Zuccaro… polvo mágico en el viento
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ElMarques.
El sonido de la canción, es armonía con lo que siento. Estoy en el sofá, acostado de largo y siento su mano tocar por el muslo de mi pierna.
Ha dividido el polvo en la mesa de vidrio, se mete la nota el, y luego me da a mí, para también darme un pase…
El corazón se me acelera, transpiro y mi alma vuela. Estoy de largo, acostado en el sofá, el sudor está presente, como bigote, el cabello se humedece en la frente, y su mano de nuevo toca el muslo de mi pierna. Lo dejo hacer, y cuando llega a mi entrepierna, ya es, porque estoy tan duro, como un pan tieso.
La tela del pantalón que llevo puesto, es suave; la mano de él, puede masajear mi erección en todo su contorno. La aprieta, y le respondo, haciéndola palpitar; presiona de nuevo y coge mis huevos, exhalo… y gimo al ritmo de mi respiración…
Ni recuerdo el momento, cuando ha sacado mi erección del pantalón; su lengua, saborea el frenillo de mi glande, y cuando la traga completa, el placer que siento, cierro los ojos y veo doble al techo. La sensación se siente mil veces, más potente, como si, mi miembro viril, este más sensible a las acaricias.
Él se ahoga, no le veo, pero oigo sus arcadas. La mano de él, coge mi pene por el tronco; chupa el glande y me saca un suspiro, y le detengo, colocando mis manos en su cabeza. Se queda viendo, y ahora nos vemos a los ojos; mi gris con su verde, hacemos contacto –no lo niego, no soy gay, pero él me gusta mucho –. Se levanta del suelo y llega a mis labios, me ha besado y le beso de igual manera que hace conmigo; la lengua es exquisita, su saliva con la mía, es una sola, fresca y tan fría a la vez.
Esta sobre mí, le cojo por la cintura, y sus manos me toman por la mandíbula; chupa mi labio inferior, y su lengua entra y hace contacto con la mía. De nuevo baja hasta mi cintura, besa mi ombligo y lamiendo llega a mi herramienta dura, de nuevo me hace suspirar, la traga completa, se ahoga y luego chupo la base hasta las bolas…
Estoy sentado en el sofá, desnudo de la cintura hacia abajo, solo la franela sin manga, es lo que visto. Mi cabello que es largo y castaño, me recojo con la cola, y el resto de hebras, las echo hacia atrás de las orejas.
Zuccaro, mi amigo, mi hermano y mi todo, ha dejado caer el mono que llevaba puesto; es delgado y blanco como la leche, su cabello es negro y brillante y el corte es como el de un militar alemán, de la primera guerra mundial, se peina de lado pero ahora le cae en la frente como flequillo, está igual a mí, sudamos en esa sala oscura.
Se ha sentado sobre mí, le acaricio los muslos; es suave con vellos finos, toco su trasero y las par de nalgas las abro y dedeo su culo rosado. Mi erección late en su entrada, el gesto de su cara, es sombrío y asustado a la vez, le beso y le abrazo hasta pegarlo completamente a mi cuerpo. Ambos suspiramos, gemimos y empujo mi erección dentro de su culo…
Ha chillado, y siseo al oído, para calmarlo, aun así, no detengo mi estocada en su ano; quiero atravesarlo y hacerlo mío de nuevo. Las piernas me flaquean y así mismo tomo impulso y casi lo he levantado, el jadea y echa la cabeza hacia atrás, le hago un chupón en el cuello, y le hago sentar en mi herramienta; lo he clavado, su culo ha cedido, y le llenado completamente hasta chocar mis bolas en sus nalgas.
Zuccaro ha quedado, desmadejado en mi pecho, sus gesto en la cara me dicen, que espere un momento. Le tomo de la quijada y le beso suavemente, mientras le muevo el cabello de la frente hacia atrás, y seco el sudor de su frente.
Sentado en mí entrepierna, y completamente penetrado por mí, el sofá amortiguo el movimiento. Comencé lento; sintiendo el calor de su recto y la presión que ejerce en mi miembro, sube y baja, muevo mi cintura y le cojo por el culo suave a rápido. El no protesta, entierro más mi dura erección, y con las manos en su cintura, el vaivén aumento y el gemir del placer, juntos nos volvimos uno solo.
Se mueve sobre mí, hace círculos, y mi pubis acaricia sus nalgas pálidas. Me pide que acabe dentro de él, le beso y con fuerza le agarro y lo he volteado, quedando Zuccaro en el sofá, y encima yo, sobre él.
Lo cogía fuertemente, me empine y le clave hasta hacerlo chillar, vi como miembro grueso, era tragado por aquel culo rosado, y mordiendo mi labio inferior, cerré los ojos y me vacié por completo en su interior anal… rápido le vi, como también acaba, su semen caía en su abdomen y con los ojos cerrado, apretaba mi nalga para así, sentir aún más mi penetración dentro de él. Le he llevado el culo de leche, y me he llenado con la suya, al quedar sobre el cuerpo de Zuccaro.
Parte 2
Busted flat in baton rouges, waiting for a train
And i´s feeling nearly as faded as my jeans.
Bobby thumbed a diesel down just before it rained…
Janis Joplin
He llegado a su casa, entro a la habitación; y ahí está el, con la radio encendida y en la mesa de trabajo, un aeroplano está pintando. Es un modelo a escala, de un triplano, lo pinta de color rojo con blanco.
Cuando estamos juntos, casi todo el tiempo le estoy hablando del Barón Rojo; un piloto alemán, que fue hasta admirado por sus enemigos. Por ello hace el modelo del triplano, para mí.
Es cuidadoso al pasar el pincel, y sin verme responde a lo que le pregunto. Cuando deja el pincel quieto, me ve a los ojos, y deseo besarlo ahora mismo, pero solo es algo que hacemos, cuando el polvo que aspiramos, nos desinhibe y sin pena alguna nos entregamos al deseo que deseamos…
Las canciones fluyen, el porro que hemos prendido, en la habitación el humo se volatiza… oh como deseo ahora mismo un pase, un polvo mágico…
Ahora mismo estamos en el sofá, en ese mismo sofá, donde nos hemos entregados, pero ahora sin polvo mágico, solo un porro compartido. Acaricio su brazo y parece que él, está pensando lo mismo, se incomoda, se remueve y veo que la piel se le engrifa. Estoy sonriendo y le doy una calada al pito, cuando le voy a pasar a él; voltea y no le doy chance, le he besado y el humo lo he transferido a su boca.
Cuando quiso detener mi beso, le sujete fuerte y nuestras lenguas se unieron… el sabor de sus labios es dulce, y no me canso de meter mi lengua en tan boca divina. Esta zuccaro sobre mí, y le toco las nalgas, baja y queda entre el medio de mis piernas; desabrocha la bragueta y de una mi pene comienza a mamar… besa y huele mis bolas, me ve a los ojos y me doy cuenta que el me desea, tanto como lo deseo yo. Y ahora sin polvo mágico, nos estamos cogiendo como conejos…
Zuccaro… polvo mágico en el viento, hemos aterrizado, yo primero y tú en mis brazos…
Te extraño y te amo, amor tu eres mi Bobby McGee…
Libertad sólo es un sinónimo de no tener nada que perder,
Nada, eso es todo lo que Bobby me dejó, sí,
Pero era fácil sentirse bien, Señor, cuando él cantaba el blues,
Hey, sentirme bien era suficiente para mi,
Suficiente para mi y mi Bobby McGee.
La la la, la la la la, la la la, la la la la
La la la la la Bobby McGee.
La la la la la, la la la la la
La la la la la, Bobby McGee, la.
Janis Jopiln
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