forma para que me abotonara por qué debido a nuestra diferente anatomía es difícil quedarse abotonado, después de que el perro se liberó de mi, me puso un poco de papel y me levanté, sentía como todo el semen escapaba de mi y baja por mi anito, quería ese semen conmigo pero ya no podía hacer más intente masturbar al perro de nuevo pero estaba en su periodo de descanso y por más que lo masturbe no se actuvaba su miembro, así que di por terminado el día, después de este día el perro desaprecio de la casa junto con la perra, y pasó un tiempo hasta que mi abuela consiguió otro perro ya adulto, antes de intentar con este nuevo perro, primero medí cuanto medía su bulbo así que hice lo de siempre, lo masturbe e hice que su pene se hinchara y a esta altura yo ya sabía como activar sexualmente a un perro y hacerlo simplemente para medir su bulto, en fin vi a este nuevo perro y su bulbo era enorme, decidí mejor solo introducirme su pene así sin el bulbo, pero igual que antes no podía, lo intenté unas cuantas veces pero no pude, lo masturbaba dejaba su pene hinchado en mi mano y su bulbo enorme , su pene en ese estado también era enorme, después de estos intentos con este nuevo perro en esos días mandaron a un enfermero a cuidar a mi abuela y ya no me era posible intentarlo más con el perro, mi aventura había terminado, mi madre iba a ver a mi abuela de vez en cuando, en las semanas siguientes, yo solo me quedaba en casa con ganas de seguir experimentando con este nuevo perro que era más grande, pero era imposible ahora la casa casí nunca estaba sola, así que me resigne a esperar a que algo pasará.

Y paso, de las constantes visitas que mi madre hacía a mi abuela, a no más de 1 kilómetro de distancia, un día de tantos ese perro blanco, el nuevo, siguió a mi mamá hasta casa, varias ocasiones, nosotros no teníamos perro así que le dábamos las sobras y le dejábamos en nuestra casa, con la puerta abierta para que se fuera cuando quisiera, mi mamá dejó de ir a visitar a mi abuela pero el perro seguía visitando nuestra casa y lo mejor de todo es que llegaba por las noches, cuando nadie lo veía, yo me di cuenta de esto y aproveché la oportunidad, mis papás tenían su cuarto a parte y yo el mío, y este perro llegaba en las noches a mí ya me conocía así que la primera noche que lo invité a mi pasar a mi cuarto tenía miedo que me penetrara y me abotonara ya que tenía un bulbo demasiado grande, así que esta vez cambié de posición, invité al perro a mi cuarto y esta vez yo me acosté en el piso pero su pene quedaba muy arriba pensé poner unas almohadas pero aún así quedaba muy arriba, así que lo que intenté fue acostarme boca arriba pegado a mi cama y después subir mis piernas a la cama y mi espalda en el piso y de esta manera podía yo ajustar la altura a la que quedarían mis glúteos y mi anito, con esto ya medido ahora entraba el perro, me puse el perro encima mío, quedándonos uno mirando al otro, yo mirándolo arriba de mi y el mirándome a mi debajo de él, con nuestros hermosos a la misma altura en horizontal, tenía que alcanzar su pene con mi anito en esta posición los pies del perro quedaban en medio de los míos y yo ya tenía mis piernas abiertas así que para lograrlo solo tenía que levantar mi cadera apoyándome ya con mis pantorrillas en la cama y así lo hice, levanté mi cadera, coloqué mi agujero directo en la posición del perro pero ahora lo que hice fue descubrir el pené completo del perro sacándolo de su cubierta de piel y quedando solo ese huesito cubierto por esa carne rosa, lo tomé y me introduje el huesito de su pene con cuidado en mi agujerito, de esta manera no sentiría ningún dolor porque primero me introduje el huesito con cuidado, y en la posición que estaba era súper fácil hacerlo ya que yo ajustaba la altura de mi cadera y que tan lejos tenía mi entrada de su pene, ya con su huesito dentro mío, estimule su bulbo que se siente como una cosita esponjosa cuando no está hinchado, lo estimule y de nuevo aquí iba otra vez otro perro penetrándome, esta nueva posición era ideal controle todo yo, me concentré en que no introdujera su bulbo y a la primera ya me había metido todo el pené junto con bulbo, ya estaba creciendo dentro de mi, yo sabía que esa cosa era enorme y no me iba a arriesgar en cuanto lo noté solo deje caer mi cadera y esa cosa salió sin hacerme daño, el perro se calmó y volví a intentarlo, pero nuevamente volvió a introducir su pene junto con el bulbo, 4 veces lo hice y en todas no había ninguna en la que no haya fallado el inicio de la copulacion, en todas el perro lograba penetrarme como debía ser, introduzca su pene entero y a los dos segundos ya sentía el bulto creciendo débito de mi decidí mejor regresar a como antes masturbarlo e introducir su pene poco a poco dentro decidí mi sin esa bola enorme, tenia un pene largo y lograba chocar dentro de mi además de grueso, lo comparé con el mío y estaba igual de gruesos pero el de él era un poco mas largo tomando en cuenta su enorme bulbo, sin el bulbo media lo mismo, el perro siguió vistando mi casa varias veces al mes y todas esas veces le hinchaba su pene y me lo introducía, el dabia a que iba pedir, solo terminaba conmigo y se regresaba a su casa, ya ni siquiera iba por comida sólo iba por el sexo, gracias a estas experiencias sentir otros penes más grandes y gruesos con este perro visitandome me penetro muchas veces hasta que dejó de ir y después se perdió, no supe más de él y me quedé sin mi amigo, tiempo después conocí otro perro cerca de aquí que traté muy bien para poderme acercar a él, después de una semanas de buen trato el perro venía visitarme a cualquier hora del día en cualquier dia de la semana esto me dio muchas oportunidades de disfrutarlo y fue el primero que me hizo experimentar un dolor horrible, este perro manchado tenía el pene mas grueso que he visto y fue el primero que por descuidarme logró abotonarme. Les contaré esto en otro relato y ya último en el que les cuento esa sensación de quedarse abotonado, y la cual me gusta hacer ahora y cada que puedo me quedo abotonado con mi nuevo amigo .Gracias por leer espero sus comentarios.