100 pesos por el culo, 200 al natural.
Nuevamente uso a Darinei, y le doy otra idea para que gane más dinero, al tiempo que tengo mas planes para ella.
Logré modificar mi horario para salir de trabajar a las 2, y así llegar a casa en el momento que la pequeña Darinei terminara de dar servicio, porque antes el horario me ganaba y la nenita se salvaba de atenderme, pero se le termino la suerte, va a tener que aguantar una buena cogida.
Llegué y como costumbre vi a un insignificante chico vistiéndose mientras la zorrita estaba tirada en el colchón viejo. En cuanto se fue abrí la puerta, mientras la nenita guardaba un billete en su mochila.
-¿Como estas pequeña? ¿ya te cogieron hoy?- la niña solo me miraba con cierto temor, ese dulce temor de una presa que no sabe que hacer-Si señor, ya me iba a mi casa- Me decía pensando que así se libraría de mí- Que coincidencia, justo quería ir contigo hacia allá- Daris solo me miró confundida -¿Cómo? –solo alcanzó a preguntar.
Con un zape en su cabecita reaccionó -Que te voy a romper el culo en tu casa putita, no pensé que fueras tan estúpida ¿O se te olvidó que me tienes que obedecer en todo?- ella solo se sobaba –Y muévete si no quieres que te vaya mal- Sumisa terminó de vestirse y fuimos a su casa. Al ser un barrio pobre nadie prestaba atención de lo que iba a suceder. Entramos a su casa, pequeña pero muy ordenada y limpia, lo único sucio era la putilla esta.
-Llévame a tu cuarto – le ordené inmediatamente, la niña ya estaba entendiendo que solo podía obedecer. Ese cuarto era infantil, de color rosa con peluches en la cama, y posters en las paredes. Decidí cerrar con seguro, lo que ese cuarto iba a presenciar tenía que quedarse aquí. Comencé a quitarme la ropa mientras ella solo me miraba y discretamente saqué mi navaja. Con la verga ya parada la miré –Quítate todo menos tu braga-. La niña obedeció. Poco a poco las prendas iban cayendo dejándome ver de nuevo esa niña que estaba punto de ser brutalmente violada.
La tomé de la mano y la empuje en la cama, boca arriba para ver ese perfecto cuerpo, previamente usada por un chico de prepa, lamí esos pezones y con la navaja rasgué ese calzoncito, como ya estaba usada no la estimulé lubricada o no era lo de menos. Los gritos de la niña mientras mi verga empezaba a invadirla eran gloriosos para mí. Ese calor que se daba dentro de ella y lo estrecho de su cuerpo era el mejor estimulante.
Esa vagina infantil daba mucho placer, a cambio de provocarle dolores agudos y algunas lágrimas a su dueña yo está disfrutando. Por inercia la nena sostuvo un oso de su cama, con el que quería cubrir sus no tan pequeños pechos. Era una mezcla entre ternura y morbosidad. Ocasionalmente la jalaba del cabello para acercarla y besarla, silenciando momentáneamente sus gritos, pasando a ser pujidos dulces de esa nenita.
Pasaron los minutos mientras Daris ya comenzaba a gozarlo, aun cuando su panocha reflejaba un ardor provocado por la cogida que le estaba acomodando, aunado a sus jugos vaginales que impregnaban al peluche. La abofeteaba un poco para que no gozara tanto, hay que educarlas que primero deben complacer y luego les toca gozar. No aguanté más y me vacié dentro de ella- Ah si, te voy a dejar llena de leche putita-. Sali de ella para acostarme a su lado y pasar mi mano por su cuerpo. Ella solo miraba al techo al tiempo que unas lágrimas aún salían de sus ojos. Era increíble como podía disfrutar tola la situación con una niña así.
Todo se tensó por un momento cuando el teléfono de la casa sonó –Debe ser mami- Me dijo, no podía correr riesgos asi que tome la navaja, y agarre a Daris del cabello- Mas te vale no decir que estoy aquí, vamos a contestar muévete, y nada de lloriqueos estúpida – Ella solo obedeció, el teléfono estaba en la planta baja. Yo descolgué y puse el altavoz, quería estar listo para lo que fuera.
-Bueno- Trataba de decir la nena, a pesar del peligro era excitante la situación. Solté la navaja y empecé a tentar su irritada concha, al tiempo que le hacía señas que se callase. – Hola mi amor, ¿todo bien en la casa? – Era notorio que no estaba enterada –Mmjm- Solo decía la niña para no delatar la sensación de ardor y gozo que le provocaban mis manos- Bueno amor, haz tu tarea llego a las 11, te dejé comida, no le abras a extraños, te amo -. Inesperadamente colgó, la nena colocó la bocina en su lugar mientras yo sonreía.
– Que bien zorrita, tenemos casa sola.- le decía con maldad presionando mis dedos en su vagina mientras la nena trataba de separarlos –Pero ya lo atendí, son $50 – Me decía urgida. Un tirón de greñas bastó para que se le quitaran las ínfulas – Tu a mí no me ordenas ni me sugieres nada, en 4 putita que quiero tu culo.-
Con fuerza la puse en posición la cual exhibía un ano ligeramente irritado, por el chico que recientemente estuvo ahí. Le di unas buenas nalgadas para poner en tono ese culo redondo con sus quejidos de fondo. Al no tener con que lubricar una vez más disfrute penetrarla por la fuerza, esa reacción de los músculos al ser forzados por un invasor es única.
Sus quejidos de dolor no hacían más que excitarme – Se que te gusta guarra ¿Qué diría tu madre de ver como disfrutas una verga? Le susurraba en su oído, no por miedo a que alguien escuchara, sino pare entrar en la mente de la zorrita. Rosaba un poco su recién usada vagina, aun irritada de lo que hicimos en su cama, explorando sus reacciones. Solo gemidos y gritos era lo que pasaba, nunca había encontrado una prostituta que te hiciera gozar tanto.
Al poco tiempo me vine dentro de ese culito. Unos 6 chorros de semen inundaron la colita de esta pequeña. Salí violetamente y ella se dejó caer en el piso, dejándome admirar mi obra maestra: Una putita fatigada, con un cuerpo que daba placer aún sin estar desarrollado completamente, pero apuntaba a ser una scort de las caras, pero con la diferencia que esta me atendía mejor.
-Señor, ¿Por qué no usa globo para que lo atienda?, me han dicho que es peligroso- Me pregunto la nena
-Es peligroso si ya tuvieras la regla, no seas tonta, podrías cobrar 200 si te dejas usar sin condón mientras no te puedas embarazar- Le hice descubrir un nuevo rubro
-¿Me va a pagar 200?- preguntaba ilusionada la niña
-No, ya te enseñe a aguantarla por el culo y fue gratis, considera que te estoy ayudando y que te voy a reventar si sigues molestando- ultimé, al tiempo que me levanté.
Mientras Daris recuperaba el aliento seguí observando la casa, y al fondo visualicé la recamara de la madre. Me levanté y fui a revisar esa habitación, a ver que podía averiguar. Vi sus papeles y descubrí que trabaja para uno de mis clientes, algo que usaría a mi favor. Por lo demás era la típica recámara de una madre soltera, con ropa muy ajustada y un cajón con tangas muy pequeñas, no encontré alguna foto, pero me la imaginaba una zorra total, de ahí el buen cuerpo de la niña. Además, con esa ropa supongo cuando no trabaja la madre se dedica a buscar una verga que se la coja.
Tomé la tanga más diminuta y fui por mi celular, si tengo una putita así a mi disposición era hora de sacarle provecho
-Ven aquí gatita- la niña como pudo acudió al llamado. Al verla le arrojé la prenda
-Ponte eso- Daris me negaba con la cabeza –A mami no le gusta que tome sus cosas-
No la iba a dejar hacer su voluntad- Te hace falta que te eduquen, tráeme las pinzas con las que tu madre cuelga la ropa , rápido puta- Le ordené, más le vale entender que debe obedecer, porque tengo planes para ella.
Regresó temblorosa, y me entregó un recipiente con las pinzas, yo la subí a la cama al tiempo que la tomé del cabello y la inqué –Mira pendeja, ya me harté que quieras hacer tu voluntad, pon las manos en la nuca, si las pasas adelante te ira peor ¿entiendes?
-si- cabizbaja se sometía
Tomé una pinza y abriéndole la acerque a su pezón izquierdo-A mí me obedeces a lo que yo diga ¿entendido?-Asustada respondió que si , acto seguido solté la pinza sobre ese infantil pecho. Un alarido salió de la pequeña, despertando cada vez mas el morbo.
Tome una segunda pinza ahora en el otro pezón- De ahora en adelante a cualquiera que atiendas obedeces y punto ¿Queda claro?- La excitación me estaba inspirando –Si si lo que quiera pero no me ponga…Ah!- Se interrumpió porque solté la pinza sobre su pequeño seno. Esa reacción me convenció de usar una tercera. Esta la acerqué a su pequeño clítoris.
-Ahora, próximamente traeré a amigos para que los atiendas y lo harás sin quejas, porque si te atreves la pagaras caro ¿Comprendes? – No esperé respuesta y solté el último instrumento de tortura. La nena temblaba y se retorcía, pero como la sostuve con fuerza no tenía mucho margen de maniobra
-Qué bueno que entiendas, ahora para que te quede bien claro quiero de nuevo tu culo- La arrojé a la cama y solo tuve que apuntar a su anito ya rojizo y entró de un solo empuje. Esta vez al ritmo de las estocadas jugaba con las pinzas en el cuerpo de la nena, las de los pezones las retorcía y la de su panochita solo la estiraba, me sorprendió que con esta eran más gemidos que quejidos de dolor. Así son todas las nenas, les gusta por el culo y que uno las someta. Fue muy poco tiempo pues me había deslechado muy bien, y a pesar de ser poca leche unas gotas se asomaban del ya inflamado recto de la pequeña. Sin embargo su culo no sería el destino final de mi lefa, salí de ella y busque su cara para venirme en ella- No te limpies- le indiqué.
A tirones quité las pinzas de Daris y de nuevo le arrojé la tanga –Póntela y te colocas de nuevo en 4- Sin objetar obedeció y pude ver aún mejor ese culo bien tornado. Tomé fotos de ella en esa posición y en muchas otras. La que más me excitaba era una donde la ponía boca arriba y con sus deditos de ladeaba la tanga, mostrando su ya muy usada panocha.
Una vez le hice las fotos le quité la tanguita para que la usara cuando la tuviera en mi casa y a continuación le indiqué que se tragara toda la leche que dejé en su cara. Con mucho asco llevo a cabo la tarea, pero al terminar fue al baño a vomitar. Estaba muy cansado para reprenderla por lo que solo la ignoré y fui a su cuarto por mi ropa ya para irme.
Ya vestido me asomé al baño donde solo estaba tirada -La leche no se vomita, por hoy te perdono, pero mañana me las vas a pagar putita, y una vez que termines limpia todo, no querrás que sepan la puta que vive aquí ¿Verdad?- la nena solo asintió y me fui tranquilo a casa.
Las fotos la subí a un grupo de hombres con mucho dinero interesados en culitos como el de Daris, y las ofertas llegaron por montones, vaya que le sacaré provecho a esa zorrita.
Disculpen que tardo en actualizar, pero trabajo y estoy con la otra historia, y como luego me la jalo escribiendo se complica un poco la cosa pero se pondrán interesantes los demás relatos lo juro.
Por favor califica, comparte y comenta, creo que a más de uno le puede gustar.
O háblame por X: @shadowinn2
No los ignoro, solo tardo en responder
Que rico lo de las pinzas y las fotos, deberías llevarla a un baño público para que sea el inodoro del que pague y entre, que se nutra muy bien con agüita amarilla
Buen relato
Lista para usarla en grupo
.