20ñero adicto a las maduras. (8va parte)

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Qué tal gente, aquí trayendo la siguiente parte de mis relatos, ya sido un largo tiempo, pero he de mencionar que los próximos relatos tendrán mucho contexto, pero también seguirán habiendo de sexo y morbo, y han pasado muchas cosas que estoy seguro los atrapará, chequen mis anteriores relatos para estar en contexto y disfrutar de toda la novela que me ha pasado, jaja.

Por fin logré que Lolita se animara a estar conmigo en la cama, íbamos caminando a mi cuarto donde rentaba, ella se veía nerviosa y no tan convencida, lo cual le pregunté, sino quería lo dejamos para otro día, pero con todo encima ella afirmo que sí quería.
Como las otras ocasiones abrí la puerta de la entrada para ver sino había alguien aún despierto, y no, eran casi las 12 y solo habían luces encendidas pero nadie estaba afuera, le dije que entraramos sin hacer tanto ruido.
Subimos al segundo piso y llegamos, dejó sus cosas en la cama y yo acomodé mi cama, para no hacer ruido (ya no recuerdo si lo he mencionado, jajaja) yo bajaba mi colchón de mi base, para evitar hacer ruido. Así lo hice, bajé el colchón y proseguí a quitarme la camisa para romper el hielo y no fuera tan indeciso como se andaba tornando la situación.
Me acerqué a ella y comencé tomándola de los hombros, le besé la frente, tomé su mentón y la comencé a besar lentamente, mientras lo hacía bajé mis manos a su cintura mientras de la espalda a sus caderas masajeaba esa figura que me encantó de ella. Dejé de besarla y bajé a besar su cuello y abrazar completamente su cintura, la empujaba hacia mi, sentía sus cuerpo estremecerse y podía sentir sus senos tensos pero tan ricos, metí mi mano bajo su camisa para acariciar su cuerpo y parte de su espalda, en este punto ella empezaba a soltar pequeños gemidos, lo cuales como he mencionado eso es combustible para mí a seguir dándo lo mejor y más morboso de mi. Me animé a quitarle la camisa y por qué no el bra de una vez.
Y ahí estaba, semi desnuda, frente a mi, su piel era tan suave y clara que me prendió inmediatamente ver esos senos que eran de tamaño normal, pero con pezones grandes y obscuros, tal y como luce una madura en su máximo esplendor, le dije que se acostara, y como las otras ocasiones, metí mi mano bajo su espalda y sin pensarlo solté una enorme lamida en uno de sus senos y ella al instante arqueo su cuerpo hacia arriba, el placer que comenzó a sentir era el que había querido hacerle sentir desde el momento en que la conocí, lamía y lamía cada uno de sus senos, como si de un helado se tratara, con mis labios apretaba sus pezones y con la otra masajeaba el otro seno.
En un instante metí mi pierna entre las de ella y comencé a masturbarla poco a poco, moviendo mi pierna, ya en este punto su cuerpo me decía que la hiciera mía, pero también notaba un poco de nerviosismo. Después de un rato besandola y masturbandola con mi pierna bajé a su abdomen y proseguí a quitarle su pantalón, traía un cachetero rosita liso, cómo tipo licra, se le veía tan rico que antes de quitarselo me fijé si estaba mojadita, y ufff, era notable su humedad, sin pensarlo se acerqué y lamí ese rico coño que se marcaba, su pre-orgasmo sabía diferente al de las demás maduras con las que he estado, le lamía y lamía como para mojarla y ponerla más cachonda, confieso que a pesar de venir de una jornada de trabajo ése día…. olía muy rica…olía a mujer, olía a madura que pedía a gritos un hombre….tenerla a mi merced me hizo recordar a las maduras que me he follado y seguí comiéndome ese coño que sabía a puros fluidos de hembra hambrienta de un macho.
Me la pasé lamiendo y lamiendo ese coño un buen rato, y en lugar de mojar ese coño para al fin follarlo era tan tan rico su sabor que parecía un niño inocente lamiendo una paleta o un duvalín….no dejaba nada mojado, quería tragarme todas esas feromonas de hembra…. irónicamente esa mujer me tenía a su Merced, me traía pegado a ése coño lamiendo y lamiendo cada gota que le salía y yo disfrutaba más que nunca lamer y lamer para sentir esa mujer hasta las entrañas.
Decidí dejar de lamer tanto y solo masturbé su clítoris para dejarla mojada ahora sí y empezar nuestra noche eterna. Se quedó recostada boca arriba y ahora yo me subí en ella…. estabamos en la poción de misionero.
Le pedí que ella metiera mi verga en su coño, se lo pedí hambrientamente, ya quería hacela mía, y vaya sorpresa, lo que hizo fue solo empezar con rasar solamente, se movía y rozaba mi verga en ése coño totalmente mojado, se movía como una oruga, disfrutaba sentir mi verga, se movía tan cachonda que en menos de 1 minuto me dijo.
– Ya, ya ya, ya metemela, quiero sentir, quiero que me hagas tuya!!
Ahora sí tomo mi verga y se la metió, mientras veía en su rostro como abría su boca sintiendo mi trozo entrar lentamente en su coño de señora madura, ahí la tenía, la estaba follando lentamente, disfruté mucho verla expresar su emoción por tener un hombre de verdad.
Continué y continúe mientras ella entre sonrisas y expresiones que la dejaban boca abierta disfrutaba tenerme dentro, me excitó mucho verla disfrutar que me avalance hacia su cuello y empecé a besarla desenfrenadamente mientras aumentaba las embestidas en esa posición, ella abriendo la boca totalmente, la veía, estaba en su máxima expresión de exitación, me abrazo y me rasguñó y me dolió horrible que me dejó marcas, pero en ése momento lo disfruté mucho, sentir a mi hembra rasguñarme de tenerla sometida, era una hembra en celo!
En este punto yo no sabía qué estaba pasando, lo cachondo y lujurioso del momento inhibieron mis sentidos, lo único que sabía era que quería follara, follarla como sea que me lo imaginara.
Le pedí que se subiera en mi, yo me recosté, y al verla montarse en mi sonreí, la Vi y estaba perdida, su rostro tampoco sabía que estaba pasando, tomó mi verga y se la introdujo, y nuevamente soltó un gemido, puso sus manos en mi pecho y empezó a moverse hacía adelante y hacía atrás, lo hacía rápido y lento, se cansaba y volvía a empezar, yo tomaba sus senos y los acariciaba, su piel era totalmente suave, sus senos estaban durísimos, estaba entregándose totalmente a mi.
La traje hacia mi, tomé su cintura y la abracé, mientras besaba sus senos y empecé a embestirla como caballo de fuerza, no pudo evitar gemir de placer, gritaba y pensé que los vecinos vendrían a quejarse, pero me valió, seguí follandola y follandola, sentía lo más profundo de su coño, estaba mojadísima, mi verga penetraba y resbalaba fácilmente en su coño apretado, estaba disfrutando a mi hembra sin tabúes, sin restricciones, sin límites, parecía un depravado follando y follando a esa hembra, el cuarto hacía eco con las cachetadas que se oían de su colo en mi cuerpo.
En un solo movimiento la tomé y abracé bien, y me paré y la recargue en la pared baje mis manos y le tomé sus piernas detrás de sus rodillas, y ahí parado seguí follandola,el glup glup glup era tan sucio y cachondo, su coño se oía que se iba abriendo, se oía que le entraba la verga muy rico….ella me seguía desgarrando la espalda, disfrutaba demasiado, sentía su sed de ser follada, la verdad no supe si mis vecinos escucharon o no….pero ya no me fijé en eso.
En esta posición admito que me cansé….las piernas me temblaban, pero quería seguir, estaba muy caliente de follar a una nueva maduro y más porque su cuerpo, su piel, era tan tersa y lisa que al verla y acariciarla me prendía más!!!
Cómo antes mencioné yo bajaba mi colchón para evitar que se escuchará los ruidos de la base, le pedí que se acostará boca abajo, y como he mencionado en mis anteriores relatos, me encantá besarles el culo, probablemente ella pensó que la iba a penetrar en esa posición, pero al verla boca abajo y ver ése riquísimo culo maduro, me lance como lobo hambriento a comermelo…
Este momento fue el más high, porque sin piedad y sin pensarlo, desde abajo hasta arriba le lamí su culo, ella gimió riquísimo, y entre gemidos y placer, oía que quería llorar, estaba explotando de placer, movía su culo de abajo a arriba, me decía entre palabra inaudibles que no parara, que siguiera.
Estaba muy rico el momento, me la pasé un buen rato comiendome su culito y ya estaba bastante dilatado, me acomodé encima de ella, y le empecé a rosar mi verga en toda su cavidad, apliqué la de penetrarla y abrazarla, empecé a follarla hablandole al oído, le decía que estaba muy rica, que sabía muy rica, que era mi mujer, que me dejara venirme en ella…ella asintió a todo.
Entre gemidos y embestidas la follaba y follaba y follaba, era mía, sentía todo su coño mojadito, su piel caliente, sus gemidos de placer de hembra gritando por un macho…..estaba en mi último momento y sin emanar palabras sino unicamente susurros, grite, me vacié en ella, sentía mi verga palpitando en su coño, ella apretaba, los fluidos vaginales y mi esperma se mezclaron y todo resbalaba sin problema, su coño se calentó aun más con mi corrida, ella me decía que sí, que me viniera en ella, entre gemidos fue increíble escucharla decir.
– Dame tu lechita mi amor, dámela, toda toda…»
Seguí penetrandola lentamente, hasta que decidí salirme y ella se quedó un buen rato ahí, entre disfrutando aún la sensación y agitada de follar.
Me paré, tomé papel de baño y le pasé papel para que se limpiara mi esperma, lo tomó y después de un rato se volteo y se limpio, y le dije.
– Estuviste increíble, que energía tienes corazón! –
– Si, no manches, hace tiempo no sentía esto, te sentí muy rico, no quería que terminaras aún –
La verdad cuando dijo eso, pensé, encontré a alguien insaciable, alguien que siempre querrá follar, pasarla bien, disfrutar de un buen momento y así fue y así sigue siendo, pues hasta la fecha sigo con ella.
Sobre eso ya será en el próximo relato.
Los días pasaron en el trabajo como de costumbre.
Aunque hubo problemas con su marido no fue impedimento para seguir con ella y ella conmigo, también contaré sobre él en un próximo relato, pues él le fue infiel en 3 ocasiones, y no creerán con quién, ella me platicó, y por morbo les platicaré sobre esas infidelidades.

Los invito a checar mis anteriores relatos, están detallados lo más cercano a como ha sido mi vida follando a señoras maduras.

Saludos gente!