0003-Fanny, Pago o Castigo.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por nsl007.
I
– ¡NOOOOOOOO!……………. ¡DEEEESPACIIOOO!, HUMMMMMMHHHHHJJJJKKKKK, pujaba con fuerza mientras penetraba su culito, la había puesto a cuatro patas, tenía las manos sobre sus nalguitas dilatando su culito con mis pulgares.
– ¡YAAAAAA!………, ¡NO QUIERO!, Me miraba con un rictus de dolor en el rostro mientras ejercía más presión con mis dedos, para finalmente cerrar sus ojos con fuerza para mitigar su dolor, levantaba su culito en todo lo alto mientras su minifalda caía por detrás.
– ¡HHUUUMHKKKKKKKKKKKK!, pujaba con fuerza para evitar la penetración de mis dedos, dilatando su culito un poco mas con mis dedos acerque mi verga para empezar a introducirle la cabeza.
– ¿Mejor hagamos otra cosa, plissssssss………..?, ¡Si me duele mucho!, ¡UUMMMMKKKKKKKKKK!……., me decía mientras empezaba a sollozar como cuando sabes que no puedes hacer nada y estas por empezar a llorar, al sentir mi verga abrió rápidamente los ojos, solo para ver como la estaba penetrando.
– ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHG!, un grito lastimero lleno la habitación mientras mi verga se abría paso dentro de ella para finalmente terminar sollozando mientras empujaba suavemente hasta llegar hasta el fondo.
Mientras la penetraba, ella levantaba la cabeza en todo lo alto en un largo y pronunciado gemido de dolor, para finalmente terminar con el dorso en la alfombra, la miraba con su minifalda rosa y su ombliguera blanca, totalmente empinada admiraba su culito ensartado hasta el fondo levantado a todo lo alto.
Me excitaban sus piernas desnudas y sus botines de tacón alto, la sostenía de sus nalguitas mientras yacía en la alfombra sollozando.
II
Recordaba la primera vez que la vi mientras ella jugaba en los videojuegos.
– AAAHHHH, ME VIOLAN, ME VIOLAN, ¡AYUDAME MENZO!
Al oír el peculiar grito me asome para ver quien había sido, una adolecente de cabello negro, largo y rizado que le llegaba hasta la cintura, su peinado dejaba ver su carita angelical con un par de ojos negros, una nariz fina y una boquita que se veía muy linda cuando la paraba en señal de concentración.
Vestía una chamarra de mezclilla que terminaba justo en su cintura, una ombliguera negra pegada al cuerpo que delineaba perfectamente sus formas, desde la cintura hasta sus pechos, un par de tetitas que se veían exquisitas debajo de la tela, bamboleándose al ritmo de sus movimientos.
Observaba su cinturita y su espalda, La parte media se hundía perfectamente hasta el nacimiento de su culito, oculto a la vista por sus jeans a media cadera con la tela justa para cubrir sus encantos, al frente la diminuta prenda apenas cubría su conchita suave y tersa que se hundía entre su entre pierna; totalmente ajustado delineaba un hermoso par de piernas largas y bien torneadas era todo un bizcocho, una voz suave con un tono de niña caprichosa e infantil era suficiente para excitar a cualquiera.
Aprovechando su extroversión me coloque detrás de ella esperando sus reacciones al juego súbitamente dio un paso hacia tras y termino por darme un empujón que me derribaría al suelo.
– ¡lo siento!, ¡lo siento señor!, no era mi intención pegarle, diría mientras daba unos pequeños brinquitos sacudiendo sus tetitas luciéndolas a propósito.
– Levántalo mensa, gritaría su acompañante que más tarde sabría que era su hermano.
– Descuiden, les diría mientras me ponía de pie como lo hacen los arte marcialistas, para impresionarla.
– ¡ÓRALE!, gritaba muy entusiasmada al ver cómo me había levantado.
Les pregunte que estaban jugando, tras un intercambio de palabras terminaría por invitarme al juego, invitación que poco a poco me acercaría a su culito.
III
Tomándola de sus caderas empecé a cogerme su culito, la tenía totalmente ensartada, ejercía presión para hundir más mi verga para finalmente aflojar un poco provocando un bombeo sin la necesidad de sacar o meterle mi verga.
– ¡AAAH!, ¡AAAH!, ¡HAY!, ¡DESPAAACIO!, ¡DUUUUELEEEEE…! Voltearía a verme con los ojos enrojecidos por las lágrimas de dolor.
Su pelo negro permanecía sobre su espalda, tirando de sus hombros levante su dorso de la alfombra, la tome del cuello suavemente y me la empecé a coger con fuerza moviendo mis caderas de arriba hacia abajo chocando contra sus nalguitas.
– ¡AAAH!, ¡HAAA!, ¡AAAH!, ¡HAAAA!, ¡AAAH!, ¡AAAH!, ¡HAAAA!, gemía gritando cada que le metía la verga hasta el fondo, entre gritos y jadeos poco a poco fui sacando y metiendo mas mi verga dentro de ella prolongando mas mis bombeos.
La tome por arriba de la unión de sus codos, su cabello negro cubría su espalda mientras poco a poco empezaba a caer a los lados con cada embestida.
– ¡HHHHAAAH!, ¡AAAAHHHA!, ¡HHHHAAAH!, ¡AAAAHHHA!, ¡AAAAHHHA!, ¡HHHHAAAH!, gritaba gimiendo mientras jalaba sus brazos con fuerza.
Su postura me excitaba, totalmente arqueada por la forma en la que jalaba sus brazos, levantaba su culito mientras su cabello bailaba al ritmo de las embestidas, observaba su culito parado cubierto por su minifalda rosa, la tela era muy delgada y se pegaba perfectamente a su piel delineando sus formas, para terminar en unos finos y diminutos holanes que también bailaban al ritmo de la cogida, sus prendas eran tan excitantes que había decidido no desnudarla, su tanguita blanca con encajes rosas no representaba ningún obstáculo para mi verga, quería cogérmela tal y como había llegado.
Su culito bombardeaba mi verga con sensaciones irregulares, a veces apretaba demasiado, en ocasiones parecía que temblaba dentro de ella, una serie de espasmos intentaban sacar a mi verga de su culito, fuertes pujidos como si ella quisiera ir al baño me daban una sensación que desencadenaba un placer muy extraño y la hundía mas adentro, era tan rico sentir que te empujaban desde adentro y empujabas entre los pliegues que parecían desencadenar olas a todo lo largo de mi verga.
Metiendo mis manos por debajo de sus piernas tome sus muñecas y tire con fuerza obligándola a recostarse sobre la alfombra con las piernas totalmente abiertas, como si fuera una ranita, en esa posición su culito quedaba totalmente paradito y su espalda arqueada hacia abajo.
– ¡AAAAHHHHHYG!, ¡AAHHY!, ¡AAHHY!, ¡AAHHY!, ¡NOOOOOO, DESPAAAACIO!, gritaba mientras la penetraba en esa posición suplicando.
– ¡AH!, ¡Ay!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AY!, sus gritos de dolor se oyeron mientras empezaba a cogérmela a todo lo largo de mi verga.
Sus gritos y gemidos llenaban el ambiente, movía mis caderas de arriba hacia abajo empujando con fuerza hasta que mis huevos tocaban su culito en el clásico flap, flap, al chocar contra sus nalguitas.
– ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AY!, a cada metida un grito y gemido, tire con más fuerza de sus muñecas para clavársela más profundo.
– ¡AAAAHHHHHYG!, ¡NOOOOOOOOO!, ¡YA NOOOOOOO!
Suplicaba que me detuviera, solté sus muñecas para poner mis manos sobre sus caderas presionándolas con fuerza contra el suelo, acelere mas la cogida moviendo mis caderas de arriba hacia abajo rebotándola contra el suelo al mismo tiempo que le propinaba fuertes empujones hacia arriba haciendo saltar su cabecita.
– ¡AH!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, sus grititos de dolor se aceleraron, poco a poco empezaba a excitarme más, mi verga empezaba a palpitar dentro de ella y cada vez se ponía más dura.
– ¡YAAAAA NOOOOOO!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, suplicaba mientras gritaba, las embestidas la rebotaban de abajo hacia arriba chocando contra mí cuerpo, aplastaba con fuerza sus caderas contra el suelo para que no escapara, excitado por sus gritos y sollozos y su carita cubierta de llanto finalmente llegaba al orgasmo clavándole la verga en su culito con más fuerza al ritmo de mis espasmos al mismo tiempo que ella gritaba en cada embestida.
– ¡AAAAHHHHHYG!, ¡AAAAHHHHHYG!, ¡AAAAHHHHHYG!, AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHYG!, finalmente termine dentro de ella explotando empujaba mi verga descargando toda mi espesa leche hasta lo más profundo de su culito.
Los espasmos provocados por mi orgasmo se apoderaban de mí y a cada uno hundía más profundo mi verga en ella hasta que termine por completo.
– ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHYG!
– SNIIIIFHH, SNIIIIFHH, SNIIIFHH, pequeños sollozos se oían después de un largo grito, yacía recostada boca abajo en la alfombra destrozada por la cogida., mi leche escurría por su culito haciendo borbotones hasta escurrirse por en medio de su conchita.
Con las lágrimas en sus ojos, la bese tiernamente en la espalda para tomarla entre mis brazos para caminar hasta mi sillón favorito, quería disfrutarla al máximo.
IV
Recordaba como poco a poco me había ido ganando su confianza entre juegos y bromas cada vez me tomaba mas libertades con ella, pero lo que marcaria el comienzo de su sufrimiento ensartada en mi verga sería un día cuando estábamos jugando, ella se levantaba y se sentaba en una silla, daba vueltas y maldecía cada que perdía una vida.
– ¡Hoy me están dando hasta por debajo de las orejas!, diría.
En una acción dio un giro y jalo los cables de los controles jalándolos de nuestras manos saliendo disparados al aire, uno de ellos se clavo directamente en su culito rebotando en el suelo.
– ¡HAAAAY!, voltearía para decirme.
– ¡YA SACASTE BOLETO!, eso amerita juegos gratis., echándome la culpa por el incidente, mientras su hermano y yo nos reíamos.
Continuamos con la partida pero ella insistía constantemente que le debía algo por lo ocurrido.
– Me la dejaste ir hasta el fondo y sin salivita, si me dolió, ahora te toca mocharte, pensaba si eh de pagar al menos que valga la pena.
Sentada en la silla, exageraba su postura, dejaba descansar sus codos sobre sus piernas mientras sostenía el control con sus manos, levantaba exageradamente su pecho, con sus brazos apretaba sus tetitas quedando muy juntitas y bien paraditas, bamboleándose como dos gotas de agua al ritmo de sus movimientos, se antojaba tomarla por la espalda y masajeárselos hasta desnudárselos y chuparlos hasta quedar zaceado.
Unos pezoncitos muy duritos se veían traslucir debajo de la tela, con la espalda arqueada paraba exageradamente el culito, sus jeans ajustados se separaban de ella exactamente en medio de sus nalguitas, eran muy pocos los que no caían en la tentación de voltear a ver ese hermoso abismo, viendo la unión de sus nalguitas se podía seguir su rayita hasta que desaparecía en la obscuridad de su culito.
– ¡AAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHYYYYYYYYYYYYYY!, un grito de sorpresa salió de su garganta mientras se llevaba la mano por debajo del jeans en su culito.
Tomándola de sorpresa tome uno de los lápices que llevaba en mis bolsillos de la camisa y lo deje caer exactamente en su rayita.
Los mirones voltearon a ver qué ocurría, mientras ella permanecía totalmente erguida con el lápiz entre sus nalguitas, cuando todos voltearon para volver a sus asuntos pudo sacarse el lápiz de la nalguita, mientras su hermano y yo nos reíamos a carcajadas, nos miraba furiosa, muy enojada con el lápiz en la mano, para bajar la tención le dije.
– Ok, los próximos van por mi cuenta., mientras sonreía, ella terminaría sonriendo mientras me decía.
– ¡TE PASAS!, ¡tuve que apretar guante mientras me violaba el pinche lápiz!, al menos me hubieras dejado caer uno más grueso para sentir más rico.
A partir de ese momento empezarían las bromas más pesadas y finalmente las apuestas de pago o castigo.
V
Me desnude por completo y me senté en mi sillón favorito, la levante sobre de mi, los recuerdos y el ver su conchita bañada en mi semen volvían a ponerme caliente, mi verga empezaba a ponerse dura nuevamente, aproveche para dejar caer su culito en ella.
– ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHYG!
– ¡YA NOOO!, ¡NOOO QUIEROOO!, ¡YA! ¡AAAAHHHH!, me decía suplicante mientras sollozaba amargamente.
Una vez más la tenia adentro, empecé a acariciar sus piernas sentada sobre de mi, su minifalda dejaba ver la parte inferior de ellas, las acariciaba por debajo hasta sus nalguitas, su minifalda me excitaba, se sentía tan suave y cálida que acariciaba sus piernas por encima de la tela mientras la tenia ensartada.
– AAAAHHHHH, AAAAHHHHH, AAAAHHHHH, sus gemidos de placer se dejaban escuchar cuando metí mis dedos en su conchita.
Los agitaba con fuerza mientras con mi pulgar acariciaba su clítoris., empecé a acariciar sus pechos por debajo de su sostén un par de tetitas firmes y suaves.
– ¡AAAHHHHHY!, gritaba al apretar uno de sus pezoncitos con mis dedos.
Los tome por debajo para sentir su peso, levantándoselos empecé a jugar con ellos, eran muy suaves y exquisitos debajo de su sostén mis manos se habían apoderado de ellos, masajeando sus pezoncitos, daba pequeños gemiditos.
Voltearía a verme, aprovecharía para meterle la lengua en la boquita y saborear sus labios, introduciéndola más adentro acaricie su paladar provocándole cosquillas y una pequeña sonrisa.
– ¡No!, me diría esta vez en un tono más de aprobación que de negación.
– Mámame la lengua, le diría mientras la sacaba en su totalidad para ponerla dentro de su boquita, mientras continuaba acariciando sus senos suaves y firmes, todo un hermoso par de tetas.
Las sensaciones que me provocaba al mover sus labios y su lengua sobre la mía empezaron a excitarme y mi verga una vez mas estaba lista.
La puse de espaldas sobre el sillón levantando sus dos piernas junte sus rodillas colocando sus pies en mis hombros empecé a cogérmela de nuevo por el culito.
– ¡NOOOOOO!, ¡YA NOOO!….., ¡ME DUELE!, ¡EN SERIO, DUELE MUCHO!, ¡AAAHHHHHHH!, empezaría a sollozar al terminar de decir esas palabras.
Separando sus pies manteniendo sus rodillas juntas empecé a besarla, metía y sacaba mi lengua dentro de ella saboreando sus labios y frotando sus dientes masajeando su paladar mientras por sus ojos escurrían las lagrimas, poco a poco empecé a acelerar la cogida moviendo solo mis caderas, con las piernas totalmente separadas caía salvajemente sobre de ella, mis huevos chocaban con sus nalguitas al penetrarla por completo hasta la raíz de mi verga.
– ¡AAAAHHHHHAAAAAHHHHHAAAAAH!, un lloriqueo más que un gemido salía de su garganta mientras abría un boquete en su culito.
Estaba totalmente ensartada.
VI
¿Cómo había llegado ella hasta esta situación?, terminar ensartada en mi verga hasta el fondo, la verdad yo también había corrido mi riesgo.
Esa ocasión, estaba sola su hermano no había ido, jugábamos una partida de enfrentamiento, pago o castigo, las cosas habían ido ya muy lejos, sin embargo no lo suficiente por ser un lugar público.
– Hagámoslo interesante que te parece si jugamos un juego más candente, le diría para subir el nivel del juego.
– ¿Cómo qué?, preguntaría muy entusiasmada para continuar diciendo.
– ¡Algo que en verdad valga la pena!, mmmmm, ¡Una patada en tus amiguitos!, diría muy entusiasmada dando sus ya tan peculiares brinquitos.
– ¡Ni madres que!, antes que eso prefiero me metas un dedo en el asterisco, estos bebés valen su peso en oro, le diría mientras ella quedaba pensativa antes de decir.
– Ok, me parece perfecto si pierdes te meto los dedos por el cicirisco.
– ¿Y si gano qué?, pregunte de forma muy interrogante.
– ¡Me quito la blusa!, respondería rápidamente.
– ¡No mammess! Quieres violarme y solo te quieres quitar la blusa, mano a mano, dedo por dedo le respondería de forma retadora.
– ¿Qué quieres decir?, con una expresión en el rostro entre curiosidad y reafirmación me preguntaba.
– Si me picas mi yoyó, mínimo te pico el tu-yoyo, le respondí.
Pensando en sus posibilidades una sonrisa morbosa adorno su carita y termino diciendo.
– Ok, mañana a las cinco.
VII
Mantenía mi ritmo cogiéndome su culito me miraba fijamente mientras con mis manos le bajaba el sostén para dejar al descubierto sus hermosas tetitas, empezaría a lamer sus pezones con un color muy peculiar marrón rojizo que estaban bien paraditos, los lamia y mordía suavemente provocando que diera unos leves grititos, los saboreaba al mismo tiempo que dejaba caer mi cuerpo sobre de ella con todo mi peso, sus pechos danzaban a un ritmo muy peculiar, subían y bajaban rebotando a cada embestida, mientras sollozaba y jadeaba en cada arremetida.
Eran tan excitantes que la abrace por completo con sus piernas y sus brazos entre mi pecho, apretando ese hermoso par de tetitas entre sus brazos juntándolas, se levantaban en todo lo alto, abrazándola podía sentirlos en mi pecho cálidos y suaves me excitaban y acelere aun más la cogida.
– ¡AH!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AY, ¡AAAA!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AAAAA!, ¡AY!, ¡AAAA!, sus gritos de dolor subieron de tono, agudos y cortitos empezaban a excitarme y empezaba a llegar al máximo.
La abrace con más fuerza mientras la miraba, se veía tan hermosa totalmente indefensa ante mis embestidas, su rostro cubierto de lagrimas me miraba fijamente, me excite al máximo, tomándola de la espalda la apreté aun más fuerte contra mi pecho tratando de fundirla con mi cuerpo mientras la besaba en su boquita, descargaba una vez más mi leche en su culito, apretando fuertemente con mi pelvis cada que volvía a chocar con su colita en cada sacudida.
– ¡AAAAAAAHY.… AAAAAAAHY.… AAAAAAAHY…AHHHHHHHHHG!, Hundía mas mi verga empujando hasta el fondo con fuerza rebotándola contra el sillón, su cabecita rebotaba hacia arriba con cada embestida sacudiendo su cabello al mismo tiempo que salían de su garganta unos fuertes gritos al ritmo de cada una de mis arremetidas mientras le rellenaba una vez más el culito de mi lechita espesa.
– SNIIFHH, SNIIFHH, terminaría sollozando, mirándome fijamente con el rostro cubierto de lágrimas mientras la tenía abrazada aun con mi verga entre sus nalgas.
La bese tiernamente en la boca, en los hombros, en el cuello, secaba sus lagrimas con mis manos, mientras me miraba pensando que todo ya había terminado.
VIII
Esa tarde la esperaba con ansia, siempre la había visto con sus jean y sus clásicas ombligueras pegadas al cuerpo, a veces usaba chamarra o usaba unos diminutos suéteres de estambre que solo se abrochaban con un botón justo debajo de sus tetas, dando la impresión de tenerlas más grandes, más exquisitas.
Esa tarde llego vestida diferente, su cabello rizado estaba totalmente suelto sobre su espalda, una chamarra rosa de tela muy fina que bordeaba sus pechos al frente y que solo serbia para cubrirle la parte superior de la espalda, una ombliguera blanca de tela muy fina y suave caía sobre sus pechos cubriéndolos delineando sus formas hundiéndose en el centro para caer por ellos manteniéndose separada de su cuerpo, podía verse la parte baja de su sostén que los mantenía firmes y turgentes, debajo de la tela se traslucían un par de hermosos pezoncitos, estaba caliente, el solo verlos me hizo hervir la sangre, se veían tan exquisitos, tan candentes.
una minifalda rosa de tela muy fina que se deslizaba por sus caderas para quedar colgando a la altura de sus piernas, al centro se pronunciaba en un pequeño escote que permitía ver su hermoso vientre plano, hundido en el ombligo y en las partes referentes a la cintura ese hermoso par de hundimientos que se forman a lo largo de un vientre sensual bien formado, al verla de espaldas casi me vengo en seco, su culito perfectamente delineado por la caída de la tela se transparentaba, se antojaba tocarlo, los pliegues que hacía la minifalda a su caída por su cadera resaltaban aun mas su culito que lucía aun mas paradito y exquisito, los mirones no se hicieron esperar silbándole y lanzándole piropos al aire.
Sus hermosas piernas desnudas resaltaban por la minifalda, un par de botines de tacón alto hacían juego con una franja de color negro que bordeaba a la minifalda por la parte superior como si fuera un cinturón; ¡por dios! quería clavarla ahí mismo, ¡tomarla de la cintura y dejársela ir hasta el fondo!
– ¿Estás listo?, peguntaría de una forma muy coqueta, entre una sonrisa de satisfacción mirando cómo me escurría la baba, al parecer quería dejarme morir como mueren los cautines.
Después de deliberar por unos momentos pude convencerla de ir a casa, llevaba en mis manos una consola que me habían prestado, mi idea era ganarle y dejarle ir mi verga en ese culito, estaba tan caliente que llegue a dudar en si podía ganarle, su cuerpo clavado en mi miembro era lo único que tenía en la mente, la tome de la cintura y caminamos mientras me platicaba de cómo iba a ganarme y meterme el dedo en mi asterisco.
XI
Recordándola vestida así nuevamente volví al ataque, permanecía aun sobre de ella, pasando mis manos una vez más por su espalda la cargué hasta que quede totalmente parado con sus pies sobre mis hombros.
Desconcertada me miro tratando de decir algo, pero ahogue sus palabras con un profundo beso mientras mi verga se abría paso una vez más dentro de ella.
– ¡HUMMMMMMMMMMMMMMMM!, un pequeño pero singular quejidito, seguido de un pequeño llanto me indicaba que ya no podía soportarlo, me miraba de forma angustiada con sus ojos vidriosos, un par de lágrimas empezaron a escurrir por sus mejillas, quería llorar.
Me recosté sobre la alfombra sin sacarle la verga quedando sentada sobre de mi, tomando sus manos las puse sobre mi pecho.
– Es tu turno, le dije mientras con mis manos la sujetaba por debajo de sus nalguitas esta vez seria ella quien se clavaría.
Me miro fijamente antes de empezar a moverse de forma suave, la tome de las caderas y la guie haciendo movimientos circulares sobre mi verga.
– ¡HUUUMMMM!, ¡HUUMMMM!, ¡HUUMMMM!, ¡HUUMMMM!, pequeños gemiditos Se oían mientras se movía.
Permaneció así por unos momentos moviéndose sobre mi verga poco a poco empezó a tomar la iniciativa, se movía de arriba hacia abajo muy lentamente casi imperceptible, pero empezaba a clavarse por sí sola, podía sentir su culito muy caliente lleno de mi lechita, que empezaba a hacer espuma por la cogida.
– Mueve la cadera de arriba hacia abajo, solamente mantén tu cuerpo firme, la idea era que se penetrara sola haciendo un movimiento como de látigo.
Comenzó a hacerlo suavemente podía sentir como subía y bajaba su culito, me excitaba ese peculiar movimiento, sus senos se movían al ritmo de sus pequeños sentones, se veía tan sensual vestida con sus prendas que mi verga palpitaba dentro de ella, poniéndose dura por el exceso de sangre que bombeaba mi corazón a través de ella, quería clavarla hasta el fondo, pero decidí disfrutar más de la excitación y el erotismo de la escena mientras jadeaba en cada sentón que se daba ella misma viendo su carita y sus pechos rebotando al ritmo de sus movimientos.
– Date la vuelta, le diría después de un rato.
Quería ver como se clavaba mi verga en su culito, repitiendo el mismo movimiento su culito subía y bajaba al ritmo de un vaivén exquisito, ver como se movía a través de mi verga me excitaba al máximo, coloque mis manos sobre sus nalguitas para acompañar sus movimientos, era tan sensual ver como su minifalda caía por sus nalguitas delineándolas perfectamente para terminar exactamente en donde se estaba penetrando con mi verga, la tome de la minifalda mientras me retorcía por la excitación, aguantaba el tener que ser yo quien la penetrara, mi verga estaba a punto de explotar estaba tan dura que solo bastaría que la tomara para cogérmela y acabar dentro de ella una vez más.
Empecé a gemir de placer el aguantar mi excitación me hacia retorcerme, volteo a verme, una sonrisa se dibujo en sus labios y empezó a moverse de forma más sensual, contoneando su culito poco a poco empezaba a subir y bajar aún más por mi verga.
– HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH.
La sensación de tener que pronunciarse a sí misma la clavada empezaba a hacer que empezara a gemir, disfrutaba verme retorcer por la excitación al aguantar permanecer inmóvil sin ningún movimiento, poco a poco empezó a alcanzar el ritmo completo subía y bajaba a todo lo largo de mi verga, nuestros gemidos se confundían mientras me miraba podía ver una vez más brillar sus ojos no por las lagrimas, sino por la sensación de sentir que estaba haciéndome sufrir, la mezcla de adrenalina en ella estaba empezando a hacerla disfrutar la cogida.
A pesar de todo disfrutaba esa sensación manteniendo mi verga a todo lo que daba dentro de ella, roja y totalmente hinchada, se abría paso haciendo un boquete en su culito que se veía exquisito cada vez que se contoneaba devorando mi verga cada que se deslizaba a todo lo largo de ella.
X
Me sentí muy contento recordando cómo le había ganado la partida, para terminar era un juego de enfrentamiento, el vencedor seria el que matara al otro, había estudiado muy bien sus movimientos, además de saber algo que ella no sabía, mi intención siempre había sido llegar a algo parecido, así que varias veces le había dado la ventaja para que se confiara, esta vez no sería lo mismo, tomándola de sorpresa termine el juego, sostenía el control incrédula, había perdido.
– ¿No es en serio?, ¿verdad?, preguntaba sorprendida mientras me miraba sentándome en mi sillón.
– Y porque no, finalmente que puede pasar, piensa en algún chico que te guste y nada más.
– ¡ES MI CULITO EL QUE QUIERES CLAVAR!, ¡ADEMAS………..! quedaba pensativa mientras me miraba.
– ¿eres virgen?, le pregunte con un tono de sorpresa.
– ¡NO!, ¡CLARO QUE NO!, ¡COMO CREES QUE SOY VIRGEN!
– Entiendo, no estás a la altura, la vi en un tono de sorpresa y decepción para hacerla sentir culpable.
– No es eso es que solo una persona me ha………. Tocado………, disminuyendo la entonación de las palabras lo último que diría casi fue para sí misma.
De inmediato mi mente dio con la respuesta, que chica le dice persona al primer hombre que se la deja ir, a menos que esa persona fuera de la familia, “me ha……tocado” por lo visto alguien muy cercano, sonriendo de forma sorpresiva le pregunte.
– ¿tu hermano?
– ¡NOOOO!, ¡cómo crees! no fue mi…….. ¡COMO CREES!, Permanecí sonriendo mientras trataba de convencerme.
Tras una serie de alegatos terminaría por confesar que realmente su hermano si se la cogía, pero que él no sabía que ella sabía, porque el entraba a su cuarto y se la dejaba ir mientras ella permanecía como dormida.
– ¿y cómo paso?, respirando profundamente me diría lo que sucedió.
– Empecé a tener sueños eróticos en donde me acariciaban y me cogían, al principio pensé que eran normales, pero una noche mientras tenia uno desperté, mi hermano estaba manoseándome los pechos, quise decirle algo pero me contuve…….. me gusto como lo hacía.
– Clásico, ¿y cuando fue eso?, le pregunte mientras tenía una actitud de desaprobación, entre mas culpable se sintiera, más fácil seria tenerla ensartada por el culito.
– Hace un año, yo tenía dieciséis y el quince, empezó manoseándome y una noche decidí ofrecerle mi culito, me acosté de lado parándoselo, al principio solo me daba rozones pero una noche me clavo por mi puchita., me reí por la forma en que dijo, “me clavo”
– ¡NO TE BURLES, ESTO ES SERIO!, me gritaba mientras daba sus brinquitos, por fin comprendía todo, cada que gritaba que la violaban era para excitar a su hermano, la forma de vestir y de exhibirse me decían que deseaba que su hermano se la cogiera plenamente, sin tabúes, todo ese show era para que un día su hermano entrara a su cuarto y le digiera plenamente quiero cogerte; lo cual me recordó.
– Ven, la tomé de la mano y la senté sobre mis piernas.
– Ósea que ningún hombre te ha tocado.
Empezaría a acariciarla para excitarla, sentada sobre mis piernas mi verga ya estaba bien parada, tomando un lubricante unte mis manos y poco a poco empecé a masajear su culito para dilatarlo.
– HHAAAAAHHHHHHHHYYYY, me miraba tratando de suplicar que olvidáramos el asunto, con un gesto de resignación me pregunto muy afligida.
– ¿Solo será un dedo……., verdad?, le respondería muy contundente.
– Solo será uno…..; te lo pró-meto.
XI
Sentada sobre de mi se clavaba cada vez más rápido, estaba a punto de terminar, para evitarlo la tome de la cintura y me incorpore poniéndola a cuatro patas.
– Sigue, le diría mientras la tenia bien clavada por el culito, empezó a moverse de atrás hacia adelante.
– No, así no, hazlo moviendo solo las caderas como un latigazo.
Comprendiendo lo que quería empezó a moverse moviendo su culito de arriba hacia abajo la tome de sus caderas acompañando el bamboleo.
– ¡Siiiii!, ¡asii es como se hace, sigue…. sigue……! excitado le diría para que continuara con sus movimientos.
Poco a poco empezó a tomar el ritmo, entraba y salía a todo lo largo de mi verga, una vez más palpitaba hinchándose a todo lo que daba dentro de ella, la sensación me hacia gemir de placer inaudito.
– ¡Por dios!, Sigue, sigue así, no dejes de moverte, me gusta como lo haces, ¡coges muy rico!, ¡que rico coges!
Empezó a moverse también de forma circular, su culito totalmente parado y su espalda arqueada hacia abajo me daba una vista exquisita, podía verla completamente y como ese enorme culito se clavaba estrellándose en cada latigazo contra mi verga de forma tan sensual por los movimientos que hacía, observando cómo me miraba ella también gemía.
– HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH, HHAAAHHHHH.
– Empieza a gustarte……… ¿verdad?, le preguntaría mientras me observaba con mis manos sobre sus nalguitas.
Estirando mi brazo la jale para colocar una de sus manos sobre sus nalguitas, obligándola a voltear pude ver como sus pechos se bamboleaban al ritmo de su cogida, no hacía falta desnudarla para ver en toda su plenitud esas hermosas tetas, las prendas que vestía las hacían ver más eróticas, el sudor le escurría pegando la prenda a sus tetas resaltándolas haciéndolas ver más exquisitas, con el sostén medio puesto dejando sus pezoncitos al aire se levantaban exquisitos, ¡por dios!, mi verga se hinchaba aun mas cada que las veía bambolearse que la jale por completo para poner ese hermoso par de tetas en mis manos mientras se cogía.
Su culito se deslizaba devorando mi verga a todo lo largo y profundo de ella, me empezaba a doler de lo hinchada que estaba, roja y brillante bañada por los jugos de su culito los espasmos empezaban a apoderarse de mí, estaba a punto los huevos también me dolían por la excitación, mis manos me temblaban, sus sensuales movimientos de arriba hacia abajo y como se ensartaba en cada latigazo recogiendo y jalando mi verga con esos movimientos circulares y cadenciosos, el cómo se contoneaba me tenían realmente deseando terminar reventándole todo su culito, finalmente decidí empezar a clavársela para terminar con mi sufrimiento.
– AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH, un largo gemido salió de ella cuando empecé a cogérmela desesperado.
– ¡AHY!, ¡AHY!, ¡AAAAA!, ¡AHY!, ¡AAAA!, ¡AH!, ¡AHY!, ¡AH!, una vez más sus gritos al ritmo de mi cogida se dejaban oír cada que la clavaba hasta el fondo, mis embates eran tan frenéticos que termine sobre de ella en la alfombra rebotando contra su culito al no haber amortiguación contra el suelo.
– ¡YAAAAAAAAAA!, ¡AHY!, ¡AHY!, ¡AY!, ¡AAAAA!, ¡AAAAA!, ¡AHY!, ¡AH!, ¡YAAAA!, una vez más gritaba de dolor mi verga estaba tan dura como una piedra que parecía que tenía un tubo de cemento clavándoselo salvajemente en su culito, podía sentir como chocaba contra el suelo cada que se la dejaba ir hasta adentro.
– ¡YAA NOOO!, ¡YAA NOOO!, ¡YAA NOOO!, ¡YAA!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AH!, ¡AAHHHHH!, ¡HAAAAAA!, ¡AAHHHHH!, ¡AAHHHHH!, suplicaba que terminara de una vez mientras rebotaba clavada por mi verga, para terminar llorando de dolor apretando sus puños y apretando su cara contra el suelo.
– ¡YA!, ¡AY!, ¡Ay!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AY!, ¡AAAAAAAHHHH!, sus gritos al ritmo de mi cogida me aproximaban cada vez más a mi orgasmo, podía sentir su cálido y sensual cuerpo, sus formas me excitaban cada vez más, puse mis manos sobre su cadera clavándola frenéticamente mientras al sentir aun mas mi verga estiraba a todo lo que daban sus piernas al mismo tiempo que levantaba la cabeza.
– ¡AAAH!, ¡HAAA!, ¡AAAH!, ¡HAAAA!, ¡AAAH!, ¡AAAH!, ¡HAAAA!, lloraba desconsolada mientras me la cogía salvajemente, me recosté sobre ella metiendo mis manos hasta tomar sus senos y jalarla hacia mí con fuerza, para sentir su cuerpo debajo del mío.
– ¡AH!, ¡AY!, ¡AAAH!, ¡HAAA!, ¡AAAH!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AH!, ¡AY!, ¡AAAH!, ¡HAAA!, ¡AAAH!, ¡AHY!, ¡AH!, sus gritos entre llantos me excitaban y comencé a chocar contra ella con más fuerza, se oía el choque contra sus nalguitas rebotándola salvajemente, su cabeza se movía al ritmo de mi cogida mientras su cabello bailaba libremente al vaivén de la cogida al tratar de incorporarse levantándose sobre sus brazos.
– AAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHG, un largo y constante gemido de dolor se dejo escuchar cuando le clave hasta el fondo la verga y explote dentro de ella la descarga fue fantástica y descomunal.
– ¡AAAAAAAH!, ¡AAAAHH!, ¡AHHHHAAAAA!, ¡AHHHHHH!, gemía de dolor cada vez que se la dejaba ir hasta el fondo en cada espasmo de mi orgasmo liberando mi verga de la presión, mi leche salía a borbotones de su culito cada que empujaba con fuerza batiéndosela en las nalgas cada que salía expulsada por la presión que ejercía dentro de su culito, al mismo tiempo yo lanzaba un gemido tras terminar de vaciarme por completo mientras la empujaba con fuerza.
Por fin todo había terminado solo se podía oír sus gemidos y sollozos mientras lloraba, permanecía boca abajo con mi verga clavada hasta el fondo.
Permanecimos ahí inmóviles por un largo tiempo, los huevos me dolían por tan descomunal explosión, me había excitado tanto que le había dado todo en esa descarga, mi verga poco a poco se contraía pidiendo descanso, dejando tras su camino un profundo abismo que antes era su culito.
Recostado sobre de ella podía sentir su cuerpo cubierto de sudor y su culito relleno de semen destrozado por la cogida, yacía inmóvil con las piernas abiertas totalmente extendidas.
Tras recuperarse se paro y me propino varias patadas.
– ¡ERES UN DESGRACIADO!, me grito con el rostro cubierto de lágrimas.
– Espera me duelen mis amiguitos, diciéndole esto se dejo caer sobre de mi con sus rodillas tratando de apachurrarlos.
– ¡SUFRE MENDIGO COMO MEHICISTE SUFRIR!, ¡SOLO ERA UN DEDO!, me gritaba mientras rebotaba sobre de mi con sus rodillas.
– Solo fue uno, le diría mientras se levantaba para propinarme dos patadas más.
– ¡FUERON TRES!, gritaría para por fin para terminar su sobresalto.
– Los dos dedos de tus manos y esa……… cosa que parece moco de guajolote, terminaría la frase mientras se ponía las manos en su culito.
– ¡Me rompiste el culo!, me diría con los ojos aun vidriosos por las lágrimas.
Quedaríamos en silencio por un breve instante, mientras se limpiaba las lágrimas del rostro para terminar diciendo.
– LA PROXIMA VEZ, SERE YO LA QUE SE MUEVA, SI TE MUEVES TE ARRANCO LA VERGA, sobándose su culito le acerqué un frasco de analgésicos.
– Ten, tomate tres, para el dolor o por si se te inflama, me miro con una mirada de profundo odio, para bajar la tención le dije.
– Qué te parece si la próxima vez………. invitamos a tu hermano. Le dije en un tono burlón.
– ¡QUEEEEE!, me miro furiosa y tomando el control de la consola me propinaría varios golpes más.
A partir de ahí nuestra relación fue más grande y más abierta, sin tabúes, con el tiempo no solo le rompí el culito, sino que termino ensartada en un doblete por el culo al mismo tiempo, su hermano y yo la disfrutamos por todos sus agujeros, reafirmando su relación incestuosa y recordándome cada que gritaba, “Me violan, me violan, que casi termine violado”.
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