20ñero adicto a las maduras (4ta parte).
Pasaba enfrente de mi y yo sentado podía (y obviamente lo hacía con toda la intención de sabrosearla) ver todo ése rico cuerpo de gordibuena que deseaba hacer mío..
Continuo con la cuarta parte de estos relatos en mis aventuras con maduras que fui conociendo en mi momento viviendo solo.
Este nuevo trabajo estuvo bien, por el hecho de ser fonda me iba bien ya que comíamos las tres veces al día sin necesidad de gastar de más y la verdad me ahorraba una buena lana.
Cómo había mencionado entraba a las 9 de la mañana y llegando tomábamos café para despertar y enseguida desayunamos mientras pudiéramos, ya en la hora de cerrar comíamos antes de hacer limpieza, y está hora de la salida era la que empezaron a ser interesantes.
En el anterior relato mencioné que fui ayudante general, llegaba y hacía uno que otro deber, mesereaba durante el día y apoyaba en los trastes cuando me acumulaban varios lo cuál era casi en la hora de salir…entre 4 y 6 mas o menos, así que por lo regular lavaba trastes a esa hora.
Los momentos interesantes y cachondos empezaron cuando los inicios de la semana estaba tranquilo de trabajo, casi no llegaba gente y literal estábamos sentados esperando que llegacen clientes, fue en esos ratos muertos que yo me metía a la tarja de trates, tomaba un bote y me sentaba a perder el tiempo como todos y los quemadores dónde cocinaba Rosita estaban literal a lado de mi, y enfrente de ella estaba una mesa de concreto que era donde montaban los platillos y ponían una que otra olla, y ahí se arrecargaba Rosita para andar en el cel distrayendose, y como la cocina estaba muy chica estaba a menos de medio metro de mi y la mesa me tapaba a mi al estar sentado.
Mientras estaba sentado rosita pasaba al fregadero a lavarse las manos o lavar alguna fruta o lavar algo siento que de pretexto.
Pasaba enfrente de mi y yo sentado podía (y obviamente lo hacía con toda la intención de sabrosearla) ver todo ése rico cuerpo de gordibuena que deseaba hacer mío.
Primero empezó pasando y tomando mi cabeza y rosando sus piernas en mis brazos ya que estaba sentado, así fueron varios días, y poco a poco fue siendo cositas más ricas; pasaba volteando hacia afuera y yo tenía todo su rico culo a vista a cm de mi cara y fue ahí que me di cuenta que usaba cacheteros de encaje y se le veían super ricos con esos leggins que usaba todos los días.
Yo quise empezar a mostrar mi deseo por ella, que se me ocurrió un vez que pasó con su culo hacia mi le di un rico beso en una de su pompi, otra ocasión fue una rica mordida discreta porque aunque nos tapara la mesa a veces andaban las meseras cerca o viendo y empezando a sospechar, lo siguiente fue lo que me voló la cabeza, estando ella parada sobre la mesa y yo sentado le acaricié un poco su chamorro para no parecer tan urgido (que la verdad sí andaba, jajajaja) y ahí ella cedió pues solo me volteo a ver y me miró con unos ojos de lujuria, y yo me seguí, se sentían super ricas sus piernas que me seguí hacia arriba hasta llegara su rico y hermoso culo y ufffff, yo acariciando ese manjar e imaginando un sin fin de cosas literal parecí super precoz que inmediatamente se me paró la verga.
Así estuve por un par de minutos acariciando ese culo de ensueños que se veía tan rico y la verdad no me aguante y le empecé a bajar mi dedo acariciando su culo y metiéndolo hasta llegar a rosar un poco de su coño que ufff……estaba totalmente mojada tan pronto que no me resistí y me llevé el dedo a mi boca para probar ese líquido pre orgásmico que tanto amo de sabor y olor (la verdad me vuelve loco) y la verdad si tenía el olor más fuerte, pero me imaginé que era obvio pues era gordibuena….
Ella solo me decía;
– Ay mi amor, estate quieto que me vas a mojar bien…
Y se veía como abría su boca discretamente y volteando hacia afuera para ver si nadie nos estaba mirando, y así me seguí por un rato acariciando ese coño que la verdad me fui al baño a limpiarme un poco porque también andaba ya bien caliente la verdad, jaja.
Así fueron varios días, de andar ahí discretamente sabroseandola tras la mesa, y por chat platicabamos que le encantaba que la manoseara y la ponía muy caliente, me mencionó que cuando íbamos a hacerlo, y fue un poco complicado ya que tenía que llegar a casa luego luego ya que llegaba su wey (que en relato pasado mencioné que solo estaba juntada y era policía) y le tenía que dar de comer.
Así que una ocasión Ariadna una de las meseras nos dijo que si ya habíamos cojido Rosita y yo nos volteamos a ver con cara de que carajo, jajajaja, y nos dijo;
– No se hagan que bien que he visto que se andan manosee y manosee.
A lo que a mí no me dio pena y le dije que aún no.
Y ella fue crucial para que Rosita y yo pudieramos hacer realidad está fantasía.
Una ocasión a la hora de la salida nos quedamos sentados en una banca que tenía doña Toña (mi patrona) en la fonda para niños, nos quedamos a descansar, doña Toña se despidió, Gloria y Ángela también.
Solo nos quedamos Ariadna Rosita y yo y fue que Ariadna mencionó que tenía que pasar a comprar algo de cenar para su hijas, a lo que Rosita le dijo que porque no se llevaba algo de la fonda, y ella y yo nos quedamos con cara de ???, y Rosita dijo que le sabía abrir sin la llave ya que la puerta de la fonda tenía fallo y fue le abrió y Ariadna se metió y se llevó una que otra cosa para cenar, a lo que a mí de la nada se me ocurrió y le dije a Rosi;
– Oye, entonces cuando lo vamos hacer, cómo todos los días te tienes que ir…
– Pudiera ser un día que descansemos, temprano como vez?
– Si, lo veo más viable, solo hay que ver bien qué día.
En eso Ariadna sale y nos escuchó y dijo:
– Dejence de pendejadas, metance y ahí hagan un rápido y ya.
Nos echamos a reír los tres pero a mí no me pareció tan mala idea, total, las demás fondas ya había cerrado, excepto la de enfrente de un viejito y su esposa que casi no tenían gente pero ellos estaban en sus asuntos y ni volteaban ni decían nada y fue entonces que Rosita me miró sonrojada y nerviosa y me dijo:
– Seguro?
A lo que yo le dije:
– Sino quieres yo respeto tu decisión, no pasa nada.
Lo pensó por un segundo y accedió.
Yo no lo podía creer, en mi cabeza pasaban mil cosas, no imaginé que fuera ése día que me la iba a echar, me paré, la tomé de la mano y nos metimos, cómo el techo tenía un pequeño cuadro de tragaluz entraba lo suficiente para vernos y aun sino hubiera ni de chiste íbamos a prender la luz.
Entramos y por inercia me quité la chamarra y mi playera, me acerqué a ella y nos empezamos a besar frenéticamente con lujuria y deseo así que la abracé, metí una de mi pierna entre las suyas y comencé a acariciar con mis dos manos ése rico culo que me traía loco por follar, tomé su blusa y se la quité, le desabroché su sostén y le dije que se parara en el fregadero y se agarrara de él con sus manos hacía atrás, tomé una caja de sodas y le dije que se subiera para estar a mi altura.
Y comencé a besar sus senos, que tenía sus pezones muy puntiagudos y los chupaba y mordía ligeramente y y veía como abría su boca de que le gustaba y como saben me excita ver qué estoy haciendo bien mis besos y caricias.
Así estuve por un momento, besando sus labios, bajando a su cuello y después a sus senos, quería estar seguro de excitarla bien para que estuviera bien mojada y probar esos ricos fluidos de una rica mujer madura.
Me decidí a bajarle su leggins, y uffff, ver una gordibuena en su máximo explendo, me puso muy caliente, a lo que le dije que se volteara a la tarja (como saben en mi anterior relato me gusta dar beso campechano, del coño hasta el culo) y que levantará su culito, y ella como puta a mi merced hacía lo que le decía.
La verdad verla ahí parada con el leggins hasta el suelo y con su culo parado me excito mucho, me inque, puse mis manos abrazando sus piernas casi tocando su coño y sin dudarlo metí toda mi cara hasta el fondo tratando de empezar a lamer su coño y ufffff, en menos de 1 segundo mi lamida ya había llegado a su culo y ella se estremeció cómo no se imaginan, se paró de puntas y todo lo cuerpo se puso como piel de gallina y supe que estaba haciendo bien mi deber de hombre satisfaciendo bien a una mujer, después de estar lamiendo y saboreando esa rica gordibuena como no era el mejor lugar ni tiempo me bajé el pantalón y ya tenía mi verga chorreando guiñando el coño que tenía a cm de mi, le dije que se empinara más y proseguí a dar unos pequeños rozones con mi verga desde su coño hasta su culo y ella sollozaba ligeros gemidos y al igual que la anterior madura se sentía apretado su coño como descuidado, así que se la empecé a meter poco a poco y escuchaba como gemía lentamente, hasta que al fin le entró toda y comencé con lentas metidas hasta que sentí como ya se había mojado bien todo su coño hasta adentro me acomodé bien y empecé a follarla con unas buenas embestidas que estoy seguro que Ariadna las escuchaba afuera.
– Ssssss, ag, mmm, ssss, mmm.
Decía Rosita sin decir ni una palabra, a lo que le dije:
– Te gusta mi amor?
– Siiiiiii, si me encanta, que rico, hace años que no me follaban tan rico mi amor, siiiiiiiii, dame rico, ay que rico!
– Si mi amor, estás bien buena mi amor, ve cómo te follo mi amor.
Estuve follandola por unos minutos y comencé a sentir algo caliente en mis piernas, y vaya barbaridad acaba de pasar…..ella era de las que se venían y se horinaba un poco (que se disfruta mucho pues mencionan muchas mujeres que tienen pena o vergüenza hacerlo, pero se disfruta bastante según experencias que pacientes confiesan a sus sexólogos) y fue que le dije:
– Mi amor, que rico te veniste
– Ay, perdón, no me aguante que vergüenza Toni, perdón…
No me importo y la seguí follando pues me prendió ver que logré su orgasmo y me llena el ego ver disfrutarlas y llegar al clímax.
Ella no entendía, pero vio que me valió que se haya orinado y preferí seguir follandola.
Ella sintió que me puso cachondo esa situación y puso sus brazos sobre la tarja como estando acostada en una almohada y dejó que la siguiera cojiendo sin parar, andaba bien caliente hasta que me vine en ella, para este final la jalé del pelo la traje hacía mi y la abrace acariciando sus senos y besando su cuello y le decía:
– Me vengo mi amor, me vengo, agggggg, que rico!!
– Si mi amor, vente dentro de mi, vente mi amor, así, sssssss, mmmmmm, que rico.
Y terminamos, literal el suelo estaba empapado de su poca orina que chorreo y le dije, que no se preocupara, tomé varias servilletas y lo limpié, le dió pena que yo lo estuviera limpiando y le dije que era mi culpa por lograr ése rico orgasmo, y se rió de pena y me veía con una cara de inocencia.
Después solo le aventé jabón y pasé el trapeador.
Salimos y Ariadna nos dijo:
– Era un rápido no toda la escena, jajajjaa.
Nos reímos los tres y nos fuimos, los de la fonda ade enfrente voltearon pero no dijeron nada.
Y aquí termina mi historia con Rosita, la verdad estaba muy rica esa madura, y está fue 1 de 3 veces que estuve con ella en la intimidad, la segunda fue ahí en la fonda de la misma manera y la otra en mi cuarto mucho después incluso después de haberme ido de ahí.
Estuve 4 meses en esta fonda, me fui porque a veces doña Toña no podía andar con nosotros y mandaba a alguna de sus amigas a estar con nosotros y ellas cobraban, una de ellas es Maru una madura de unos 58 o 60 años, era una mujer super linda y tierna, pero le gustaba usar blusas escotadas y tiene unos senos super ricos y grandes, pero casi no tiene culo pero me llevé muy bien con ella, y hablo de ella porque quiero ver si por llevarme bien con ella puedo contactarla para ir a visitarla a su casa y ver si se puede dar algo, pues solo me dijo que vive sola y eso ya es una buena ventaja para ver si se deja follar.
Cómo dije, me fui porque una ocasión que ella estuvo con nosotros la mesera Ángela y Gloria la trataron muy mal y yo la defendí, y ellas me empezaron a tratar mal y la verdad yo prefiero estar lejos de personas así.
Me salí de la fonda por esa razón y seguí teniendo contacto con Rosi y de vez en cuando chateabamos.
Estuve en casa de mis padres unos 3 meses sin trabajar, hasta que supe de otro vacante de lavaloza de un restaurante justo ahí en en centro con terraza, que hasta la fecha aquí es donde trabajo, y aquí, conocí a la que hasta el día de hoy follo cada que queremos, se llama Lolita, una mujer de 48, con un carácter fuerte pues lleva ahí trabajando 20 años, y cubre todos los puestos del restaurante, literal tiene una historia aquí.
Se vienen relatos más ricos, lujuriosos y va a dar un giro total, pues son mejores encuentros que los dos que he relatado hasta ahora.
Continuará…..
Saludos gente bonita!
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