20, 15 y 10 La Rosa y El Colibri
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Prologo
Insensato colibrí
John: El día ha sido caluroso y cansado, estoy parado esperando el transporte después de una tarde de estudio, al llegar el bus la puerta se abre y el conductor con frustración en la voz me ordena que suba rápido o me dejara, pero algo extraño ocurre, siento nervios cuando intento dar el primer paso hacia las escaleras, me doy cuenta de que me cuesta, estoy como paralizado como si estuviera a punto de tomar una decisión importante en mi vida. El silencio se hiso solo para ser roto por la voz del chofer que me dice con un tono de voz más amenazante que me apresure, lo hago lentamente, al subir me doy cuenta de que el bus va a tope, hay mucha gente y todos me miran por lo sucedido, entro y bajo la mirada con vergüenza, me voy disculpando a medida que pido permiso para hacerme camino más al centro del pasillo, entonces ocurre.
Entre la gente amontonada un par de ojos café claros muy claros me miran, una mirada que me hipnotiza, sin saber por qué me acerco como si fuese atraído por una fuerza gravitacional, al estar a una distancia más corta noto un cabello largo y liso que se ondea como una bandera cuando la brisa débil la agita al moverse con el vaivén del bus, con un brillo dorado al reflejar la luz del crepúsculo que entra por la ventana, un rostro con perfil bajo y aquella mirada, aquella mirada que me vuelve loco me mira con discreción mientras escribe algo en un papel, no logro ver su rostro.
me situó justo detrás de ella y contemplo su perfección, la miro de arriba a abajo, es baja solo un poco más alta que yo quizás mida 1,73m, su cabello rubio claro casi llegando a blanco brilla con un dorado tenue y es largo casi llega a su cintura, entonces bajo mas mi mirada y veo su trasero es más ancho que su delgada cintura y un poco grande, redondo y perfecto, debajo de el un par de piernas bien torneadas y trabajadas, al parecer hace ejercicios y lo compruebo al ver que va vestida con un mono de esos que se pegan a la piel haciendo notar mas sus curvas.
No sé porque pero me acerco lentamente, mi corazón late muy rápido y va acelerando, ya puedo oler su cabello que desprende un olor dulce. Me tiemblan las piernas no se qué me pasa, este es el límite no puedo seguir. Yo no soy así no soy un acosador, miro discretamente a los lados y compruebo que nadie se da cuenta ni siquiera de que existo, entonces acerco mi rostro a su cabello y aspiro profundo ese olor que me vuelve loco, sigo respirando agitadamente cerca de ella y bajo hacia un lado de su delgado cuello, ¿acaso no nota la cercanía? Puedo ver pequeñas gotas de sudor bajar por su piel. Es entonces cuando un movimiento brusco del bus hace que pierda el equilibrio y me rose fuerte contra su cuerpo, ahí me doy cuenta de lo que he estado haciendo, me separo y cierro los ojos con miedo esperando su reacción, de seguro se enojara y me dará una cachetada y no tendría escusa alguna pues había perdido el control por completo, noto que mi pene esta mas tieso que una daga se debe notar el bulto en mis pantalones, que vergüenza no se qué hacer, entonces pienso un momento y me doy cuenta de algo aun más extraño: no pasa nada.
Abro los ojos y esta hay como si nada, ¡dios! ¿no se habrá dado cuenta? No… imposible debió sentir el rose, entiendo todo cuando voltea muy disimuladamente recogiéndose el cabello sobre la oreja para mirarme de reojo, veo parte de su rostro angelical, es hermosa perfecta una nariz perfilada y sus labios provocativos ni tan grandes ni tan pequeños, se muerde el labio inferior luego sonríe y vuelve a mirar al frente ¿me habrá dado luz verde? Solo hay una forma de averiguarlo, sin darme cuenta pierdo el control de nuevo y me voy acercando lentamente, hasta que mi pene rosa su suave trasero, hago presión y siento lo terso de sus nalgas, entonces no aguanto más y me pego suavemente a su cuerpo, siento como levanta su trasero y lo pega a mi pelvis, si… me dio luz verde.
Compruebo nuevamente que nadie me mira, y empiezo a mover discretamente mi cintura de adelante a tras rozando mi pene con su trasero, es la primera vez que hago algo así, mi excitación empieza a notarse, estoy sudando me tiemblan las manos y piernas, me muevo cada vez más deprisa haciendo cada vez más presión contra ella, puedo ver que se aferra el asiento que está delante de ella y sé que también se está excitando por que se mueve haciendo presión hacia mí, pongo mi mano izquierda en su abdomen mientras me sostengo del agarradero del techo con la derecha, siento su abdomen plano sobre su franela de ejercicios pegada al cuerpo como sus monos, sus abdominales son duros y suaves, esta chica debe hacer mucho ejercicio y dietas pues tiene un cuerpo escultural.
Ya estoy en otro nivel de excitación no puedo parar de moverme, de seguro cualquiera puede notarlo pero no me importa acaricio con mi mano izquierda su abdomen de arriba abajo cada vez más arriba y cada vez más abajo ¿será que me atrevo tocar mas allá? No… de seguro se darán cuenta las personas que van sentadas en los asientos frente a ella, entonces toma mi mano y la guía hacia arriba, la pone sobre su seno derecho, mi corazón acelera aun mas rápido y ahora me falta la respiración, aprieto suavemente y puedo sentirlo es suave pero firme, ni tan grande ni tan pequeño, parece que todo en esta chica esta medido a la perfección.
Sigo acariciando sin dejar de moverme, voy acelerando mis movimientos y siento que me vengo ¿¡Qué!? ¿En serio me voy a correr solo con rosarme con ella? lo entiendo; me excita demasiado, el bus parece acelerar al igual que yo pero no somos los únicos ella también acelera, todos en el bus se mueven de un lado a otro y yo aprovecho para moverme más rápido aun.
En la conmoción siento que su mano se desliza sobre mi bolsillo derecho, si quiere robar se equivoco de bolsillo hay no llevo nada, luego de sacarla dirige su mano hacia mi pene, llevo mono y su mano desliza fácilmente dentro de el separándome un poco de ella, lo agarra y lo aprieta frotándolo fuertemente haciendo que mi excitación aumente mucho, mueve su mano con brusquedad y siento como si electricidad corriera sobre mi cuerpo hacia mi miembro, acelera aun mas logrando que me corra sobre su mano, yo me aprieto fuerte contra ella abrazándola con mis dos brazos y entonces ejerciendo fuerza se suelta de mis manos y con un golpe de su trasero me separa de ella, es cuando escucho que grita: alto!!
Me paralice, con la boca abierta del susto me quedo mudo, el bus echa un frenazo y caigo al suelo, todos a mi alrededor se giraron a verme con rostro burlón, alzo la vista y ella se voltea lentamente y me mira con una sonrisa sarcástica en el rostro, la miro de abajo a arriba esta vez, se ve tan alta, sus piernas se ven fuertes, la frente de su vagina se asoma en un bulto pequeño que sobre sale de ese lugar: su monte de Venus, su abdomen plano y su cintura de avispa es más pequeña que sus caderas, los senos son redondos y un poco más grandes de lo que calcule pero lo que más me atrae de ellos son la posición en que están altos como si la gravedad no les afectara, su cuello es un poco largo y su rostro perfecto, pero su mirada, unos ojos que me miran imponentes desde lo alto, me guiña el ojo y se gira, se va, pensé que moriría en ese momento.
Me levanto exhausto como si hubiera corrido un maratón y volteo para verla marcharse, de repente escucho una voz dulce pero recia que me dice que me aparte de manera brusca, volteo y entonces vuelve a pasar.
En el asiento que quedaba frente a la rubia hay alguien, de seguro sabe lo que estuve haciendo hace rato, volteo y lo primero que veo son par de ojos verdes claro, una mirada penetrante e hipnotizadora me apunta, me pasa lo mismo que con la otra chica, pero noto que esta me ve con desprecio, estoy seguro que sabe lo que paso.
Al ver bien a aquella otra chica veo que es más joven, va con un uniforme de secundaria, sus ojos son hermosos y su rostro es parecido al de la rubia, pero ella tiene el cabello castaño claro y lo lleva un poco ondulado hasta los hombros, al bajar la vista me doy cuenta de que es solo un poco más baja, pero también tiene un gran cuerpo para ser más pequeña, al bajar más me doy cuenta de que tiene un par de piernas hermosas bajo su falda que le cubre un poco más arriba de sus rodillas.
Me quede con la boca abierta sin saber qué hacer, no me moví hasta que ella con gesto de molestia me aparto empujándome, al marcharse escucho a la rubia que esta parada en la puerta mirándola y dice a los demás pasajeros que den permiso a sus hermanas.
La chica de uniforme se mueve entre la gente mientras yo me doy cuenta ¿dijo hermanas? volteo y veo nuevamente otro par de ojos que me miran directamente y me hipnotizan de nuevo.
Esto es mucho para ser solo un día, estos ojos son azules muy claros, sin duda los más hermosos, la mirada inocente me ve con lastima, es una chica de primara con uniforme, no más de 12 años calculo, muy baja y con esa carita de ángel que tanto caracteriza a las chicas de su edad su rostro también parecido al de las otras dos, ahora entiendo; son hermanas y la belleza va en sus genes, su cabello es rojo claro casi llegando a rosado ¿será natural ese color? Lo lleva liso hasta el cuello y recogido por un lado sobre la oreja Además carga una rosa que hace contraste con este y le resalta su belleza, me pregunta con una voz muy dulce si estoy bien, yo intento responder pero las palabras se enredan en mi garganta, solo alcanzo ha tartamudear sin sentido. La hermana mayor le dice que se apresure y no me preste atención, y con tono burlón dice que al parecer soy tartamudo.
La niña me mira y con vergüenza ajena me pide disculpas por el comportamiento de sus hermanas luego se marcha.
El bus empieza a andar y yo las miro por la ventana, ellas me devuelven la mirada, la mayor me ve con lujuria y me guiña el ojo, la joven me mira con odio y con gesto de rabia me quita la mirada, por último la niña me ven con lastima y una sonrisa se dibuja en sus labios mientras sonrojada me dice adiós con su mano.
Llegando a casa aun estoy consternado, eso fue lo más extraño que me ha pasado en un bus o en la vida quizás, nunca las olvidare ni la chica sensual, ni la joven rebelde y menos a la pequeña angelical, al llegar a la puerta de mi casa meto mi mano al bolsillo derecho buscando la llave, olvide que las llevaba en el otro bolsillo sin embargo no está vacío, en él hay un papel doblado lo estiro y veo un número encerrado en un corazón, debajo pone:
Llámame algún día la rubia del bus.
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