0002-La pequeña twinky
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por nsl007.
No podía creer que una pequeña tuviera tal experiencia, sujetaba mi verga con ambas manos mientras con la lengua la recorría a todo lo largo para finalmente zambullírsela por completo en su boquita, la devoraba completamente hasta el fondo, una y otra vez repetía la operación, su carita pequeña me excitaba mientras me veía con sus ojos verde azulado.
– ¿Te gusta cómo te la mamo?, preguntaría sacándosela de la boca, mientras se la volvía a meter.
Subía y bajaba como toda una experta usando sus labios para rodearla por completo, mientras con sus pequeños dientes la rozaba cada que subía por ella, para finalmente saborear los jugos que salían de la punta con su lengua.
Me miraba de frente con los líquidos saliendo de su boquita, mientras que usaba sus pequeñas manos para frotar mi verga.
– Desde que te vi supe que eras un cachondo, mis hermanos no estaban en casa y yo me moría por una buena cogida.
– ¿Tus hermanos te cogen?, le pregunte muy intrigado.
– Si, desde que tengo memoria.
– Jijijijijijij, una risita muy discreta lleno el ambiente.
– No te asustes, pero desde que tengo memoria siempre le eh mamado la verga a mis hermanos, una pequeña pausa marcaba la continuación de su historia, mientras desabotonaba su blusita.
– El mas cabrón que empezó a cogerme fue el menor de mis hermanos, el muy cabrón me metía la verga cada que lloraba, a partir de ahí cada que quedaba a su cuidado me usaba cuando se le antojaba, según él me metía la verga y empezaba a mamársela.
Mientras contaba su historia empezó a frotar mi verga entre sus pechos, un par de lindas tetitas bastante firmes, suaves y tersas, se movía de arriba hacia abajo, mientras por instantes derramaba saliva, para lubricar sus encantos, tomando sus pezóncitos se acariciaba a si misma provocando que al hablar sus palabras salieran con un tono muy sensual y erótico, que me tenía muy excitado.
– Conforme paso el tiempo, uno a uno de mis hermanos se turnaban para que se las mamara, yo pensaba que era algo muy normal, me bebía toda su leche y siempre les pedía que me dieran más.
Volvía a mamarme la verga subía y bajaba engulléndola por completo con un ritmo muy sensual, la tomaba con ambas manos y la recorría por completo, para volvérsela a meter en la boca, la sensación que me producía viéndola medio desnuda fue suficiente para que llegara al clímax de mi excitación y soltara toda mi leche dentro de su boquita.
Al sentir la descarga puso mi verga sobre su lengüita y llene toda esa boquita de mi espeso esperma, tomando sus dos manos las puso en media cuchara enfrente de ella, no quería que se escapara nada, lo saboreaba recorriendo sus labios con su lengua una y otra vez para terminar lamiendo sus manos de una forma tan sensual, que estaba totalmente hipnotizado por ella.
– ¿Te gusto?, espera aun no termino y espero que tu tampoco, odiaría que fueras de esos que solo se vienen una o dos veces, no sabes lo frustrada que a veces me ciento; Termino por quitarse su blusita para dejarla caer en el suelo.
– Como te gusta más mi pelo, suelto, con cola de caballo o de trencitas, jijijijijiji, su sonrisita, marcaba obviamente que quería excitarme al máximo.
Su cabellera negra le llegaba hasta los hombros y coronaba un rostro que aparentaba mucha inocencia, sus pequeños labios de un color rosado intenso, parecieran ser incapaces de brindar tal placer, sus mejillas coloradas harían pensar a cualquiera que era un ser inocente, pero su mirada escondía un enigma, era muy brillante y penetrante, como si calculara cada movimiento que hacía.
– Me encanta tal y como lo tienes ahora, me gusta tu flequito y tu diadema roja sujetando tu cabello negro me provocas, la tome de su cabecita acariciando su cabellera, mi verga reacciono erguiéndose una vez más frente a ella.
– cógeme por mi boquita, como coges con tus rameras.
– oooaaahhhmmm, se engullía de nuevo mi verga por completo.
¿Coger, con mis rameras?, al escuchar eso la tome de su tierna cabecita y empecé a mover mis caderas penetrándola.
La penetraba a todo lo que daba dentro de ella, una y otra vez chocaba con su garganta, movía su cabeza con mis manos para estrellarla contra mi pelvis, pero su garganta se lo impedía, solo se oían los sonidos característicos de quien es cogida por su boquita y no la sueltas hasta que te vienes dentro de ella, empezó a empujarme con fuerza para liberarse, al término de un rato y a su insistencia termine por ceder a su petición.
– AAAAHHHHHHH, un respiro de alivio lleno la habitación.
– eso estuvo genial, lo disfrute en serio.
– Quiero que disfrutes al máximo, camino por la sala y se subió a la mesa, recostándose boca abajo, dejando colgar su cabellera negra mirando fijamente mi verga, la tomo entre sus manos y la dirigió a su boquita.
– Cógeme otra vez, sin miedo esta vez no habrá obstáculos la quiero hasta adentro.
Recostada boca abajo con el cuerpo medio desnudo con sus tetas al aire, sus pezóncitos color marrón claro estaban muy duritos por su excitación, la tome de las manos y metí mi verga en su boquita, la apretaba con sus labios con firmeza, mientras me deslizaba dentro de ella podía sentir como llegaba hasta su úvula, chocaba con las profundidades de su garganta, podía ver como su estrecho cuello se expandía al paso de mi verga, quise disfrutar el momento, jamás en mi vida había encontrado a una chica capaz de tal proeza, me agache para tratar de mamar sus pechos, mientras la penetraba sentía como llegaba hasta los músculos de su cuello y apretaban mi verga.
Con suaves movimientos metía y sacaba mi verga de su boquita, disfrutaba a todo lo largo del recorrido dentro de ella, la tome de sus tetitas y empecé a acariciarlas para terminar tratando de mamar sus pezóncitos, su pequeña estatura me dificultaba mamarle sus pechos, estirando mis brazos, la tome primero de sus nalguitas para jalar su cuerpecito hasta que su colita me quedo a la altura, pude notar el característico olor de sus jugos vaginales haciendo a un lado su braguita empecé a mamar su pequeño clítoris.
AAAHHHHHOOOOMMMMM, un gemido sofocado por la penetración de mi verga era la señal de que lo estaba disfrutando, su reacción causo que los músculos de su garganta apretaran más mi verga, mientras le mamaba su colita, empecé a meterle los dedos en su conchita, la cual escurría de lo excitada que ya estaba.
Perdí la noción de lo que hacía concentrándome en su conchita, empecé a cogérmela con fuerza sin darle tiempo a respirar bruscamente trato de incorporarse, pero le falto fuerza, la tenia perfectamente agarrada y seguía cogiéndome esa hermosa cabecita, sus movimientos cada vez más violentos me volvieron a la realidad, se estaba ahogando, al darme cuenta le saque la verga de la boca.
SSSSHHHHFFFFFFHHHHAAAAAA, un profundo respiro llenaba sus pulmones al mismo tiempo que volvía a su color.
– Wooaaaooo, de eso precisamente estaba hablando, hasta que entendiste, puedes tratarme como a cualquiera de tus putas, no voy a romperme, jijijijijijijijiji.
Su sonrisita una vez más bajaba la tención.
– Te voy a dar la cogida de tu vida, decía mientras se quitaba las braguitas, caminando sensualmente hacia a mí, su estatura le permitía abrasarme de la cintura.
– Siéntate en el sillón, una vez sentado lo que siguió, me sorprendió aun más.
Deslizo sus zapatillas por sus pies hasta que termino por quitárselas, se subió sus medias del tipo escolar hasta llegar a la mitad de sus piernas, desabotonando su faldita tableada, me dejo ver su cuerpecito perfecto, no le pedía nada a ninguna de las chicas que conocía, salvo mas pechos, pero eso el tiempo se los daría.
– ¿Te gusta lo que ves?
Caminando sensualmente me mostraba su cuerpo, el cual era bastante torneado desde sus piernas que terminaban en un hermoso par de nalgas bien paraditas su espalda se hundía exactamente en una proporción idónea y un vientre que terminaba en una conchita que se hundía entre sus piernas, sus pechos bastante firmes suaves y tersos no había tenido la oportunidad de saborearlos como se merecían, su carita angelical remataba el paquete, me recordaban a las chicas del anime que me solía mostrar Eymy, pensé, Por dios que será cuando tenga los 18 años, será todo un monumento esta niña, estaba muy concentrado cuando regrese al sentir que se sentaba sobre de mi, colocando sus pies en mis piernas, tomaba mi verga con sus manos dirigiéndola a su ano.
Por dios, estaba a punto de clavarse mi verga en su colita, pude sentir como se deslizaba hasta abajo, quedando perfectamente clavada hasta el fundo para volver a subir lo suficiente para mantener la cabeza de mi verga dentro de ella.
– ¿Te gusta?, puedo hacerlo de diferentes formas.
Apretó su anito con fuerza mientras se volvía a clavar por completo, para aflojarlo cuando se levantaba de nuevo, subía y bajaba repitiendo la misma operación.
– ¿O te gusta más de esta manera?
Esta vez lo hacía al revés se clavaba por completo de lleno y al salir la apretaba con fuerza exprimiéndomela, subía y bajaba con un ritmo muy sensual moviendo sus caderas de arriba hacia abajo, sus nalguitas se abrían cuando se penetraba y se cerraban cuando en vez de liberarse se oponía a dejar salir mi verga de sus profundidades, apretando con fuerza me la jalaba al mismo tiempo que me la exprimía, subía y bajaba una y otra vez repitiendo la misma operación la sensación fue más que excitante obligándome a gemir de placer.
– OOOHHHHH, Por dios, como puedes hacer esto, decía mientras me apoyaba con mis manos en las coderas de mi sillón favorito.
– Y aun falta lo mejor, AAAHHHHH, AAAAAHHHHHH, AAAAAAAHHHHH, AAAAAHHHHH.
Agregando sus sensuales gemidos al ritmo de sus embestidas me excitaba demasiado, la tome de sus nalguitas y empecé a bombear ese culito, ella no dejaba de gemir al mismo tiempo que apretaba mi verga con fuerza cada que se la sacaba.
– AAAHHHHH, AAAAAHHHHHH, AAAAAAAHHHHH, AAAAAHHHHH, si papi, dámela hasta adentro, cógeme, fuerte quiero sentirte, cógeme, cógeme, AAAHHHHH, AAAAAHHHHHH, AAAAAAAHHHHH, AAAAAHHHHH.
Empecé a acelerar mis embates hasta que rompí con su cadencia, sus piernas colgaban al centro de las mías, la sujetaba con fuerza en cada bombeo, su culito se abría y se cerraba al paso de mi verga, se había echado por completo hasta atrás, descansando sobre de mi, mientras gemía de placer y gritaba lo mucho que gozaba.
– Siiiiii, cógeme asi, siiii, quiero sentirte dentro de mí, cógeme, cógeeeemmmmeeee.
Completamente fuera de sí, gritaba cesantemente, la tome de las caderas y la puse a cuatro patas sin sacarle mi verga, empecé a cogérmela en esa postura que mas me excitaba, sus nalguitas redonditas resaltaban de su estrecha cintura, a cada embate termino por ceder y caer al frente, recostada boca abajo el suelo no permitía ninguna amortiguación, clavaba mi verga hasta el fondo, su anito reburbujeaba cada que penetraba mi verga hasta que finalmente exploto en un alarido.
– AAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHGGGGGGGGGGG.
SSSSHHHHFFFFFFHHH, SSSSHHHHFFFFFFHHH, SSSSHHHHFFFFFFHHH, resollaba después de esa cogida, totalmente desfallecida permanecía boca abajo pero yo aun no había terminado.
– NOOO, por ahí no, se levanto muy rápido, al sentir que pretendía clavarle mi verga en su conchita.
– Si mi padre se entera te mata, mi virginidad es para él y nada más, ¿virginidad?, ¿una chica que cogía de esa manera todavía era virgen?, las sorpresas aun no terminaban, pero al mamarle su conchita, no había visto rastros de virginidad, pensé que simplemente no quería.
– Ven, llamándome con ternura, tomo mi verga entre sus manos y empezó a mamarla.
– Cógeme por el culo de nuevo hasta que te vengas.
Colocándose en cuatro patas empecé a bombear una vez más ese culito, la jale hacia a mí y empecé a rebotarla sobre mi verga como balero.
Subía y bajaba mientas jadeaba de placer.
– Si así, me encanta, SSSSIIIIII.
La puse a cuatro patas una vez más, recostada en la alfombra para que su culito resaltara en todo lo alto, empecé a cogérmela tomándola de sus caderas, observando ese diminuto cuerpecito clavado hasta el fondo y sus constantes gemidos de placer empecé a excitarme al máximo, empezó a mamarme el dedo del pie que tenía cerca de la boca, levante mi dedo gordo para que pudiera metérselo a la boca, empezó a succionarlo como si fuera un chupón, continúe con mis embestidas cada vez más rápidas, estaba a punto, tire de ella con fuerza hasta levantarme con ella clavada hasta el fondo, la sujetaba de sus caderas para dejarle toda mi leche en su culito, al mismo tiempo que reventaba dentro de ella, sus palabras entrecortadas por las sacudidas me decían.
– Dame mi relleno cremositooo, dámeloooooo todoooooooo, papi, relléname hasta el fondooooooooooo, siiiiii, asiiiii es como me gustaaaa… AAAAAAHHHHHHHHHH.
Finalmente me había venido dentro de ella, aun con mi verga dentro, la sostenía de sus caderas, volteo a verme y empezó a besar mis pezones.
– Quiero mamarte la verga, me dijo, bajándola con sutileza se apodero de mi miembro flácido y empezó a succionarlo con su boquita; mientras me la mamaba empezó a contarme más detalles sobre su vida.
– Me gusta la verga no voy a negarlo, así como a ti te gusta coger, a veces me cogen mientras se las mamo, pero mi padre quiere mi virginidad para él, dice que aun estoy muy chica pero cuando tenga quince me dará la cogida de mi vida.
Se metía mi verga a la boca para mamarla haciendo una pausa en su relato.
– Sabes no soy la única niña que ellos se cogen, tengo una amiguita que se llama Ana, a ella también le gusta la verga, a veces me visita, pero la verdad su mamá es la que visita a mi padre, ella cree que soy ingenua, pero suelen salirse juntos y dejan a Ana en la casa, mientras se van a coger.
– ¿A Ana se la cogieron tus hermanos mientras la dejaban en tu casa?, le pregunte intrigado.
– Sí, pero las cosas salieron así, mientras mi padre salía, mis hermanos me llevaban a la habitación mientras Ana se quedaba viendo la tele, pero su curiosidad por saber lo que hacíamos la llevo a probar la verga, quería saber que era lo que hacíamos, así que empecé a prepararla, ella era muy ingenua e inocente.
– ¿y cómo la convencieron?, pregunte.
– Fue muy fácil, uno de mis hermanos la metió a la habitación, mientras se la mamaba le dijo que si quería probar, ella dijo que si y poco a poco empezó a mamársela también, es curioso, pero creo que hay quienes nacemos para ser cachondas, porque empezó a mamársela cada vez más rápido hasta que mi hermano se vino dentro de ella; yo no recuerdo que hice la primera vez que me dieron sus mecos, pero Ana se los comió todos, ¿y sabes una cosa?.
– ¿Qué?, le respondí.
– Pidió más, a partir de ahí se volvió toda una mamadora, ese día acaparo toda la atención de mis hermanos, se las mamo a los tres cabrones, hasta que los dejo vacios.
Mi verga se estaba volviendo a levantar tras su relato, imaginar el cómo se las había mamado me empezaba a excitar, recordaba aquellas pornos en donde una sola chica se las mamaba a varios a la vez y todos se venían sobre ella.
– ¿Ya te calenté de nuevo verdad?……bueno déjame decirte, que después de eso, entre las dos vaciábamos a mis hermanos cuando su mamá la llevaba a la casa……y aun no te he dicho lo mejor….
Una sonrisa, misteriosa se dibujaba en su rostro, mientras con sus dos manos recorría mi verga a todo lo largo y daba pequeños lengüetazos a la puntita.
– A ella si se la cogen por su conchita, diría con un tono de satisfacción.
– Cuando mi padre se entero, empezó a recogerla con su mamá, con el pretexto de que jugara conmigo, yo no lo sabía hasta que Ana me lo dijo.
– Cada que la recogía ni siquiera llegaba a casa con ella, se iban a un lugar en donde empezó a prepararla para cogérsela.
Sus palabras cargadas de un tono irónico y erótico me calentaban.
– Después de que le rompiera el culo, se la dejo ir por su conchita y a la muy mendiga le gusto como se la cogió mi padre, tanto que me conto con lujo de detalles como lo hizo.
Terminaría la frase, para zambullirse mi verga en su boca y darle unas cuantas mamadas más, para continuar su relato.
– Se la cogió de todas las formas conocidas durante horas, y a mí no me quiere coger.
– págale con la misma moneda, dame tu conchita, le respondería.
– Buen intento pero no, me contestaría en un tono muy tajante.
– A pesar de todo disfruto ver como se la cogen mis hermanos………… ¿sabes cuántos años tiene?
Movería mi cabeza de forma negativa.
– La misma edad que yo, y sin embargo ella ya la aguanta doble…. No sabes la envidia que me da verla ensartada y mamando al mismo tiempo, acapara a todos……. Y sus gemiditos….. si la oyeras te vendrías de inmediato, son tan cachondos que hasta a mi me excitan.
Diciendo esto, terminaría por zambullirse una vez más mi verga hasta el fondo, mientras se acariciaba su conchita con sus manos, tomando una de mis manos me la llevo a su entrepierna, con solo cerrarla podía abarcar desde sus nalguitas hasta su frente, su sensación cálida y húmeda, subía aun más el tono, empecé a mover mis dedos, hasta que uno de ellos penetro en su culito, empecé a moverlo, mientras que con mi pulgar excitaba su clítoris.
– Si así papi, me gusta.
Dejaría de mamármela para pronunciar esas palabras mientras me la masajeaba con sus manos para volver a mamarla.
La tome de la cabeza y empecé a cogerme su boquita, estaba ya muy excitado y quería acabar dentro de ella, moviendo mis caderas poco a poco empecé a sentir la sensación del orgasmo, cada vez más rápido, ya no escuchaba nada más sus palabras, la imagen de la chiquilla ensartada en un doblete mamando al mismo tiempo me excitaba cada vez mas, hundí mi dedo dentro de su anito, hasta la raíz, mientras la levantaba para finalmente sujetarla de la cabeza con mi otra mano hasta que me vacié por completo, mi esperma escurría de su boquita, mientras la mantenía clavada en mi dedo.
– ¿Te gusto cogerme?, pregunto
– me encanto, sería la respuesta que le daría.
Al cabo de un tiempo, empezaría a vestirse, de forma muy sensual y sugestiva.
– ¿vives muy lejos?, puedo llevarte si quieres, le pregunte.
– No; pero puedes acompañarme, si quieres.
– ¿No quieres ducharte?, le pregunte.
– No, me duchare en casa, no vivo muy lejos de aquí, respondería mientras se abotonaba su blusita.
– Ok, tome mi ropa y me vestí rápidamente, para acompañarla a su casa.
Salimos del departamento y caminamos unos cuantos pasos, hasta la escalera, pero ella siguió de frente, a la siguiente puerta.
– Aquí vivo, diría de forma contundente, mientras me miraba esperando mi reacción de sorpresa.
– Nos mudamos apenas esta semana y me alegro que no seas un santurrón como mi vecino anterior…… por culpa de él tuvimos que mudarnos.
– Entiendo, son los de la mudanza de hace unos días, ¿entonces los tres chavos que vi….?, le preguntaría.
– Son mis hermanos, JIJIJIJIJIJIJIJI….., desde hace tres días te observo, eh visto como entran y salen diferentes chicas y no creo que platiques con ellas, eres todo un….
Usando un dedo le tape su boquita.
– No soy un santo como vez, tengo mis propias ideas y conceptos sobre la vida, si a ti te gusta el sexo qué más da, siempre y cuando lo disfrutes y nadie te obligue a hacerlo está bien.
– No todos piensan así y me gustaría que fuéramos amigos, no tengo con quien hablar y cuando te vi me dio curiosidad por conocerte, hoy te seguí hasta el ciber, con la esperanza de saber algo de ti, pero me agrado mucho que no te cerraste a mis preguntas y como las contestaste, me imagine que no te negarías si te pedía cogerme.
La tome del mentón suavemente para decirle las siguientes palabras.
– La mayoría de la gente piensa que la madurez es solo biológica, para mi eres toda una mujer en ese cuerpecito, no es tu culpa si la vida te dio más experiencia que a otros.
– Lose, bueno tengo que entrar y me gusto mucho conocerte.
Jalándome hasta abajo, termino por darme un pequeño beso.
– Ya no tardan en llegar mis hermanos, si te portas bien te presentare a Ana a ella también le dará gusto conocerte.
– A propósito, ¿Cómo te llamas?, le pregunte.
– Me dicen twinky, twinky wonder, jijijijijijijijijijijij.
– Chaaaaaiiiiiiiiitooooo….
Terminaría por cerrar la puerta de su casa mientras se despedía de mi, con la promesa de volver con su amiguita, sin embargo, pensaba mucho en las dos personalidades de esa niña, por un lado la fiera amante del sexo y por el otro la niña deseosa de amor, ambas eran una sola y daban como resultado a una linda criatura que me había excitado mas que cualquier chica que había conocido.
Camine a mi departamento para finalmente decir, fue muy rico twinky Wonder y su relleno cremosito, no fue difícil saber el porqué del sobre nombre.
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